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Hungría

Elecciones en Hungría: Orbán va en busca de su quinto mandato – Entrevistamos a su asesor András Lászlo

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De cara a las elecciones de este domingo, La Derecha Diario entrevistó en exclusiva a uno de los asesores más importantes del gobierno de Viktor Orbán.

Este domingo 3 de abril se llevarán a cabo elecciones parlamentarias en Hungría, en las que se decidirá el próximo gobierno. El líder de la derecha europea, Viktor Orbán, busca su quinto mandato y cuarto consecutivo (1998-2002, 2010-2014, 2014-2018, 2018-2022).

En cuanto a la intención de voto, la alianza conservadora Fidesz-KDNP, la cual lidera Orbán, se encuentra actualmente en el 47% de intención de voto y la alianza Oposición Unida—que contiene desde comunistas hasta la fascistas antisemitas— en el 42%, según resultados arrojados por el Perspective Institute en su último informe del 28 de marzo.

Esto significaría un total de 119 escaños para Viktor Orbán y 79 escaños para la oposición, según la estimación del Mandate Institute.

Con muchas expectativas antes de las elecciones, la columnista de La Derecha Diario, Candela Sol Silva, ha entrevistado en exclusiva al asesor del partido Fidesz desde 2016, András László, quien cuenta con 14 años de experiencia en el ámbito de las relaciones internacionales, incluido el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Parlamento Europeo.


Gracias por estar con nosotros tan cerca de la elección: ¿Qué está en juego este domingo?

"Hungría ha pasado por una transición difícil después del comunismo. Desde 1990, cuando Hungría recuperó su independencia tras la caída del telón de acero, han pasado años difíciles. La transición del socialismo a la democracia no fue fácil. Nunca se logró eliminar los restos de la élite y las instituciones comunistas. Una coalición social-progresista (socialist-liberal en inglés), que gobernó entre 2002 y 2010, casi llevó al país a la bancarrota. La alianza conservadora de Fidesz y KDNP (demócratas cristianos) obtuvo una mayoría de dos tercios y consolidó el país, tanto financiera como moralmente. En los últimos 8 años, Hungría ha estado en una senda de crecimiento, a pesar de las graves crisis internacionales. El gobierno de Viktor Orbán se destacó en la creación de empleos, la reducción de impuestos y precios de la energía, así como en la construcción de un sólido sistema de apoyo a la familia. Queremos que Hungría siga creciendo y prosperando".

Toda la oposición, desde comunistas hasta fascistas antisemitas, trató de unirse para derrotar a Fidesz pero, naturalmente, tuvieron muchos problemas internos. ¿Cuáles son los logros del gobierno de Orbán que provocaron la unión de la oposición con ideas antagónicas?

"El gobierno de Orbán ha ocupado durante muchos años el middle ground político. La oposición fragmentada significó una gran ventaja en las elecciones. Sin embargo, han aprendido las lecciones equivocadas. Optaron por crear una alianza de partidos pero no una alianza de votantes o de ideas. En lugar de ganarse a los votantes, sus líderes negociaron acuerdos para garantizar sus escaños en el parlamento. Lo único que los une es su disgusto por el gobierno de Viktor Orbán.

Fidesz y KDNP, por otro lado, decidieron seguir un enfoque diferente. Hemos superado las diferencias políticas y adoptado medidas que gozan de apoyo popular más allá de nuestra base de votantes. Los húngaros se benefician de nuestras políticas incluso si no votaron por nuestra alianza. Esto se lo pone muy difícil a la oposición, porque su alianza se basa en rechazar las medidas y políticas del gobierno de Orbán".

En un hipotético nuevo mandato de Viktor Orbán, ¿Cuáles serían los principales objetivos del gobierno?

"Se ha logrado mucho en numerosas áreas. Esto incluye hacer de Hungría un país pro-familiar, creando una sociedad de trabajo en lugar de una sociedad de bienestar y elevando los salarios y el nivel de vida. Naturalmente, queremos seguir haciendo esto. También queremos fortalecer la cooperación económica y política de los países de Europa Central. Esto requiere inversiones en infraestructura y la creación de alianzas políticas que puedan defender eficazmente los intereses de las naciones centroeuropeas en la economía europea y mundial.

También hemos sido fuertes opositores de las principales ideologías progresistas y neomarxistas. Hemos rechazado la idea de la inmigración ilegal masiva, los planes de la UE para la reubicación obligatoria de inmigrantes ilegales y la política de fronteras abiertas.

El día de las elecciones, los húngaros también podrán votar en un referéndum, donde podrán optar por detener la ideología LGBT en las puertas de las escuelas y jardines de infancia. El gobierno tiene la intención de fortalecer los derechos de los padres en lo que respecta a la educación sexual de sus hijos y restringir los contenidos de los medios dirigidos a menores que promuevan el cambio de género. Los progresistas están furiosos por esto, así que espero muchas batallas internacionales en esta área. Un apoyo popular a estas medidas en los referéndums legitimaría la agenda conservadora".

¿Qué medidas gubernamentales se llevaron a cabo para equilibrar las sanciones de los burócratas europeos?

Hungría se ha visto amenazada cada vez con más sanciones a nivel de la UE por parte de la izquierda. Nuestros oponentes a menudo disfrazan sus ataques políticos como "defensores del estado de derecho" (rule of law). Sin embargo, la legitimidad reside en el gobierno electo, no en las instituciones internacionales ni en las ONG que realizan activismo político. Respetamos la ley de la UE y los tratados internacionales, por lo que los ataques se basan en suposiciones y lo que ellos llaman "problemas sistémicos". No pueden señalar ninguna ley específica que sea contraria a los requisitos del estado de derecho de la UE. La izquierda simplemente no puede soportar que una mayoría conservadora pueda gobernar durante tanto tiempo y gobernar con éxito. Esta es una amenaza fundamental para su visión del mundo que no tolera el pensamiento patriótico, los valores sociales conservadores o al menos una mentalidad soberanista.

La economía húngara se ha recuperado después de la pandemia. Somos capaces de crecer a pesar de que los fondos de la UE se retienen ilegalmente de Hungría. Podemos financiar proyectos de inversión con préstamos de los mercados internacionales. Sin embargo, el próximo gobierno húngaro tendrá que ser duro y exigir que los fondos que contractualmente se deben a Hungría se transfieran lo antes posible. ¡La interferencia en nuestra política interna debe detenerse! El nuevo gobierno tendrá una nueva legitimidad del pueblo húngaro para seguir las políticas que considere que sirven mejor a los intereses nacionales. Ningún agente internacional puede negar esto al nuevo gobierno húngaro".


En cuanto al candidato de la oposición para primer ministro, Peter Marki-Zay, alcalde de la ciudad de Hodmezovasarhely, en el sur de Hungría, sostiene la falsa dicotomía de que el país debe decidir entre dos mundos: la Rusia de Vladimir Putin o el Occidente liberal.

Putin y Orbán pertenecen a este mundo autocrático, represivo, pobre y corrupto. Tenemos que elegir Europa, Occidente, la OTAN, la democracia, el estado de derecho, la libertad de prensa, un mundo muy diferente. El mundo libre", asegura.

La oposición incluye desde comunistas hasta el partido Jobbik, el cual se unió formalmente a la coalición anti-Orbán en diciembre pasado. Jobbik era, hasta hace poco, un partido abiertamente antisemita, donde incluso un legislador llamó a crear una lista de políticos judios un día después de que miles se manifestaran en Budapest para protestar contra el antisemitismo del partido fascista. Para colmo, a principios de este año apareció un video donde uno de los parlamentarios de Jobbik hace un saludo nazi y se ríe.

Y como si todo lo anterior fuera poco, a principios de febrero Peter Marki-Zay hizo la siguiente desafortunada declaración "los liberales, los comunistas, los conservadores y los fascistas los representamos por separado en la alianza".

En lo que respecta a la guerra entre Rusia y Ucrania, Péter Pillók, director del Grupo de Investigación en Ciencias Sociales de la Fundación Centro de Conocimiento Público de Fin de Siglo, presentó un balance social en donde se reflejan las opiniones del pueblo húngaro sobre el conflicto

El mismo describió que el 90% de los encuestados considera que la seguridad de Hungría es lo prioritario, por lo que no están de acuerdo en la escala hacia un conflicto armado. También informó que el 79% dijo que Hungría debería rechazar las sanciones que podrían dañar la economía del país. Más aún, el 81% dice que el cierre del gas ruso no debería permitirse.

A pesar de la posición con total parcialidad del pueblo húngaro, Zelénski ha arremetido contra Viktor Orbán en su discurso en la cumbre de la OTAN, exigiéndole que acepte sanciones más fuertes y que permita el paso de armamento por su país.

En su discurso se muestra enojado con el primer ministro húngaro, por estar más preocupado por su propio país que por Ucrania, y quien representa los intereses de su propio pueblo en lugar de los de Zelénski, con una elección a pocos días de concretarse.

A pesar de que Hungría ha acogido a cientos de miles de refugiados ucranianos y que el gobierno aceptó el plan de la UE de expulsar a los bancos rusos del sistema SWIFT, parece no ser suficiente

También la ministra de defensa de República Checa, Jana Černochová, esta en desacuerdo con la postura tomada por Hungría. Jana expuso su descontento en redes sociales diciendo “no iré personalmente a Hungría para una reunión de ministros de defensa V4 (Grupo de Visegrado). Tienen elecciones la próxima semana y no me conviene participar en la campaña allí. Siempre he apoyado el V4 y lamento mucho que el petróleo ruso barato sea más importante para los políticos húngaros que la sangre ucraniana”.

Que rápido parecen olvidar estos mandatarios cómo Hungría contribuye a la diversificación de las fuentes de suministro de gas y al fortalecimiento de la seguridad energética de Ucrania, gracias a la importación diaria de 8 millones de metros cúbicos de gas provenientes del mercado europeo, a través de un gasoducto húngaro, el cual funciona desde enero del corriente año y esta actualmente activo.

Extender sanciones al sector de la energía es inapropiado, estamos del lado de la paz y la misma debe lograrse mediante negociaciones diplomáticas” señaló Viktor Orbán luego de la cumbre de la OTAN. 

El mandatario sostiene que las sanciones a la energía son inaceptables y que atentan contra el interés nacional, ya que significaría que deben pagar ellos el precio de la guerra. Recordemos que el 85% del gas y el 65% del petróleo que el país magiar consume provienen de Rusia. Hungría no es un país rico y se encuentra menos equipado que muchos países de Europa Occidental para resistir los impactos materiales de la guerra.

Viktor Orbán tiene que responder ante el pueblo húngaro, no ante Volodimir Zelénski y los medios occidentales. El sentido común debería prevalecer en estos casos, especialmente con una elección parlamentaria tan cercana.

Por otro lado, el martes 15 de marzo Hungría celebró el Día de la Revolución en conmemoración de la revuelta contra el Imperio Austríaco en 1848. Acompañado de la celebración el primer ministro pronunció en su discurso: “Nuestro interés es evitar ser un peón sacrificado en la guerra de otros. En esta guerra no tenemos nada que ganar y todo que perder”, dijo Orbán ante la multitud. “¡Debemos quedarnos fuera de esta guerra! Ni un solo húngaro debe quedar atrapado entre el yunque ucraniano y el mazo ruso”.

En una entrevista para About Hungary el primer ministro dijo “la paz y la seguridad están en juego en las próximas elecciones, y nuestro mensaje es claro: solo nosotros podemos garantizar la paz y la tranquilidad en tiempos de guerra”.

¿Volverá a entregarle el pueblo magiar a Viktor Orbán por quinta vez las riendas del país? ¿O se arriesgarán a ser gobernados por una coalición con ideas antagónicas y problemas internos pre-existentes en medio de una guerra? 


Por Candela Sol Silva, para La Derecha Diario.

Hungría

La presidente de Hungría Katalin Novák ha renunciado a su cargo tras un escándalo por un indulto a un encubridor de pedófilos

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En un escándalo que ha afectado al gobierno de Viktor Orbán en Hungría, la jefa de Estado debió renunciar tras el escándalo por la amnistía a Enre Kónya.

La presidente húngara Katalin Novák presentó su renuncia el pasado 10 de febrero, anunciando su sorpresiva decisión en el canal de noticias M1. El anuncio llegó en medio de un escándalo relacionado con una amnistía que firmó la mandataria a un hombre condenado por "encubrir" abusos sexuales de un superior en un orfanato húngaro. recibió un indulto firmado por la presidente en abril de 2023.

Con motivo de la visita del Papa Francisco a Hungría en abril del año pasado, Novák decidió conmemorar su llegada firmando una serie de indultos a personalidades religiosas que, según su criterio, habían sido injustamente perseguidos.

De esta manera, entre todas las amnistías firmadas, se incluyó un perdón presidencial a Enre Kónya, quien fuera el vicedirector de un orfanato en Bicske y resultara condenado por tratar de ocultar crímenes sexuales ocurridos contra niños en 2018 en un orfanato.

La condena del indultado, a más de tres años de prisión, data de 2018, y la sentencia estableció que el acusado había presionado a las víctimas de abuso para que retiraran las denuncias contra el director del instituto, quien estaba acusado a su vez de abusar de al menos 10 niños entre 2004 y 2016, recibiendo una condena de 8 años de prisión.

La mandataria húngara interrumpió su viaje en Medio Oriente para regresar a su país y responder a las crecientes preguntas sobre su papel en la concesión del perdón. Durante su aparición televisiva, Katalin Novák dijo: "No me estoy dirigiendo a los políticos, a los responsables de las políticas, sino a las personas a las que juré servir hace dos años".

Luego continuó: "En abril del año pasado, decidí a favor de la clemencia, creyendo que el condenado no había abusado de la vulnerabilidad de los niños a su cargo. Estaba equivocada, porque la decisión de otorgar el perdón y la falta de explicaciones adecuadas han suscitado dudas sobre la política de tolerancia cero del Estado húngaro hacia la pedofilia. Pero en esto no puede haber duda ni confusión", afirmó en su anuncio.

Novák indicó que los húngaros esperaban que su presidente no cometiera errores y anunció su renuncia al cargo. Al mismo tiempo, se disculpó con aquellos a quienes decepcionó con sus decisiones equivocadas. En su anuncio, también agradeció a su familia y a todos los que la ayudaron en su trabajo.

Poco después de la noticia, también la Ministra de Justicia Judit Varga anunció su renuncia en su página de Facebook, explicando: "La presidente de la República húngara ha presentado su renuncia hoy. Con la nueva Constitución, la validez de la decisión individual de perdón del presidente requiere la contrafirma del Ministro de Justicia".

"He seguido la práctica con más de 25 años, según la cual el Ministro de Justicia simplemente toma nota de la decisión de conceder el perdón del presidente”. Y continuó diciendo: “Asumo la responsabilidad política por la contrafirma del decreto del perdón. Me retiro de la vida pública, renunciando a mi escaño de miembro del Parlamento y también a la candidatura como cabeza de lista para las elecciones europeas del próximo mayo", declaró.

"Quiero agradecer a todos con quienes he trabajado, como parte de un equipo, en todos estos años. Hungría puede seguir contando conmigo para defender nuestros intereses nacionales y nuestros valores", concluyó el anuncio Varga.

Estas dobles renuncias han desencadenado un verdadero terremoto político en el gobierno de Viktor Orbán. A principios de la semana pasada, el Primer Ministro anunció su intención de proponer una enmienda constitucional sobre el derecho de gracia, para así poder exlcluir a los condenados involucrados en casos de abuso a menores de los indultos y las amnistías.

Nóvak era una importante aliada de Orbán, incluso había sido su Ministra de Familia, un cargo muy importante dentro del esquema conservador del mandatario húngaro. Ahora, el Parlamento húngaro deberá someter a votación la elección del nuevo presidente de la República, donde el líder de Fidesz deberá presionar nuevamente para colocar un aliado suyo en el importante puesto de Jefe de Estado.


Por Candela Sol Silva, para La Derecha Diario.

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Argentina

Nace una nueva era de relaciones entre Argentina y Hungría: Entrevistamos al Director Político de Viktor Orbán, Balázs Orbán

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El jefe de Asesores del Primer Ministro de Hungría visitó Buenos Aires como parte de la comitiva para la asunción de Javier Milei, y se sentó a un mano a mano exclusivo con La Derecha Diario.

El pasado 10 de diciembre asumió la presidencia el libertario Javier Milei, quien tuvo un ascenso político meteórico, pasando de ser un economista trabajando en el sector privado y un polémico panelista en la televisión a ser el candidato a presidente más votado de la historia argentina.

Con motivo de su asunción, un numeroso grupo de líderes de derecha llegó a Buenos Aires para participar de la ceremonia en el Congreso, entre el cual se destacó la comitiva del gobierno de Hungría que encabeza el conservador Viktor Orbán.

Orbán se reunió con Javier Milei en la previa del traspaso de mando, y discutieron el vínculo entre Argentina y Hungría, además de cuestiones de política internacional y de la economía.

De su comitiva, La Derecha Diario tuvo la oportunidad de conversar con Balász Orbán, Director Político de Hungría, una cartera con rango ministerial equivalente a lo que sería el jefe de Asesores en Argentina, y considerado la mano derecha del Primer Ministro.


Ha pasado mucho tiempo desde que el Primer Ministro, Viktor Orbán, visitara por última vez Argentina. ¿Cuáles son las expectativas de Hungría con respecto al nuevo gobierno argentino?

– "En primer lugar, estamos muy contentos de haber sido invitados. Siempre es un placer estar aquí, visitar su maravilloso país y ser parte de la ceremonia de inauguración. Esperemos que pueda ser el comienzo de una hermosa amistad.

Vemos la oportunidad de que líderes y fuerzas conservadoras de derecha trabajen cada vez más juntos. Aunque nuestros países están lejos el uno del otro, hay una creciente necesidad de trabajar estrechamente. La izquierda lo está haciendo, con mucho éxito. Por todo eso tomamos en serio la invitación y vinimos aquí, con la esperanza de tener la oportunidad de reunirnos con el nuevo liderazgo argentino y todos los líderes conservadores de América del Sur."

Después de un año y medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, ¿cómo le está yendo económicamente a Hungría?

– "Como decíamos desde el primer momento, esta es una guerra que solo puede tener efectos negativos en Hungría y en Europa. Rusia atacó a Ucrania, lo cual no es aceptable moralmente, pero la continuación de la guerra es un gran desafío para Europa. Desde el primer momento, los húngaros abogamos por un alto al fuego, conversaciones de paz y finalmente un acuerdo de paz a largo plazo. Muchas personas murieron, estamos hablando de cientos de miles de personas en ambos lados; además, millones de personas abandonaron Ucrania.

Financieramente, ahora Ucrania depende al 100% de la ayuda occidental, así que la situación es muy mala. Desde que comenzó la guerra, los precios de la energía se dispararon en Europa y algunas de las principales economías europeas entraron en recesión y con crecimiento de la tasa de inflación. Así que, esta guerra no es buena ni para Europa ni para Hungría.

La economía húngara sobrevivió: tuvimos nuestras dificultades, pero ahora estamos de nuevo en el buen camino, la inflación bajó, los precios de la energía se normalizaron y tenemos nuevamente un crecimiento del PIB. Pero seguimos pensando que el mundo y Occidente deberían encontrar un camino para soluciones pacíficas."

Tras las elecciones del pasado 15 de octubre, hay un nuevo gobierno de izquierda en Polonia. ¿Podría esto poner a Hungría en una situación más débil frente a la Unión Europea?

– "Polonia es históricamente uno de los aliados más cercanos a Hungría: las dos naciones se tratan mutuamente como hermanas. Así que también la cooperación tiene un elemento emocional, no solo racional. Es cierto que los gobiernos conservadores húngaros y polacos fueron muy atacados por los burócratas progresistas de Bruselas y nos apoyábamos mutuamente.

Ahora hay otro gobierno, para ellos habrá otras prioridades, pero creo que la cooperación húngaro-polaca tiene una base geopolítica y emocional mucho más profunda, así que esperamos poder salvar al menos algo. Todo el panorama europeo está cambiando: en Italia tenemos un gobierno de coalición conservadora de derecha, un nuevo gobierno en Eslovaquia, que proviene principalmente de círculos izquierdistas, pero es más soberanista que el anterior.

Hubo elecciones en los Países Bajos, Geert Wilders es un viejo amigo nuestro: tiene una esposa húngara, así que conoce muy bien nuestro país, pasa sus vacaciones con frecuencia allí. Con Francia y su presidente Macron, en términos ideológicos no estamos del mismo lado, pero vemos el futuro de Europa de una manera bastante similar, así que siempre hay oportunidad de cooperar con ellos de manera práctica. Estábamos muy contentos de tener a nuestros fuertes y duros amigos conservadores polacos de nuestro lado: tratamos de ayudarlos, cooperamos con ellos, pero también buscamos fortalecer las relaciones bilaterales con otros socios."

El próximo año se llevarán a cabo las elecciones europeas. ¿Crees que esta podría ser una oportunidad para que los conservadores sean mayoría en el Parlamento Europeo?

– "Bueno, creo y espero que sí. Ahora las fuerzas conservadoras de derecha son minorías en el Parlamento Europeo: tienen fracciones sólidas, pero están divididas en partes más pequeñas y superadas en número por la mayoría progresista, izquierdista, verde, etc. Por encima, los centristas tienen más disposición a cooperar con la izquierda que con la derecha. Esta estructura no es buena ni para Europa ni para los partidos conservadores.

Debemos cooperar estrechamente para obtener un buen resultado electoral, tener mayor cantidad de diputados y luego averiguar cómo podemos estar más unidos y tener una voz más fuerte en la toma de decisiones. Lo cual es crucial: no se trata solo del Parlamento, sino de la influencia que el mismo tiene sobre la Comisión Europea que, originalmente y según los tratados, debió ser una institución neutral, justa, equilibrada y burocrática, sin participación en los debates y en cambio, de hecho, está actuando como un agente político, lo cual es un grave problema.

Los líderes de izquierda y liberales y la mayoría del Parlamento están abusando de su poder, intentando imponer una agenda que va en contra de la soberanía de los Estados miembros, promoviendo políticas de puertas abiertas y respaldando las ideologías de George Soros y sus ONG. Es una legislación ideológicamente impulsada que también es catalizada por la Comisión.

Así que, si somos capaces de formular una nueva Comisión y reorganizar el Parlamento, esperemos tener la oportunidad de volver al buen camino, para que el proceso de integración esté dominado por los gobiernos de cada Estado, la Comisión Europea actúe de manera justa, normal y neutral. En ámbito parlamentario, que ambos lados luchen entre sí pero intentando encontrar un modus vivendi."

La izquierda piensa que la inmigración es la solución debido a que la población europea está disminuyendo, pero Hungría no piensa lo mismo.

– "Sí, en efecto pensamos que es una ilusión muy arriesgada. La disminución demográfica es un problema y debemos encontrar una solución. Necesitamos más personas pero que sean de nuestra propia cultura. Por eso decimos que deberíamos tener una política familiar sólida, que apoye a las familias tradicionales, a personas casadas, un hombre y una mujer con la voluntad de tener más hijos.

La forma húngara consiste en decir no a la inmigración y especialmente tener una tolerancia cero hacia la ilegal sin control, y decirle sí a un programa de apoyo familiar aumentado: si quieres casarte y tener más hijos, entonces el Estado está de tu lado y trata de ayudarte de cualquier manera. Desafortunadamente, los progresistas de Bruselas piensan completamente distinto: simplemente intentan abrir nuestras fronteras, invitar a todos y otorgarles un estatus de inmediato, primero de refugiado y luego ciudadanía. "Cuanta más gente venga, mejor para Europa" es su eslogan.

Lo que vemos en los sucesos de todos los días es que se han formado “sociedades paralelas”: no se ve una verdadera integración, lo que a largo plazo causará problemas graves y una decadencia muy evidente de la civilización europea. Los húngaros no pretendemos tener la razón, ni convencer a Francia, Alemania, Suecia y a los otros países con políticas de inmigración más izquierdista de que sigan nuestro modelo, porque esa es su decisión.

Lo que queremos es que ellos no intenten obligarnos a seguir su camino: no queremos correr el riesgo de dejar entrar a cientos de miles de personas de diferentes culturas y, después de dos años de terror o dos generaciones, tener esa “sociedad paralela”, fuente de tensión social, disminución de la seguridad pública y aumento de la posibilidad de terrorismo. Esta es la lucha que está teniendo lugar en Europa."

Ha mencionado anteriormente a Italia. ¿Ve Hungría a la primera ministra Giorgia Meloni como una líder fuerte en Europa?

– "Por supuesto, es una líder muy talentosa y fuerte. Conocemos a ella y a su partido desde hace mucho tiempo. Fidesz, el partido gobernante en Hungría, y Fratelli d’Italia comenzaron a cooperar antes de que ella se convirtiera en primera ministra. Cuando tenían un 3% en las encuestas, Fidesz los apoyaba, porque los veíamos como potenciales líderes en Italia y nosotros necesitamos una Italia fuerte dentro de Europa, porque sin eso el equilibrio de poder dentro de la Unión Europea no está resuelto.

Así que estamos muy contentos de tener al gobierno de Meloni en la mesa. Tratamos de trabajar con ellos muy de cerca en cuestiones de política familiar, en el tema de la inmigración y sentimos que, en general, para un mejor futuro de Europa no se trata de crear un superestado, un imperio gestionado por Bruselas, sino lograr mayor cooperación entre los Estados miembros.

Entonces, el Estado-nación no es el problema, sino que sigue siendo parte de la solución y el futuro de la Unión Europea debería basarse en su cooperación. El trabajo de Meloni no es fácil porque tienen el euro, son financieramente muy dependientes de Bruselas, pero les deseamos buena suerte."

¿Por qué la agenda de Bruselas está tan alejada de las verdaderas necesidades de la población europea?

– "Creo que se debe al déficit democrático y a la estructura de la Unión. Tenemos una burocracia donde decenas de miles de personas no son elegidas en absoluto. En el Parlamento los diputados son elegidos, pero en una forma completamente diferente a la de su país de origen. Entonces, es muy fácil ser influenciado por ideas izquierdistas y locas desde afuera y el control democrático del pueblo no es efectivo. Este es el problema de la burocracia de Bruselas.

Tenemos un liderazgo, una élite burocrática, que está completamente adoctrinada por las ideologías del Foro de Sao Paulo, por usar el término sudamericano, y que piensa que su papel no sea el de servir los intereses del pueblo europeo, sino impulsar esta agenda de arriba hacia abajo.

Hay algunos Estados miembros, algunas fuerzas políticas y, obviamente, la mayoría de los europeos que están tratando de resistir, porque si observamos las encuestas de opinión pública, es obvio que la mayoría de los europeos no quieren renunciar a su soberanía, no quieren tener inmigración masiva, quieren fronteras cerradas, no les gusta la ideología woke, no quieren tener guerras, quieren paz, quieren una cooperación respetuosa y pacífica con todas las partes del mundo, no quieren elegir entre Estados Unidos o China y el resto del mundo.

Quieren cooperar de manera equitativa con todos, basándose en los intereses de los europeos. Eso piensa la mayoría de los europeos sobre el futuro de Europa, pero la presión desde arriba es muy alta: no se trata solo de políticos elegidos o de la burocracia, se trata de los medios de comunicación, de la red de ONG, de los grupos de cabildeo, en todo el planeta."

Algunas personas desacralizan la imagen de Cristo o de la Virgen en nombre de “arte”. ¿Cree que el cristianismo está bajo ataque?

– "Sí, creo que sí. También está siendo atacado, es la religión más perseguida fuera del hemisferio occidental. Por eso, los húngaros iniciamos un programa llamado "Hungary Helps", intentamos apoyar a estas comunidades cristianas que necesitan ayuda en todo el mundo.

Esta es una parte y la otra parte es que creo que el cristianismo también está siendo atacado dentro del hemisferio occidental y es principalmente debido a una creciente ola de intolerancia o tendencia de liberalismo, neoliberalismo o ideología progresista, como quieran llamarlo.

Esta ideología sostiene que, para tener una sociedad exitosa, debes deconstruir todo lo que pertenece al pasado, comenzando obviamente por el amor por tu país, el amor por Dios, el amor por tu familia, los valores tradicionales. Así que éstos valores están siendo atacados, aún cuando nadie sepa qué debería ser esa “cosa nueva”.

Los húngaros somos un caso muy interesante en este sentido, porque el porcentaje de los húngaros practicantes es muy bajo en comparación por ejemplo con Polonia o incluso con Estados Unidos: estamos hablando de un 15 o 20%.

Pero si preguntas a la gente si están dispuestos a luchar por preservar la cultura cristiana, qué estándares morales aceptamos, cómo vivimos nuestra vida, cómo hablamos con los demás, entonces el 80% o 90% está de nuestro lado. Así que la enorme mayoría de la sociedad piensa que la cultura cristiana en sí misma debería ser defendida y preservada.

Si quieres tener un futuro exitoso y tener una cooperación fértil con otros países del hemisferio occidental, esta es la base sobre la cual podemos hablar entre nosotros. Por ejemplo, para los húngaros y los argentinos, el terreno cultural común es el cristianismo: si eliminamos al cristianismo, ¿cómo podemos encontrar un terreno común?

Estamos lejos el uno del otro, hablamos diferentes idiomas, tenemos diferentes experiencias culturales: todo lo que nos conecta se basa en el cristianismo y este tipo de coincidencias debería ser el pegamento social entre los países occidentales y cristianos, la base sobre la cual puedan cooperar."

Algunas personas hablan de batalla cultural mientras que otras de una guerra espiritual, ¿qué cree usted?

– "La batalla cultural está claramente presente, lo vemos a diario, y es sangrienta. Estamos observando lo que está ocurriendo en el continente americano y también en Europa: se trata de nuestro futuro y de la civilización. Algunas personas piensan que, si “queremos tener éxito”, tenemos que transformar todo lo que tenemos y entonces debemos construir una nueva sociedad, una nueva economía, una nueva plataforma cultural.

Hay otros, creo que pertenecemos a este grupo, que recuerdan que hubo períodos exitosos en la historia de Occidente y que eso ocurrió gracias a nuestra herencia, nuestros valores y nuestro trasfondo. Entonces es como en el caso del cristianismo: la idea de un Estado-nación, la familia, las creencias religiosas y la libertad económica no son obstáculos.

Esto no es parte del problema, es parte de la solución. Estamos en declive porque estamos tratando de deshacernos de todos estos valores, principios o formas de vida. Entonces, lo que debemos hacer es protegerlos, construir sobre ellos, fortalecerlos: luego, estaremos de vuelta en el camino correcto."

Muchas gracias Balász Orbán por tus palabras y por otorgarnos esta entrevista.


Por Candela Sol Silva, para La Derecha Diario

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Hungría

Orbán anunció que dejará de bloquear las ayudas a Ucrania después de conversar con Zelenski en la asunción de Milei

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Se trata de un paquete por 50.000 millones de euros que necesita la aprobación de Hungría para poder desplegarse. A cambio del visto bueno para las ayudas, el Gobierno de Orbán exigirá una mayor ampliación de los fondos habilitados para financiar las necesidades fiscales de Hungría de manera no inflacionaria.

Después de haber entablado conversaciones durante la ceremonia de asunción del presidente Javier Milei, el presidente Volodímir Zelenski de Ucrania y el Primer Ministro Viktor Orbán de Hungría arribaron a una histórica reconciliación en representación de ambos países.

Lo que no pudieron conseguir meses de negociación diplomática, lo pudo conseguir una invitación del presidente Milei en cuestión de pocas horas. A partir de este encuentro, el Gobierno de Orbán anunció que dejará de bloquear las ayudas de la Unión Europea para Ucrania a través de Hungría.

De esta manera, Hungría abre las puertas para un paquete de financiamiento de hasta 50.000 millones de euros (equivalentes a 50.000 millones de dólares) para Kiev, en una fuerte señal en contra del alineamiento con Rusia. Los recursos serían empleados en la financiación de nuevo armamento, alimentos y energía.

Los recursos son de vital importancia para Ucrania, que debe sostener un déficit primario superior al 14% del PBI para las demandas del conflicto bélico. Asimismo, el resultado financiero total de Ucrania marcó un rojo de casi 20 puntos del PBI en 2023, según la última estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondiente a octubre.

El gasto militar disparó las erogaciones de Ucrania hasta el umbral del 66% del PBI en 2022, y más de 63% estimado para 2023. Sin embargo, los ingresos a duras penas fluctuaron entre el 43% y el 50% del PBI desde el estallido de la guerra, pese a las medidas de emergencia adoptadas por Zelenski. 

En solo dos años, la deuda bruta de Ucrania se incrementó drásticamente del 49% del PBI a más del 78% en 2022, y más de 88% para el cierre de 2023. El FMI sugiere que el stock relativo de la deuda continuará creciendo por lo menos hasta 2025, y en el marco de una economía virtualmente devastada por una guerra en su propio territorio.

A cambio de aprobar el paquete de ayuda, el Gobierno de Orbán exige que la Unión Europea regularice los envíos de fondos adeudados por desembolsar en Hungría, los cuales ascienden a los por lo menos 30.000 millones de euros. Esto incluye el financiamiento para cubrir los desajustes sobre las finanzas públicas.

La UE había retrasado sistemáticamente la entrega de estos fondos por cuestiones meramente políticas y discrecionales. El déficit primario de Hungría comenzó a reducirse a partir del segundo trimestre de 2023, y se espera una mayor convergencia para las reglas de Maastricht a partir del año fiscal 2024.

Hungría también daría su visto bueno para la ampliación de los recursos presupuestados en el financiamiento de la protección fronteriza, una demanda recurrente por parte de Budapest, y también la concesión de subsidios adicionales sobre la energía en respuesta al shock de precios relativo que provocó la guerra en Ucrania.

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