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Fanático de la guerra y discípulo de Hillary Clinton: Quién es Antony Blinken, el Secretario de Estado elegido por Biden

Artífice de las invasiones militares a Irak, Siria y Libia, defensor de las políticas belicistas de Obama y asesor de confianza de Biden, te contamos quien será uno de los hombres más poderosos del mundo si finalmente Biden termina convirtiéndose en Presidente.

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El autoproclamado Presidente-Electo de los Estados Unidos, Joe Biden, presentó este lunes una nueva ronda de funcionarios que ocuparían un lugar en su administración a comenzar el 20 de enero del año que viene, en vistas de que la Administración Federal comenzara el proceso de transición a un gobierno suyo. 

Entre estos funcionarios, se destaca el nombre de Anthony Blinken, a quien Biden eligió para que sea el nuevo Secretario de Estado de la Nación, el cargo más importante y poderoso del Poder Ejecutivo luego del cargo de Presidente y Vicepresidente, y quien se encarga de todas las relaciones exteriores del país.
Muchos esperaban que este puesto sea ocupado por Susan Rice, antigua Asesora de Seguridad Nacional de Obama, incluso siendo esto casi confirmado por el diario demócrata POLITICO. Sin embargo, temiendo que los errores de la antigua administración en la intervención en Libia le impidan una confirmación en el Senado, el equipo de Biden optó por Blinken, quien tiene un perfil mucho más bajo y que sería aprobado sin mayores inconvenientes.
De todos modos, se espera que Blinken sea simplemente un vocero y la cara de la cartera de Relaciones Exteriores, mientras que el verdadero poder lo manejará Susan Rice, Hillary Clinton y John Kerry, las tres figuras que lo apadrinaron durante sus antiguos cargos en la Casa Blanca.

De izquierda a derecha: Joe Biden, Antony Blinken, Susan Rice y John Kerry.

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Graduado en derecho por la Universidad de Harvard, Blinken ocupó durante su temprana vida profesional cargos públicos menores, hasta que en el año 2001 Joe Biden, quien se desempeñaba como Senador por el Estado de Delaware en aquel entonces, lo nombró como su asesor principal en materia de política exterior.

Blinken ayudó a moldear la política exterior intervencionista agresiva de Biden, recomendándole al ex Senador ser uno de los políticos más entusiastas de la invasión militar estadounidense a Irak en el año 2003.

Cuando Biden accedió a la vicepresidencia del país en el año 2008, Blinken continuó escalando posiciones y fue nombrado como asistente de Seguridad Nacional del Vicepresidente

Allí, el veterano asesor de Biden fue uno de los ideólogos de la intervención militar estadounidense en Libia del 2011, y también apoyó el suministro de armas a los rebeldes sirios que intentaban derrocar al régimen de Bashar al Assad.

Pese a su desastroso asesoramiento, Blinken siguió escalando en la administración demócrata durante el segundo mandato de Obama, a tal punto que pasó de ser el asesor en política exterior de Biden a ser nombrado como el Subsecretario de Estado de la Nación en 2014, un cargo justo abajo del que ocupará hoy, por debajo en ese entonces de John Kerry, quien había recién asumido la cartera después de la abrupta salida de Hillary Clinton.

En este cargo, Blinken promovió en el 2015 la invasión militar de Arabia Saudita a Yemen, planificando la provisión de armas y de equipos de inteligencia a los saudíes. 

Aunque ahora mismo Blinken está siendo elogiado y alabado por los medios de comunicación, incluso la prensa ultrademócrata no oculta la verdadera cara del veterano asesor, sin ir más lejos, el pasquín demócrata The New York Times lo catalogó como «un centrista con vena intervencionista«, y repudió en parte su anterior gestión. 

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Luego de la victoria del presidente Donald Trump en el año 2016, Blinken comenzó a trabajar en el sector privado, como panelista de la cadena de noticias ultrademócrata CNN y co-fundando la firma Westexec Advisors, donde el ex asesor ofrecía servicios de tráfico de influencias y usaba sus conexiones para ayudar a las grandes corporaciones a ganar contratos de trabajo con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. 

A pesar de su pasado beligerante y de ser un fanático de la guerra, Blinken no se arrepiente de ser uno de los artífices de la invasión a Irak e incluso asegura que la intervención militar en Siria no funcionó porque «Estados Unidos no envió los soldados suficientes para acabar con el conflicto».

Todo indica que como Secretario de Estado impulsará una nueva intervención en Siria para derrocar el régimen de Bashar al Assad, uno de los pocos Presidentes de Medio Oriente que la gestión de Obama no llegó a derrumbar.

Muchos comparan las ideas en política exterior de Blinken con las del gobierno de los Bush, y aseguran que buscará tener su propio Sadam Hussein.

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En otros aspectos internacionales, Blinken es crítico del Acuerdo de Paz que la administración del presidente Trump firmó con Corea del Norte, catalogando al dictador norcoreano Kim Jong-un como «irracional y compulsivo».

Cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca en 2017,  aseguró que en su reunión con Obama, como es costumbre entre presidentes entrantes y salientes, el ex mandatario le dijo que «de seguro en los próximos meses entremos en guerra con Corea del Norte«. Trump, como hizo en toda su gestión, desactivó los conflictos que le habían dejado los demócratas.
Sin embargo, todo indica que una administración de Biden, con Blinken de Canciller, terminará cumpliendo la profecía de Obama, y las posibilidades de que Estados Unidos entre en guerra con Kim Jong-Un son realmente altas.
En materia de la relación diplomática con Rusia, el ex asesor demócrata desprecia al presidente Vladimir Putin, calificando la actitud de Trump para con Putin como «muy blanda».
Durante su cargo como Subsecretario de Estado, Blinken fue el arquitecto de las sanciones impuestas a Rusia en el año 2014 durante su conflicto con Ucrania por la Península de Crimea. 

Cuando se le pregunta sobre los históricos Acuerdos de Paz entre los países de Medio Oriente e Israel que negociaron Trump y su Secretario de Estado, Mike Pompeo, Blinken reconoce a Jerusalén como la capital de Israel, pero mantiene una postura centrista en el conflicto con Palestina y todo indica que podría llegar a revocar esta decisión, no por convicción si no para cuidar la relación con los demás países de la región, especialmente si tratará de intervenir Siria.

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La otra ronda de funcionarios que Biden nombró para su gabinete incluye a Alejandro Mayorkas como Secretario de Seguridad Nacional (DHS), Jake Sullivan como Asesor en Seguridad Nacional (NSA), Avril Haines como Director de Inteligencia (DNI) y al ex-candidato a Presidente y ex Secretario de Estado, John Kerry, como Asesor Especial en Cambio Climático, un puesto que creará Biden.

Todos estos nombres son afínes a las posturas de Blinken y trabajarán bajo los mismos objetivos. A diferencia de Trump, quien intentó armar un gabinete de Seguridad Nacional balanceado entre distintas posturas, combinando aislacionistas con intervencionistas, Biden nominó a un equipo fanático de la guerra y los conflictos armados.

Kerry, por su parte, será el designado para llevar a cabo la propuesta de Biden de intervenir el Amazonas, con vistas de crear una Zona Internacional administrada por la ONU para «salvar la destrucción de su ecosistema«.

Sin lugar a dudas, la designación de Blinken supone un retroceso de todos los logros de la administración Trump durante los últimos 4 años, una de las más exitosas en términos de paz en la historia del país, y un claro revival de los oscuros tiempos intervencionistas de la administración Obama.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde «hay bajos niveles de acceso al voto».

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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Estados Unidos

El Pentágono de Biden anunció el envío a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones

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El jefe del Pentágono afirmó que esta es la asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”, superando toda la ayuda que dio Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció este viernes que se enviará otro paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones para Ucrania, aumentando el acceso del gobierno de Kiev a misiles Patriot y drones que permitan responder a los avances rusos en el frente oriental.

Austin hizo este anuncio en una rueda de prensa al cierre de una reunión del grupo de Ramstein, en el que Estados Unidos confirmó que los primeros US$ 1.000 millones de nueva ayuda militar a Ucrania están en camino.

El jefe del Pentágono confirmó que Estados Unidos enviará con carácter de urgencia a Ucrania munición para baterías HIMARS, que permite atacar posiciones rusas lejos del frente, munición de artillería avanzada de 155 milímetros y sistemas de defensa aérea en vehículos blindados.

Estoy encantado de poder anunciar un compromiso adicional de USD 6.000 millones para la iniciativa de asistencia de seguridad de Ucrania. Eso nos va a permitir procurar nuevas capacidades para Ucrania por parte de la industria estadounidense”, dijo Austin, y aseguró que este es el paquete de asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”.

Esa nueva ayuda militar incluirá baterías de misiles Patriot y defensas tierra-aire, más sistema de defensa contra drones y “un monto significante de munición de artillería, municiones aire-tierra y apoyo de mantenimiento”, indicó Austin.

Según el jefe del Pentágono, la ayuda de los miembros del grupo de Ramstein “ha salvado incontables vidas ucranianas” con compromisos que rondan ya los US$ 95.000 millones y la coalición de estos 50 países se mantiene “fuerte” en su apoyo a Kiev.

Austin también dijo que el grupo trabaja en crear un Ejército ucraniano “autosuficiente” y capaz de contener a Rusia en el largo plazo.

El resultado en Ucrania determinará la trayectoria de nuestros días. Si (Vladimir) Putin permanece y gana en Ucrania las consecuencias serán graves y globales”, aseguró Austin.

Los anuncios hoy de nueva ayuda militar a Ucrania llegan después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmara esta semana un ley para dar progresivamente a Ucrania US$ 61.000 millones en asistencia militar y préstamos durante el año.

Estados Unidos ya proporcionó decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Kiev desde que Rusia anunció el inicio de su invasión a territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

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