
Otra gigante explosión en una fábrica de pólvora sacude a Irán
Una masiva explosión se registró en una empresa de fabricación de explosivos en la provincia iraní de Isfahan, en el centro del país.
El martes 29 de abril, una explosión en la empresa de fabricación de explosivos Ava Nar Parsian Chemical Industries, ubicada en la provincia central de Isfahan, Irán, dejó al menos una persona muerta y dos heridas por quemaduras.
El estallido ocurrió a las 10:30 a.m. en un almacén de la compañía situado en la ciudad de Meymeh, según informó Mansour Shisheforoush, director general de gestión de desastres del gobierno provincial.
Los equipos de emergencia, incluidos bomberos y la Media Luna Roja, fueron desplegados rápidamente al lugar, y los heridos fueron trasladados a centros médicos cercanos. La estructura del almacén resultó dañada, especialmente el techo, y las causas del incidente aún se encuentran bajo investigación.

Ava Nar Parsian es una de las principales compañías iraníes dedicadas a la fabricación de explosivos industriales, incluyendo más de 50 tipos de fuegos artificiales, pólvora para caza y materiales para minería.
Opera bajo la supervisión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, la máxima autoridad iraní en temas de seguridad. Documentos oficiales revelan que ciertas decisiones dentro de la empresa están bajo el control de la ''Organización de Protección de Inteligencia para la Gestión de Armas y Municiones de la provincia de Isfahan'', lo que refuerza su conexión con el aparato militar y de inteligencia iraní.
Según investigaciones del medio Iran International, la empresa podría tener vínculos con programas militares. Uno de sus altos ejecutivos, Damoun Beheshtnejad, fue previamente gerente en Nargostar Sepahan, otra instalación química en Isfahan que sufrió una explosión en junio de 2021.

En ese entonces, The Guardian informó que el complejo albergaba a HESA (Iran Aircraft Manufacturing Industrial Company), un actor clave en el programa de drones de la República Islámica.
La explosión en Isfahan es la más reciente en una alarmante ola de incidentes similares que han afectado a Irán en los últimos días. En tan solo cuatro días, al menos 73 personas han perdido la vida en una serie de explosiones en distintas regiones del país.
Entre los casos más graves se encuentra la explosión del sábado 26 de abril en el puerto de Shahid Rajaei, en Bandar Abbas, que causó la muerte de al menos 70 personas. Este incidente ha sido atribuido oficialmente a violaciones de seguridad y a la mala declaración de materiales peligrosos, descartando sabotaje o intervención extranjera.

Otro incidente ocurrió el lunes en un depósito de combustible en Zahedan, en el sureste del país, donde un incendio provocó la muerte de una persona y dejó a otras dos gravemente heridas, según la organización local de derechos humanos Hal Vash.
La coincidencia temporal de estos estallidos con la tercera ronda de conversaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos en Omán ha despertado especulaciones en medios israelíes y árabes sobre posibles vínculos o causas encubiertas.
Sin embargo, las autoridades iraníes insisten en que se trata de incidentes aislados relacionados con fallos internos de seguridad.
Mientras tanto, la población iraní sigue con preocupación el creciente número de incidentes industriales letales, en un contexto de tensiones políticas internas, presión internacional y una infraestructura envejecida que plantea serios desafíos para la seguridad nacional. Las investigaciones continúan para determinar las causas exactas de las explosiones y prevenir nuevos episodios similares.

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