
Tulsi Gabbard revocó las autorizaciones de seguridad de 37 funcionarios demócratas
La jefa de los espías del gobierno estadounidense anunció la terminación de las autorizaciones de varios funcionarios que habían trabajado para Obama y Biden.
Este martes 19 de agosto, la Directora de Inteligencia Nacional (en inglés, DNI), Tulsi Gabbard, anunció la revocación inmediata de las autorizaciones de seguridad de 37 funcionarios actuales y anteriores del gobierno.
La medida se tomó bajo la dirección del presidente Donald Trump y apunta a personas vinculadas con agencias como la CIA, NSA, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.
Gabbard afirmó que dichos funcionarios politizaron o manipularon la inteligencia en beneficio propio, comprometiendo los principios constitucionales y el interés público. Con estas acciones, su acceso a sistemas clasificados, instalaciones, materiales e información fue cortado inmediatamente, y se ordenó la entrega de credenciales y la terminación de cualquier contrato vigente.

Entre los nombres más destacados en la lista están:
- Brett M. Holmgren, exsubsecretario de Estado para Inteligencia e Investigación.
- Richard H. Ledgett, exsubdirector de la NSA.
- Stephanie O’Sullivan, exsubdirectora principal de Inteligencia Nacional.
- Luke R. Hartig, exdirector Senior de Contra Terrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional.
- Yael Eisenstat, exoficial de la CIA y asesora en la Casa Blanca en temas de integridad electoral.
Entre los revocados de sus credenciales también figura el exjefe de Inteligencia del gobierno de Obama, James Clapper, quien participó del RussiaGate, la operación de inteligencia que sirvió para espiar a la campaña de Trump en las elecciones de 2016 acusándolo de conspirar con el gobierno ruso.

Los espías de Biden y Obama podrían ser imputados.
Según Gabbard, "estar en posesión de una autorización de seguridad es un privilegio, no un derecho". La jefa de los espías de Trump sostuvo que quien traicione su juramento a la Constitución y anteponga sus intereses a los de los estadounidenses rompe el "sagrado compromiso" adquirido al asumir ese cargo.
La acción se enmarca en una campaña más amplia del gobierno de Trump para purgar a funcionarios de seguridad de la era Obama y del gobierno de que han distorsionado o utilizado políticamente la inteligencia en los últimos años.
En medio de esta renovación, se anunció hace unos días que el Departamento de Justicia está evaluando presentar cargos contra estos oficiales de inteligencia que trabajaron para Obama y Biden y lo hicieron con un claro objetivo: perjudicar al gobierno de Donald Trump.

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