Seguinos en redes

Estados Unidos

En unas elecciones con baja participación y nuevas denuncias de fraude, el Partido Demócrata empata en senadores a los Republicanos

Nuevamente con los fraudulentos votos por correo y la abstención de más de un 20% de los republicanos que sólo apoya a Trump, los dos candidatos a senadores republicanos fueron derrotados por los demócratas y el Senado queda 50/50.

Publicado

en

El Partido Demócrata ganó las elecciones especiales en el Estado de Georgia y por primera vez en 6 años controlará el Senado de los Estados Unidos si finalmente Joe Biden y Kamala Harris son certificados hoy por el Congreso como los ganadores de la elección presidencial.

Con estos dos nuevos senadores, la Cámara Alta queda con 50 demócratas y 50 republicanos, y la mayoría dependerá siempre de quien ejerza el cargo de Vicepresidente, quien tiene el poder de desempatar como Presidente del Senado.

Los dos candidatos demócratas que accederán al Senado serán Raphael Warnock y Jon Ossoff, ambos pertenecientes al ala de extrema izquierda dentro de su partido. También será la primera vez en la historia que el Estado de Georgia esté representado por dos senadores demócratas.

Hasta el momento, el candidato demócrata y reverendo marxista, Raphael Warnock, lidera su elección con el 50,8% de los votos contra los 49,4% de su rival, Kelly Loeffler. mientras que el otro candidato demócrata, Jon Ossoff, posee una leve ventaja con el 50,4% de los votos frente al republicano David Perdue. 

Pese a que todavía quedan algunos cientos de votos por correo que contar, los medios de comunicación ya dieron su veredicto y anunciaron tanto a Ossoff como a Warnock como ganadores de la elección. De todos modos, sabiendo cómo los votos por correo que llegan al final fueron en la última elección en más de un 90% a los demócratas, ambas bancas terminarán en sus manos.

Mapa electoral de los resultados, ya con Ossoff y Warnock declarados como ganadores. 

Ad

Como era de esperarse, el voto por correo fraudulento jugó otra vez un papel preponderante en la elección y terminó siendo el factor clave para que Warnock y Ossoff salieran ganadores en la contienda. 

En Georgia, debido a que los centros de votación abrieron hace más de 1 mes, se estima que más de 3 millones de personas han votado de manera temprana. De estos 3 millones, más de 1 millón son votos por correo. 

Estos votos por correo no son sometidos ni a una auditoría ni a una comparación de firmas entre la firma del votante en el padrón y en la papeleta de votación, por lo que es altamente probable que miles de personas hayan votado dos veces en la elección: de manera presencial y por correo anteriormente. 

La expansión de estos votos fraudulentos a todo el Estado y su repartición estuvo a cargo de la líder demócrata local Stacey Abrams, quien se regodeaba hace algunas semanas que su partido tenía los suficientes votos por correo para ganar la elección. 

Abrams no sólo desplegó toda su maquinaria política para capitalizar estos votos por correo, sino que también usó su influencia para que su hermana, una juez electoral del Estado, permita que ciudadanos de Georgia que residan en otros Estados puedan emitir su voto de manera ausente. 

Ad

Tal como ocurrió en la elección presidencial del 3 de noviembre, Perdue y Loeffler iban ganando sus respectivas carreras con la amplía mayoría de los votos ya escrutados hasta que largos baches de votos por correo fueron cargados a la madrugada, otorgándole así el liderazgo y luego la victoria a Ossoff y Warnock. 

El caso de Perdue puede que sea el más gráfico, ya que el republicano iba ganando su elección por más de 118.000 votos con el 95% de los votos escrutados. Una vez cargados los votos por correo de condados donde las la gestión de las elecciones es controlada totalmente por los demócratas, Ossoff tomó la delantera. 

Estos votos por correo que se contaron por la madrugada mantenían el mismo patrón que se vio en la elección presidencial y es que tenían márgenes de ventaja totalmente irrisorios para los candidatos demócratas

Los datos oficiales muestran que en cada bache de miles de votos por correo los demócratas gozaban de una ventaja de más del 60%. 

Por si fuera poco, cuando la elección ya rondaba con el 99% escrutado, los oficiales electores de los condados que aún se aguardaban resultados por conocer anunciaron que dejarán de contar los votos y que recién retomarán mañana por la mañana. 

Ad

Dejando de lado las denuncias incontables de irregularidades, gran parte de la culpa que esto haya pasado corre a cuenta del establishment del Partido Republicano, liderado por Mitch McConnell, quien se encargó de antagonizar en todos los aspectos a la base de votante más fiel a Trump en las últimas semanas. 

En la última semana el Partido Republicano se negó a eliminar cientos de páginas de legislación basura y subvenciones millonarias a países extranjeros que incluía el paquete de ayuda económica aprobado por el Congreso y que el Presidente Trump pidió modificar. 

De esta forma y con ese dinero ahorrado, los republicanos podían haber aumentado de 600 a 2.000 dólares el valor de los cheques de dinero que se entregaban a los ciudadanos americanos en concepto de ayudas de desempleo, lo que les habría dado un empujón electoral al partido en el último minuto, pero finalmente se opusieron. 

El punto cúlmine de esta relación resultó ser la pasada semana, cuando los senadores que responden a McConnell anunciaron que no disputarán la elección en el Congreso este 6 de enero y que convalidarán los resultaron electorales fraudulentos

Como diversos analistas anti-Trump han reconocido, hay una gigantesca base de votantes que depositaron su voto de confianza por Trump en la elección presidencial pero que esta vez no fueron a votar por la desconfianza hacia el sistema electoral fraudulento que articuló el Partido Demócrata y por la negativa del establishment en mejorar estas prestaciones de dinero.

Los dos candidatos republicanos tuvieron alrededor de un 20% menos de votos en esta elección que en la elección del 3 de noviembre, cuando el nombre de Trump los acompañaba en la lista.

Ad

A pesar de que con estos resultados el Senado queda partido a la mitad entre demócratas y republicanos, hay 3 senadores republicanos, Mitt Romney (Utah), Suzane Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska) que están ideológicamente más cerca del Partido Demócrata y podrían, sin sorpresa de nadie, votar con los demócratas en las reformas legislativas más importantes que planea presentar Biden.

Entre estas reformas hay una masiva amnistía a más de 11 millones de inmigrantes ilegales, ampliar la Corte Suprema para agregar más jueces y diluir el poder de los que nominó Trump, instaurar un programa de salud totalmente público y prohibir el fracking.

Haga clic para comentar

Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión

Deja una Respuesta

Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

Publicado

en

El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como «soñadores«, quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: «Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes«.

«Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA«, continuó.

«Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

Seguir Leyendo

Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

Publicado

en

El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde «hay bajos niveles de acceso al voto».

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

Seguir Leyendo

Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

Publicado

en

El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

Seguir Leyendo

Tendencias