
El nuevo presupuesto de ICE supera al de la mayoría de los ejércitos del mundo
Tras la aprobación de la One Big Beautiful Bill, ICE superará en presupuesto a potencias como Israel, Italia o Brasil.
En una decisión histórica que marca un antes y un después en la política migratoria estadounidense, el Congreso de los Estados Unidos aprobó recientemente el ambicioso proyecto de ley impulsado, denominado One Big Beautiful Bill, por el presidente Donald Trump.
La iniciativa transforma al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en la mayor agencia de seguridad interior del país, con un presupuesto que supera al de la mayoría de los ejércitos del mundo, incluido el de potencias como Israel, Italia o Brasil.
Esta ley de presupuesto, que representa el compromiso de Trump con la seguridad fronteriza y la soberanía nacional, contempla una financiación sin precedentes para el ICE: 150 mil millones de dólares distribuidos a lo largo de cuatro años, lo que equivale a un promedio anual de 37.500 millones de dólares.

Esta cifra coloca al presupuesto del ICE por encima del gasto militar de al menos 180 países, dejando atrás a naciones como Italia (30.800 millones), Israel (30.000 millones), Países Bajos (27.000 millones) y Brasil (26.100 millones), según datos del Global Fire Power.
Este paso firme responde al creciente reclamo de los ciudadanos estadounidenses que exigen control, orden y cumplimiento de la ley en el manejo de la inmigración ilegal. Bajo la administración de Trump, el ICE contará con los recursos necesarios para proteger la frontera, garantizar la deportación de quienes violan las leyes migratorias y resguardar la seguridad nacional.
Además, el proyecto de ley contempla una inversión de 45.000 millones de dólares para ampliar el sistema de detención de inmigrantes ilegales, con el fin de albergar tanto a adultos solteros como a familias. Esto representa un incremento trece veces superior al presupuesto previo de detención del ICE, lo que permitirá una infraestructura acorde a las necesidades actuales del país.

La ley también destina otros 29.900 millones de dólares a reforzar la capacidad operativa del organismo. Estos fondos estarán destinados a la contratación de nuevos agentes, adquisición de vehículos y contratación de servicios de transporte para facilitar traslados entre centros de detención y ejecutar las deportaciones correspondientes de forma más eficiente.
Un cambio radical
Esto marca un fuerte cambio respecto a la anterior administración demócrata del expresidente Joe Biden, cuando Estados Unidos vivió una crisis migratoria sin precedentes. Millones de inmigrantes ilegales cruzaron la frontera sur en apenas unos años, aprovechando la política de fronteras abiertas, la eliminación de controles eficaces y un discurso que alentó la inmigración ilegal.
Esta ola de indocumentados no solo generó una presión insostenible sobre los recursos estatales y locales, sino que también facilitó el ingreso de individuos con antecedentes penales, incluyendo asesinos, narcotraficantes y miembros de peligrosas organizaciones criminales.
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