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Estados Unidos

En un discurso con tintes dictatoriales, Biden le declara la guerra a los simpatizantes de Trump

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Con el Salón de Independencia iluminado de rojo y negro, y un discurso agresivo plagado de insultos a los republicanos, Biden anunció que «se terminó la tolerancia» para los trumpistas.

Con una puesta en escena digna de un dictador, bajo una llamativa estética roja y negra, escoltado por dos oficiales militares y tras cientos de días sin brindar una conferencia de prensa, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, brindó un peligroso discurso en el mismo lugar en el que se debatió y adoptó la Declaración de la Independencia donde declaró abiertamente la guerra a todos los simpatizantes del expresidente Donald Trump.

El discurso, denominado oficialmente por la prensa de la Casa Blanca como “El Alma de la Nación”, contó con un sinfín de mentiras y contradicciones que se transformaron rápidamente en un incomprensible show de gritos e incoherencias por parte de Biden. Fue un discurso nocivo en el que declaró enemigos del Estado a cualquiera que no estuviera de acuerdo con él, concretamente a los 75 millones de republicanos votantes de Trump en el país.

Este discurso con tintes dictatoriales es la culminación de una agresiva retórica que los demócratas empezaron a implementar en las últimas semanas para intentar ganar las elecciones de medio término. Según el actual mandatario en su discurso de anoche, todos los votantes de Trump son «semi fascistas«, «atentan constantemente contra la democracia» y albergan «ira, buscan sembrar el caos y viven a la sombra de la mentira”.

“Las fuerzas de MAGA están decididas a llevar a este país hacia atrás, donde no hay derecho a elegir, ni derecho a la privacidad, ni derecho a la anticoncepción. Promueven líderes autoritarios, y avivan las llamas de la violencia política, que son una amenaza para nuestros derechos personales, para la búsqueda de la justicia, para el estado de derecho, para el alma misma de este país”, expresó el presidente. 

“La amenaza a la democracia estadounidense es real, pero no somos impotentes ante estas amenazas. No somos espectadores en este ataque a la democracia. Hay muchos más estadounidenses que rechazan la ideología extrema de MAGA que los que la aceptan. Está en nuestro poder, está en nuestras manos, en las tuyas y en las mías, detener el asalto a la democracia estadounidense” continuó Biden en tono amenazante.

En medio del discurso, Biden se autodenominó como un «guardián de la Constitución«, y catalogó a los votantes trumpistas de terroristas domésticos por cuestionar los resultados de las elecciones.

Los republicanos MAGA no respetan la Constitución. No creen en el Estado de Derecho. No reconocen la voluntad del pueblo. Esta es una nación que honra nuestra Constitución. No la rechazamos. Esta es una nación que cree en el Estado de Derecho”, agregó.

Insólitamente, después de calificar a 75 millones de votantes como enemigos de la Nación, Biden finalizó su discurso apelando a la unidad y declaró confusamente que “no iba a dejar a ningún estadounidense atrás en el futuro que envisiona”, ya que “somos los Estados Unidos de América”.

Lejos de conseguir la unidad del país, el discurso de Biden fue visto como una declaración de guerra contra los simpatizantes de Trump. En Estados Unidos, este tipo de discursos suelen darlos los presidentes cuando declaran una masiva persecución contra un grupo o una problemática que azota al país, como la Guerra contra la Pobreza (Lyndon B. Johnson), la Guerra contra las Drogas (Richard M. Nixon) y la Guerra contra el Terror (George W. Bush).

Las palabras de Biden son consideradas una nueva de estas guerras que lanza la Casa Blanca, esta vez la Guerra contra Trump. Por suerte, recibió un contundente y amplio rechazo por parte de todas las figuras republicanas, incluidas algunas que no son cercanas a Trump.

Por su parte, el exmandatario se expresó en nombre de sus votantes, donde señaló que Biden amenazó al país con el uso de fuerza militar, y lo acusó de ser alguien que está sufriendo de demencia.

«Debe estar loco, o está sufriendo de demencia de etapa tardía«, escribió en TRUTH, su red social que se ha convertido en la principal alternativa a Twitter.

También recordó que las siglas “MAGA”, su lema político de campaña, simplemente significan “hacer a America grande de nuevo” y que sí Biden no está de acuerdo con este mensaje entonces no puede representar a los Estados Unidos de América.

Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como «soñadores«, quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: «Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes«.

«Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA«, continuó.

«Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde «hay bajos niveles de acceso al voto».

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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