Soros y Clinton conspiraron para que Trump no llegue a la Casa Blanca en 2016
Documentos del llamado anexo Durham desclasificados esta semana prueban el trabajo en conjunto de la Open Society con Hillary Clinton para que Trump no llegue a la presidencia.
Documentos de inteligencia desclasificados recientemente muestran que dos altos ejecutivos de la fundación Open Society del multimillonario George Soros mantuvieron conversaciones confidenciales con el Comité Nacional Demócrata y el equipo de campaña de Hillary Clinton en 2016.
Dichas conversaciones estuvieron centradas en impulsar una narrativa que acusara al entonces candidato republicano Donald Trump de conspirar con el gobierno deVladímir Putin para que Rusia interfiriera en su favor en la elección presidencial del 2016.
La inteligencia desclasificada forma parte del llamado anexo Durham, esto es, la investigación realizada por el exfiscal federal John Durham del RussiaGate. Casualmente, los documentos de la pesquisa fueron encontrados la semana pasada guardados en bolsas para quemar en una pieza secreta ubicada en los cuarteles generales del FBI.
Soros y Clinton se saludan en un evento durante la presidencia de Bill Clinton. | La Derecha Diario
Hillary, con la ayuda de Soros, buscaba ocultar su corrupción.
Los documentos revelan que miembros del círculo íntimo de Soros sostuvieron conversaciones con la entonces presidenta del Comité Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, a principios de 2016 sobre cómo difamar a Trump y desviar la atención del "creciente escándalo de corrupción" que rodeaba a Clinton.
Estos ejecutivos de alto nivel, de nombres Leonard Benardo y Jeffrey Goldstein, discutieron con Wasserman Schultz sobre las consecuencias negativas de que donantes de la Fundación Clinton tuvieran acceso preferencial a Hillary y la forma de eliminar esta información comprometedora que aparecía en los correos de la ex primera dama.
Cabe recordar que, el año anterior a estas conversaciones, cuando Clinton era la secretaria de Estado del gobierno de Obama, se habían eliminado más de 30.000 correos electrónicos de un servidor privado que Clinton usaba, con el FBI confirmando posteriormente que los mensajes incluían "información muy sensible y altamente clasificada".
El hombre de confianza de Soros, Leonard Benardo. | La Derecha Diario
Obama intervino para pedir al FBI que no investigue a Clinton.
Según otro memorando de inteligencia de ese mismo año, el presidente Barack Obama no quería que este escándalo dañara el final de su presidencia, por lo que intentó presionar a su fiscal general para que interceda en la investigación del FBI sobre los emails de Clinton.
"Obama autorizó el uso de todos los mecanismos administrativos para eliminar posibles efectos negativos de la investigación del FBI sobre casos relacionados con la Fundación Clinton y la correspondencia por correo electrónico en el Departamento de Estado", detalla el memorando.
El Comité Demócrata temía que el escándalo de los emails disminuyera las posibilidades de que Clinton llegara a la Casa Blanca en 2016, lo que explica el porqué esta operación de inteligencia y de espionaje a gran escala para desacreditar a Trump fue lanzada.
Trump y Putin. | La Derecha Diario
El objetivo era demonizar a Trump.
En los archivos también se revela que la fiscal general de Obama estaba en contacto con la directora de la campaña de Clinton, y que la candidata demócrata estaba en proceso de discutir un plan con un alfil de Soros que tenía como objetivo a largo plazo "demonizar a Putin y Trump".
"Hillary aprobó la idea de que Trump y hackers rusos estaban interfiriendo en las elecciones estadounidenses", dice un email enviado por Benardo el 27 de julio de 2016. "Eso debería distraer a la gente de sus propios correos electrónicos desaparecidos… El objetivo es convertir a Rusia en un problema interno de EE.UU."
Benardo, quien actualmente es vicepresidente de la Open Society, dijo no recordar estos correos electrónicos al ser entrevistado por Durham años después, pero para el ex fiscal federal no hay dudas de que estos emails eran auténticos.
“El FBI de Obama no revisó ni investigó adecuadamente los informes de inteligencia que mostraban que la campaña de Clinton pudo haber estado fabricando esta narrativa falsa sobre Trump y Rusia para obtener ventajas políticas, lo que finalmente se hizo a través del expediente Steele y otros medios”, dijo el senador republicano Chuck Grassley en un comunicado.