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La revista TIME admite con orgullo que los demócratas y los empresarios de Wall Street conspiraron para robarle la elección a Donald Trump

En un polémico artículo, TIME revela cómo fue la trama para robarle la reelección a Donald Trump, que coordinó empresarios de Wall Street, autoridades demócratas y activistas de la extrema izquierda.

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En un artículo escrito por la corresponsal Molly Ball, la más alta autoridad en la revista TIME, el diario ultra-demócrata admitió una compleja trama de conspiración entre los grupos radicales de extrema izquierda como Antifa, las autoridades del Partido Demócrata y un grupo selecto de empresarios de Wall Street, para derrotar por medios espurios al entonces Presidente Trump.

Para los lectores de La Derecha Diario no hay nada nuevo: los empresarios usaron sus amplios recursos económicos para sobornar a los gobernadores de los Estados clave para que introduzcan el voto por correo, el Partido Demócrata utilizó sus conexiones en la Justicia para evitar que se declare inconstitucional esta maniobra y la extrema izquierda prestó su militancia para fiscalizar las elecciones en favor de Joe Biden. 
El resultado estuvo a la vista desde el mismo 3 de noviembre. Esa noche el Presidente Trump se iba a dormir con la reelección casi en el bolsillo, con amplios márgenes en todos los Estados más importantes, incluso algunos que había perdido en 2016. Al despertarse a la mañana siguiente, una cantidad absurda y estadísticamente imposible de votos por correo habían ido para Biden y el candidato demócrata había quedado por encima suyo por solo algunos miles de votos.
Desde entonces, toda la maquinaria mediática trató de tapar cualquier noticia que se animara a publicar sobre este tema. En La Derecha Diario, a varios miles de kilómetros de Washington, fuimos censurados por Twitter y Facebook en múltiples ocasiones por reportar distintas instancias de potencial fraude.
Ahora, con la elección en el pasado y los demócratas ansiosos de contar todo lo que hicieron para poner a Joe Biden en la Casa Blanca, empiezan a relatar lo ocurrido.

"Cientos de importantes líderes empresariales, muchos de los cuales habían respaldado la candidatura de Trump y apoyado sus políticas, le pidieron que cediera la elección. Para el presidente, algo andaba mal. ‘Todo fue muy, muy extraño’, dijo Trump el 2 de diciembre. ‘A los pocos días de las elecciones, fuimos testigos de un esfuerzo orquestado para ungir al ganador, incluso cuando todavía se estaban contando muchos estados clave’.

En cierto modo, Trump tenía razón", admite el polémico artículo de la revista TIME.

"Se estaba desarrollando una conspiración detrás de escena, una que redujo las protestas y coordinó la resistencia de los directores ejecutivos. Ambas sorpresas fueron el resultado de una alianza informal entre activistas de izquierda y titanes empresariales. El pacto se formalizó en una declaración conjunta concisa y poco notoria de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la AFL-CIO, publicada el día de las elecciones", explica la periodista demócrata. 

Y agrega: "Ambas partes llegarían a verlo como una especie de negociación implícita, inspirada por las masivas, a veces destructivas protestas por la justicia racial del verano, en la que las fuerzas laborales se unieron con las fuerzas del capital para mantener la paz y oponerse al asalto de Trump a la democracia".

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El artículo da enormes pasos para justificar este "fraude patriótico", y asegura que fue lo correcto porque en frente Trump tenía inclinaciones dictatoriales.

El núcleo de la maniobra contra Trump fueron los miles de trabajadores electorales que pusieron las autoridades demócratas en los centros de cómputos. Como la evidencia probó, estas personas fueron fundamentales en descartar miles de boletas con el voto a Trump mientras traían valijas llenas de votos por correo para Biden.

Así lo explica la nota de la TIME: "Su trabajo tocó todos los aspectos de la elección. Consiguieron que los Estados cambiaran los sistemas de votación y las leyes y ayudaron a asegurar cientos de millones en fondos públicos y privados. Se defendieron de las demandas por supresión de votantes, reclutaron ejércitos de trabajadores electorales y consiguieron que millones de personas votaran por correo por primera vez"

Luego, la pata empresarial dirigida por figuras como Michael Bloomberg, Larry Fink, Tom Steyer, Donald Sussman, entre otros, puso el dinero para presionar a las redes sociales para que censuren a los republicanos, a los gobernadores para que introduzcan el voto por correo (que terminaría siendo la herramienta del fraude) y se encargó de todos los cientos de miles de sueldos de los operadores políticos y trabajadores electorales.

Según la TIME: "Presionaron con éxito a las empresas de redes sociales para que adoptaran una línea más dura contra la desinformación y utilizaron estrategias basadas en datos para combatir las difamaciones virales. Ejecutaron campañas nacionales de concienciación pública que ayudaron a los estadounidenses a comprender cómo se desarrollaría el recuento de votos durante días o semanas, evitando que las teorías de conspiración de Trump y las falsas afirmaciones de victoria obtengan más tracción. Después del día de las elecciones, monitorearon cada punto de presión para asegurarse de que Trump no pudiera anular el resultado".

Y la nota aclara que hubo múltiples republicanos involucrados en esta conspiración, los que Trump llamó "RINOs" (Republicanos Solo En Nombre). "Durante más de un año, una coalición de operativos poco organizada se apresuró a apuntalar las instituciones estadounidenses mientras eran atacadas simultáneamente por una pandemia implacable y un presidente inclinado a la autocracia. Aunque gran parte de esta actividad tuvo lugar en la izquierda, estuvo separada de la campaña de Biden y cruzó líneas ideológicas, con contribuciones cruciales de actores conservadores y no partidistas", explican.

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La nota incluso da nombre y apellido de los conspiradores que idearon todo el plan y trajeron a bordo a los distintos grupos. Presenta pruebas de lo que dice y entrevista a los ideólogos, quienes con mucha honra admiten que "salvaron las elecciones del 2020″.

"Esta es la historia interna de la conspiración para salvar las elecciones de 2020, basada en el acceso al funcionamiento interno del grupo, documentos nunca antes vistos y entrevistas con docenas de personas involucradas de todo el espectro político. Es la historia de una campaña creativa, decidida y sin precedentes cuyo éxito también revela lo cerca que estuvo la nación del desastre".

Las figuras responsables del mayor fraude de la historia del país son, según la revista TIME:

  • Ian Bassin, co-fundador de Protect Democracy, un grupo de acción política que se encargó de ser el nexo entre la pata empresarial y partidaria;
  • Mike Podhorzer, director político de AFL-CIO, el sindicato más grande de trabajadores de Estados Unidos, que se encargó de unir la pata empresarial con la militancia de extrema izquierda;
  • Laura Quinn, co-fundadora de Catalist, un fact-checker que trabajó de cerca con Twitter, Facebook y Google para censurar miles de millones de publicaciones sobre el fraude electoral y los escándalos de la familia Biden;
  • Dick Gephardt, ex-diputado demócrata que sirvió de nexo entre todos estos grupos y las autoridades del Partido Demócrata;
  • Maurice Mitchell, director del Partido Nacional de las Familias, una agrupación que representa a distintas figuras de Black Lives Matter y otros extremistas de izquierda;
  • Amber McReynolds, CEO del Instituto "Voto en Casa", un grupo de acción política que gastó millones en publicar propaganda destinada a convencer a la gente que vote por correo.
  • Neil Bradley, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, quien ayudó a coordinar muchos de los pasos de este plan macabro.

Algunas de las caras que idearon el fraude electoral. De izquierda a derecha: Mike Podhorzer, Maurice Mitchell y Ian Bassin.

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Si bien el artículo no los nombra, a esta lista podemos agregar a los empresarios previamente mencionados como Bloomberg y Steyer, quienes pusieron la plata para que todo funcione, y a dirigentes políticos locales como Stacey Abrams, quien fue fundamental para organizar el fraude en el Estado de Georgia.

También se revela una masiva campaña online que la revista TIME llama "de concientización electoral" pero no fue más que propaganda política descentralizada apuntada a crear un relato de que no había manera de que la elección pueda ser robada, y que las largas semanas para contar unos pocos miles de votos no eran señal de fraude.

"El grupo de trabajo electoral de Protect Democracy emitió informes y celebró reuniones informativas con los medios de comunicación, lo que resultó en una cobertura generalizada de posibles problemas electorales y la verificación de los hechos falsos de Trump. Las encuestas de seguimiento de la organización encontraron que se estaba escuchando el mensaje: el porcentaje de público que no esperaba conocer al ganador en la noche de las elecciones aumentó gradualmente hasta que a fines de octubre superaba el 70%. La mayoría terminó creyendo que un recuento prolongado no era señal de problemas".

Y agrega: "Voting Rights Lab y IntoAction crearon memes y gráficos específicos para cada Estado, difundidos por correo electrónico, texto, Twitter, Facebook, Instagram y TikTok, instando a que se cuente cada voto. Juntos, fueron vistos más de mil millones de veces."

Finalmente, el artículo explica por qué ahora estas personas desean salir a la luz: "Los involucrados quieren que se cuente la historia secreta de las elecciones de 2020, aunque suene como un sueño febril paranoico: una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones y cambiar las reglas y las leyes, dirigen la cobertura de los medios y controlan el flujo de información

Según TIME: "No estaban manipulando las elecciones; las estaban fortaleciendo. Y creen que el público debe comprender la fragilidad del sistema para garantizar que la democracia en Estados Unidos perdure".

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Para leer la nota de la revista TIME: "La Historia Secreta de la Campaña en las Sombras que Salvó las Elecciones de 2020″

En caso de que la nota original sea eliminada por la revista TIME, dejamos un link directo al archivo web que guarda una copia del artículo: web.archive.org/https://time.com/5936036

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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Estados Unidos

El Pentágono de Biden anunció el envío a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones

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El jefe del Pentágono afirmó que esta es la asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”, superando toda la ayuda que dio Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció este viernes que se enviará otro paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones para Ucrania, aumentando el acceso del gobierno de Kiev a misiles Patriot y drones que permitan responder a los avances rusos en el frente oriental.

Austin hizo este anuncio en una rueda de prensa al cierre de una reunión del grupo de Ramstein, en el que Estados Unidos confirmó que los primeros US$ 1.000 millones de nueva ayuda militar a Ucrania están en camino.

El jefe del Pentágono confirmó que Estados Unidos enviará con carácter de urgencia a Ucrania munición para baterías HIMARS, que permite atacar posiciones rusas lejos del frente, munición de artillería avanzada de 155 milímetros y sistemas de defensa aérea en vehículos blindados.

Estoy encantado de poder anunciar un compromiso adicional de USD 6.000 millones para la iniciativa de asistencia de seguridad de Ucrania. Eso nos va a permitir procurar nuevas capacidades para Ucrania por parte de la industria estadounidense”, dijo Austin, y aseguró que este es el paquete de asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”.

Esa nueva ayuda militar incluirá baterías de misiles Patriot y defensas tierra-aire, más sistema de defensa contra drones y “un monto significante de munición de artillería, municiones aire-tierra y apoyo de mantenimiento”, indicó Austin.

Según el jefe del Pentágono, la ayuda de los miembros del grupo de Ramstein “ha salvado incontables vidas ucranianas” con compromisos que rondan ya los US$ 95.000 millones y la coalición de estos 50 países se mantiene “fuerte” en su apoyo a Kiev.

Austin también dijo que el grupo trabaja en crear un Ejército ucraniano “autosuficiente” y capaz de contener a Rusia en el largo plazo.

El resultado en Ucrania determinará la trayectoria de nuestros días. Si (Vladimir) Putin permanece y gana en Ucrania las consecuencias serán graves y globales”, aseguró Austin.

Los anuncios hoy de nueva ayuda militar a Ucrania llegan después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmara esta semana un ley para dar progresivamente a Ucrania US$ 61.000 millones en asistencia militar y préstamos durante el año.

Estados Unidos ya proporcionó decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Kiev desde que Rusia anunció el inicio de su invasión a territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

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Estados Unidos

La Justicia de Arizona, controlada por los demócratas, imputó y busca arrestar a todo el equipo de asesores de Trump

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Los demócratas hacen otro ataque contra la oposición y ahora buscan poner tras las rejas a todo el equipo que trabaja asesorando al expresidente republicano en su campaña presidencial.

La Justicia de Arizona imputó este jueves a varios aliados importantes del expresidente Donald Trump, incluido el exabogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, la expresidente del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, y el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por denunciar que las elecciones del año 2020 fueron fraudulentas.

Junto con Ward, Meadows y Giuliani, la ex abogada de Trump Jenna Ellis y el ex asesor de campaña de Trump Boris Epshteyn, junto con varios miembros del Partido Republicano de Arizona, fueron imputados también, según publicó esta mañana el Washington Post .

Meadows, Giuliani, Ellis y Epshteyn fueron imputados por supuestamente intentar ayudar a Trump a recuperar los votos electorales de Arizona en las elecciones presidenciales de 2020, luego de que se comprobara que los demócratas habían robado votos por correo y la Legislatura votara que le darían los votos electorales a Trump si así la Justicia lo decidía.

Por su parte, Ward y los senadores del estado de Arizona, Jake Hoffman y Anthony Kern, también fueron acusados ​​de cargos por haber firmado documentos el 14 de diciembre de 2020, certificando que Trump era el ganador de las elecciones.

La acusación de varios aliados de Trump y miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 8 y el 15 de abril encontró que el presidente Joe Biden está detrás de Trump en varios estados clave como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte por seis o más puntos.

En Arizona, Trump lideró por siete puntos, recibiendo el 49 por ciento del apoyo de los votantes que indicaron que votarían por él, mientras que Biden recibió el 42 por ciento.

Los once republicanos de Arizona son:

  • Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano en Arizona, y su esposo, Michael Ward.
  • Senador del estado de Arizona Jake Hoffman
  • Senador del estado de Arizona Anthony Kern
  • Tyler Bowyer, director de operaciones de Turning Point USA
  • Nancy Cottle
  • James Lamon
  • Roberto Montgomery
  • Samuel Moorhead
  • Lorena Pellegrino
  • Gregorio Safsten

Los aliados de Trump que supuestamente fueron acusados ​​incluyen a Mark Meadows, Jenna Ellis, Rudy Giuliani, John Eastman, Christina Bobb, ex abogada de Trump, Boris Epshteyn y Mike Roman, ex asistente de campaña de Trump, según el Washington Post .

La decisión judicial fue en respuesta a un pedido directo del Fiscal General de Arizona, el ultra-demócrata Kris Mayes, y es la última de una serie de esfuerzos por utilizar el sistema legal para perseguir a los conservadores y republicanos aliados de Trump.

En julio de 2023, la fiscal general de Michigan, Dana Nesselacusó a 16 “falsos electores” de ocho delitos graves, entre ellos conspiración y falsificación de leyes electorales, por su presunto papel en el intento de disputar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

Meses después, en diciembre de 2023, la Justicia de Nevada imputó a varios miembros importantes del Partido Republicano del estado, acusados ​​de falsificar y presentar documentos falsos en relación con el complot de los “falsos electores”.

La acusación de varios de los principales aliados del expresidente y varios miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras Trump se encuentra actualmente en juicio y enfrenta 34 cargos de presunta falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con los pagos realizados a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016.

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