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Rusia

Tras un llamado de Lukashenko, el líder mercenario Prigozhin frenó el avance sobre Moscú y suspende el golpe de Estado

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Su amigo, el presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenki, lo habría convencido de que desistiera del golpe de Estado. Se cree que pidió inmunidad legal y la salida del ministro de Defensa de Putin, Shoigu.

Este viernes, Rusia estuvo al borde de caer en una Guerra Civil como no había visto nunca en su historia, incluso superando lo que fue la revolución rusa de 1917. Unos 25 mil soldados a sueldo pertenecientes al Grupo Wagner tomaron control de la ciudad sureña de Rostov y se preparaban para avanzar sobre Moscú, hasta que su líder, el jefe mercenario Yevgueny Prigozhin, frenó el ataque.

Luego de una histórica cadena nacional de Vladimir Putin, donde se lo vio visiblemente enojado y dispuesto a llevar al país a una sangrienta guerra civil para aniquilar a los mercenarios rebeldes, un llamado pudo haber cambiado todo.

Los reportes de este sábado indicaban que las fuerzas Wagner habían tomado la ciudad de Voronezh y estaban a punto de tomar Lipetsk, cuando el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, consiguió una llamada de emergencia con Prigozhin.

El mandatario bielorruso es uno de los mayores confidentes del líder del Grupo Wagner, y aunque todavía no se sabe qué fue lo que se dijeron en esa llamada que duró poco más de una hora, Prigozhin inmediatamente ordenó frenar el avance a Moscú y retroceder a las bases militares de la empresa.

Según reportes no confirmados por el momento, los términos parecen incluir una amnistía para los combatientes de Wagner que habían participado en la insurrección, además de la salida del poder del el Ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu y el máximo General ruso, Valery Gerasimov.

Prigozhin había dicho en un video que divulgó después de tomar la base militar de Rostov que el Ministerio de Defensa había incumplido una serie de pagos, estaba maltratando tanto a soldados del Ejército ruso como a los mercenarios del Grupo Wagner, y eran responsables por una severa falta de munición en el frente de batalla, además de cuestiones relacionadas a la mala logística y mala estrategia en Ucrania.

"Hemos marchado sin derramar una sola gota de sangre. Ahora, ha llegado el momento en que la sangre puede derramarse. Es por eso que, entendiendo la responsabilidad de derramar sangre rusa en cualquiera de los lados, estamos haciendo retroceder nuestros convoys y regresando a los campamentos de acuerdo con el plan", dijo Prigozhin en un audio que se divulgó por los canales oficiales del Grupo Wagner en Telegram.

Las negociaciones duraron todo el día”, informó el grupo de prensa de Lukashenko. “Como resultado, llegamos a un acuerdo sobre la inadmisibilidad de desatar una masacre sangrienta en el territorio de Rusia”.

Hasta la llamada de Lukashenko, quien primero habló con Putin según reportan medios locales, el Kremlin se había visto obligado a movilizar todas sus fuerzas en Moscú y estaban preparando las defensas para frenar el avance del Grupo Wagner desde Rostov a la capital del país.

Los soldados rusos cavaron zanjas antitanque en las carreteras federales, erigieron emplazamientos de ametralladoras en los límites de la ciudad y desplegaron vehículos de combate de infantería en las calles de Moscú, mientras que Putin prometió que el estado ruso enfrentaría brutalmente su insurrección armada más grande desde la caída de la Unión Soviética.

Mientras el convoy de mercenarios se dirigía hacia la capital, el alcalde de la ciudad instó a los residentes de Moscú a quedarse en casa. Sergei Sobyanin dijo que el lunes sería un "día no laborable" para "minimizar los riesgos".

Putin apareció en cadena nacional el sábado en una transmisión de emergencia, emitiendo un llamado nacional a la unidad frente a una huelga rebelde que comparó con la revolución de 1917. "Esto es traición, una puñalada en la espalda, vamos a repelerlos y pelear hasta el final", dijo Putin.

El Grupo Wagner, la organización de mercenarios más avanzada del mundo, fueron contratados por el gobierno ruso para pelear en el frente de batalla en el Donbás, habiendo sido las principal fuerza de choque en la toma de Mariupól y, más recientemente, en Bakhmut. Previamente han llevado a cabo operaciones militares para Putin en Siria, Sudán y Crimea.

Putin le prometió una fortuna si tomaba la ciudad de Bakhmut, lo cual el Grupo Wagner consiguió el pasado 22 de mayo, pero solo después de fuertes bajas entre sus filas y nulo apoyo del Ministerio de Defensa ruso.

Poco tiempo después, visiblemente frustrado en sus comunicaciones, Prigozhin dispuso la retirada de sus tropas del frente, dejando las posiciones en manos de las fuerzas oficiales. El líder de los mercenarios aseguró que no volvería a combatir hasta que el Kremlin pagara el botín que prometió y le diera garantías que en los próximos combates recibirían apoyo de las fuerzas rusas.

Desde entonces hubo silencio absoluto del Kremlin para con Prigozhin, quien estuvo el último mes grabando videos ya en Rusia amenazando al gobierno de Putin y diciendo que sus soldados no se quedarían de brazos cruzados mientras eran bastardeados por la élite rusa.

Pero la situación escaló este jueves cuando, según el propio Prigozhin, el Ministerio de Defensa ruso arrojó un misil a un campamento militar del Grupo Wagner, en el que “murió un enorme número de nuestros combatientes, unas 2.000 personas“, según denunció en un video donde mostró cientos de cadáveres en bolsas.

Los medios estatales rusos rápidamente dijeron que se trataba de una operación de falsa bandera por parte de Prigozhin y que era una noticia falsa creada utilizando cadáveres de soldados que murieron en Bakhmut.

Esta fue la gota que rebalsó el vaso para Prigozhin, quien inmediatamente tras esta respuesta del Kremlin, decidió avanzar sobre Rostov, la ciudad rusa más importante al sur del país, y que resguarda al Comando Militar Sur de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa.

Somos 25.000 y vamos a determinar las causas del caos que reina en el país. Nuestras reservas estratégicas son todo el ejército y todo el país”, dijo. Horas más tarde, medios independientes empezaron a reportar que la ciudad había caído y estaba bajo control del Grupo Wagner.

Prigozhin mostró los cuerpos de los mercenarios del Grupo Wagner que el gobierno ruso habría asesinado.

Estados Unidos

Orbán asegura que la única manera de terminar con la guerra entre Rusia y Ucrania es que Trump gane la elección

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Orbán, luego de reunirse con Volodímir Zelenski, Vladimir Putin, y Donald Trump en una misma semana, afirmó que el expresidente de los Estados Unidos es el único que puede "solucionar" la guerra.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se reunió el jueves con el ex presidente Donald Trump en su club privado de Mar-a-Lago para avanzar en su agenda de alcanzar un acuerdo de "paz" entre Ucrania y Rusia.

"Fue un honor visitar a Trump (…) discutimos maneras de lograr la paz. La buena noticia es: él lo logrará", afirmó el líder de derecha en su cuenta de la plataforma X, acompañando su publicación con una imagen junto a Trump en el contexto de la cumbre de la OTAN, que concluyó el jueves en Washington.

Este encuentro con Trump se produce poco después de la reunión de Orbán con el presidente ruso, Vladimir Putin, y luego de que se reuniera la semana pasada con el presidente ucraniano, Volodimir Zelénski.

Trump ha sido un firme partidario de Orban, y esta reunión se produce después de otros encuentros del líder húngaro este mes, incluida una con Putin que sorprendió a muchos.

Varios países de la OTAN expresaron su preocupación el jueves por los recientes viajes de Orban a Moscú y Pekín, coincidiendo con el inicio de la presidencia de Hungría en el Consejo de la Unión Europea. Sin embargo, durante estos viajes, Orban ha buscado negociar la paz en el conflicto en Ucrania, algo que no está haciendo ningún otro líder del mundo.

Durante la cumbre aliada en Washington que concluyó recientemente, Orban fue visto en varias ocasiones apartado de las conversaciones informales entre líderes, incluso durante la cena de gala ofrecida por el presidente Biden en la Casa Blanca el miércoles por la noche.

En marzo pasado, durante un encuentro en Mar-a-Lago, ambos líderes discutieron sobre cómo restaurar la paz en Europa y poner fin a la guerra en Ucrania. Orban ha sugerido en el pasado que el conflicto no habría estallado si Trump hubiera seguido en la Casa Blanca.

Pocos días después de asumir la presidencia rotativa del Consejo de la UE el 1 de julio, Orban emprendió una gira por Kiev, Moscú, Pekín y Washington en lo que ha descrito como una "misión de paz" para Ucrania.

Orban y Trump han mantenido una sólida relación desde hace años, que comenzó cuando se encontraron por primera vez unos años atrás en un club de golf propiedad del republicano en Nueva Jersey.

El primer ministro húngaro fue el único líder de la Unión Europea que respaldó a Trump tanto en las elecciones de 2016 como en las de 2020, así como durante los juicios iniciados contra el ahora candidato presidencial republicano el año pasado.

El candidato republicano a las elecciones presidenciales ha expresado su admiración por Orban, a quien ha descrito como "el político más duro de Europa".

Por su parte, Orban ha criticado los juicios contra Trump, comparándolos con "métodos comunistas", mientras que considera al candidato republicano como"la única persona capaz de salvar a Occidente y a la humanidad en general".

El 1 de marzo, durante un foro en Turquía, Orban declaró que considera que la eventual vuelta de Trump al poder después de las elecciones presidenciales de noviembre es una condición necesaria para poner fin a la guerra en Ucrania.

Además, afirmó que durante el mandato del ex presidente Trump (2017-2021), se podría haber evitado una escalada en el conflicto de Gaza, argumentando que "sin Estados Unidos es imposible lograr la paz en Oriente Medio".

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Rusia

La religión del terror: Rusia volvió a sufrir un atentado terrorista orquestado por militantes islámicos en Daguestán

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Terroristas islámicos realizaron un nuevo atentado en Rusia, en donde quemaron iglesias y sinagogas, mataron a civiles y policías, y hasta degollaron a un sacerdote en plena misa.

Este domingo, terroristas islámicos armados llevaron a cabo ataques contra sinagogas e iglesias en la región de Daguestán, en el Cáucaso Norte de Rusia, resultando, hasta el momento, en la muerte de un sacerdote, 15 policías, 5 civiles y decenas de heridos, según informaron funcionarios de seguridad.

Daguestán es una región predominantemente musulmana, hogar de una pequeña minoría cristiana y una minoría judía aún más pequeña.

Los ataques ocurrieron en Makhachkala, la ciudad más grande de Daguestán, y en Derbent, una ciudad costera, donde se registraron enfrentamientos armados. El Comité de Investigación de Rusia ha iniciado investigaciones penales por "actos de terrorismo" y continúa la búsqueda de los atacantes.

El sacerdote asesinado durante un ataque a una iglesia en Derbent fue identificado por el presidente de la Comisión de Vigilancia Pública de Daguestán, Shamil Khadulaev, como el padre Nikolay. “Le cortaron el cuello. Tenía 66 años y estaba muy enfermo”, afirmaron las autoridades de la región.

El reciente incidente en Daguestán se produce en Rusia apenas tres meses después de la masacre en el Crocus City Hall, que fue el peor atentado registrado en el país en los últimos 20 años.

El 22 de marzo, hombres armados vestidos con ropa de camuflaje dispararon dentro del Crocus City Hall, un salón de conciertos en las afueras de Moscú, y luego incendiaron el edificio. El saldo fue devastador, con al menos 144 personas muertas y 360 heridas, marcando este evento como el peor ataque en suelo ruso desde 2004.

Más de 20 sospechosos fueron detenidos, incluidos los cuatro atacantes, todos provenientes de Tayikistán, una ex república soviética de Asia Central y vecina de Afganistán.

En abril, el servicio de seguridad ruso FSB informó que había arrestado a cuatro personas en Daguestán bajo sospecha de planificar el ataque mortal contra el Crocus City Hall de Moscú en marzo, el cual fue reivindicado por el Estado Islámico.

Se sabe que militantes de Daguestán han viajado para unirse al grupo Estado Islámico en Siria. En 2015, el grupo declaró que había establecido una "franquicia" en el Cáucaso Norte. Daguestán se encuentra al este de Chechenia, una región donde las autoridades rusas han enfrentado a separatistas en dos guerras brutales, la primera entre 1994 y 1996, y la segunda entre 1999 y 2000.

Después de la derrota de los insurgentes chechenos, las autoridades rusas se han enfrentado a un conflicto persistente con militantes islamistas en toda la región norte del Cáucaso, causando la muerte de decenas de civiles y policías.

A finales de marzo, el presidente ruso Vladimir Putin reconoció que el atentado fue perpetrado por "islamistas radicales", aunque continuó sugiriendo que Kiev pudo haber estado detrás de él.

A fines de mayo, Rusia finalmente reconoció que el grupo yihadista Estado Islámico fue responsable del ataque contra el Crocus City Hall. A pesar de que el grupo reclamó repetidamente la autoría, Moscú intentó inicialmente vincular el ataque a Ucrania y a Occidente.

"En el curso de la investigación, se determinó que la preparación, financiamiento, ejecución y retirada de los terroristas fueron coordinados a través de internet por miembros del grupo Provincia de Jorasán", la rama afgana del Estado Islámico, declaró Alexander Bortnikov, director de los servicios de seguridad rusos (FSB), según informó la agencia RIA Novosti.


De Kevin Frank para La Derecha Diario.

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Rusia

Tras la relección, Putin no descarta que el conflicto en Ucrania escale a una Tercera Guerra Mundial y pone la mira sobre la OTAN

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El reelecto presidente Vladímir Putin lanzó en su discurso de aceptación un mensaje contundente sobre la guerra en Ucrania y advierte a la OTAN sobre una posible escalada bélica mundial.

En Rusia se desarrollaron las elecciones presidenciales entre el 15 y el 17 de marzo, una elección nacional que contaba con la participación de cuatro candidatos, con opositores poco competitivos, luego del arresto y muerte del principal líder de la oposición, Alexei Navalny.

Como era de esperarse, se impuso Vladímir Putin con un 88% de votos, quien permanecerá en el Kremlin por los próximos seis años y en lo que será su quinto mandato al frente del país con capital en Moscú.

Las recientes elecciones en la Federación Rusa no han sido convencionales. El presidente reelecto se encuentra inmerso en un conflicto armado con Ucrania, desencadenado el pasado 24 de febrero de 2022 como parte de una escalada de tensiones desde los eventos del Euromaidán en 2014, que provocaron disturbios separatistas e independentistas en Ucrania.

Este conflicto, que lleva más de dos años en desarrollo, representa el mayor ataque militar convencional en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Además, durante el año 2021, la tensión diplomática entre ambos estados se intensificó, con Putin criticando abiertamente la expansión de la OTAN en Europa del Este.

Tras su victoria electoral, Putin lanzó una advertencia contundente durante una conferencia de prensa, señalando que un conflicto entre Rusia y la OTAN podría desatar una Tercera Guerra Mundial. Sus declaraciones generaron gran controversia, especialmente después de que el presidente francés Emmanuel Macron mencionara la posibilidad de desplegar tropas en Ucrania, lo que ha aumentado las tensiones entre Occidente y Rusia.

En medio de esta atmósfera de guerra y divergencia política en Europa, Putin no titubea al advertir sobre el riesgo real de una escalada bélica mundial entre Rusia y la OTAN, liderada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.


Por Santino Roncatti para La Derecha Diario.

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