Seguinos en redes

Alemania

Merkel se alía con la extrema izquierda para aislar al AfD en la región de Turingia

Tras detonar la coalición de centroderecha, Merkel ordena al CDU de Turingia apoyar un gobierno en minoría de los partidos de izquierda. El acuerdo prevé nuevas elecciones en 2021.

Publicado

en

En el estado alemán de Turingia, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) ha dado otro vuelco a la situación política, al brindar su apoyo a una nueva coalición entre La Izquierda (Die Linke), el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes.

Los máximos dirigentes locales de la CDU, Raymond Walk y Mike Mohring, habían rechazado terminantemente un acuerdo que incluyera a la extremista Izquierda, anterior oficialismo. Sin embargo, la canciller Angela Merkel los desautorizó dando la orden de pactar, con el objetivo de evitar un nuevo acercamiento al poder de la derechista Alternativa para Alemania (AfD). En consecuencia, Mohring anunció su renuncia al liderazgo de la CDU local que ostentaba desde 2014, mientras que Walk permanecerá como secretario general.

La crisis política en Turingia se desató tras las elecciones en Octubre pasado, pasados 2 meses de negociaciones se alcanzó un pacto de gobierno entre AfD, CDU y el liberal Partido Democrático Libre (FDP), que ungió al líder del FDP como gobernador-presidente del estado. Este acuerdo significó un quiebre respecto del veto que la CDU había impuesto a AfD, y ocasionó una crisis nacional que llegó a desatar la renuncia de la líder nacional de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, a quien Merkel había elegido como su sucesora.

El líder de La Izquierda en Turingia, Bodo Ramelow, se mostró exultante al confirmarse el éxito de las negociaciones para volver al poder.

El nuevo acuerdo de gobierno en Turingia devolverá al poder en Marzo al líder estatal de La Izquierda, Bodo Ramelow, pero en capacidad interina, ya que se prevén nuevas elecciones en Abril de 2021.

Haga clic para comentar

Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión

Deja una Respuesta

Alemania

Alemania oficialmente en recesión: La producción industrial se derrumbó en marzo y completa dos trimestres seguidos de caída

Publicado

en

La economía más importante de Europa está entrando en un fuerte periodo recesivo. La industria cayó un 3,4% en marzo y las ventas minoristas acumulan 4 meses de variaciones negativas. El socialista Scholz cede ante la presión y prepara un estricto ajuste para ordenar las finanzas públicas.

La situación económica de Alemania empeora día tras día. La actividad industrial registró una fuerte caída del 3,4% solamente al término de marzo, eliminando prácticamente la totalidad del rebote observado entre enero y febrero.

La economía alemana entró oficialmente en recesión tras haber caído por dos trimestres consecutivos entre septiembre de 2022 y marzo de 2023. La producción fabril acumula una retracción significativa de hasta el 10,4% con respecto a noviembre de 2017 (el máximo histórico alcanzado).

El desempeño sobre las ventas minoristas fue aún peor. La Oficina Federal de Estadísticas de Alemania confirmó que el comercio minorista se desplomó un 2,4% en marzo, la cuarta caída consecutiva. Las ventas comerciales sufrieron un derrumbe del 7,6% desde que el Partido Socialdemócrata asumió las riendas del Gobierno en diciembre de 2021.

Además, la inflación continúa marcando un récord por encima del 7% interanual a pesar del ajuste de tasas del Banco Central Europeo que aún es insuficiente. Las exportaciones están en caída y el sistema energético alemán no fue capaz de adaptarse eficientemente al shock por la guerra en Ucrania debido a la excesiva dependencia de la “transición ecológica”, y las tarifas locales de luz y gas están en máximos históricos.

Actividad industrial de Alemania entre 2004 y 2023.

Para el gobierno del socialista Olaf Scholz la amenaza recesiva significa, además, un costo sideral en materia de orden fiscal porque se espera una caída casi inmediata sobre los recursos tributarios atados al nivel de actividad.

Alemania cerró el año 2022 con un déficit fiscal consolidado del 2,62% del PBI, principalmente impulsado por los paquetes de ayuda fiscal en respuesta a la guerra de Ucrania, y a partir del último trimestre una sustancial caída de la recaudación. No solo se compromete la estabilidad de la deuda pública y la calificación crediticia de los bonos soberanos alemanes, sino que además se corre el riesgo de incumplir (una vez más) con los criterios de convergencia de Maastricht.

Esto encendió todas las alarmas en el gobierno de izquierda, que encabeza el Partido Socialista (SPD) pero que también cuenta en la coalición con el ecologista Partido Verde (Grüne) y el Partido Liberal (FDP).

Por estas razones, el oficialismo cedió ante la presión y se prepara para desplegar un ajuste presupuestario de hasta 22.000 millones de euros para el año fiscal 2024, que recaerá sobre todas las partidas del gasto público con la sola excepción del gasto en defensa

Este rumbo fue principalmente defendido por el ministro de Finanzas alemán Christian Lindner, líder del FDP. La mitad del ajuste previsto se llevará a cabo por medio de un recorte nominal de entre el 2% y el 3% sobre los gastos asignados a todos los ministerios.

Sin embargo, la coalición “semáforo” del oficialismo no demuestra ni la más mínima previsibilidad. Mientras el Partido Democrático Libre (FDP) demanda un mayor ajuste fiscal y ciertas reducciones impositivas puntuales, los socialdemócratas no tienen ninguna posición definida y la izquierda en el Partido Verde presiona para subir los impuestos en plena recesión.

Asimismo, los recortes patrocinados por el FDP entran en conflicto con la agenda radical de los verdes, que pretendía desembolsar paquetes millonarios para “protección climática” para los presupuestos de los años fiscales 2024 y 2025. Las disputas ideológicas internas se tornan cada vez más irresolubles, aunque Scholz parece inclinarse hacia una postura más favorable a los recortes presupuestarios.

Seguir Leyendo

Alemania

Alemania entra oficialmente en recesión: De la mano del Socialismo, la actividad se desplomó por dos trimestres consecutivos

Publicado

en

La “coalición semáforo” liderada por el Partido Socialista no fue capaz de mantener la recuperación pos-pandemia y el país volvió a caer en recesión, mientras la inflación continúa por encima del 7%, la más alta en 40 años.

La economía alemana entró oficialmente en recesión, ya que la actividad económica se desplomó un 0,5% en el primer trimestre y acumuló otra caída del 0,3% en el último cuarto del año pasado. De esta forma, el motor tradicional de la economía europea falla en recuperarse de la pandemia y sin dudas esto tendrá un impacto en el dinamismo de otros países del viejo continente.

El gobierno socialista de Olaf Scholz consiguió una tímida recuperación pos-pandemia, pero no pudo mantenerla en el tiempo, y Alemania oficialmente registró una caída de su actividad por primera vez desde 2008, sin contar el año entero que pasó bajo cuarentena.

De hecho, el PBI alemán abandonó la tendencia de crecimiento que mantenía antes de la pandemia. De haber seguido creciendo al ritmo en que lo hizo entre 2013 y 2019, la economía alemana hoy debería ser por lo menos un 6,5% más grande del nivel que efectivamente se observa. Esta brecha es creciente, y es un fenómeno que se generaliza para casi la totalidad de los países de la Unión Europea.

El consumo de los hogares fue el principal factor explicativo que empujó a la recesión, ya que se derrumbó un 1,2% solamente en los primeros tres meses del año. Esto ya fue anticipado por la fuerte retracción en las ventas del comercio minorista entre diciembre de 2022 y febrero de 2023. 

La inversión fue el único componente del PBI que demostró cierta recuperación y empujó la economía hacia adelante (con un salto del 3,9% en inversión bruta interna fija), pero la débil posición de las exportaciones y el comportamiento del consumo público no pudieron acompañar el proceso.

Evolución del PBI alemán entre 2001 y 2023.

La llamada “coalición semáforo” que lidera el Partido Socialista (SPD) pero de la que también es parte el Partido Verde (Grune) y el Partido Liberal (FDP), fracasó irremediablemente a la hora de atender los principales problemas de la economía alemana: el deterioro de la actividad y el salto de los precios.

Las políticas fiscales expansivas dispuestas por el Gobierno de Scholz solo contribuyeron a profundizar el déficit, y la economía puso el freno de mano ante semejante descalabro. El desequilibrio financiero del sector público aumentó del 1,7% del PBI al 2,62% entre el segundo y el cuarto trimestre de 2022.

El tamaño del Estado alemán creció en casi 5 puntos del PBI con respecto al nivel que tenía antes de la pandemia, y como se compone principalmente por transferencias y no por consumo propiamente dicho, constituye un peso muerto que debe ser compensado con mayor presión tributaria (que afecta negativamente al nivel de actividad).

La tasa de inflación interanual de Alemania alcanzó el 7,2% al cierre de abril, y si bien mostró una cierta moderación con respecto al récord de 8,8% observado en octubre del año pasado, todavía persiste en los niveles más altos de los últimos 42 años. El país entró formalmente en el primer episodio de estanflación desde la década de 1980.

La tasa de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) aún es fuertemente negativa en términos reales, fue apostada en el 3,75% anual desde el mes de mayo. Asimismo, La presidente Christine Lagarde no es capaz de explicar cómo será su estrategia para normalizar la abultada hoja de balance de la institución.

Seguir Leyendo

Alemania

Alemania rumbo a la recesión: Sigue cayendo el consumo y el déficit fiscal se aproxima a romper las reglas de la Unión Europea

Publicado

en

El comercio minorista acumuló una retracción del 11,2% con respecto a marzo del año pasado y el PBI cayó un 0,5% en el cuarto trimestre. El déficit fiscal sigue subiendo por el aumento de las erogaciones y la caída de la recaudación, amenazando los criterios de responsabilidad fiscal de Maastricht.

La probabilidad de una recesión en Alemania es cada vez más certera. El PBI sufrió una caída del 0,5% en el último trimestre de 2022, y 0,1% en comparación al nivel del mismo período en 2021. Los mercados descuentan una segunda caída para el primer trimestre de este año, principalmente impulsada por la retracción del consumo y la persistencia de la inflación (con la consecuente suba de las tasas de interés).

Las ventas del comercio minorista cayeron abruptamente hasta un 11,2% entre marzo de 2022 y marzo de este año, un indicador de alta frecuencia que normalmente anticipa la evolución del gasto real de los consumidores. De hecho, este indicador ya se encuentra en niveles aún más bajos de los que tenía en febrero de 2020, antes de la pandemia.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la economía alemana retrocederá por lo menos un 0,1% en el acumulado anual de 2023, y la caída se concentrará principalmente en el primer semestre del año. La política energética del Gobierno de Olaf Scholz solo profundiza todavía más la recesión porque encarece dramáticamente los costos de la energía. Alemania se despidió de la energía nuclear, algo completamente incomprensible incluso desde la perspectiva de la contaminación.

La política fiscal del Gobierno socialista no muestra signos de responsabilidad. El déficit del sector público alemán escaló al 2,62% del PBI en el cuarto trimestre de 2022 según estimaciones oficiales, siendo así el segundo trimestre de aumento consecutivo. El déficit se acerca peligrosamente al límite fijado por las cláusulas de Maastricht, que postulan un tope del 3% del PBI incluyendo el pago de intereses de deuda pública.

Asimismo, las estimaciones alternativas del Instituto Económico Alemán sugieren que el Gobierno sí incumplió con los criterios de Maastricht, pero esto no se reflejó en las estadísticas oficiales por medio del uso de la “contabilidad creativa” sobre una cartera de fondos especiales. 

Finanzas públicas de Alemania entre 1998 y 2022.

En los últimos años Alemania se había posicionado como uno de los pocos países en la Unión Europea capaz de cumplir efectivamente los criterios de responsabilidad fiscal establecidos en 1998 (la mayor parte de los países decidió incumplir el tratado), y la regla solo se postergó temporalmente en situaciones extremas como la Gran Recesión de 2008 o la pandemia. Pero esta vez, y bajo el comando socialdemócrata del Gobierno, ya no hay un sendero claro para retornar al equilibrio fiscal

El aumento del déficit fiscal fue explicado tanto por un aumento de las erogaciones como por la caída de la recaudación. Scholz aprobó un paquete de “estímulo fiscal” de hasta 200.000 millones de euros para su aplicación hasta 2024, a fin de subsidiar las tarifas residenciales de la energía eléctrica y “combatir los efectos de la inflación”. Esta fue la causa principal en el aumento de las nuevas erogaciones presupuestadas.

Al mismo tiempo, la ralentización de la actividad económica impactó negativamente en la recaudación impositiva, junto con algunas medidas tributarias focalizadas al sector energético.

Seguir Leyendo

Tendencias