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Economía

Después de sus máximos históricos, Bitcoin y otras criptomonedas se desplomaron este miércoles, aunque con recuperaciones

La criptodivisa más popular llegó a operarse a US$ 30.100 por la mañana, marcando una pérdida del 25% en el día. Las críticas de Elon Musk, el anuncio del gobierno de Biden y las nuevas restricciones en China marcaron su caída.

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Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas cayeron este miércoles a sus respectivos mínimos en más de tres meses, luego de registrar una de las voladuras más importantes de su corta historia. 

En el caso del BTC, después de haber tocado un valor máximo de US$ 64.863 el pasado 14 de abril, sufrió una serie de caídas en su precio pero había logrado estabilizarse entorno a los 40.000 dólares. Sin embargo, cotizando a las 0 horas de este 19 de mayo a US$ 41.055, cayó a un piso debajo de los US$ 31.000 por la mañana, con un derrape del 25% en cuestión de horas.

Este precio tan barato terminó estimulando nuevas inversiones, y el Bitcoin recuperó posiciones para establecerse otra vez en la zona de los US$ 40.000 y recortar la pérdida del día a un 7%. De todos modos, la criptomoneda, a diferencia de otros activos financieros, no descansa y su precio sigue volátil.

Voladura del Bitcoin iniciada en septiembre 2020 y finalizada este miércoles 19 de mayo.

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La causa de la disparada del Bitcoin es evidente. La masiva emisión monetaria de Estados Unidos y la decisión de la Reserva Federal de bajar las tasas a cero durante la pandemia, estimuló una hiper-liquidez en el mercado

Viendo como el dólar sufría de la incertidumbre de la polémica y fraudulenta elección del 2020, y los programas expansivos de Joe Biden, muchos eligieron usar sus dólares disponibles para pasarse a las criptomonedas en general.

De todos modos, explicar esta caída se hace más difícil. Un análisis superfluo, pero correcto al fin, es la presión que recibió el Bitcoin de parte del mega-empresario Elon Musk, quien en una serie de tweets anunció que él y sus compañías dejarían de invertir en Bitcoin porque es una moneda cuyo minado y operatoria consume demasiada electricidad.

"Tesla ha suspendido la venta de autos con Bitcoin. Estamos preocupados por el rápido aumento del uso de combustibles fósiles para el minado de Bitcoin y sus transacciones, especialmente carbón, que tiene de las peores emisiones de cualquier combustible", publicó en un comunicado.

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Así como la decisión ecologista de Musk de suspender sus transacciones con Bitcoin, también impactó en su precio el anuncio del Departamento de Justicia de Joe Biden deque se abrió una investigación criminal sobre Binance, la principal herramienta para comprar y vender criptomonedas.

Los dueños de Binance Holdings Ltd están siendo acusados de lavado de dinero y evasión fiscal a través de su aplicación. La empresa está incorporada en las Islas Caimán y tiene una oficina en Singapur, pero dice que carece de una única sede corporativa.

El Departamento de Justicia se habría basado en los descubrimientos de la firma forense Chainalysis Inc., que concluyó recientemente que entre las transacciones que examinó, más fondos vinculados a actividades delictivas fluyeron a través de Binance que cualquier otro intercambio de cifrado legal.

A parte de esto, los fuertes rumores de que la Reserva Federal va a subir las tasas de interés en Estados Unidos significan una mayor confianza en el dólar, lo que también podría haber influido en que algunos inversores vuelvan de las criptomonedas a la moneda nacional estadounidense. 

Fuente: Board of Governors of the Federal Reserve System (US)

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Pero la verdadera gota que rebalsó el vaso fue el anuncio del régimen comunista chino, que emitió una orden de prohibición a todas las instituciones financieras que provean servicios relacionados con las criptomonedas, además de prohibir completamente cualquier transacción en esta moneda virtual.

China tiene una extraña relación con las criptos. Desde 2017 que implementó una ley para prohibir que sus ciudadanos abran cuentas en criptodivisas, pero el régimen había mirado para otro lado ya que el uso de estas monedas les permitían una gran expansión económica y comercial, y rara vez se perseguía a quienes usaban Bitcoin.

Esta relación de amor-odio parece haber llegado a su fin, ya que el Banco Popular de China (PBOC) dejó en claro hoy que las instituciones no deben aceptar monedas virtuales, ni utilizarlas como medio de pago y liquidación. 

Las instituciones tampoco pueden brindar servicios de cambio entre criptomonedas y el yuan o monedas extranjeras.

Además, se prohibió a las instituciones brindar servicios de ahorro, fideicomiso o pignoración de criptomonedas y emitir productos financieros relacionados con las criptomonedas. Y las monedas virtuales no deben ser utilizadas como objetivos de inversión por productos fiduciarios y de fondos. 

También se instó a los bancos y compañías de pago a intensificar el monitoreo de los flujos de dinero involucrados en el comercio de criptomonedas y a coordinarse más de cerca para identificar tales riesgos.

Las directivas se formularon en una declaración conjunta de la Asociación Nacional de Finanzas de Internet de China, la Asociación Bancaria de China y la Asociación de Pagos y Compensación de China.

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Economía

El Banco Central rebajó la tasa de política monetaria de los Pases del 60% al 50% y se espera un colapso de la inflación

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La carga de intereses a cuenta de los pasivos remunerados es cada vez menor, después de la quinta reducción de tasas en lo que va de la presidencia de Javier Milei. La autoridad monetaria también tomó la decisión de incrementar nuevamente el encaje legal aplicado sobre las billeteras virtuales.

El Banco Central al frente del Presidente Santiago Bausili determinó una nueva reducción de la tasa de política monetaria de referencia, aquella a cuenta de los Pases, pasando del 60% al 50% nominal anual a partir del 2 de mayo. De esta forma, la tasa efectiva anual fue establecida en el 64,82% según informó el propio BCRA.

En otras palabras, los pasivos remunerados que emite el Banco Central pasan a abonar una tasa nominal equivalente al 4,2% por mes, a cuenta de los Pases que se renuevan cada día. 

La decisión oficial responde a la drástica caída de las expectativas de inflación para los próximos meses, un hecho que se refleja claramente en el informe de expectativas REM que elabora la autoridad monetaria. Las principales consultoras privadas del país también dan cuenta de esta situación, y proyectan un claro escenario de desinflación para 2024.

Las mediciones inflacionarias de alta frecuencia están reflejando el colapso de la variación de los precios minoristas en alimentos y bebidas. Para la consultora LCG, la variación semanal en este rubro fue negativa por más de 1 punto porcentual al término de la quinta semana de abril. 

Los sondeos de Alphacast también prevén una ligera caída de precios hacia la segunda mitad del mes pasado, considerando al rubro de los alimentos. En la misma dirección, el economista Alberto Cavallo (el hijo del exministro de Economía) anticipó mediante un índice diario de precios que la inflación ya está viajando al 5% mensual, descontando el efecto de las tarifas de los servicios públicos.

Entran en juego dos lógicas principales detrás de la rebaja de tasas. En primer lugar, la caída de la inflación efectiva y de la inflación esperada permiten una tasa de interés más baja, ya que de este modo se evita generar rendimientos excesivos medidos en dólares. Pero por otro lado, y más importante aún, la caída de la tasa de interés (en un contexto de cepo cambiario) permite sanear el balance del Banco Central y reducir la expansión monetaria a cuenta de los pasivos remunerados.

La carga de la deuda remunerada en pesos del BCRA es cada vez menor en relación al PBI, y lo mismo ocurre con el pago de sus respectivos intereses. Y desde el Gobierno nacional, el superávit fiscal concretado durante los primeros 3 meses del año permite anular cualquier tipo de financiación monetaria para el fisco.

El Banco Central de Bausili también tomó la decisión de elevar la tasa de encaje aplicado para billeteras virtuales del 10% al 15%, y de esta manera es altamente probable que disminuyan los rendimientos de alternativas como por ejemplo Mercado Pago, además del efecto que tuvo la reducción de tasas.

Se busca generar un marco de reglas de juego que genere incentivos para la compra de títulos públicos al Tesoro por parte del mercado. Esto responde a dos fines bien concretos: por un lado el rollover de la deuda interna en pesos a plazos más extensos, y en segundo lugar la retención de pesos para cancelar Adelantos Transitorios con el propio BCRA (una manera adicional para retirar pesos de la circulación).

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Economía

La reforma tributaria que propone Biden amenaza con destruir hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo para el año 2025

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Así lo sugiere un reciente informe de la Tax Foundation, estimando el efecto total de los aumentos impositivos que propone la campaña de Biden de cara a las elecciones. Se estima una reducción del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI en caso de aprobarse los cambios.

El Presidente Joe Biden lanzó una agenda económica completamente radicalizada hacia la izquierda, buscando contentar al ala más extremista de su partido (anteriormente representada por el excandidato Bernie Sanders en la contienda electoral del 2020).

En este sentido, el Presidente recuperó una profunda impronta favorable a subir generalizadamente los impuestos en Estados Unidos, tanto para empresas como para personas físicas y para productos importados. Se buscan gravar ingresos, patrimonios y bienes con tasas sustancialmente más elevadas que las actuales.

La Tax Foundation desarrolló un reciente informe estimando el impacto económico que podría desatar el plan fiscal de Biden para el año 2025. Se estima una reducción total del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI, una caída del 3,8% en el capital social potencial acumulado en las empresas, una reducción del 1,6% sobre la masa salarial promedio, y finalmente la destrucción de hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el sector privado, en relación a la cantidad que cabría esperar de no aprobarse las subas impositivas.

La agenda de los demócratas es, y por diferencia, la más ambiciosa y extremista desde la era de Franklin D. Roosevelt. El esquema tributario resultante de una eventual victoria de Biden en las próximas elecciones de noviembre queda resumido de la siguiente manera:

  • Aumento de la tasa del impuesto sobre la renta empresarial del 21 por ciento al 28 por ciento (a partir del año fiscal 2025)
  • Aumento del impuesto mínimo alternativo corporativo introducido en la Ley de Reducción de la Inflación del 15 por ciento al 21 por ciento (a partir de 2024)
  • Cuadruplicar el impuesto a la recompra de acciones implementado en la Ley de Reducción de la Inflación del 1 por ciento al 4 por ciento (a partir de 2024)
  • Hacer permanente la limitación de pérdidas comerciales excesivas para las empresas de paso
  • Limitar aún más la deducibilidad de la compensación de los empleados según la Sección 162
  • Aumento de la tasa impositiva global sobre ingresos intangibles de baja tributación (GILTI) del 10,5 por ciento al 21 por ciento, calcular el impuesto jurisdicción por jurisdicción y revisar las reglas relacionadas
  • Derogar la tasa impositiva reducida sobre los ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII)
  • Ampliar la base del impuesto sobre la renta neta de inversiones (NIIT) para incluir ingresos comerciales no pasivos y aumentar las tasas del NIIT y el impuesto adicional de Medicare para alcanzar el 5 por ciento sobre ingresos superiores a $400,000
  • Aumento del impuesto sobre la Renta individual al 39,6 por ciento sobre ingresos superiores a $400 000 para declarantes solteros y $450 000 para declarantes conjuntos (a partir de 2024)
  • Gravar las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados a las tasas ordinarias del impuesto sobre la renta para Ingreso imponible por encima de US$ 1 millón de dólares, y gravar las ganancias de capital no realizadas en caso de fallecimiento por encima de una exención de US$ 5 millones, revirtiendo parcialmente la reforma de George Bush (2001-2003)
  • Triplicar los aranceles de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, desatando una nueva guerra comercial con el gigante asiático

Pese a las subas impositivas, la administración Biden no propone un sendero sostenido de reducción del déficit fiscal, ya que la mayor parte del paquete tributario se vería acompañado por nuevas expansiones presupuestarias. 

Y a diferencia de la estrategia seguida por el expresidente Donald Trump, la guerra comercial con China que propone desatar Biden se produciría en un contexto de profunda caída en la competitividad fiscal de Estados Unidos, todo lo contrario a lo que ocurrió entre 2017 y 2020 (cuando las empresas estadounidenses disfrutaron de fuertes recortes impositivos).

Esto deja a Estados Unidos en una posición comparativamente difícil para forzar una nueva “tregua” con China en la cual se flexibilicen controles cambiarios o medidas arancelarias proteccionistas, como sí ocurrió tras el último acuerdo firmado en 2020.

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Economía

Con Milei, los bancos vuelven a cumplir su función fundamental: Prestarle dinero a familias y empresas y no al Estado

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Se redujo drásticamente la absorción de crédito a través del Estado nacional y el Banco Central, y se amplía la cantidad de recursos disponibles para ser prestados al sector privado productivo. La política económica del Gobierno produjo un punto de inflexión para el sistema financiero.

Desde la caída de la convertibilidad y el rebrote inflacionario en la Argentina, la proporción de crédito retenido deliberadamente por el sector público fue creciendo incesantemente en los últimos años.

El Estado se adueñó de una parte creciente en la cantidad de pesos disponibles generados por el ahorro del país, y en consecuencia se redujo la proporción canalizada por el sector privado (las familias y las empresas). Mientras que el crédito al sector privado superaba holgadamente el 20% del PBI durante el menemismo, al término del último experimento kirchnerista consiguió superar a duras penas el 7% del PBI en 2023

A partir de diciembre de 2023, la política económica ejecutada por el Presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo se propuso un giro drástico en la direccionalidad del crédito argentino. El superávit financiero del Sector Público Nacional (SPN) permitió liberar una gran masa de recursos para el sector privado, algo que hasta el momento parecía completamente imposible.

Por primera vez desde 2018 se produjo un rebrote de créditos hipotecarios, nuevamente atados a la unidad UVA más un cierto margen de rendimiento en términos reales. Estos créditos no solo permiten la reapertura del mercado de crédito inmobiliario, sino que además implican una fuerte presión para aliviar los aumentos sobre los precios de los alquileres.

A partir de la nueva política económica, los bancos privados debieron replantearse la canalización del crédito. El Gobierno nacional dejó de incurrir en amplias licitaciones por encima de sus posibilidades para financiar el déficit (las licitaciones actuales solo refinancian la deuda interna), y el Banco Central profundizó su agresiva política de rebajas en la tasa de interés que pagan los Pases (ahora hasta el 60% nominal anual).

Todo esto abrió la posibilidad de volver a financiar a las familias vía hipotecas, y a las empresas a través de diversos proyectos de inversión productiva. El Gobierno espera que este efecto, habitualmente llamado “crowding-in” o desplazamiento positivo, contribuya activamente a la reactivación de la actividad económica a partir del segundo semestre del año.

Dada la fuerte credibilidad en la política económica, el mayor ahorro del sector público (efecto recesivo) podría ser compensado por un repunte de la inversión del sector privado por la vía del crédito (efecto expansivo).

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