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Estados Unidos

Otro ejemplar fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos: Declaró inconstitucional el intento de Biden de perdonar las deudas estudiantiles

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Biden iba a usar dinero del Tesoro de los Estados Unidos para cancelar US$ 430.000 millones de dólares en deudas estudiantiles para 43 millones de estadounidenses.

La Corte Suprema de los Estados Unidos, dominada por los republicanos gracias a los tres jueces conservadores que nombró Donald Trump durante su mandato, se sumó otra victoria este viernes derribando los grandes logros de la izquierda norteamericana de los últimos 50 años.

Luego de derogar la despenalización del aborto, de declarar inconstitucional el experimento racista de la acción afirmativa, y de proteger el derecho de los negocios de denegar servicio a homosexuales bajo razones religiosas, ahora la Corte Suprema derribó el intento del gobierno de Biden de perdonar las deudas estudiantiles en el país.

Tras ser derrotado en el Congreso, Joe Biden había emitido un decreto para cancelar US$ 430.000 millones de dólares en deudas de préstamos estudiantiles, una medida que pretendía beneficiar a 43 millones de estadounidenses y cumplir su mayor promesa de campaña.

Nuevamente, los 6 jueces conservadores se unieron para fallar en contra de Biden, asegurando que es inconstitucional que un gobierno utilice las arcas públicas para subsidiar y pagarle a los bancos para cancelar las deudas de individuos.

El presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, quien a pesar de haber sido designado por un gobierno republicano suele ser el más moderado de la corte, apoyó fuertemente el fallo e incluso escribió la opinión de la mayoría.

En la demanda llamada oficialmente “Biden v. Nebraska et al“, la Corte Suprema se puso del lado de seis estados gobernador por republicanos (Arkansas, Iowa, Kansas, Missouri, Nebraska y Carolina del Sur) que demandaron a la Casa Blanca por manipulación ilegal de los fondos públicos para estatizar la deuda de ciudadanos privados.

El fallo invocó la doctrina de las “preguntas importantes“, un enfoque judicial en el que la Corte Suprema debe verificar la constitucionalidad de una medida del Poder Ejecutivo que no haya sido aprobada por el Congreso, como ocurría con el decreto de Biden que intentaba perdonar la deuda estudiantila a 43 millones de personas.

Los jueces conservadores utilizaron previamente esta doctrina para invalidar otras políticas de Biden que fueron denunciadas por los estados republicanos, incluido el pasaporte sanitario de vacunación contra el COVID-19 para grandes empresas que el demócrata también había intentado pasar por decreto.

Biden ya había logrado cancelar US$ 1.600 millones de dólares en deudas estudiantiles en agosto del año pasado, medida que no pudo ser desafiada ya que se basaba en una ley federal aprobada por el Congreso en 2003 llamada “Ley de Oportunidades de Alivio de Educación Superior para Estudiantes“, o Ley HEROES, que permite dar asistencia financiera para estudiantes durante guerra o emergencias nacionales, valiéndose de la emergencia sanitaria que duró hasta mayo de este año.

Sin embargo, desde ese momento hasta ahora, Biden había estado intentando expandir esta condonación de deudas, pero ya excediéndose del límite que impone la Ley HEROES, sin estar oficialmentene una emergencia nacional y sin apoyo del Congreso, el presidente demócrata quedó acorralado e intentó pasar un aumento a dicho límite por decreto, pero fue frenado por la Corte.

En su opinión, el juez supremo Roberts escribió con dureza e ironía que el plan de Biden “ha ‘modificado’ el límite de la ley de 2004 en el mismo sentido en que ‘la Revolución Francesa ‘modificó’ el estatus de la nobleza francesa’: las ha abolido y los suplantó con un nuevo régimen por completo”

Según Roberts, el fallo no indica que las deudas estudiantiles privadas puedan ser canceladas utilizando fondos públicos, pero asegura que es inconstitucional que el presidente lo haga sin pasar por el Congreso.

“La pregunta aquí no es si se debe hacer algo, sino quién tiene la autoridad para hacerlo”, concluyó Roberts, quien sugirió que esto es algo que, constitucionalmente, se debe decidir en los pasillos del Congreso, específicamente en los Comités de Asignaciones de la Cámara de Diputados y el Senado, en lugar del Poder Ejecutivo.

Fallo completo: Biden v. Nebraska et al

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El fiscal general de Texas, Ken Paxton, fue absuelto de todos sus cargos

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Tras un largo proceso judicial, el fiscal general del estado de la Estrella Solitaria quien se enfrentaba a cargos por corrupción y recibimiento de dádivas que finalmente fueron desestimados, fue absuelto.

El pasado sabado 16 de septiembre, el procurador general de Texas, fue absuelto de una larga lista de cargos que pesaban sobre él luego de que un sector del Partido Republicano afín a los intereses del Partido Demócrata haya intentado llevar a cabo un proceso de ”impeachment” contra el.

Como resultado del proceso, el senado del estado sureño resolvió que los cargos por soborno, abuso de las funciones públicas, corrupción e incapacidad para ejercer funciones públicas (entre otros) sean totalmente desestimados, en una votación que duró alrededor de cuatro horas.

Luego de un esfuerzo bipartisano en el cual miembros del Partido Republicano intentaron atacar a la mayor amenaza contra la administración Biden, la votación resultante del proceso llevado a cabo en el senado estatal culminó en revés para los 12 senadores del Partido Demócrata a quienes se sumaron además los senadores republicanos Robert Nichols y Kelly Hancock.

La esposa y también senadora estatal del estado, Angela Paxton a su vez, no participó en la votación debido a un claro conflicto de intereses existente en el caso.

La motivación para llevar a cabo este proceso judicial sin embargo es clara, ya que alrededor de 48 presentaciones judiciales han sido realizadas contra la administración demócrata por parte de la procuradoría general del estado comandado por el gobernador Greg Abbott, lo cual para el gobierno federal se había comenzado a ver como un problema.

Luego de que en el pasado mes de noviembre, Paxton haya sido re-electo para un tercer mandato como procurador general del estado de Texas, solo unos meses mas tarde se inició su proceso de impeachment para luego recibir la noticia de que sería llevado a juicio por un total de 16 cargos entre los que se encontraban las acusaciones de corrupción y pago de sobornos.

Dentro de los cargos a los que se enfrentaba, el más resonante publicamente fue la acusación de que el fiscal había incurrido en el intercambio de beneficios con el desarrollador inmobiliario Nate Paul tras haber realizado la modernización de su casa.

Paxton, a través de una entrevista brindada a Tucker Carlson en su programa en Twitter, dió detalles de la modalidad utilizada por sectores afines al Partido Demócrata para controlar el poder dentro de la Cámara de Representantes del estado sureño y comenzar así el proceso de persecución política y judicial contra el funcionario texano.

En primer lugar, Paxton dió una explicación de la modalidad de elección del presidente de la cámara baja en el congreso estatal, señalando la clara minoría que los demócratas mantienen con tan solo 65 representantes frente a 150 republicanos, pero que al votar en bloque deben elegir a un representante republicano que arrastre 10 votos con las intenciones de que dicho miembro del partido opositor sea designado presidente de la cámara.

Otro claro ejemplo del dominio que el Partido Demócrata ejerce dentro de la cámara baja es la relación de dependencia de 2 de los 4 abogados que investigaron a Paxton para con un Departamento de Justicia controlado por Biden.

El proceso judicial llevado a cabo, fue extremadamente pobre debido a la falta de notificación del mismo a Paxton, quien se enteró a través de una reunión de comité la semana de conmemoración a los veteranos en el mes de mayo, cuando la investigación había comenzado el primero de marzo.

Tras 3 meses de investigación encubierta, cuando finalmente se le dió aviso de su impeachment, no se le otorgó la posibilidad de presentar un caso, presentar testigos ni dar testimonio bajo juramento, lo cual es un requisito legal.

Luego de que le informaran la existencia del proceso, se lo suspendió sin goce de sueldo por decisión del contralor del estado Glenn Hegar y la posibilidad de defender su caso mientras no existía una condena.

El fiscal general del estado de Texas fue notificado de su impeachment 3 meses luego de que una investigación a puertas cerradas sea realizada. A su vez, le implementaron una orden de silencio violando sus derechos otorgados por la primera enmienda.

Sin embargo, no solo los esfuerzos por perseguir a Paxton provinieron de la administración Biden, sino que otros grupos como el ”Texans For Lawsuit Reform” o (TLR), han comprado influencias dentro de ambas cámaras para establecer a su propia candidata, Eva Guzman, quien previamente compitió en contra de Paxton.

A su vez, la organización mencionada ha trabajado con el antiguo consejero principal del presidente George W. Bush, Karl Rove, quien a pesar de pertenecer al Partido Republicano es afín a las ideologías liberales y mediante su posición en el periódico ”Wall Street Journal” ha difamado y realizado esfuerzos para dañar la reputación del fiscal general, luego de que el comité de acción política (TLR) haya utilizado sus servicios para intentar destituir a Paxton.

Al igual que su apoyo a Guzman mediante el trabajo en conjunto con TLR, en las pasadas elecciones Rove sostuvo un importante apoyo a George P. Bush, hijo de Jeb Bush y sobrino del ex-empleador de Rove, George W. Bush.

Quien también poseía razones para actuar contra Paxton, es el actual presidente republicano de la Cámara de Representantes texana, Dade Pheelan, a quien había denunciado y exigido su renuncia tras haber asistido y brindado un discurso en la cámara en estado de ebriedad.

Como consecuencia de este proceso que Ken Paxton ha enfrentado, ahora se encuentra considerando la posibilidad de postularse como candidato a senador por el estado de Texas debido a su vez por la clara ineficacia de ciertos senadores como es el caso de John Cornyn, quien nunca se ha preocupado por temáticas importantes para el estado sureño como la crisis de los migrantes en la frontera pero sí se ha expresado en reiteradas ocasiones con respecto a la situación de Ucrania

Cornyn a su vez, es un gran responsable del pobre presente judicial y legislativo del estado de la Estrella Solitaria, debido a una gran cantidad de ”favores” realizados a la campaña presidencial de George Bush cuando formaba parte de la corte suprema de Texas, por lo que fue premiado con el otorgamiento del puesto de fiscal general durante un período y la posibilidad de ser sendor.

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El alcalde demócrata de Dallas Eric Johnson anuncia su paso al Partido Republicano y apoya a Trump

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Por primera vez en la historia moderna, un alcalde demócrata se pasa al Partido Republicano, y por primera vez en décadas, los republicanos pasarán a gobernar una de las ciudades más importantes de Texas.

A pesar de controlar Texas por una amplia mayoría, el Partido Republicano no gobierna ninguna de las ciudades más importantes del estado; Dallas, Austin, Houston o San Antonio. Al menos, hasta ahora.

El alcalde de Dallas, el afroamericano Eric Johnson, un demócrata de toda la vida, anunció que se pasaba al Partido Republicano, algo completamente inusual en la actual política norteamericana, y lo que convierte a Dallas en la ciudad más grande del país con un alcalde republicano.

Hoy voy a cambiar mi afiliación partidaria“, escribió Johnson en un artículo de opinión publicado el viernes en The Wall Street Journal. “La próxima primavera votaré en las primarias republicanas. Cuando mi carrera en un cargo electo termine en 2027, con la toma de posesión de mi sucesor como alcalde, dejaré el cargo como republicano”.

Johnson fue diputado en la Legislatura de Texas durante nueve años como miembro del Partido Demócrata, incluso siendo líder del bloque demócrata antes de ser elegido alcalde de Dallas por primera vez en 2019, por el Partido Demócrata. Unos meses atrás, Johnson fue reelegido, nuevamente, como un demócrata, presentándose sin opositor.

De todos modos, el cambio de Johnson no sorprendió a los constituyentes de Dallas. Desde la campaña del 2019, Johnson había evitado insultar al entonces presidente Trump como hacían sus colegas, y ya como alcalde desde hace algún tiempo que era notoria su inclinación hacia el Partido Republicano.

De esta manera, Johnson se une al alcalde de Fort Worth, Mattie Parker, como uno de los dos alcaldes republicanos que encabezan una de las grandes ciudades de Texas. Si bien los republicanos gobiernan prácticamente la totalidad de los pueblos del interior del estado, hasta el momento solamente Parker había logrado ser electo en el último ciclo electoral.

En su artículo de opinión donde blanqueó el cambio, Johnson defendió cómo su visión de Dallas se alinea hoy más con la del Partido Republicano que con el demócrata, destacando su apoyo a la ley y el orden, a los bajos impuestos y el fomento de un entorno favorable a las empresas.

Durante su mandato como alcalde, Johnson respaldó con entusiasmo iniciativas contra el crimen y desarrolló un fuerte vínculo con el jefe de policía de Dallas, Eddie García, un proponente de la mano dura. 

Los alcaldes y otros funcionarios electos locales no han logrado hacer de la seguridad pública una prioridad ni han ejercido moderación fiscal”, escribió Johnson en el artículo de opinión. “La mayoría de estos líderes locales son demócratas orgullosos que ven las ciudades como laboratorios para el progresismo en lugar de paraísos para las oportunidades y la libre empresa“.

Ya había dado de qué hablar cuando, tras su reelección este año, Johnson invitó a dos senadores republicanos de Texas, John Cornyn Ted Cruz , a asistir a su toma de posesión, lo que, según algunos observadores, dio el primer indicio de que algo estaba pasando.

A principios de esta semana, Johnson, junto con otros cuatro miembros del consejo de Dallas, votaron en contra del presupuesto de la ciudad de US$ 5 mil millones de dólares, presentado por el Partido Demócrata, porque no reducía suficientemente la tasa del impuesto a la propiedad de la ciudad. Recortar los impuestos a la propiedad es una prioridad de los republicanos en la ciudad texana.

Con demasiada frecuencia, el dinero de los impuestos locales se gasta en políticas que exacerban la falta de vivienda, miman a los delincuentes y dificultan que la gente común se gane la vida”, escribió Johnson en el artículo de opinión. 

“Y demasiados demócratas locales insisten en señalar virtudes (proponiendo programas gubernamentales a medias que apuntan a resolver todos los males de la sociedad) y en encontrar nuevas formas de burlarse de los republicanos a nivel estatal o federal. Suficiente. Esto genera buenos titulares, pero no ciudades más seguras, más fuertes y más vibrantes”.

El cambio de partido de Eric Johnson lo convierte inmediatamente en el afroamericano más poderoso dentro del Partido Republicano, a la par del senador y candidato presidencial de Carolina del Sur, Tim Scott, y al fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron

Dallas, a diferencia de otras ciudades texanas, tiene una población negra extremadamente importante, y al votar en bloque todos por el Partido Demócrata, han evitado por años que el Partido Republicano gane la ciudad, a pesar de que ha estado creciendo su influencia desde la irrupción de Donald Trump.

El pase de Johnson es polémico, ya que Dallas es sólidamente demócrata, y si bien su figura mantiene niveles de popularidad altísimos, el condado de Dallas optó fuertemente por Joe Biden sobre Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020, poniendo a los demócratas más de 30 puntos arriba que los republicanos.

Además, la modificación de su afiliación partidaria pone a Dallas por primera vez en décadas en una situación en la que el alcalde no tiene mayoría propia en el Consejo de la ciudad, por lo que muchos especulan que tendrá dificultades en pasar sus propuestas de derecha.

Cal Jillson, profesor de ciencias políticas en la Universidad Metodista del Sur, Eric Johnson dio el cambio de bando para poder presentarse como candidato a diputado o senador federal en 2024. “Mientras es cierto que hay que ser demócrata para ganar en Dallas, hay que ser republicano para ganar una elección en el resto de Texas“, sentenció.

El pasado vierns, hablando para el medio Texas Tribune, Johnson destacó que quiere ver un enfoque más conservador sobre cómo Dallas gasta su dinero, argumentando que actualmente es ineficiente y que la ciudad podría recortar muchos programas de asistencia social que, en su opinión, sólo utiliza una cantidad minúscula de personas. Las encuestas muestran que la mayoría de los residentes de Dallas quieren impuestos más bajos, dijo.

Los republicanos de Texas se apresuraron a aceptar a Johnson como uno de los suyos. “Texas se está volviendo más rojo cada día“, escribió el gobernador Greg Abbott en Twitter. “Él está a favor de hacer cumplir la ley y no tolerará agendas izquierdistas“.

A mi amigo y ex colega, ¡bienvenido al Partido Republicano!”, escribió el presidente de la Cámara de Representantes de Texas, Dade Phelan, un republicano de Beaumont, y con quien compartieron actividad legislativa en el pasado. “El alcalde Johnson tiene toda la razón. Las políticas conservadoras son la clave para ciudades seguras, prósperas y exitosas. Su liderazgo es un brillante ejemplo de ello. Una gran noticia“.

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Trump promete que usará una ley firmada durante la Revolución Americana para deportar a todos los inmigrantes ilegales

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El candidato republicano prometió invocar una ley de tiempos de guerra para deportar a presuntos pandilleros y traficantes de drogas extranjeros que no sean ciudadanos de los Estados Unidos.

El ex presidente Donald Trump dijo este miércoles que, si es reelegido en las elecciones del año que viene, invocaría “inmediatamente” una ley federal que le otorga el poder unilateral de detener y deportar en Estados Unidos a inmigrantes indocumentados no ciudadanos mayores de 14 años.

Para esto, Trump prometió utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros, firmada junto a las Leyes de Extranjería y Sedición en 1798, durante las guerras de la Revolución Americana, con la intención originalmente de expulsar a los ingleses no ciudadanos tras la Declaración de Independencia.

Yo invocaré inmediatamente la Ley de Enemigos Extranjeros para eliminar a todos los pandilleros conocidos o sospechosos… los traficantes de drogas, los miembros de los cárteles de Estados Unidos, poniendo fin al flagelo de la violencia de las pandillas extranjeras ilegales de una vez por todas“, dijo Trump desde un escenario de campaña aquí frente a miles de seguidores en Iowa.

Trump lanzó su propuesta en un discurso enfocado a presentar a su política de inmigración para su segundo mandato, donde promete un mayor y más duro control del flujo migratorio.

A pesar de que durante su mandato, Estados Unidos tuvo los niveles de cruces ilegales más bajo en décadas, el muro que mandó a construir fue frenado a la mitad por Biden, y proliferaron las agrupaciones de narcotraficantes y traficantes de personas.

Junto a la propuesta para deportar masivamente a todos los indocumentados, Trump también agrega que va a enviar al Congreso una legislación para extender la pena de muerte a los condenados por trata de personas, tráfico sexual de niños y jefes narcos.

También dijo a la multitud que restablecería y “ampliaría” la “prohibición de viajar” que implementó durante su primer mandato en la Casa Blanca. La prohibición, que el presidente Biden puso fin en su primer día en el cargo, prohibía a las personas de países vinculados con el terrorismo, como Irán, Somalía y Siria, de ingresar a los Estados Unidos.

La Ley de Enemigos Extranjeros, destinada a ser una medida en tiempos de guerra, se utilizó extensamente durante la Segunda Guerra Mundial. Fue el presidente demócrata Franklin D. Roosevelt quien la invocó tras el bombardeo de Pearl Harbor para ordenar la detención de miles de ciudadanos japoneses, alemanes e italianos.

La ley, que está en vigencia y nunca fue derogada, faculta al presidente a ordenar que los no ciudadanos “sean detenidos, asegurados y expulsados ​​como enemigos extranjeros” bajo la premisa de que los indocumentados “intentan o amenazan una invasión o incursión depredadora contra el país“.

Las palabras utilizadas en dicha ley, permite que el presidente realice esta acción sin estar en guerra contra otra nación, y la amenaza de una invasión no tiene que ser de un país en particular, si no que de un grupo de personas, que pueden ser una ola de inmigrantes, como ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial.

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