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Economía

Se empiezan a sentir los efectos de los rescates económicos de la pandemia: La inflación interanual en Estados Unidos pasó de 1,7% en febrero a 2,6% en marzo

El Índice de Precios al Consumidor norteamericano dio el salto más alto en años luego de que el país empiece a sentir los efectos de la mega-emisión del 2020 y de los primeros meses de Biden.

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Con la gradual reapertura de la economía y la recuperación de la demanda, Estados Unidos empieza a experimentar los efectos de la mega-emisión que llevó a cabo la Reserva Federal (FED) en 2020. De esta manera, se perfila a normalizar sus variables monetarias, pero con un costo inflacionario altísimo

Los precios al consumidor subieron 0,9 puntos porcentuales de febrero a marzo. La economía más importante del mundo terminó el mes con un nivel de inflación interanual en torno al 2,6%, mostrando una aceleración que, según se estima, seguirá profundizándose hasta junio.

La inflación interanual había cerrado febrero en el 1,7%, por lo que el dato de marzo constituye un fuerte incremento. La cifra fue muy superior a lo que estaba previsto y se trata de la inflación más elevada en más de 2 años y medio. 

Dentro del índice general, los aumentos de combustibles y alimentos jugaron un rol importante, liderando la elevada inflación. 

Excluyéndolos de la variación total, la inflación subyacente habría cerrado en torno al 1,6% interanual en marzo, mientras que la variación mensual habría sido del 0,3%. Esto indica la grave situación que atraviesa el país, ya que buena parte de su inflación se centra en los dos segmentos más codiciados y no da indicios de que vaya a revertirse en el corto plazo.

Este es el mayor salto intermensual desde junio de 2009 y el mayor salto interanual desde agosto de 2018, ya que el IPC sigue al PPI más alto. Fuente: Bloomberg.

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La liquidez excesiva en los mercados se materializa en la valorización de otros activos que no perdieron su valor relativo. Esto se puede observar en el alza del precio de Bitcoin u otras criptomonedas, así como en los precios de los bienes transables

De acuerdo a lo que dice la Reserva Federal, el alza de precios está relacionada con la normalización de los agregados monetarios, y pide que no cunda el pánico en los mercados

La provisión de liquidez de 2020 y en los primeros meses de Biden, que fue un récord histórico para la institución monetaria, tendrá que buscar una salida a medida que los mercados buscan nuevamente volcarse al consumo y dejan de demandar dinero de forma anómala.

Sólo para financiar las tres Leyes de Estímulo (2 de Trump y 1 de Biden), la FED tuvo que emitir en un solo año la impresionante cifra de 4 billones de dólares (trillion, en inglés).

El Comité de Mercado Abierto de la FED estima llegar a un promedio de inflación anual del 2,4%, y espera poder conseguir un repunte de precios del 2% como promedio para el año que viene. 

La demanda monetaria en Estados Unidos comienza a mostrar signos de debilitamiento y normalización, con lo cual se esperan cambios en la política de la Reserva Federal de cara a garantizar la estabilidad de precios. 

Reunión de la Junta Directiva de la FED, 2019.

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Se esperan modificaciones en la tasa de interés de referencia que establece la institución monetaria de acuerdo a su regla y su meta de inflación programada para la totalidad del año. Actualmente la tasa de referencia se encuentra en mínimos históricos, casi 0%, y levemente superior para las operaciones en mercados secundarios. 

Dado el nivel de reapertura de la economía, la FED estima que la inflación interanual llegaría al 3% para junio de este año, aunque esta es solo una meta y no un hecho concreto. 

Para diciembre de 2021 la FED se propone lograr una inflación del 2,6%, similar a la de marzo.
Como el nivel de inflación interanual ya superó ampliamente el 2%, la regla de política monetaria de acuerdo a las pautas pactadas por la FED implicaría tasas de interés superiores a las actuales

De este modo, la economía norteamericana deberá encarar una recuperación en medio de ajustes en la reapertura, nuevos impuestos propuestos por el presidente Joe Biden y una política monetaria contra-cíclica que apunta a elevar las tasas de interés, todo considerando que el Partido Demócrata planea nuevas leyes de estímulo que sigan presionando a la inflación.

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Economía

El paso de Martín Redrado por el BCRA: La gestión que hoy reivindica el espacio político de Rodrígez Larreta

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El ala izquierda del PRO defiende a capa y espada la gestión de Redrado en el Banco Central, así como también la presidencia de Néstor Kirchner. El economista cosecha duras críticas por haber reincorporado el problema inflacionario a la vida cotidiana del país.

Habiendo pasado más de 13 años desde que Martín Redrado renunció a su cargo como presidente del Banco Central, cargo que ocupó entre 2004 y 2010, aún al día hoy su gestión sigue siendo objeto de duras críticas por no haber llevado a cabo una política monetaria convencional y por haber reintroducido la inflación nuevamente en el país.

Para el año 2004 la economía argentina se encontraba en plena recuperación tras haber sufrido un violento shock cambiario y monetario durante la salida de la Convertibilidad. La estructura de contratos estaba desindexada, la demanda de pesos había crecido sólidamente desde mediados de 2003, y la tasa de inflación interanual se había estabilizado en el 5,9% al final de la gestión de Alfonso Prat-Gay. En este contexto asume Redrado la dirección del BCRA.

La estrategia de Redrado fue mantener relativamente estable el tipo de cambio nominal, evitando la apreciación que naturalmente hubiera acontecido con la gran entrada de capitales por el saldo externo superavitario y la reactivación. La obligación por mantener un “tipo de cambio competitivo” aún descuidando la función primaria del BCRA (defender el valor de la moneda) fue un objetivo establecido por la reforma de la carga orgánica en 2002.

Emisión monetaria para comprar dólares y demanda de pesos entre 2003 y 2010.

Para mantener estable el tipo de cambio el BCRA emprendió una agresiva emisión de pesos para comprar los dólares que ingresaban al país, oscilante entre el 4% y el 7% del PBI hasta 2007, y una estrategia que ya había sido instrumentada por Prat-Gay. 

El problema fundamental de la estrategia es que la demanda de pesos (medida por cualquier agregado que se pueda tomar) dejó de crecer en el último trimestre de 2004 y se mantuvo estable hasta 2010. La creciente emisión ya no tenía el suficiente respaldo en demanda, y la tasa de política monetaria sistemáticamente negativa (por debajo de la inflación) tampoco favorecía el atesoramiento de pesos.

Consciente de esto, Redrado impulsó un proceso de esterilización a partir de la colocación de letras (principalmente Lebac), buscando retirar el sobrante de pesos del mercado para que su política no produjera inflación. Y si bien este planteo era correcto, lo cierto es que jamás se llegó a “neutralizar” la totalidad de la expansión monetaria sin respaldo.

Emisión monetaria para comprar dólares y absorción por Lebac y Pases en la gestión Redrado.

El stock de pasivos remunerados se multiplicó por 5 veces entre 2004 y 2010 en términos del PBI, pero la cantidad anual de pesos efectivamente retirados de la circulación osciló entre el 1% y el 2% del PBI, muy por debajo del ritmo al que se expandía la oferta monetaria.

La inflación no tardó en aparecer. La variación interanual del IPC aumentó del 5,9% en septiembre de 2004 al 12,3% en diciembre de 2005, 13,2% en octubre de 2007 y alcanzó un récord de hasta 24,14% en diciembre de 2008. La gestión de Martín Redrado finalizó con una tasa de inflación en torno al 16,7% según la mediciones alternativas al INDEC (el organismo había sido intervenido por el Gobierno kirchnerista).

El economista finalmente dejó el cargo por negarse a ceder la independencia del Banco Central (algo que hasta ahora se había mantenido pese a las políticas no convencionales), y a partir de enero de 2010 el Gobierno de Cristina Kirchner asaltó las reservas internacionales con el visto bueno de Mercedes Marcó del Pont. A partir de este período se entra en un ciclo de dominancia fiscal sobre la política monetaria que persiste hasta el día de hoy.

Principales variables de política monetaria e inflación entre 2003 y 2010.

El candidato y Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta decidió incorporar a Redrado a su equipo técnico en la Ciudad, y el ala izquierda del PRO defiende a capa y espada al que fue el presidente del BCRA durante el primer experimento kirchnerista en el país

La dirigente “histórica” y “liberal” Veby Martinez, funcionaria del Gobierno porteño desde hace más de 15 años, dejó en claro la postura del espacio político de Larreta en sus redes sociales y defendió públicamente no solo a la gestión de Redrado, sino también la de Néstor Kirchner.

Este tipo de posturas arrojan serias dudas acerca de la verdadera capacidad del espacio de Larreta para estabilizar los precios como promete, especialmente cuando el proceso inflacionario ya escaló a los niveles más drásticos desde 1991.

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Economía

La Provincia de Córdoba presentó un amparo judicial en respuesta al brutal cepo cambiario de Massa y Pesce

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Córdoba es de lejos la más perjudicada por la reciente extensión del cepo a las Provincias, ya que solo este año debe afrontar US$ 120,3 millones por vencimientos de capital y US$ 24,8 millones en intereses al exterior.

El gobernador Juan Schiaretti cargó contra las nuevas medidas de la política económica kirchnerista, y presentó un recurso de amparo ante la Justicia Federal para dejar sin efecto las dramáticas regulaciones del Banco Central.

El ministro Sergio Massa dispuso de un nuevo endurecimiento del cepo cambiario que, en la práctica, lo generaliza a todas las Provincias e impone un límite del 40% sobre la compra de dólares oficiales que pueden ser usados para cancelar vencimientos de capital e intereses. El 60% restante debe ser cubierto con dólares propios de las justificaciones locales, nuevos préstamos o bien con las renegociaciones pertinentes para evitar defaults.

La Provincia de Córdoba fue la más severamente afectada por las normativas del BCRA, ya que solo en 2023 debe afrontar el pago de vencimientos de capital por US$ 120,3 millones con acreedores en el exterior, así como un desembolso de intereses por hasta US$ 24,8 millones hasta diciembre. De hecho, Córdoba es la única Provincia con obligaciones importantes nominadas en moneda extranjera desde el 10 de junio (momento en que entran en vigencia las limitaciones).

“La medida imprevista, es discriminatoria y anti federal, atentando contra el normal desarrollo y las autonomías de las provincias; más aún, cuando aquellos compromisos asumidos en dólares han sido autorizados a contraerse por el propio Estado nacional, generando un notable perjuicio a la provincia de Córdoba”, anunció el Gobernador peronista.

La política económica kirchnerista adquirió una nueva fase de locura ya que el mismo Estado federal que desde un comienzo autorizó el endeudamiento externo de las Provincias, ahora deliberadamente restringe los servicios de esas deudas y esto pone en peligro la propia reputación crediticia de Córdoba (algo que también compromete a créditos futuros).

Pero a pesar de los notables perjuicios económicos que generan las restricciones, lo cierto es que las medidas solo garantizan retener suficientes dólares como para sostener hasta 8 días de intervención sobre las operaciones normales en los dólares financieros. En otras palabras, la totalidad del “ahorro” en dólares oficiales se perdería fácilmente en tan solo ocho jornadas para tratar de mantener relativamente estable la paridad del dólar CCL.

Esto no hace más que demostrar, una vez más, cuán errática y discrecional puede llegar a ser la política económica del ministro Massa. La rama troncal del “plan llegar” del oficialismo consiste ahora en profundizar el endeudamiento externo por todas las vías posibles para postergar una devaluación oficial más pronunciada de la que ya existe hoy (entre 8% y 9% por mes).

Massa consiguió ampliar el Swap chino hasta los US$ 18.000 millones, duplicó las reservas de libre disponibilidades en este instrumento hasta los US$ 10.000 millones, y suscribió nuevos préstamos por US$ 3.000 millones con el régimen de Xi Jinping.

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Economía

Bear Market Total: La actividad económica se desplomó un 3,8% en el mes de abril en medio del estallido cambiario

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Las estimaciones de la consultora Orlando Ferreres advierten por una fuerte reversión del nivel de actividad por la sequía, la caída del consumo y el violento aumento de la inflación. La recuperación prometida por el equipo de Massa no aparece.

Aunque el Secretario de Industria de Massa, José de Mendiguren, insiste en que uno de los objetivos fundamentales del equipo económico es “sostener el nivel de actividad”, las estadísticas más recientes dan cuenta de que la realidad es diametralmente opuesta a esto. La recuperación que promete el Gobierno no solo no llega, sino que se profundizan los síntomas recesivos.

El índice de actividad económica elaborado por la consultora Orlando Ferreres cayó fuertemente hasta un 1,8% en el mes de abril, según la serie desestacionalizada del indicador. Por otra parte, la actividad sufrió un derrumbe de hasta el 3,8% en comparación con el mismo mes del año pasado. No se veía una caída interanual semejante desde octubre de 2020.

Asimismo, se registró un retroceso del 0,4% en los primeros cuatro meses de 2023 en comparación con el mismo período de 2022. Si bien el primer trimestre sorprendió al mostrar un nivel de actividad ligeramente superior a lo que sugerían las previsiones, el segundo trimestre avanza en dirección opuesta y el país vuelve a sumirse por el camino de la recesión.

Como era de esperarse, la caída interanual más violenta se observó en el rubro de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura que alcanzó el 39,5%. También se observó una profunda caída del 11,5% en servicios de electricidad, gas y agua, mientras que la intermediación financiera cayó un 2,5% interanual, el transporte y comunicaciones hasta un 2,4%, y las ventas de comercio minorista retrocedieron un 0,8% en los últimos 12 meses.

La producción industrial sufrió una caída interanual del 0,4%, aunque acumuló un repunte del 1,1% en la comparación anual de los primeros 4 meses de 2023 y el mismo período del año pasado.

Para los próximos meses anticipamos una tendencia similar a la del mes en análisis, con el agro liderando la caída y el resto de los sectores más fríos. Mirando la segunda mitad del año la incertidumbre es muy alta y el devenir de la actividad dependerá de la evolución de la macroeconomía, y de las definiciones que se den en materia política”, advierte el informe de la consultora.

El panorama de crecimiento y recuperación que patrocina el oficialismo no existe. El mes de abril se vio marcado, además, por un violento estallido cambiario: el dólar paralelo se disparó hasta un 25% entre el 10 y el 25 de abril, alcanzando un récord de $495.

Massa perdió toda la confianza que había ostentando en la segunda mitad del año pasado, y el tipo de cambio paralelo permanece en valores lindantes a los $500. La inflación de abril alcanzó el 8,4% y la variación interanual llegó a casi el 109%, un escenario que se habría vuelto a repetir según las estimaciones sugerentes para el mes de mayo.

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