La Derecha Diario Por qué el pedido de Annobón puede ser una trampa por el reclamo de las Islas Malvinas
Luego de que el caso de la isla africana de Annobón haya tomado gran importancia, se descubrió una relación entre las pretensiones de los africanos y la corona británica.
En los últimos días, el caso de la isla de Annobón, perteneciente a Guinea Ecuatorial ha sido un tema constante de conversación, a raíz de que el ''primer ministro'' annobonés Orlando Cartagena Lagar haya solicitado a la República Argentina una especie de unificación entre sus poblaciones.
El caso ha tomado más notoriedad, luego de que a través de las redes sociales, este haya ido mucho más allá y fuese tratado como una intención por parte de la población africana, de ser anexada por la República Argentina.
La realidad es que a muchísimos kilómetros de distancia, en el continente africano, la remota isla de Annobón ha sido sometida durante un largo tiempo a condiciones infrahumanas en el plano socio-económico por parte de una dictadura comunista.
Tras haber declarado su independencia (de manera unilateral y sin el reconocimiento de otras naciones) las autoridades de la isla han realizado un peculiar reclamo a la Argentina. Los mismos buscan convertirse en estado asociado del país sudamericano, así como estrechar sus vínculos tras afirmar similitudes en la herencia del Virreinato del Río de la Plata.
Por qué el pedido de Annobón puede ser una trampa por las Islas Malvinas
Sin embargo, la situación no es tan sencilla como podría imaginarse, ya que existen demasiadas vinculaciones al reclamo británico sobre las Islas Malvinas que podrían resultar contraproducentes para nuestro país.
Uno de los ejemplos más claros acerca de esto es la auto-declaración de la población isleña como ''Pueblo de Annabon''. De acuerdo a las normas del derecho internacional, para que se consagre la existencia de un pueblo, debe existir una nación soberana que esté representada por ese pueblo, con su debido reconocimiento.
El concepto de pueblo, al estar estrechamente relacionado con la territorialidad, está regido exclusivamente por el derecho interno de cada país. Esto lleva a los diferentes países a poseer la potestad de reconocer uno o más pueblos en su territorio (como es el caso de Bolivia).
En el caso particular de Guinea Ecuatorial, la propia constitución del país, así como el proceso de descolonización propulsado por las Naciones Unidas, establecen la existencia de un solo pueblo en el país.
De acuerdo a las normas del derecho internacional, el reconocimiento de Annobón como un pueblo, colisionaría de manera directa con el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas por parte de la Argentina.
Las posibles maneras de que la población de Annobón se convierta en un pueblo serían por lo tanto, el reconocimiento por parte del derecho interno del régimen comunista de Guinea Ecuatorial o bien un referéndum constitucional que reconozca la pluralidad de pueblos.
Este pretexto podría ser un factor que podría ser aprovechado por elReino Unido para inclinar la cancha a su favor en la disputa diplomática por las Islas Malvinas. Es que de reconocer una población como pueblo (en este caso que la Argentina reconozca al ''pueblo'' annobonés) también estaría reconociendo a la población de las
islas heredadas por Argentina como británicas.
Frente a la presencia de los conocidos ''kelpers'' en las Malvinas, Argentina extiende a la misma como población inglesa, por ser una población implantada y no autóctona.
La misma Asamblea General de la ONU que en un momento reconoció el proceso de descolonización de Nueva Guinea, a su vez mantiene en su agenda de descolonización el caso de Malvinas, en el cual le otorga la razón a la República Argentina al negarles la calificación de pueblo a quienes habitan ahí actualmente.
Por otro lado, la República Argentina se apega al principio de integridad territorial, que establece que los estados tienen el derecho de la defensa y la soberanía de la totalidad de su territorio.
En simultáneo, la estrecha relación de Guinea Ecuatorial con el Reino Unido no es nueva, ya que al momento de la creación del país africano, se habría firmado un acuerdo para permitir que la corona arroje residuos tóxicos en las aguas de la isla de Annobón.
Varios periodistas afiliados a la embajada británica como Hugo Alconada Mon y asociaciones financiadas por la corona del Reino Unido como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, han brindado un gran apoyo a la causa annobonesa.
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