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Economía

Milei ganó el Debate y brilló en la sección Economía: Reforma del Estado, desregulación, apertura, privatizaciones y cerrar el BCRA

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La propuesta económica de Milei promete terminar definitivamente con la inflación, y poner un punto y aparte al proceso de deterioro que sufre el país desde hace décadas. Milei es el único candidato que se pronunció a favor de las privatizaciones y de la apertura de la economía.

El candidato liberal Javier Milei se impuso cómodamente en el primer debate presidencial, según los sondeos para la opinión pública. El candidato de La Libertad Avanza presentó un programa económico diametralmente contrario al de Bullrich y Massa, presentando un cronograma de reformas estructurales con el claro objetivo prioritario de erradicar la inflación y volver a crecer.

Milei plasmó su propuesta a partir de los siguientes pilares principales: La reforma del Estado para reducir drásticamente el tamaño del gasto público, una reforma impositiva para bajar la presión sobre los ciudadanos y las empresas, la desregulación económica, un ambicioso proceso de privatizaciones, la apertura de la economía y el cierre del Banco Central.

Una a una, todas las reformas estructurales que propone Milei

La reforma del Estado

Esta medida retoma la iniciativa que llevó adelante el expresidente Carlos Menem en el año 1989, y que fue uno de los favores que más tarde permitió asentar la estabilidad de precios por un período de 10 años.

Se pretende llevar a cabo un ajuste inicial del orden de los 5 puntos del PBI, el cuál podría aplicarse recortando ampliamente las transferencias discrecionales a las Provincias (que surgen de la subestimación de las variables nominales del Presupuesto), la privatización de la mayor parte de la obra pública nacional para avanzar hacia un sistema de iniciativa privada, la congelamiento de las plazas laborales en el Estado, y finalmente una gran reducción de los subsidios económicos a los servicios públicos.

El impacto tarifario por la eliminación de los subsidios se verá atenuado por el rediseño de la ecuación económico-financiera de los pliegues de concesión con las empresas prestadoras de servicios, ofreciendo mayores garantías, plazos más extensos y beneficios impositivos. Por otra parte, la eliminación de los subsidios económicos también alcanzará a la producción primaria de bienes (principalmente transferencias a empresas públicas o industrias protegidas artificialmente).

Reforma impositiva

Milei propone la eliminación del impuesto a las Ganancias para las utilidades reinvertidas, es decir, cuando las sociedades utilizan sus ingresos netos de impuestos para desarrollar mejoras y recapitalizar la empresa en lugar de distribuir dividendos hacia los accionistas.

En segundo lugar, se propone una fuerte reducción y simplificación del impuesto a los Bienes Personales, que fue sistemáticamente modificado para incrementar tanto su base imponible como sus alícuotas a lo largo del Gobierno de Alberto Fernández. Este impuesto resulta extremadamente distorsivo y penaliza sistemáticamente la acumulación de capital, alentando su salida del país.

La propuesta de Milei consiste en reducir tanto el número de alícuotas aplicables como su tasa ad-valorem, sin ningún tipo de discrmininación por la ubicación de los activos gravados. Se debe tener en cuenta que Bienes Personales fue lanzado en el año 1991 en reemplazo del impuesto al Patrimonio Neto, y solo mantenía una tasa unificada del 1%, mientras que hoy es más del 2,25%. En la actualidad, Argentina aplica el gravamen sobre el patrimonio más aplastante del mundo.

La tercera propuesta consiste en la eliminación de las retenciones sobre todas las exportaciones, con un plazo estimado de entre 12 y 24 meses. En una primera instancia de transición, se propone tomar a todos los impuestos de exportación como pago a cuenta del impuesto a las Ganancias.

En cuarto lugar, se propone un pacto fiscal con la Provincias para reducir y eventualmente eliminar el impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), que mantiene un sesgo marcadamente anti-competitivo para la producción argentina: grava las exportaciones pero exime a los productos importados. En este sentido, la alusión en el debate a Juan Schiaretti apuntó precisamente a obtener el apoyo de gobernadores y representantes de fuerzas provinciales independientes para poder llevar a cabo esta propuesta tan necesaria.

Desregulación de la economía

El candidato promete una ambiciosa agenda de desregulación en una amplia gama de sectores, entre ellos el sector inmobiliario (duramente golpeado desde el año 2020 por la Ley de alquileres) y el mercado laboral, fundamental para llevar a cabo un proceso de apertura y estabilidad de manera responsable.

El programa de La Libertad Avanza sintetiza tres ejes para el mercado inmobiliario: el mayor incentivo a la construcción de viviendas familiares, mayores incentivos para la puesta en alquiler de inmuebles que hoy permanecen fuera del mercado, y un necesario alivio fiscal para la propiedad inmueble en el sector agropecuario.

Asimismo, desde el mercado laboral se propone una reforma para reemplazar el pago de indemnizaciones por un sistema de fondos de desempleo. El trabajador quedaría protegido ante cualquier despido, conservando todos sus derechos adquiridos, y al mismo tiempo el empleador tendría muchos más incentivos para la contratación formal debido a que el costo laboral de las contingencias se abarata fuertemente.

También se propone una fuerte reducción sobre los impuestos al trabajo, especialmente las cargas patronales, para alentar la contratación en el sector privado formal y poder incluir a las millones de personas que hoy se encuentran afuera del sistema.

Privatizaciones

Milei se distinguió como el único candidato que propone abiertamente privatizar empresas del Estado nacional, en contraste con el estatismo de Patricia Bullrich y Sergio Massa que prometen mantener todas las empresas públicas creadas o nacionalizadas desde el año 2003. Las empresas del Estado le cuestan al país entre 0,7 y 1 punto del PBI por año en déficit fiscal, el equivalente al programa AUH y la Tarjeta Alimentar puestos juntos.

El programa de privatizaciones de Milei incluye, entre otras entidades, la venta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Aerolíneas Argentinas (mediante un acuerdo para que sea administrada por los trabajadores que la operan), los ramales de ferrocarril de carga y pasajeros y el correo, entre muchas otras. 

Para una segunda generación de reformas, una vez que el país haya alcanzado la estabilidad de precios y el sólido equilibrio fiscal, el programa de La Libertad Avanza propone darle la libertad a la gente para ahorrar sus fondos de jubilación de la manera que lo considere mejor, ya sea en un régimen de reparto estatal o bajo administradoras de fondos de pensiones (AFJP) como regían en Argentina hasta el año 2008.

El fin del Banco Central

Siguiendo los lineamientos presentados por Emilio Ocampo, la propuesta de Milei consiste en volver a darle la libertad de elegir a la gente sobre qué moneda usar para el ahorro, la inversión y la transaccionalidad. Es de amplia evidencia que el peso solamente funcionó como un instrumento para financiar al Tesoro a través del señoreaje del BCRA, y en función de ello se propone terminar con la institución tal y como la conocemos hoy.

En la práctica esto es equivalente a convalidar un proceso de dolarización que, de hecho, ya se está produciendo en la economía para cada vez más mercados y más transacciones (además de para el ahorro tradicional).

Este proceso podría demorar entre 9 y 24 meses, por lo que para las elecciones de medio término en 2025 el país ya podría haber erradicado completamente el problema inflacionario. Esta es la principal apuesta de Milei y su equipo, ya que terminar con la inflación resulta un paso fundamental para avanzar con la concreción de todas las reformas estructurales que el país necesita.

Economía

El mes de mayo arrancó con deflación en los precios de los alimentos y se derrumba la inflación de Massa

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Todas las mediciones privadas de alta frecuencia relevan deflación de precios sobre una amplia canasta de alimentos de consumo masivo. Las rebajas también se vieron reflejadas por descuentos, cada vez más frecuentes en las góndolas. El Gobierno erradicó el déficit fiscal y paralizó la expansión monetaria.

Los resultados de la consolidación fiscal y monetaria que está llevando a cabo el Gobierno están a la vista. Las consultoras privadas estiman deflación de precios en los principales productos de consumo masivo, de acuerdo a las mediciones para las últimas semanas de abril y los primeros días de mayo.

La medición de la consultora LCG registró una caída del 1% sobre el umbral de alimentos y bebidas relevados en supermercados al término de los últimos 7 días del mes pasado, y todo indica que se habría registrado el mismo efecto para la primera semana de este mes.

La tasa de inflación mensual para esta canasta de productos cayó a solamente el 1,4% con respecto al nivel de precios de la primera semana de abril, mientras que la variación promedio de 5 semanas retrocedió al 2,9% al cierre del mes pasado. Se produjo una drástica caída con respecto al salto inflacionario de diciembre, cuando los precios llegaron a aumentar a razón del 1% todos los días.

Incluso la tasa de inflación interanual para la canasta de precios de LCG comenzó a retroceder a partir del mes de marzo. Alcanzó un pico cercano al 280% a mediados de ese mes, para descender al 240% hacia la última semana de abril. Los registros mensuales aún no capturan esta rebaja por el efecto de arrastre estadístico de los meses pasados.

Del mismo modo, los relevamientos de Focus Market sugieren una serie de fuertes caídas en productos esenciales para el consumo a lo largo de abril: 

  • Detergente para ropa: -10.5%
  • Cremas dentales: -7.5%
  • Enlatados de pescado: -6.3%
  • Toallas femeninas: -6.2%
  • Azúcar -5.6%
  • Flanes: -4.7%
  • Café: -4.3%
  • Aceite: -4.3%
  • Desinfectantes: -4.2%
  • Papel higiénico:-3,8%

El programa económico ejecutado por el Ministro Luis Caputo desde el Gobierno nacional y Santiago Bausili desde el Banco Central está cosechando un éxito contundente. El déficit fiscal fue completamente erradicado durante el primer trimestre de 2023 (algo que no sucedía desde 2008), llegando incluso a una diferencia positiva entre los ingresos y los gastos incluyendo el pago de intereses.

Asimismo, los factores de expansión de la base monetaria lograron compensarse exitosamente con los factores de absorción (Pases y Bopreal), y en consecuencia el crecimiento de la cantidad de dinero circulando en la economía disminuyó fuertemente desde el 10 de diciembre del año pasado.

La base monetaria total se expandió un 41% desde diciembre del año pasado, la cantidad de pesos en poder del público creció un 37%, y los billetes y monedas en entidades financieras lo hizo en un 2%. En el mismo período, los precios acumularon una suba de por lo menos el 60%, con lo cual se produjo una notoria caída de la cantidad de dinero en términos reales. Asimismo, una gran parte de la expansión nominal de la base monetaria se contrarrestó con el superávit del Tesoro y las sucesivas licitaciones de pesos llevadas a cabo.

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Economía

El Banco Central rebajó la tasa de política monetaria de los Pases del 60% al 50% y se espera un colapso de la inflación

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La carga de intereses a cuenta de los pasivos remunerados es cada vez menor, después de la quinta reducción de tasas en lo que va de la presidencia de Javier Milei. La autoridad monetaria también tomó la decisión de incrementar nuevamente el encaje legal aplicado sobre las billeteras virtuales.

El Banco Central al frente del Presidente Santiago Bausili determinó una nueva reducción de la tasa de política monetaria de referencia, aquella a cuenta de los Pases, pasando del 60% al 50% nominal anual a partir del 2 de mayo. De esta forma, la tasa efectiva anual fue establecida en el 64,82% según informó el propio BCRA.

En otras palabras, los pasivos remunerados que emite el Banco Central pasan a abonar una tasa nominal equivalente al 4,2% por mes, a cuenta de los Pases que se renuevan cada día. 

La decisión oficial responde a la drástica caída de las expectativas de inflación para los próximos meses, un hecho que se refleja claramente en el informe de expectativas REM que elabora la autoridad monetaria. Las principales consultoras privadas del país también dan cuenta de esta situación, y proyectan un claro escenario de desinflación para 2024.

Las mediciones inflacionarias de alta frecuencia están reflejando el colapso de la variación de los precios minoristas en alimentos y bebidas. Para la consultora LCG, la variación semanal en este rubro fue negativa por más de 1 punto porcentual al término de la quinta semana de abril. 

Los sondeos de Alphacast también prevén una ligera caída de precios hacia la segunda mitad del mes pasado, considerando al rubro de los alimentos. En la misma dirección, el economista Alberto Cavallo (el hijo del exministro de Economía) anticipó mediante un índice diario de precios que la inflación ya está viajando al 5% mensual, descontando el efecto de las tarifas de los servicios públicos.

Entran en juego dos lógicas principales detrás de la rebaja de tasas. En primer lugar, la caída de la inflación efectiva y de la inflación esperada permiten una tasa de interés más baja, ya que de este modo se evita generar rendimientos excesivos medidos en dólares. Pero por otro lado, y más importante aún, la caída de la tasa de interés (en un contexto de cepo cambiario) permite sanear el balance del Banco Central y reducir la expansión monetaria a cuenta de los pasivos remunerados.

La carga de la deuda remunerada en pesos del BCRA es cada vez menor en relación al PBI, y lo mismo ocurre con el pago de sus respectivos intereses. Y desde el Gobierno nacional, el superávit fiscal concretado durante los primeros 3 meses del año permite anular cualquier tipo de financiación monetaria para el fisco.

El Banco Central de Bausili también tomó la decisión de elevar la tasa de encaje aplicado para billeteras virtuales del 10% al 15%, y de esta manera es altamente probable que disminuyan los rendimientos de alternativas como por ejemplo Mercado Pago, además del efecto que tuvo la reducción de tasas.

Se busca generar un marco de reglas de juego que genere incentivos para la compra de títulos públicos al Tesoro por parte del mercado. Esto responde a dos fines bien concretos: por un lado el rollover de la deuda interna en pesos a plazos más extensos, y en segundo lugar la retención de pesos para cancelar Adelantos Transitorios con el propio BCRA (una manera adicional para retirar pesos de la circulación).

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La reforma tributaria que propone Biden amenaza con destruir hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo para el año 2025

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Así lo sugiere un reciente informe de la Tax Foundation, estimando el efecto total de los aumentos impositivos que propone la campaña de Biden de cara a las elecciones. Se estima una reducción del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI en caso de aprobarse los cambios.

El Presidente Joe Biden lanzó una agenda económica completamente radicalizada hacia la izquierda, buscando contentar al ala más extremista de su partido (anteriormente representada por el excandidato Bernie Sanders en la contienda electoral del 2020).

En este sentido, el Presidente recuperó una profunda impronta favorable a subir generalizadamente los impuestos en Estados Unidos, tanto para empresas como para personas físicas y para productos importados. Se buscan gravar ingresos, patrimonios y bienes con tasas sustancialmente más elevadas que las actuales.

La Tax Foundation desarrolló un reciente informe estimando el impacto económico que podría desatar el plan fiscal de Biden para el año 2025. Se estima una reducción total del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI, una caída del 3,8% en el capital social potencial acumulado en las empresas, una reducción del 1,6% sobre la masa salarial promedio, y finalmente la destrucción de hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el sector privado, en relación a la cantidad que cabría esperar de no aprobarse las subas impositivas.

La agenda de los demócratas es, y por diferencia, la más ambiciosa y extremista desde la era de Franklin D. Roosevelt. El esquema tributario resultante de una eventual victoria de Biden en las próximas elecciones de noviembre queda resumido de la siguiente manera:

  • Aumento de la tasa del impuesto sobre la renta empresarial del 21 por ciento al 28 por ciento (a partir del año fiscal 2025)
  • Aumento del impuesto mínimo alternativo corporativo introducido en la Ley de Reducción de la Inflación del 15 por ciento al 21 por ciento (a partir de 2024)
  • Cuadruplicar el impuesto a la recompra de acciones implementado en la Ley de Reducción de la Inflación del 1 por ciento al 4 por ciento (a partir de 2024)
  • Hacer permanente la limitación de pérdidas comerciales excesivas para las empresas de paso
  • Limitar aún más la deducibilidad de la compensación de los empleados según la Sección 162
  • Aumento de la tasa impositiva global sobre ingresos intangibles de baja tributación (GILTI) del 10,5 por ciento al 21 por ciento, calcular el impuesto jurisdicción por jurisdicción y revisar las reglas relacionadas
  • Derogar la tasa impositiva reducida sobre los ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII)
  • Ampliar la base del impuesto sobre la renta neta de inversiones (NIIT) para incluir ingresos comerciales no pasivos y aumentar las tasas del NIIT y el impuesto adicional de Medicare para alcanzar el 5 por ciento sobre ingresos superiores a $400,000
  • Aumento del impuesto sobre la Renta individual al 39,6 por ciento sobre ingresos superiores a $400 000 para declarantes solteros y $450 000 para declarantes conjuntos (a partir de 2024)
  • Gravar las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados a las tasas ordinarias del impuesto sobre la renta para Ingreso imponible por encima de US$ 1 millón de dólares, y gravar las ganancias de capital no realizadas en caso de fallecimiento por encima de una exención de US$ 5 millones, revirtiendo parcialmente la reforma de George Bush (2001-2003)
  • Triplicar los aranceles de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, desatando una nueva guerra comercial con el gigante asiático

Pese a las subas impositivas, la administración Biden no propone un sendero sostenido de reducción del déficit fiscal, ya que la mayor parte del paquete tributario se vería acompañado por nuevas expansiones presupuestarias. 

Y a diferencia de la estrategia seguida por el expresidente Donald Trump, la guerra comercial con China que propone desatar Biden se produciría en un contexto de profunda caída en la competitividad fiscal de Estados Unidos, todo lo contrario a lo que ocurrió entre 2017 y 2020 (cuando las empresas estadounidenses disfrutaron de fuertes recortes impositivos).

Esto deja a Estados Unidos en una posición comparativamente difícil para forzar una nueva “tregua” con China en la cual se flexibilicen controles cambiarios o medidas arancelarias proteccionistas, como sí ocurrió tras el último acuerdo firmado en 2020.

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