
Trump anunció brutales medidas arancelarias contra Europa y escala la guerra comercial
Luego de que la Unión Europea amenace con aplicar duros aranceles contra el acero estadounidense, Trump advirtió que respondería de forma implacable
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer fuertes aranceles del 200% a las bebidas alcohólicas provenientes de la Unión Europea como respuesta a los aranceles del 50% impuestos por la UE sobre los productos espirituosos de Estados Unidos como respuesta a los aranceles del 25% que Trump había aplicado a las importaciones de acero y aluminio.
En un mensaje publicado en Truth Social, Trump advirtió que, si la UE no retiraba su arancel inmediatamente, Estados Unidos impondría este arancel sobre el vino, el champán y otros productos alcohólicos importados de países de la UE, y destacó que este movimiento sería beneficioso para la industria vitivinícola estadounidense.
Después de que Trump implementara sus aranceles sobre el acero y el aluminio, la UE respondió con medidas que incluyeron aranceles a productos estadounidenses por un valor de 26 mil millones de euros (28 mil millones de dólares), que entrarían en vigor en abril.

Estos aranceles afectaron a una amplia gama de productos, incluidos botes, bourbon y motocicletas. En respuesta a esta medida, Trump prometió imponer aranceles recíprocos sobre los productos de la UE, destacando que si les cobraba a los Estados Unidos, se cobraría de forma mutua.
Trump ha utilizado estas medidas comerciales como un medio para modificar las relaciones comerciales internacionales, defendiendo de manera acertada la idea de que los Estados Unidos han sido explotados por otras naciones, especialmente por la UE.
En sus comentarios, se refirió a la UE como “hostil” y “abusiva” y afirmó que fue formada para aprovecharse de Estados Unidos. En particular, criticó el arancel de la UE sobre el bourbon estadounidense, calificándolo de “desagradable”.

Este conflicto es parte de un patrón más amplio en el que la industria de los licores de Estados Unidos, especialmente la producción de bourbon y whiskey, se ha convertido en un objetivo frecuente de represalias comerciales.
Los injustos aranceles de la UE sobre los productos espirituosos estadounidenses fueron vistos como un golpe duro para una industria que había logrado avanzar en la reconstrucción de sus exportaciones hacia los países de la UE.
Chris Swonger, presidente del Consejo de Licores Destilados de EE. UU., expresó su decepción por los aranceles europeos y afirmó que esto socavaría los esfuerzos para mejorar las exportaciones de los licores estadounidenses en Europa.
El CEO de Brown-Forman, Lawson Whiting, que produce la famosa marca de whiskey Jack Daniel’s, también criticó estos aranceles impuestos por la UE, aunque comentó que lo más doloroso para la empresa fue la decisión de algunos minoristas en Canadá y Europa de retirar las bebidas alcohólicas estadounidenses de sus estanterías.

La industria vitivinícola italiana también se mostró preocupada por las amenazas de la Unión Europea, ya que se estima que podría costarles hasta mil millones de euros.
A lo largo de la administración de Trump, los aranceles han sido una herramienta clave para abordar los desequilibrios en la balanza comercial estadounidense.
A pesar de las escasas críticas, Trump ha mantenido firme su postura, advirtiendo sobre la necesidad de que Estados Unidos recupere el control de sus relaciones comerciales, y terminar con el “comercio estúpido” que ha caracterizado las negociaciones internacionales en los últimos años.

La disputa sobre los aranceles se intensificó con la medida de Estados Unidos de imponer aranceles adicionales del 25% sobre el acero y el aluminio, que entraron en vigor el miércoles.
Estos aranceles, que afectan principalmente a los productos de países como Canadá, China y la UE, fueron acompañados de una advertencia de aranceles aún más amplios sobre otros productos, como cobre, madera y vehículos, a menos que se dejen de atentar contra las distintas industrias estadounidenses.
La UE respondió con un paquete de medidas que incluyen aranceles a productos de Estados Unidos por un valor de 26 mil millones de euros, lo que incluye productos agrícolas, industriales y bienes de consumo como motocicletas y bourbon.

La disputa también ha provocado tensiones dentro de la industria estadounidense, particularmente en aquellos estados que producen los productos más afectados por los aranceles, como Kentucky y Tennessee, conocidos por la producción de bourbon.
Las empresas afectadas, como Brown-Forman, han tenido que adaptarse a un entorno comercial cada vez más impredecible, lo que ha creado incertidumbre tanto para los productores como para los consumidores.
Además, a pesar de las tensiones, las autoridades de la UE y Estados Unidos han comenzado a preparar conversaciones para abordar la disputa, pero no está claro cómo se resolverá este conflicto comercial creciente.

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