
China consideraría ayudar a EEUU a combatir el fentanilo a cambio de reducir aranceles
La dictadura china es acusada de abastecer de fentanilo a los cárteles de la droga en México y Canadá.
Hace algunos días, en medio de las intensas disputas comerciales con China, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó nuevas críticas contra la dictadura china de Xi Jinping, al que responsabilizó por continuar abasteciendo de fentanilo a los cárteles de la droga en México y Canadá, desde donde -posteriormente- la sustancia ingresa a suelo estadounidense.
El mandatario republicano reiteró su pedido a Beijing para que detenga estas acciones, a pesar de que las autoridades chinas afirmaron en marzo pasado que implementaron supuestos “controles muy estrictos” para combatir este problema.
No obstante, en este escenario de tensiones crecientes y el enfrentamiento comercial con Washington, Beijing podría dar marcha atrás y abrir una nueva vía de diálogo, centrada justamente en la lucha contra el tráfico de fentanilo.
Según lo publicado por The New York Times, altos representantes del régimen chino estarían considerando un acercamiento que implique fortalecer la colaboración bilateral en este asunto, con el objetivo de reducir las fricciones en la prolongada disputa arancelaria entre ambas potencias.

El fentanilo como herramienta diplomática
Desde hace tiempo, China utilizó el control del fentanilo y de los componentes químicos necesarios para su fabricación como una herramienta diplomática en su vínculo con Estados Unidos. En 2019, por ejemplo, impuso una prohibición total sobre todas las formas del opioide como parte de una estrategia para reducir las tensiones comerciales durante el primer mandato de Donald Trump. Esta decisión se produjo luego de que el entonces presidente norteamericano acusara a Beijing de no actuar con suficiente firmeza para frenar la circulación del narcótico.
Más recientemente, la administración estadounidense aumentó la presión para que el gobierno chino tome acciones concretas respecto a los precursores del fentanilo. Como resultado, se clausuraron vacíos legales que permitían el envío de pequeñas cantidades de estos químicos hacia EE.UU.
A su vez, la Casa Blanca respaldó la implementación de nuevos aranceles de hasta un 10%, usando esta problemática como justificación. En respuesta, Beijing aplicó tarifas del mismo nivel y advirtió que estaba preparada para “combatir hasta las últimas consecuencias” ante lo que describió como una forma de “extorsión”.

No obstante, ahora China parece estar explorando alternativas para reabrir canales de negociación. Según información publicada por The New York Times, Beijing estaría considerando presentar una propuesta de cooperación reforzada en materia de lucha contra el fentanilo, que incluiría el posible viaje a la capital estadounidense de Wang Xiaohong, el máximo responsable de seguridad interna del país.
Wang, además de ser un colaborador cercano del dictador Xi Jinping, dirige la Comisión Nacional para el Control de Narcóticos. De acuerdo con las fuentes citadas, este gesto buscaría allanar el camino para pactos bilaterales orientados a una reducción de aranceles, abriendo una vía menos conflictiva en el escenario internacional.
Sin embargo, pese a los esfuerzos en el plano diplomático, el tráfico de fentanilo sigue representando un reto tanto político como técnico. Shen Dingli, un académico especializado en relaciones internacionales con sede en Shanghái, sostiene que China tiene plena capacidad para contener este problema.
“China es uno de los países más efectivos del mundo en términos de control”, afirmó el experto, quien señaló no tener conocimiento de los eventuales planes de Beijing para abrir una negociación en torno al fentanilo. Y agregó: “El problema del fentanilo nunca ha sido un problema técnico insoluble. Solo es un problema político que podría resolverse en segundos si hubiera sinceridad”.
El régimen chino rechazó reiteradamente las acusaciones de ser responsable de la crisis de sobredosis que afecta a territorio estadounidense, sosteniendo que el origen del problema está en las condiciones sociales internas de ese país.
Mientras la dictadura china busca caminos para reactivar las negociaciones comerciales, el avance en la cooperación sobre el fentanilo podría convertirse en una pieza clave para inaugurar una nueva etapa de diálogo entre ambas potencias globales.
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