
El Vaticano se prepara para el cónclave sin un claro sucesor para el papa Francisco
Los 133 electores debatieron en Roma sobre el futuro líder de la Iglesia, en medio de escándalos y desafíos globales
Los cardenales de la Iglesia católica concluyeron el martes sus encuentros previos al cónclave, aún sin un claro favorito para suceder al papa Francisco. Las reuniones se centraron en definir el perfil ideal del próximo pontífice, alguien capaz de guiar a una institución golpeada por escándalos y con necesidad de reconectar con las nuevas generaciones.
Los 133 cardenales con derecho a voto, procedentes de 70 países, coincidieron en que el próximo papa debía ser más que una figura conservadora o progresista. En palabras del cardenal William Seng Chye Goh, arzobispo de Singapur, "¡necesitamos un superhombre!"
Un cónclave marcado por desafíos internos y externos
La Iglesia enfrenta una combinación de crisis que van desde los abusos sexuales hasta la burocracia disfuncional en el Vaticano. A esto se suma la pérdida de fieles en Europa, las dificultades financieras de la Santa Sede y la creciente secularización global.
Aunque Francisco nombró a la mayoría de los electores —108 de los 133—, el ambiente previo al cónclave reveló que muchos de ellos apenas se conocían, lo que dificultó la construcción de consensos claros.

El martes, los cardenales celebraron su última congregación general. Como parte de los ritos de transición, se destruyeron el anillo del pescador y el sello papal de Francisco, sellando simbólicamente el fin de su pontificado.
Este miércoles por la tarde, los cardenales ingresarán en la Capilla Sixtina para comenzar el proceso electoral. En medio del canto de las Letanías de los Santos, jurarán secreto absoluto y escucharán una meditación inicial. Luego, emitirán el primer voto.
Si ningún candidato alcanza los 89 votos necesarios (dos tercios), se realizarán hasta cuatro votaciones diarias —dos por la mañana y dos por la tarde— hasta que emerja un nuevo papa.
El próximo papa y el nuevo rostro global de la Iglesia
Más allá de la elección, varios prelados plantearon preocupaciones geopolíticas. La Iglesia crece en Asia y África, tanto en número de fieles como en vocaciones religiosas, mientras Europa enfrenta el vaciamiento de templos y la renuncia masiva de creyentes.
El reverendo filipino Robert Reyes recordó que Asia “está madura para la evangelización y la cosecha de vocaciones”. Por eso, el cardenal Luis Antonio Tagle ha sido mencionado como posible primer papa asiático.

También se alzó la voz del cardenal Oswald Gracias, arzobispo emérito de Mumbai, quien subrayó que “el centro de gravedad del mundo se está desplazando hacia Asia”. Para él, una Iglesia más asiática sería una contribución espiritual y cultural clave.
Aunque Gracias no participó por haber superado el límite de edad, India cuenta con cuatro cardenales votantes y Asia suma en total 23 electores, constituyendo el segundo bloque más grande, detrás de Europa, que suma 53 (probablemente 52, por una ausencia médica).
Uno de los temas más complejos en el horizonte del próximo papa será la relación con China.El acuerdo firmado en 2018 entre el Vaticano y Pekín sobre el nombramiento de obispos generó críticas de sectores conservadores, que lo vieron como una cesión ante el régimen comunista.
Aunque la Santa Sede defendió el pacto como “el mejor posible”, resta por ver si el nuevo pontífice mantendrá esa política. El futuro de unos 12 millones de católicos chinos podría depender de esa decisión.
Con el cónclave a punto de iniciar, el mundo católico espera por un líder que sepa unir tradición y modernidad, frente a una realidad cada vez más exigente.
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