
Señalaron presunto uso de botox de Claudia Sheinbaum en redes sociales
Usuarios en redes sociales notaron un cambio en la apariencia de Sheinbaum, que gasta 100 mil pesos al mes en su imagen
La presidente de México, Claudia Sheinbaum, ha sido blanco de fuertes críticas en redes sociales tras difundirse versiones que señalan que presuntamente se sometió a un tratamiento estético con bótox.
Aunque no se ha confirmado de manera oficial, el tema ha generado un intenso debate en plataformas como X. Miles de usuarios cuestionaron la coherencia entre su imagen pública y sus decisiones personales.

Las principales críticas giran en torno a la supuesta contradicción entre el procedimiento estético y la austeridad republicana que tanto ha promovido el gobierno federal.
“No puedes hablar de cuidar el dinero del pueblo y al mismo tiempo gastarlo en bótox y estilistas de 100 mil pesos al mes”
escribió una usuaria.
Cabe recordar que ya antes Sheinbaum había sido señalada por destinar grandes sumas de dinero en su cuidado personal. El gasto incluye un pago mensual estimado de 100 mil pesos en servicios de estilismo profesional.
El costo de la imagen personal de Claudia contrasta fuertemente con la narrativa de “gobierno austero y cercano al pueblo” que ha sido eje central del discurso morenista.

Preocupación por prioridades y resultados cuestionables
Además de la incongruencia ideológica, los internautas han manifestado su molestia por lo que consideran una mala elección de prioridades. Argumentan que, en medio de las múltiples crisis nacionales, una mandataria debería enfocar su tiempo y recursos en gobernar, no en procedimientos estéticos.
“México en llamas y ella preocupada por verse más joven”, se lee en otro de los comentarios virales.
Por si fuera poco, muchos usuarios opinaron que el presunto tratamiento no solo resulta fuera de lugar, sino también contraproducente. Afirman que éste habría afectado la expresión facial de la mandataria, restándole naturalidad y carisma. Algunas comparaciones y memes incluso la califican de “irreconocible” o “más acartonada”.

¿Estética antes que ética?
Obviamente el cuidado personal no debería ser motivo de escarnio en una sociedad moderna. El problema aquí radica en la disonancia entre lo que se predica y lo que se practica.
Si un gobierno exige sacrificios y moderación al pueblo, resulta cuestionable que sus líderes dediquen cifras elevadas a su imagen mientras millones enfrentan precariedad.
La polémica sigue creciendo y amenaza con convertirse en un símbolo más de la distancia entre el discurso oficialista y la realidad de quienes gobiernan.
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