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Trump asistirá al histórico lanzamiento espacial de Elon Musk en Florida

El presidente Donald Trump asistirá el 27 de mayo al nuevo lanzamiento de la empresa aeroespacial SpaceX en Florida, del empresario Elon Musk. Este evento será la primera vez que una empresa privada llevará astronautas al espacio.

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, asistirá al lanzamiento de la misión Demo-2 el próximo miércoles 27 de mayo, en el Centro Espacial Kennedy, Florida. 
Allí, los astronautas de la NASA Doug Hurley y Bob Behnken serán lanzados al espacio en un cohete Falcon 9. El lanzamiento es parte de una misión conjunta de la NASA y la compañía privada SpaceX, fundada por el emprendedor Elon Musk, co-fundador de PayPal y también fundador de la automotriz Tesla.
La misión Demo-2 que se lanzará este miércoles tendrá como objetivo llevar a los astronautas Hurley y Behnken a la Estación Espacial Internacional, y será la primera misión tripulada que la compañía de Elon Musk lanzará al espacio. A su vez, esta será la primera vez desde 2011 que la NASA lanzará astronautas al espacio desde suelo estadounidense.

Doug Hurley, nacido en New York y con 53 años, es un ingeniero, piloto de testeo de la NASA y coronel del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Se graduó en ingeniería civil en la Universidad de Tulane, en Louisiana en 1988. 

Bob Behnken, nacido en Missouri y con 49 años, es un ingeniero mecánico y físico graduado de la Universidad de Washington en Saint Louis, y asistió a Caltech (California Institute of Technology), donde obtuvo una maestría en Ciencias Aplicadas. Es piloto de la Fuerza Aérea y ha volado diferentes aeronaves como los modelos F-15 y F-16, y también forma parte de los testeos del F-22. En 2012, fue designado como Jefe de la Oficina de Astronautas, la mayor posición de liderazgo entre los astronautas activos en la NASA. 

Tanto Hurley como Behnken fueron seleccionados como pilotos por la NASA en el año 2000, y desde entonces han conformado numerosas misiones.

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El lanzamiento de esta misión es otro de los pasos tomados por el presidente Trump en su meta declarada de reestablecer el dominio estadounidense en el espacio. En esta línea, creó en 2019 la Fuerza Espacial (Space Force), la nueva sexta rama de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, enfocada en la protección de los intereses de los EE.UU. en el espacio.
Trump es uno de los presidentes más pro-espacio desde Nixon y John F. Kennedy. En 2017 creó el programa Artemis, reviviendo el espíritu de Apollo, a través del cual planea enviar de nuevo al hombre a la Luna para el fin de su segundo mandato si es reelegido, en 2024, donde planea empezar la creación de una base espacial sobre el suelo lunar, que será a su vez utilizada para enviar una expedición a marte durante la década del ’30 (esto es, 2030s). Según los cálculos, para entonces va a ser significativamente más barato lanzar un cohete desde la Luna que desde el planeta Tierra, debido a que se puede utilizar hasta 36 veces menos combustible.
Además, Trump quiere desbloquear una nueva economía en el espacio; la minería de metales como el oro, la plata y el platino. Estos metales de altísimo valor en la Tierra, se estima que en 2 o 3 décadas empezarán a agotarse considerablemente y para evitar una suba calamitosa de sus precios, mirar a la Luna y a los asteroides puede ser una solución realmente plausible.
Todo este plan está siendo desarrollado conjuntamente entre Trump y Elon Musk, el dueño de SpaceX, la empresa aeroespacial privada más exitosa del mundo, que de hecho ha desarrollado tecnología de lanzamiento de cohetes más barata que la que utiliza la NASA. Por lo tanto, desde hace casi una década que para la NASA es más barato contratar los servicios de SpaceX que programar sus propios lanzamientos.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto a su ex-asesor Steve Bannon y el empresario Elon Musk, el 3 de febrero de 2017 en la Casa Blanca.

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La presencia de Trump en el lanzamiento de la misión Demo-2 es una clara muestra de los fortalecidos vínculos entre la administración Trump y Elon Musk, el sudafricano naturalizado estadounidense cuyos activos suman arriba de 37 mil millones de dólares.

Semanas atrás, Musk había amenazado con mover las fábricas de Tesla, la otra mega-empresa del excéntrico millonario, actualmente establecidas en California, a Texas y Nevada, debido a las tensiones entre Musk y funcionarios del Departamento de Salud de California en torno a la cuarentena por el COVID-19. 
Dicho organismo no ha permitido a Musk reabrir su fábrica en Fremont, California, afirmando que "no están dadas las condiciones" para reactivar su producción. Tesla tenía planeado restablecer la producción y reincorporar a un 30% de los trabajadores a sus puestos de trabajo, pero el condado de Alameda lo impidió. Musk hizo formal una demanda judicial contra el condado, afirmando que sus órdenes van a contramano de "el gobernador, el presidente, nuestras libertades constitucionales y simplemente el sentido común". La demanda busca revocar dichas órdenes y así permitir a Tesla continuar sus operaciones en Fremont.
Luego de las restricciones impuestas a Tesla por el condado californiano, el presidente Trump expresó su apoyo a Musk a través de las redes sociales, señalando que California debía dejar a Tesla y a Elon Musk reabrir su planta de producción. El empresario respondió agradeciéndole, en lo que sería una de sus primeras interacciones en Twitter.
El conflicto entre Musk y el condado californiano ha traído diversas repercusiones en el ámbito político estadounidense. El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, señaló que Elon Musk y Tesla estaban muy interesados en Texas como posible destino para las fábricas de su compañía, luego de una conversación telefónica entre ambos. 
A lo largo de su historia, Texas ha ofrecido atractivos incentivos a múltiples empresas que buscaron nuevos lugares de asentamiento para sus operaciones, como por ejemplo reducciones impositivas o desregulaciones. Aunque la planta de California es la única fábrica de Tesla en el país, Musk ya cuenta con operaciones en Texas, incluyendo un sitio de pruebas de cohetes para SpaceX en Brownsville, ciudad del condado de Cameron.

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Otra de las personalidades de la política que apoyó a Musk fue el congresista republicano trumpista Dan Crenshaw, también de Texas. 
Crenshaw retwitteó al empresario y publicó un mensaje en el cual señalaba que su estado "se va a poner aún más asombroso" con las potenciales mudanzas de Musk y del conductor de podcasts Joe Rogan.
Poco tiempo después, Musk publicó un curioso mensaje que desató olas de especulación, cuando a través de la red social Twitter dijo: "Take the red pill" ("toma la pastilla roja"). 
Esta frase referencia a la película Matrix, en la cual Neo, el protagonista de la película, es presentado con dos pastillas: una azul, que lo mantiene contento e ignorante en una falsa realidad, y una roja, que le permite observar la verdadera realidad. Desde 2012, la "píldora roja" ha sido utilizada por sectores conservadores de los Estados Unidos como analogía sobre escapar de la "falsa realidad" que la izquierda hegemónica presenta desde la política y los medios de comunicación.
Desde la campaña de Trump en 2015-2016, este concepto se popularizó fuertemente en sectores del Partido Republicano. Por ello, el tweet de Musk fue interpretado por muchos como pruebas de un acercamiento al presidente Trump. Hasta la fecha, Musk no ha refutado esta teoría.

Y como si esto fuera poco, la mismísima hija y asesora del presidente, Ivanka Trump, citó el tweet de Musk, afirmando: "Taken!" ("¡ya la tomé!")

Un día después de la presentación de la demanda por parte de Elon Musk en contra del condado de Alameda, la asambleísta del Partido Demócrata de California y oriunda de San Diego, Lorena González, lanzó insultos contra el empresario a través de Twitter, luego de que Musk avisara que suspendería sus operaciones en California. A pesar de su autocensura, el mensaje fue corto y conciso: "Fuck Elon Musk."

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Por todo esto y más, Elon Musk ha ganado recientemente una fuerte admiración de parte de los sectores más conservadores, a pesar de haber sido en el pasado amigo de Barack Obama, defensor de la despenalización de las drogas y un activista del cambio climático. Hoy se muestra cercano a Donald Trump, es una de las principales voces en contra de las cuarentenas excesivas por el COVID-19 y ha hecho una serie de comentarios en contra del progresismo moderno que lo han alejado mucho de la izquierda demócrata. 
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que vendría a ser como el ministro de Economía en los países latinoamericanos, se alineó públicamente a la postura mantenida por el empresario, al declarar que el gobierno de California debería trabajar más en reabrir la economía local y destacando que Musk es uno de los mayores creadores de empleo y manufactureros en California. 
Por su parte, Musk también ha mostrado un alineamiento a las posturas del presidente y de su gabinete. En respuesta a un usuario de Twitter que lo acusó del gran pecado de "estar de acuerdo con Trump", Musk respondió que "los que están siempre en desacuerdo [con Trump] tienen una mente cerrada."
La planta de Tesla en Fremont, California, finalmente reabrió por orden de Musk el pasado lunes 11 de mayo, desafiando las órdenes del condado de Alameda y con un juicio en transcurso. 
En dicha fábrica, los empleados recibieron una capacitación con un video informativo que les explica cómo mantener el distanciamiento social, y que deben respetar el uso de barbijos y guantes.

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Respecto al lanzamiento de la misión Demo-2 de SpaceX, el vicepresidente Mike Pence, otro de los grandes impulsores del renovado programa espacial estadounidense, afirmó esta semana que el lanzamiento servirá como una señal de esperanza para los estadounidenses en medio de la pandemia, en una entrevista brindada a Fox News:

"Cuando la semana que viene, ese cohete se dispare, le recordará al pueblo americano que incluso en medio de en los tiempos más desafiantes, Estados Unidos todavía avanza hacia adelante," afirmó el vicepresidente.

El presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence partirán rumbo a Florida para ser testigos del retorno de los vuelos espaciales tripulados el próximo miércoles 27 de mayo a las 4:33 PM, hora de Florida. La última visita del presidente Trump a la Costa Espacial fue en 2017, habiéndola visitado antes durante su campaña. La industria aeroespacial es una prioridad para la gestión Trump, y el binomio Trump-Musk será sin dudas esencial para este propósito.

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Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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