
Trump echó a Mike Waltz como máximo consejero en seguridad
El premio consuelo será ir como embajador de las Naciones Unidas. El cargo de Seguridad Nacional será ocupado interinamente por Marco Rubio
El presidente estadounidense Donald Trump anunció el jueves una reestructuración significativa en su equipo de seguridad nacional, nominando a Mike Waltz como embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas y designando al secretario de Estado, Marco Rubio, como asesor de seguridad nacional de forma interina. El anuncio fue realizado a través de Truth Social, la red social de Trump.
Trump elogió a Waltz por su servicio militar, su trayectoria en el Congreso y su desempeño como asesor de seguridad nacional. ''Sé que hará lo mismo en su nuevo rol'', afirmó el presidente.
Mientras tanto, Rubio asumirá temporalmente la asesoría en seguridad nacional, al mismo tiempo que mantiene sus funciones al frente del Departamento de Estado, en lo que Trump describió como parte del esfuerzo por ''hacer a América y al mundo seguros nuevamente''.

La salida de Waltz del puesto de asesor de seguridad nacional se produce tras semanas de incertidumbre y controversia. A mediados de marzo, Waltz cometió un error al agregar por accidente a Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic un medio crítico de Trump, a un grupo de chat en la aplicación Signal donde se discutían ataques aéreos confidenciales en Yemen.
Aunque Trump inicialmente lo respaldó públicamente, afirmando que ''Waltz ha aprendido la lección'', fuentes cercanas al entorno presidencial señalaron que su salida era inevitable, aunque Trump habría optado por retrasar su despido para no generar inestabilidad durante sus primeros 100 días en la presidencia.
El error conocido como ''Signalgate'' no fue el único motivo de la caída de Waltz. También se le criticó por no mostrar suficiente deferencia hacia la jefa de gabinete Susie Wiles y por antiguos comentarios anti-Trump.

Waltz, excongresista por Florida y veterano de guerra, también trabajó durante la administración de George W. Bush como asesor de contraterrorismo del entonces vicepresidente Dick Cheney.
Este vínculo con el ala más intervencionista del Partido Republicano ha sido motivo de fricción con Trump, quien ha criticado a figuras como Cheney por ser ''belicistas''.
Trump no mencionó a Waltz durante su intervención en el evento del Día Nacional de Oración, aunque sí elogió a otros miembros del gabinete, como el secretario de Defensa Pete Hegseth.

El nombramiento de Waltz como embajador ante la ONU se produce tras la retirada de la congresista Elise Stefanik, quien había sido anunciada como la candidata original en noviembre de 2024.
Stefanik se bajó del proceso de confirmación el mes pasado debido a preocupaciones sobre la estrecha mayoría republicana en la Cámara de Representantes. En una entrevista con Fox News, Stefanik explicó que su permanencia en el Congreso era crucial tanto para mantener el control republicano como para combatir la ''corrupción demócrata'' en Nueva York.
Trump respaldó públicamente la decisión de Stefanik, señalando que su permanencia en el Congreso es clave para aprobar reformas fiscales históricas, fomentar la creación de empleos y garantizar la seguridad fronteriza. ''Con una mayoría muy ajustada, no quiero arriesgarme con otro candidato para el escaño de Elise'', escribió Trump en Truth Social.

Mientras tanto, circulan varios nombres como posibles reemplazos permanentes de Waltz en el Consejo de Seguridad Nacional. Entre ellos se mencionan a Steve Witkoff, amigo cercano de Trump y enviado especial a Medio Oriente; Michael Anton, actual director de planificación política de la Casa Blanca; y David Friedman, exembajador en Israel.
Anton, conocido por su ensayo ''The Flight 93 Election'', que respaldó fuertemente el voto a Trump en 2016, cuenta con el respaldo del vicepresidenteJD Vance y otros aliados clave.
Durante su primera presidencia, Trump nombró a Nikki Haley y Kelly Craft como embajadoras ante la ONU. En esta nueva administración, Trump ha reducido significativamente la participación de Estados Unidos en corruptos organismos de la ONU, como el Consejo de Derechos Humanos, y ha recortado la financiación a programas de ayuda humanitaria.
En febrero, firmó una orden ejecutiva reafirmando su postura: ''Siempre he sentido que la ONU tiene un enorme potencial, pero no está bien gestionada''. También criticó la falta de apoyo de la organización en la resolución de conflictos globales.
Con el nombramiento de Waltz, Trump espera un enfoque más firme y alineado con su visión de ''América primero'' en el ámbito internacional.

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