
Comenzó el cónclave y los obispos ya dan por ganador a Pietro Parolin
Hoy por la mañana se dio inicio al cónclave que definirá al sucesor del Papa Francisco y los obispos ya tienen un favorito.
Este martes por la mañana comenzó el cónclave en el cual se discutirá y se decidirá el sucesor del fallecido Papa Francisco. A pesar de que aún no hay un claro ganador, los obispos dan por sentado que el italiano Piero Parolin será el próximo Papa.
Un comentario fuera de micrófono captado durante la misa matutina en la Basílica de San Pedro, pocas horas antes del inicio del cónclave, ha intensificado las especulaciones sobre quién será el sucesor del papa Francisco.
Durante la tradicional misa Pro eligendo Pontifice, celebrada frente a los 133 cardenales electores, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, se inclinó hacia el cardenal Pietro Parolin y le susurró: ''Auguri... doppi'', que en español se traduce como “felicidades por partida doble”.
Comenzó el cónclave y los obispos ya dan por ganador a Pietro Parolin
Esta frase, acompañada de una sonrisa, ha sido interpretada como un gesto cargado de simbolismo y ha generado una oleada de reacciones en redes sociales y medios italianos.
Las interpretaciones sobre el comentario del decano apuntan en dos direcciones. Por un lado, podría tratarse de una felicitación anticipada por el papel que Parolin desempeñará durante el cónclave, ya que, como Secretario de Estado del Vaticano y el cardenal elector más antiguo entre los menores de 80 años, le corresponde presidir las sesiones del cónclave.
Por otro lado, muchos observadores creen que podría ser una señal sobre su probable elección como nuevo sumo pontífice.
Pietro Parolin, de 70 años, ha ocupado el cargo de Secretario de Estado del Vaticano desde 2013, una de las posiciones más poderosas dentro de la Curia romana.

Su longevidad en ese puesto bajo el pontificado de Francisco, así como su cercanía personal con el papa saliente, han reforzado su perfil como uno de los principales papables, es decir, candidatos con posibilidades reales de ser electos papa.
La fortaleza de Parolin como aspirante al papado se basa en varios elementos clave. En primer lugar, su experiencia diplomática es ampliamente reconocida. Antes de su rol actual, se desempeñó como nuncio apostólico en Venezuela y trabajó por años en la Secretaría de Estado, lo que le ha proporcionado un profundo conocimiento de los asuntos internacionales y de la diplomacia vaticana.
Este perfil es especialmente valorado en un contexto global marcado por conflictos, crisis migratorias y tensiones geopolíticas.
En segundo lugar, Parolin es considerado un moderado, tanto teológica como políticamente. Esto lo posiciona como una figura de consenso capaz de unir a distintos sectores del Colegio Cardenalicio.

No pertenece ni al ala más conservadora ni al sector más progresista, lo cual podría facilitar su aceptación por parte de una mayoría que busca continuidad con el legado pastoral y aperturista de Francisco, sin provocar divisiones internas.
Además, su estilo sobrio, discreto y pragmático ha sido visto como un activo en la gestión de los asuntos internos del Vaticano. Se le atribuye una participación clave en las reformas administrativas impulsadas por Francisco, así como un papel estabilizador durante momentos de tensión institucional.
Durante la misa previa al cónclave, el cardenal Giovanni Battista Re pidió que el nuevo papa sea ''el que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo''.

En su homilía, Re subrayó que los electores deben ''abandonar cualquier consideración personal'' y centrarse en ''el bien de la Iglesia y de la humanidad''.
Aunque el primer escrutinio del cónclave está previsto para la tarde del mismo día, la atmósfera en el Vaticano ya se encuentra cargada de expectativas. El comentario del cardenal Re ha añadido una dimensión simbólica que muchos interpretan como una señal a favor de Parolin.
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