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CELAC 2021: Lasso, Abdo y Lacalle enfrentaron cara a cara a Maduro y a Díaz Canel en una cumbre al rojo vivo

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Con los dictadores de Venezuela y Cuba presentes en la cumbre, los mandatarios de Uruguay, Ecuador y Paraguay, denunciaron las violaciones a los derechos humanos de sus regímenes y exigieron elecciones libres.

Este sábado se celebró por primera vez después de 5 años la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), esta vez en México. El grupo de 33 países nació en 2010 financiado por los petrodólares de Hugo Chávez en su afán de convertirse en el líder de la región, respaldándose en el apoyo de los Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Correa en Ecuador y otros socialistas criminales en los demás países latinoamericanos.

Según el propio Chávez, la CELAC es la «OEA sin Estados Unidos ni Canadá», y un lugar de «promoción de la Patria Grande socialista». Como era de esperarse, desde que Trump puso pie en la Casa Blanca, operó para desarticular la CELAC, por lo que desde 2016 que no se reunían formalmente y el organismo estaba a punto de partirse, especialmente luego de que Bolsonaro quitara a Brasil de la nomina en 2020.

Pero la llegada de Biden le ha dado margen de maniobra a las dictaduras caribeñas para retomar sus intenciones regionalistas, y este 2021 el presidente de México, el socialista Andrés Manuel López Obrador, convocó la octava cumbre en su país, invitando a todos los líderes izquierdistas que quedan en la región, entre ellos los dictadores Nicolás Maduro (Venezuela) y Miguel Díaz-Canel (Cuba).

Esta fue la primera vez desde 2018 que Nicolás Maduro sale de Venezuela, ya que desde ese año rige un pedido de captura de la Interpol contra él por ser identificado por la Justicia norteamericana como el narcoterrorista líder del Cartel de los Soles. Hay una recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Maduro, pero López Obrador le aseguró un pasaje seguro ida y vuelta a la Ciudad de México.

Muchos pidieron que los países que hoy no tienen más gobiernos socialistas, como Ecuador, Paraguay o Uruguay sigan los pasos de Brasil y salgan de la CELAC, para no darle legitimidad a los dictadores de izquierda en la región. Sin embargo, los mandatarios de estos países decidieron participar igualmente, aunque no desaprovecharon la oportunidad para criticar duramente y en su cara a los sanguinarios tiranos.

El primero en diferenciarse fue el ecuatoriano Guillermo Lasso, quien hizo su debut presidencial en cumbres regionales. En su intervención, con Díaz-Canel a su lado, advirtió que el futuro común de la región solo puede construirse a través de la democracia y la libertad, en un claro mensaje contra Venezuela, Cuba y Nicaragua.

“Libertad para nuestros ciudadanos, para abrir nuevos mercados , para comerciar, soñar y crecer juntos en una plena democracia donde existan elecciones transparentes, donde se respete la libertad de expresión, donde se respeten los derechos humanos y las libertades políticas de los opositores a nuestros gobiernos”, pidió.

Lasso invitó a todos los que quieran construir ese nuevo futuro en libertad: “Unamos nuestros destino a través de una verdadera integración de abajo hacia arriba”. Si bien no los nombró, Lasso dio una clase de democracia ante un grupo de criminales que quieren arrogarse características democráticas mientras ejecutan brutales regímenes en sus países.

Más duro y directo aún, fue el paraguayo Mario Abdo Benítez, quien lideró al grupo anti-socialista: “Mi presencia en esta cumbre, en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente”.

“La legitimidad democrática se va construyendo día a día, honrándola con nuestro actuar. No inmiscuyéndose en otros poderes, no manipulando la justicia. Yo quiero esto para toda la región. No hay otro camino que no sea la democracia”, sentenció.

Y finalmente, el uruguayo Luis Lacalle Pou, con tono sereno pero determinado, reivindicó la democracia y puso nombre y apellido a las dictaduras de la región

“Nuestro país integra este foro porque la CELAC ha ampliado su relacionamiento con otros países del mundo pero esto no significa que caiga en desuso la participación en al OEA. Hay que ser bien claros al respectos”, empezó diciendo el mandatario uruguayo.

Y recalcó: “Los gobiernos nacionales, como los gobiernos de las organizaciones son esencialmente criticables, y son materia de cambio y por eso se puede discrepar con una conducción pero no se puede desvirtuar el organismo”.

Y afirmó: “Compartimos la autodeterminación y la no intervención, pero uno de los elementos que impulsa la CELAC es la democracia, el mejor sistema que tienen los individuos para ser libres”.

Lacalle interpeló directamente a los líderes autoritarios que fueron recibidos en México sin ningún tipo de cuestionamientos. Participar de este foro no significa ser complaciente. Y con el respeto debido, cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando se utiliza el aparato represor para callar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros en voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.

El mandatario uruguayo además respondió ante una chicana del dictador cubano Díaz-Canel contra Uruguay, referenciando con ironía a la junta de firmas de la oposición para someter a referéndum las reformas liberales de Lacalle Pou. «Por suerte en mí país la oposición puede juntar firmas, por suerte en mí país la oposición tiene resortes democráticos para quejarse y cambiar las cosas. Esa es la diferencia con el régimen cubano».

Para cerrar, le recitó la canción «Patria y Vida», escrita por raperos cubanos anticomunistas, en la cara al dictador Díaz-Canel. «Es una canción muy linda, y quienes la cantan, se sienten oprimidos por el gobierno», aseguró y luego recitó: «Que no siga corriendo la sangre por pensar diferente. Quien les dijo que Cuba es de ustedes, si Cuba es de toda mi gente».

Maduro habló inmediatamente después del uruguayo. Enfurecido, comenzó su intervención con un desafío directo a quienes denunciaron la brutalidad de su régimen: “Le digo al presidente de Paraguay: ‘Ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia’. En Paraguay, en Venezuela y en América Latina. Y estamos listos para darlo. Ponga usted el lugar”, dijo desesperado.

Y siguió: O ponga Lacalle la fecha y el lugar. O usted López Obrador. Y Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir de cara a los pueblos, en transmisión en vivo y en directo, o en privado. Como ustedes quieran. Con respeto y sin exclusiones. El hipócrita criminal no permite los debates en su país, pero los pide abiertamente entre naciones.

A pesar de los duros embates de los mandatarios ecuatorianos, uruguayos y paraguayos, el líder chavista fue legitimado por la cumbre de la CELAC, y continúa su camino a obtener el control total de la política en su país, luego de que Biden le soltara la mano a Juan Guaidó y lo obligara a dialogar por un acuerdo de unión.

El Salvador

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, llamó a una reunión de Gabinete para decirles que están siendo investigados por corrupción

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El mandatario salvadoreño convocó a una reunión con sus ministros televisada, y los sorprendió avisándoles que todos serían investigados por el Fiscal General de manera preventiva.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, convocó este lunes a una reunión a todos los funcionarios de su Gabinete para sorprenderlos con el hecho de que serán investigados por el Fiscal General por corrupción, particularmente por sobornos.

Bukele comenzó la reunión como todas, pero de repente sorprendió diciendo: «Todos aquí son del Poder Ejecutivo que yo superviso, excepto una persona: el Fiscal General. Él no es del Ejecutivo, pero está aquí hoy por una razón: quiero pedirle públicamente que investigue a todos los que están sentados aquí. Retroactivamente y en el futuro«.

«Me imagino que no debería haber ningún problema con eso«, aclaró antes que los funcionarios pudieran responder. La reunión fue grabada, por lo que la cámara captó las reacciones en vivo de los ministros, algunos con miradas de asombro y otros con sonrisas de satisfacción

«Hay algunos presidentes en prisión y otros huyendo, pero la mayoría son recordados como criminales«, afirmó y agregó: «No es así como quiero que me recuerden«, por lo que iniciará una «cacería de brujas preventiva» para encontrar si tiene funcionarios corruptos.

En este sentido, recordó al ex presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, quien, según Bukele, no era un ladrón, pero sí «se rodeó de ladrones», y él no está dispuesto a condonar que nadie robe en su gobierno.

«Hubo un momento en que ofreció esperanza al pueblo salvadoreño. Pero si bien era cierto que no robó, entonces fue un tonto, porque él era la esperanza del pueblo«, afirmó Bukele. «No tocó ni un centavo y aun así manchó su legado rodeándose de ladrones«. 

«Eso no me pasará a mí«, dijo, añadiendo que quiere ser recordado como el presidente que encarceló a los ladrones, tanto en las calles como en el Gobierno.

La gente en las redes sociales aplaudió abrumadoramente al presidente luego de la reunión televisada, en una medida que se da a dos meses de haber reelegido de manera abrumadora. «Imagínense hacer eso en Estados Unidos. El 90% estaría en prisión«, dijo un usuario de las redes sociales.

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Uruguay

Las consecuencias del “Estado fuerte” en Uruguay: 22% de los niños viven por debajo de la línea de la pobreza y sufren desnutrición infantil

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Bajo el gobierno de Lacalle Pou en Uruguay, la pobreza infantil persiste sin soluciones contundentes, reflejando una falta de acción frente a las necesidades más básicas de la población.

El problema de la pobreza infantil no es nuevo en Uruguay, y golpea a todo el sistema político, desde el izquierdista Frente Amplio hasta el Partido Nacional, y mucho menos al Partido Colorado; ninguno ha encontrado caminos que logren al menos reducir esta gran dificultad.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó los datos de pobreza en Uruguay medida por nivel de ingreso, correspondientes al año 2023, donde se confirma que el número de personas, la pobreza alcanza al 10,1%, y entre niños, este número aumenta hasta el 22%.

Lo que sorprende es que estos números sean defendidos por el presidente Lacalle Pou en sus recientes declaraciones en la cena anual de la Fundación Libertad, donde quiso imponer su «liberalismo a la uruguaya«, donde el Estado «debe ser fuerte» para supuestamente «sacar a las personas de la pobreza«.

«La libertad no se puede gozar si se vive en un rancho, si no se tiene acceso a la salud o no se estudia. Tenemos que tener un Estado fuerte para poder gozar de la libertad«, dijo insólitamente en su discurso.

Según el informe, el 50% de los niños que nacen lo hacen bajo la línea de pobreza; el 22% de los niños tienen necesidades básicas insatisfechas. Un dato lapidario que debiera no dejar dormir al gobierno de, que en lugar de ocuparse por resolver la terrible realidad que atraviesa su país, prefiere pasearse y hacer vedetismo y farándula en la Argentina y el mundo, imitando a su colega, José Mujica, que prefería el glamour de los medios internacionales a gobernar.

La pobreza en general sigue creciendo; el 10,4% actual ya supera los valores previos a la pandemia. La pobreza entre menores de 6 años es 11,6 veces mayor que la de los adultos mayores de 65, una disparidad que refleja una tendencia.

Uruguay es un país completamente estancado económicamente, con un estado con un peso gigantesco sobre la economía. En Uruguay, el Estado maneja los combustibles, la mayor parte de la electricidad, la mayor parte de la telefonía, la obra pública y privada, el mercado laboral, la educación, la salud. Uruguay es un país que no tiene nada de liberal en lo económico, y las consecuencias están a la vista: la economía no crece, solo un 0,4% en todo el año 2023, y las expectativas no mejoran.

Tan es así que en las escuelas públicas de Uruguay, donde según el Presidente uruguayo, el Estado se encuentra muy presente, los niños almuerzan ensaladas con una cantidad ínfima de vegetales y no los dejan repetir.

Lo que queda claro es que nadie se anima a hacer reformas que liberen la economía y permitan que ésta crezca en Uruguay. Simplemente eligen mantener el país como está, en pos de beneficiar a ciertos intereses corporativos, para beneficiar a la casta prebendaria Uruguaya.

No hay mucha vuelta que darle: el gobierno de Lacalle Pou eligió tomar una postura de respuesta y no de propuesta ante los problemas que atraviesa Uruguay. No propuso desregular el mercado laboral, desregular los combustibles o bajar el gasto público para reducir el peso del estado sobre la economía, nada de eso.

Simplemente eligió hacer la vista gorda ante los problemas y patear la pelota para adelante. En consecuencia de ello, quien lo suceda en el gobierno en el año entrante deberá afrontar estos problemas que el mandato de Lacalle ignoró. Pero el panorama es desolador, ningún actual precandidato propone medidas de este estilo, ni semejantes; todos buscan mantener el Estado gigante que caracteriza al Uruguay desde el año 1900.

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Brasil

Masiva protesta en Brasil en contra de la censura de Lula: Bolsonaro habló ante millones y pidió un aplauso para Elon Musk

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En la protesta se vieron manifestantes vestidos de Bolsonaro, de Elon Musk y hasta del presidente argentino Javier Milei, en favor de la libertad de expresión y el fin del régimen autoritario de Lula.

El ex presidente Jair Bolsonaro convocó a millones de manifestantes en las playas de Copacabana, este domingo en Río de Janeiro, para protestar contra la persecución política del régimen de Lula da Silva y pedir por el fin de la censura en redes sociales contra la oposición.

Millones de manifestantes comenzaron a llegar poco después de las 8 de la mañana. Bolsonaro salió del hotel cercano alrededor de las 10:00 horas, se subió a uno de los camiones y pronunció un discurso que duró unos 35 minutos, con un micrófono y parlantes para que escuche toda la ciudad.

En su discurso, Bolsonaro criticó con dureza a Lula y al juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, por sus medidas contrarias a la libertad de expresión. El juez Moraes ha metido presos a empresarios, políticos, periodistas y activistas bolsonaristas en los últimos 2 años.

El líder de la oposición pidió una amnistía para los presos del 8 de enero, día en el cual manifestantes de derecha ingresaron al edificio del Congreso y de la Corte Suprema en protesta contra el fraude electoral impulsado por el Tribunal Supremo Electoral, que preside el propio Moraes.

Como ocurrió con el Asalto al Capitolo en Estados Unidos dos años antes, no solo el puñado de violentos fue arrestado, sino que el gobierno de Lula mantiene apresados a miles de brasileros que se estaban manifestando pacíficamente y no ingresaron a los edificios públicos ese día.

En otra parte del discurso, Bolsonaro pidió un aplauso para Elon Musk, a quien apodó como una «leyenda» y aseguró que es un «hombre que quiere preservar la libertad«. Tras comprar Twitter, Musk desafió a Moraes y levantó todos los bloqueos que había impuesto la Suprema Corte.

El expresidente volvió a hablar de las elecciones de 2022, que fueron robadas por el Tribunal Electoral, y recordó que hubo fraude en las urnas: «Lo que más queremos es que Brasil vuelva a la normalidad, que podamos participar en las elecciones sin sospecha alguna«.

«Al fin y al cabo, el alma de la democracia son unas elecciones limpias en las que nadie puede siquiera pensar en dudar de ello«, aseguró.

La protesta fue convocada por Bolsonaro en medio de un intento del juez Moraes por apresarlo al expresidente, por una presunta participación en un intento de golpe de Estado para permanecer en el poder, del cual no hay pruebas.

Sin embargo, Moraes ya apresó a varios ex ministros, a múltiples empresarios que le donaban dinero y a todos los periodistas que apoyaron su gobierno. El próximo objetivo de la dictadura, y el gran trofeo que busca Lula, es arrestarlo a Bolsonaro.

A pesar de que Bolsonaro era un simple diputado y que estaba a un año de anunciar su campaña presidencial cuando la Justicia arrestó a Lula en julio de 2017, por lo que no estuvo relacionado en lo más mínimo con su detención, el dictador de izquierda nunca le va a perdonar que puso de Ministro de Justicia a Sergio Moro, el juez que le dictó prisión efectiva.

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