Seguinos en redes

Rusia

A un año de la guerra en Ucrania: Putin controla un cuarto del país mientras la OTAN expande su participación

Publicado

en

La invasión que iba a durar no más de tres meses se convirtió en una guerra proxy sin precedentes entre la OTAN y Rusia, mientras Biden pone como objetivo final el cambio de régimen en Moscú.

Este 24 de febrero, se cumple exactamente un año desde el lanzamiento de la Operación Militar Especial de Rusia sobre Ucrania, que no iba a durar más de 3 meses, en palabras del propio presidente Vladimir Putin, pero que se convirtió en un momento bisagra en la historia moderna que sin lugar a duda será visto en el futuro como el momento de quiebre y cambio del orden internacional que venía desde la caída del Muro de Berlín.

La guerra se convirtió en la primera que libra Rusia en territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial, y tiene la particularidad de estar librándose de manera convencional, algo que no se veía en mucho tiempo en el escenario bélico prácticamente en ninguna parte del mundo.

Además, tanto los Estados Unidos, como la Unión Europea y decenas de países más alineados con la OTAN firmaron paquetes de sanciones sin precedentes sobre personas, empresas y el Kremlin en un intento por ejercer la guerra económica contra Rusia, y frenar su total capacidad militar.

La guerra también ha sido identificada como un conflicto “proxy“, un tipo de guerra que se produce cuando dos o más potencias utilizan a terceros como sustitutos en el campo de batalla, en vez de enfrentarse directamente.

En este caso, se señala a la OTAN como la que está librando una “guerra proxy” contra Rusia, utilizando al Ejército ucraniano como sustituto. Estos “conflictos por delegación”, como también se los ha llamado, eran muy frecuentes en el marco de la Guerra Fría, y permitían evitar que la Unión Soviética y los Estados Unidos se enfrentaran directamente, lo cual sin duda habría terminado en una escalada nuclear.

Sin embargo, tras la caída de la Unión Soviética en 1991, Estados Unidos entró en un momento de hegemonía unipolar en el cual durante más de una década sostuvo su posición sin ningún competidor estratégico que pusiera en duda el dominio multisectorial de la geopolítica en todo el mundo.

En 2001, tras el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, Estados Unidos se tambaleó y entró en una serie de conflictos en Irak, Afganistán y demás que no salieron como esperaba. En este contexto, durante los últimos 20 años, si bien mantuvo su posición hegemónica, Washington entró en un proceso de pérdida de poder relativo frente al ascenso de China y nuevamente Rusia como potencias que pujarían por su poder.

Hoy, el comienzo de una nueva Guerra Fría con China es innegable y el ataque de Rusia a Ucrania, un país que desde el Euromaidán en 2014 se encontraba bajo el total control de los Estados Unidos, demuestran que ya Washington no controla el plano mundial como alguna vez lo hizo.

Tras un año de conflicto en Ucrania y la reconfiguración de muchos aspectos del orden internacional, hoy Estados Unidos ha perdido su condición de potencia hegemónica en el orden internacional y ahora para resolver conflictos y defender sus intereses debe librar brutales conflictos frente a otros actores con similar relevancia, como lo son China, Rusia y el bloque europeo que tiene intereses distintos a los americanos en algunos aspectos, sobre todo los industriales.

La guerra en Ucrania

Pero sí desde 1991 hasta la fecha se señala el ataque a las Torres Gemelas como el principio del fin de la hegemonía estadounidense, sin dudas la invasión rusa de Ucrania es el momento justo que los libros de historia identificarán como el fin del hegemón y el comienzo de una nueva era multipolar.

Desde el comienzo del conflicto hace un año, no se conoce a ciencia cierta cual es el número de muertos y según la fuente que se consulte puede variar considerablemente. Del lado ucraniano y sus aliados, fuentes como el Ejército de Noruega estiman la muerte de 180.000 rusos y de 100.000 ucranianos. Por su parte, las fuentes rusas difieren de este dato y proclaman que ya hay 250.000 ucranianos muertos y tan solo unos pocos miles de rusos caídos en combate. Ambas cifras parecen exageradas.

Según las fuentes consultadas por La Derecha Diario en las últimas semanas, que incluyen militares expertos y analistas neutrales en el conflicto, el ratio de muertes en el primer año de la guerra ha sido de 1 ruso por cada 6 o 7 ucranianos.

Esto significa que de haber 180.000 ucranianos muertos, un valor “de consenso” entre las distintas fuentes, habría alrededor de 30.000 rusos muertos en combate. Estos números no son oficiales, y probablemente no se sabrá a ciencia cierta cuántos muertos hubo en total hasta que termine definitivamente el conflicto.

Lo que sí, hay un dato escalofriante. Desde el 24 de febrero de 2022 hasta hoy, hubo más de 10 millones de ucranianos se han exiliado, principalmente a Polonia y otros países de Europa del Este, pero también a Alemania, Francia, el Reino Unido, Canadá y los Estados Unidos.

En cuanto al daño en infraestructura, “según las últimas estimaciones que tenemos, la cantidad total de daños causados ​​a la infraestructura crítica y civil de Ucrania supera los 127.000 millones de dólares“, dijo la primera viceministra de Asuntos Exteriores de Ucrania, Emine Dzhaparova, durante un discurso en enero en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania.

Estamos hablando de miles de millones de dólares en daños que han dejado el 70% de la red eléctrica de Ucrania en malas o irrecuperables condiciones y gran parte de la red de conexiones férreas destruidas.

Sin embargo, gracias a las donaciones sin precedentes que se han enviado para el gobierno de Volodimir Zelenski, este golpe económico no se ha sentido tanto para Ucrania, especialmente las zonas cercanas a Kiev, que hace meses que no ven la guerra.

Esta semana, Biden viajó a Kiev para anunciar un nuevo paquete de ayuda económica. Según los últimos datos del Pentágono, el monto total de la asistencia estadounidense a Ucrania desde el comienzo de la administración de Joe Biden asciende a 30.400 millones de dólares, concentrándose 29.800 millones de dólares en asistencia de seguridad enviados desde el 24 de febrero de 2022 en adelante.

El monto total de estas donaciones incluye más de 1.600 sistemas antiaéreos Stinger, 8.500 sistemas antitanque Javelin, cientos de miles de municiones, 109 IFV Bradley, 20 helicópteros MI-17 y decenas de armamento más incluidos en el “Fact Sheet” que publicó la Casa Blanca el pasado 20 de febrero.

Quién controla qué a un año del conflicto

La estrategia de Putin en los primeros tres meses fue muy clara: invadir Ucrania en todos los frentes en un ataque relámpago que le permitiera tomar la capital rápidamente, forzando a Zelenski a firmar el reconocimiento de autonomía de la región de Crimea, Donbás, Jersón y Zaporiyia, y probablemente instalar un gobierno títere en lo que quedara de Ucrania.

Este plan fue un rotundo fracaso. Tres meses después de la guerra y Rusia no pudo penetrar Kiev. Además, tuvo que ceder todo el territorio ganado en Chernígov, Chérnobil, Bucha, Sumy y Járkov, en el norte y noreste del país.

Sin embargo, fiel a la escuela rusa de hacer la guerra, Putin borró el pizarrón y se puso a diagramar un nuevo plan, que hasta la fecha parece ser exitoso. En vez de intentar conseguir el reconocimiento de las regiones que quiere anexar, lo haría por la fuerza.

Así, desde alrededor de junio o julio del año pasado, aprovechando el pico del verano en Ucrania, que permite mejor movilización de tropas y tanques, Putin concentró todos los ataques al sur, y lanzó una revivida invasión del sur de Ucrania.

En septiembre del 2022 el objetivo fue cumplido, y a pesar de las grandes bajas, Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia cayeron bajo control de Rusia. Putin se apuró a celebrar referéndums donde se le preguntó a la población si quierían unirse a la Federación Rusa, y en los cuatro casos, el 90% de los votantes optó por el sí, en una elección que Occidente señala como ilegal y cero democrática.

A pesar de que Rusia cumplió su objetivo, la guerra está lejos de terminar. En noviembre, Ucrania lanzó una contraofensiva que obligó al Ejército Rojo a abandonar la ciudad de Jersón, clave para el control del resto de la región homónima.

Además, tanto la ciudad de Bajmut, en el Donbás, como la ciudad de Zaporiyia, en la región del mismo nombre, permanecen bajo control ucraniano, lo cual pone en riesgo la sostenibilidad a largo plazo de las conquistas rusas. Por último, Odesa permanece bajo control de Ucrania, región que si bien no estaba en los planes de Putin, su dominio en manos ucranianas le otorga a Zelenski un puente de ataques a Jersón y a Crimea.

Suspensión del tratado nuclear START III

El pasado martes 21 de febrero de 2023, Putin dio un histórico discurso anunciando la suspensión del cumplimiento por parte de su país del START III (New START), el último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y Estados Unidos después de la Guerra Fría.

El pacto fue firmado en 2010 como una continuación del START II, que a su vez seguía el START I, firmado originalmente en 1991 entre George H.W. Bush y Mikhail Gorbachov, y siempre tuvo el objetivo de limitar el número de cabezas nucleares de largo alcance que pueden desplegar Estados Unidos y Rusia, y el uso de misiles capaces de transportar armas atómicas.

La idea del acuerdo es limitar los arsenales de los dos países a un máximo de 1.550 ojivas desplegadas en cada lado. También limita a un máximo de 800 el número de lanzamisiles intercontinentales balísticos no desplegados (ICBM), lanzaderas submarinas para misiles balísticos (SLBM) y bombarderos pesados equipados con armamento nuclear, volumen aún suficiente como para destruir la vida humana en la Tierra.

El tratado reemplazó los acuerdos estratégicos START I y START II, que vencían en enero de 2010, y al Tratado de Moscú (STORT). El límite que impuso el nuevo tratado fue un 74% más bajo que el establecido originalmente, y un 30% más bajo que el límite de ojivas listas en el Tratado de Moscú firmado en 2002, lo que implicaba parte de un extenso camino hacia el desarme nuclear.

En su discurso, Putin por un lado aclaró que Rusia aún no se retiraba totalmente del tratado, sino que suspendía su participación mientras durara el conflicto en Ucrania con la OTAN. Por otro lado, el mandatario ruso instó a los altos mandos militares rusos “a estar preparados para reanudar las pruebas de armas nucleares si Estados Unidos realizara este tipo de pruebas”.

Este último anuncio trasciende el alcance de la guerra en Ucrania, ya que estamos ahora hablando de la puja nuclear entre dos superpotencias nucleares desgastando significativamente la llamada “diplomacia nuclear”, que no fue pública pero si muy activa en la moderación de las relaciones entre Washington y Moscú.

Desde la crisis de los misiles a comienzos de los 60’, tanto las autoridades soviéticas como las estadounidenses empezaron a ponerse de acuerdo en lo que son las reglas del juego para controlar que la conflictividad no termine de una forma no planificada, es decir, en un conflicto abierto de destrucción mutua asegurada. Esto se institucionalizó en los acuerdos de limitación de armamento en los que, por ejemplo, se limitaron hasta los ensayos nucleares.

De acuerdo al anuncio de Putin, funcionarios como el embajador ruso en Reino Unido trajeron algo de calma a la discusión pública y afirmaron que Rusia no tiene la intención de utilizar armas nucleares durante el actual conflicto de Ucrania.

No en este conflicto. Tenemos una doctrina que establece claramente cuándo se pueden usar armas nucleares: en caso de un ataque nuclear contra Rusia o si un ataque convencional es tan grave que la existencia de nuestro estado estará en peligro. El conflicto de Ucrania no entra en ninguna de esas categorías” dijo a la radio LBC el embajador Andrey Kelin, minimizando la guerra.

La respuesta estadounidense al anuncio de Putin también tuvo la intención de poner paños fríos en el asunto, a pesar de tildar repetidamente a la decisión de “irresponsable”. La subsecretaria de Estado de Asuntos Políticos, Victoria Nuland, quien controla la agenda internacional de Biden, oficializó la intención del gobierno norteamericano de iniciar las negociaciones con Rusia para que no se caiga el tratado.

Estamos listos para comenzar a hacer esto mañana si la Federación Rusa está lista para ello. También estamos listos para permitir inspecciones”, dijo la funcionaria, respondiendo a una pregunta sobre si Washington está listo para negociaciones sin acusaciones ni condiciones previas.

Es menester mencionar que Estados Unidos se retiró unilateralmente de algunos tratados relevantes, como lo son el Tratado de Misiles Antibalísticos ABM (en contra de la voluntad de China y Rusia) en 2001, del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019, y del Tratado de Cielos Abiertos en 2020, sin consultar a la OTAN.

Plan de paz propuesto por China

Otro actor importante en el conflicto es China, la otra superpotencia que ve todo desde afuera pero toma nota y quiere sacar cualquier rédito que le sea posible. Esta semana, el canciller chino Wang Yi llevó a cabo una gira por Paris, Roma, Berlin, Kiev y Moscú presentando su plan de paz.

Recién este jueves, después de que la propia Casa Blanca también analice el plan, la propuesta se dio a conocer públicamente. Consta de los siguientes puntos.

– Respetar la soberanía de todos los países involucrados, con un nuevo mapeo de la región que se disputará en la mesa de negociación;

– Oponerse a cualquier sanción unilateral no autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU;

– Rechazar el concepto de que la seguridad de un país no puede ser a expensas de la seguridad de otros países;

– Oponerse al desarrollo, uso de armas biológicas y químicas por parte de cualquier país bajo cualquier circunstancia;

– Rechazar el concepto de que la seguridad regional no puede garantizarse reforzando o incluso ampliando bloques militares;

– Reafrimar que las armas nucleares no se pueden usar y la guerra nuclear no se puede librar;

– Firmar un cese el fuego y deje de disparar, evitando que la crisis de Ucrania se agrave aún más o incluso se salga de control;

– Mantener la seguridad de las centrales nucleares, oponerse a los ataques armados contra las instalaciones nucleares;

-Promover gradualmente la desescalada y el alivio de la situación y finalmente alcanzar un alto el fuego integral;

– El diálogo y las negociaciones son la única forma viable de resolver la crisis de Ucrania.

Votación en Naciones Unidas

En la víspera del primer aniversario de los acontecimientos del 24 de febrero de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que también condena la intervención rusa en Ucrania y pide a la Federación Rusa que detenga las hostilidades y retire sus tropas de Ucrania, así como consagrar las principales disposiciones de la “fórmula de paz” ucraniana.

A pesar de la votación con amplia mayoría, esta resolución es simplemente simbólica y no tiene ni tendrá ningún efecto en lo que sucede tanto en el campo de batalla en Ucrania como en la negociación que tendrán que llevar a cabo tarde o temprano el bloque OTAN encabezado por Estados Unidos con Rusia, pero pone foco en cómo se distribuyen las alianzas a nivel mundial en este nuevo escenario multipolar.

De los 193 miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas, 141 votaron a favor de la condena. Entre estos votos se encuentran Argentina y Brasil, aliado BRICS de Rusia, que venían absteniéndose de votar en anteriores resoluciones similares.

Por otro lado, 32 Estados se abstuvieron entre los que se encuentran China, India y Sudáfrica. Por último, 7 votaron en contra, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Mali, Nicaragua, Siria y la propia Rusia; mientras que hubo 13 países que enviaron a sus representantes a votar, entre ellos, Venezuela.

Lo que se viene

A un año de la invasión, los líderes de los países de la Unión Europea y los Estados Unidos prometieron “no descansar” hasta que Ucrania gane el conflicto con Rusia y restablezca su integridad territorial, lo que indica que la “canilla libre” de dinero que la OTAN está enviando a Ucrania está lejos de cerrarse.

En un comunicado emitido este viernes por el Consejo Europeo, en el que participan los 27 mandatarios de todos los países de la Unión Europea, se enfatizó que continuarán apoyando a Kiev con suministros de armas y municiones a gran escala, incluidas las compradas conjuntamente por los países de la Unión Europea a la industria militar, y aumentarían constantemente la presión sobre Rusia.

Junto con nuestros socios internacionales, haremos todo lo posible para que Ucrania gane, se respeten las normas internacionales, se restablezcan la paz y la integridad territorial de Ucrania en sus fronteras nacionalmente reconocidas, para que se reconstruya Ucrania y se haga justicia. No descansaremos hasta ese día“, dice en el comunicado.

Cabe recordar además que recientemente, Alemania aprobó el envío de tanques pesados a Ucrania, por lo que las Fuerzas Armadas ucranianas están preparándose para una fuerte contraofensiva una vez que termine el invierno en la región, en las primeras semanas de marzo.

Por su parte, Rusia está demasiado metida en el conflicto, y tampoco tiene en su planes perder en su apuesta para hacerse de las históricas regiones rusoparlantes de Ucrania mientras Estados Unidos atraviesa tal vez su gobierno más débil en décadas, de la mano de Joe Biden.

En este marco, es difícil predecir cuánto más puede durar este conflicto, pero no parece estar a la vista un escenario en el que Putin admita la derrota, pero también es prácticamente imposible que gane, por lo menos mientras la OTAN siga apoyando a Ucrania de la manera que lo está haciendo. Por lo que la guerra, a un año de su comienzo, parece estar lejos de terminar.

En el debate acerca del conflicto, es extremadamente peligrosa la retórica moralista del “mundo libre” contra “los malos” que lleva adelante el presidente Joe Biden y varios líderes de la Unión Europea.

Después de robarse una elección e imponer brutales violaciones sistemáticas de los derechos humanos durante la pandemia, el actual liderazgo en Occidente no está libre de pecado para andar señalando a Putin por sus acciones.

Pero lo más peligroso es que el objetivo final de la OTAN hoy parece ser el de buscar un cambio de régimen en Rusia, sin poner matices ni entender cuál es el único camino que le dejan a Putin como respuesta a esa decisión. Parece que no aprendieron nada de Libia, y ahora quieren replicar la misma estrategia fallida en un país que tiene armas nucleares.

Rusia

Rusia lanzó dos misiles supersónicos antibuque en el Mar de Japón días después de la visita a Ucrania del primer ministro japonés

Publicado

en

La Marina de Rusia disparó dos misiles antibuque supersónicos contra un objetivo simulado en el Mar de Japón durante la jornada el martes, una respuesta informal

Rusia probó dos misiles supersónicos antibuque en el Mar de Japón, segpun confirmó el martes el Ministerio de Defensa ruso, lanzados desde dos barcos durante una simulación de ataque con misiles contra un buque de guerra enemigo a unos 100 kilómetros de distancia.

En las aguas del Mar de Japón, los barcos portadores de misiles de la Flota del Pacífico dispararon misiles de crucero Moskit contra un objetivo marítimo enemigo simulado“, aseguró el Ministerio en un comunicado en su cuenta de Telegram. “El objetivo, ubicado a una distancia de unos 100 kilómetros, fue alcanzado con éxito por un impacto directo de dos misiles de crucero Moskit“, agregó.

Los simulacros de la Flota del Pacífico de Rusia se producen una semana después de que el Primer Ministro de Tokio, Fumio Kishida, visitara Ucrania al mismo tiempo de la visita del líder Partido Comunista de China, Xi Jinping, al Kremlin en Moscú.

El P-270 Moskit, misil homólogo al SS-N-22 Sunburn conocido entre los países de la OTAN, capaz de volar a una velocidad tres veces superior que la velocidad del sonido, es un misil de crucero antibuque supersónico que tiene capacidad para cargar una ojiva nuclear y que puede destruir un barco dentro de un rango de hasta 120 km.

Una imagen publicada por el Ministerio de Defensa de Rusia muestra uno de los barcos portadores de misiles de la Flota del Pacífico de Rusia disparando un misil de crucero Moskit en las aguas del Mar de Japón

El Ministerio dijo que el ejercicio, que incluyó otros buques de guerra y aviones navales, tuvo lugar en el Golfo de Pedro el Grande en el Mar de Japón, pero los funcionarios no dieron coordenadas más precisas. El golfo se encuentra próximo a la sede de la Flota Rusa del Pacífico en Fokino, desde donde partieron los buques rusos en esta ocasión, y está a unos 700 km de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón.

El ejército ruso ha realizado simulacros regulares en todo el país, y los buques de guerra rusos han continuado las maniobras a medida que los combates en Ucrania han entrado en su segundo año, ejercicios destinados a entrenar a las tropas y exhibir la capacidad militar del país.

Mientras la 7ma Flota de la Marina de los Estados Unidos no respondió a las solicitudes de comentarios, Japón reaccionó con calma al ejercicio de misiles, que se llevó a cabo cerca de Vladivostok, en lugar de que se encuentra en las aguas entre los dos países.

El subsecretario del gabinete japonés, Yoshihiko Isozaki, dijo en una conferencia de prensa que Tokio continuaría monitoreando las operaciones militares de Rusia, ya que Moscú ha estado intensificando la actividad en la región.

Otra imagen publicada por el Ministerio de Defensa de Rusia muestra otro ángulo del lanzamiento del misil supersónico Moskit en las aguas del Mar de Japón

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, confirmó que Tokio se mantendrá vigilante contra las operaciones militares de Moscú, y agregó que no se habían reportado daños después de los lanzamientos de misiles rusos.

“A medida que continúa la invasión rusa de Ucrania, las fuerzas rusas también se están volviendo más activas en el Lejano Oriente, incluidas las cercanías de Japón“, dijo Hayashi en una conferencia de prensa.

además, cuando se le preguntó sobre los planes de Rusia de colocar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, Hayashi dijo que Japón condenaba la medida y exigió a Rusia y Bielorrusia que detengan “tal acción que aumentaría aún más las tensiones”.

Por último, Tasuku Matsuki, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón a cargo de Rusia, también señaló que Tokio no planea presentar una protesta ante Rusia por el ejercicio de misiles, argumentando que la ubicación del lanzamiento, el Golfo de Pedro el Grande, se considera costa rusa, aunque está frente al agua entre los dos países.

Ubicación geográfica del Mar de Japón (Sea of Japan) en el norte de Asia

El lanzamiento de los misiles se produce una semana después de que dos Tu-95, aviones bombarderos estratégicos rusos, capaces de transportar armas nucleares, volaron sobre el Mar de Japón durante más de siete horas en lo que Moscú dijo que era un “vuelo planeado”.

También, hace pocas semanas, Moscú confirmó que un submarino ruso en el Mar de Japón había alcanzado un objetivo terrestre a más de 1.000 km de distancia con un misil de crucero Kalibr durante un simulacro.

El Ministerio de Defensa de Rusia publicó, el 3 de marzo pasado, un video que muestra el misil emergiendo de debajo del agua y luego golpeando un objetivo en un área de entrenamiento en la región oriental rusa de Khabarovsk.

Cabe recordar que Moscú ha utilizado misiles Kalibr para atacar múltiples objetivos en Ucrania, incluidas centrales eléctricas, lanzándolos desde barcos y submarinos rusos ubicados en el Mar Negro.

A lo lejos se observa la trayectoria del misil supersónico Moskit lanzado en las aguas del Mar de Japón por un barco ruso

Seguir Leyendo

Rusia

Putin se burla de Biden y afirma que no están creando una alianza militar con China

Publicado

en

Según el presidente ruso, Vladimir Putin, Rusia y China no están creando una alianza militar y no están ocultando nada en términos de su cooperación militar.

Rusia y China no están creando una alianza militar y la cooperación entre sus fuerzas armadas es “transparente”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, el domingo, días después de recibir al líder del Partido Comunista chino, Xi Jinping, en el Kremlin.

Durante la cumbre del 20 y 21 de marzo en Moscú, Putin y Xi prometieron estrechar sus lazos, incluso en la esfera militar, mientras Rusia lucha por lograr avances en el campo de batalla en Ucrania, a la cual Putin prohíbe llamar “guerra” dentro de su territorio y obliga a utilizar la expresión “operación militar especial” en Ucrania.

No estamos creando ninguna alianza militar con China“, dijo Putin en la televisión estatal. “Sí, tenemos cooperación en la esfera de la interacción técnico-militar. No estamos ocultando esto (…) Todo es transparente, no hay nada secreto“, agregó.

China y Rusia firmaron un acuerdo de asociación “sin límites” a principios de 2022, pocas semanas antes de que Putin ordenara la invasión e ingresara con decenas de miles de tropas a Ucrania. Beijing, a la vez que se ha abstenido de criticar y condenar la decisión de Putin, ha promocionado un plan de paz de 12 pasos para Ucrania.

No obstante, Occidente ha rechazado sus propuestas como una estratagema para darle a Putin más tiempo para reconstruir sus fuerzas en Ucrania. Además, Washington ha dicho recientemente que teme que Beijing pueda armar a Rusia, algo que China niega y que constituye una “línea roja” para Occidente.

Cumbre en Moscú entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder del Partido Comunista chino, Xi Jinping

En sus comentarios televisados, Putin rechazó las sugerencias de que el aumento de los lazos de Moscú con Beijing en áreas como energía y finanzas significaba que Rusia se estaba volviendo demasiado dependiente de China, afirmando que, quienes creen que eso es así no son  más que “personas celosas“.

“Durante décadas, muchos han deseado poner a China en contra de la Unión Soviética y Rusia, y viceversa“, remarcó. “Entendemos el mundo en el que vivimos. Realmente valoramos nuestras relaciones mutuas y el nivel que han alcanzado en los últimos años“.

Putin también aprovechó para acusar a Estados Unidos y la OTAN de tratar de construir un nuevo “eje” global que, según dijo, se parecía en cierta medida a la alianza de la Segunda Guerra Mundial entre la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial.

“Es por eso que los analistas occidentales están hablando de que Occidente comienza a construir un nuevo eje similar al creado en la década de 1930 por los regímenes fascistas de Alemania e Italia y el Japón militarista“, señaló.

Putin ha descrito las acciones de Rusia en Ucrania como un retroceso defensivo contra un Occidente agresivo y hostil, estableciendo paralelismos con la lucha de Moscú contra las fuerzas invasoras alemanas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Soldados ucranianos en su esfuerzo por defender su territorio ante la ofensiva rusa

Kiev y sus aliados occidentales descartan tales sugerencias como absurdas, afirmando, en cambio, que Moscú está tratando de apoderarse del territorio y paralizar la capacidad de Ucrania para funcionar como un estado verdaderamente independiente.

Además, Putin criticó a Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur por estar en línea y buscar unirse a la “OTAN global”, e hizo lo propio con un acuerdo de defensa firmado por Gran Bretaña y Japón a principios de este año.

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha visitado Japón y Corea del Sur este año, y ha destacado la importancia de que la alianza atlántica trabaje en estrecha colaboración con los socios de la región del Indo-Pacífico.

Enmarcados en un conflicto de intereses, Ucrania dice que no puede haber conversaciones de paz hasta que todas las fuerzas rusas se hayan retirado de su territorio, mientras que Rusia dice que Ucrania debe aceptar la pérdida de franjas de territorio que Moscú afirma haber anexado.

Los comentarios de Putin se producen un día después de que anunciara que Rusia colocaría armas nucleares tácticas en Bielorrusia, en una aparente advertencia a la OTAN por su apoyo militar a Ucrania.

Inmediatamente, Ucrania ha pedido una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. “Ucrania espera acciones efectivas para contrarrestar el chantaje nuclear del Kremlin desde el Reino Unido, China, Estados Unidos y Francia… Exigimos que se convoque inmediatamente una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para este propósito”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania.

Destrucción provocada por la invasión rusa en territorio ucraniano

Por su parte, la OTAN ha criticado a Rusia por su retórica nuclear “peligrosa e irresponsable” sobre el posible despliegue de armas nucleares en Bielorrusia. “La OTAN está vigilante y estamos monitoreando de cerca la situación. No hemos visto ningún cambio en la postura nuclear de Rusia que nos lleve a ajustar la nuestra“, dijo un portavoz de la OTAN.

El funcionario de la OTAN agregó que “la referencia de Rusia al intercambio nuclear de la OTAN es totalmente engañosa. Los aliados de la OTAN actúan con pleno respeto de sus compromisos internacionales. Rusia ha roto sistemáticamente sus compromisos de control de armamentos, más recientemente suspendiendo su participación en el Nuevo Tratado START“.

Seguir Leyendo

Rusia

La ONU acusa a las fuerzas rusas y ucranianas de “ejecuciones sumarias” de prisioneros de guerra

Publicado

en

La jefa de la Misión de Observación de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania está “profundamente preocupada” por las ejecuciones sumarias de prisioneros de guerra llevadas a cabo tanto las fuerzas rusas como por las fuerzas ucranianas.

La Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania (HRMMU), encargada de supervisar, informar y defender la situación de los derechos humanos en Ucrania, ha documentado docenas de ejecuciones sumarios de prisioneros de guerra ucranianos y rusos, así como torturas, el uso de escudos humanos y otros abusos que podrían “equivaler a crímenes de guerra” desde que comenzó la invasión rusa.

La jefa de la Misión de Observación de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, Matilda Bogner, aseguró que su organización había documentado asesinatos, a menudo en el campo de batalla, por ambas partes en los últimos meses.

Estas declaraciones tienen lugar poco tiempo después de la publicación de un informe de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) sobre la muerte de civiles en Ucrania y el maltrato de prisioneros de guerra.

“Un año después de que la Federación de Rusia lanzara un ataque armado a gran escala contra Ucrania, las hostilidades continúan ejerciendo un grave número de víctimas en niños, mujeres y hombres en todo el país“, dijo la oficina del ACNUDH.

El informe, focalizado en las violaciones de los derechos humanos en general en el campo de batalla, se basó en entrevistas con unos 400 prisioneros de guerra, la mitad de ellos ucranianos que fueron liberados y la otra mitad rusos cautivos en Ucrania.

Matilda Bogner, jefa de la Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania

El equipo encargado de realizar el trabajo de campo no logró acceder a prisioneros de guerra detenidos en Rusia o en partes de Ucrania ocupadas por Rusia, donde identificó 48 sitios de internamiento. Sin embargo, lograron documentar alrededor de 40 ejecuciones sumarias en el transcurso de la guerra de 13 meses.

En concreto, el informe documentó la ejecución sumaria de 15 prisioneros de guerra ucranianos y 25 prisioneros de guerra rusos que, según la organización, “pueden constituir crímenes de guerra”. Si bien resaltaron que los hallazgos se basan en casos confirmados, estos subestiman las cifras reales y están “influenciados en gran medida por el nivel y el tipo de acceso a los centros de detención y prisioneros de guerra”.

Estamos profundamente preocupados por la ejecución sumaria de hasta 25 prisioneros de guerra rusos y personas ordenadas a combatir por las fuerzas armadas ucranianas, que hemos documentado”, resaltó Matilda Bogner, en una conferencia de prensa en Kiev.

Esto a menudo se perpetraba inmediatamente después de la captura en el campo de batalla. Si bien estamos al tanto de las investigaciones en curso por parte de las autoridades ucranianas sobre cinco casos que involucran a 22 víctimas, no tenemos conocimiento de ningún enjuiciamiento de los perpetradores”, añadió.

“En relación con el tratamiento de los prisioneros de guerra ucranianos, también estamos profundamente preocupados por la ejecución sumaria de 15 prisioneros de guerra ucranianos poco después de ser capturados por las fuerzas armadas rusas”, dijo Bogner.

Posteriormente, afirmó que el grupo mercenario Wagner, que afirma estar liderando el asalto de Rusia para Bakhmut, la batalla más larga y sangrienta de la guerra, fue responsable de unos 11 de esos asesinatos.

El fiscal de crímenes de guerra del óblast de Járkov se encuentra con un técnico forense y un policía en el lugar de un entierro masivo en un bosque

También se documentaron cinco casos en los que prisioneros de guerra ucranianos habían muerto tras ser torturados o sometidos a otros malos tratos, y cuatro casos de muerte debido a la falta de atención médica durante el internamiento.

Si bien el abuso de prisioneros de guerra tuvo lugar en ambos lados, el informe señaló que era mucho más común contra los ucranianos que contra los rusos.

E lo que respecta a los derechos de los niños, la oficina remarcó que los niños de la ciudad de Jarkiv, en el noreste de Ucrania, que fueron enviados a “campamentos de verano” en Rusia con el consentimiento de sus padres, no han vuelto a casa después del período de vacaciones.

Unos 200 niños enviados a un campamento en la ciudad rusa de Krasnodarskyi Krai permanecieron en Rusia después del verano y se inscribieron en una escuela local, según este segundo informe.

Adicionalmente, la ONU informó a principios de esta semana que había registrado la muerte de 8.317 civiles en Ucrania desde que Rusia invadió el 24 de febrero de 2022. También había documentado 13.809 personas heridas en relación con el conflicto y 214 desapariciones o “detenciones arbitrarias” en el territorio ocupado por Rusia.

Cementerio militar en Lychakiv, Ucrania

Por último, determinó que la mayoría de los 133 casos de violencia sexual relacionados con el conflicto, documentados por el ACNUDH, tuvieron lugar en territorio ocupado por Rusia.

Seguir Leyendo

Tendencias