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Tras poner al travesti Dylan Mulvaney como la cara de la marca, Bud Light cayó del 1er puesto al número 14 en popularidad

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Después de 2 décadas como la cerveza más vendida en Estados Unidos, Bud Light ha salido oficialmente del top diez de popularidad.

Bud Light, la cerveza ligera de la marca Budweiser, ya no se encuentra entre las 10 marcas de cerveza más vendidas del país, luego de una histórica caída en ventas tras el lanzamiento de una campaña de marketing que puso al influencer transgénero Dylan Mulvaney, como la nueva cara de la bebida.

Bud Light fue la cerveza más vendida del país por años, siendo especialmente popular en los estadios deportivos debido a su reducida cantidad de alcohol. Sin embargo, tras el fiasco con el activista trans, sus ventas cayeron casi un 30% en los últimos dos meses, y perdió este lugar a la cerveza Modelo.

Esta caída fue mejor ejemplificada por una reciente encuesta de YouGov, que reveló que la icónica marca ha caído al puesto 14 de las cervezas más populares de los Estados Unidos, por lo que ya no está entre las 10 cervezas más populares del país.

En 2022, esta misma encuesta encontró encontró que al 42% de los encuetsados les “gustaba” Bud Light, colocando a la marca a la par con Corona Extra, Dos Equis y Coors Light, según un reporte del estudio publicado por Newsweek.

En el segundo trimestre de este año, sin embargo, el porcentaje de personas a las que les gustó Bud Light cayó, mientras otras marcas como Pabst Blue Ribbon, Miller Genuine Draft y Miller Lite se le adelantaron, y la hicieron caer por fuera del Top 10. En esta oportunidad, Guinness, Heineken, Corona, Samuel Adams y Blue Moon fueron las cinco cervezas más populares en los EE.UU., según la encuesta.

Las ventas de Bud Light cayeron un 27,9% en la semana que finalizó el 24 de junio, luego de caer un histórico 28,5% en la semana anterior, según datos de NielsenIQ y Bump Williams Consulting, que monitorean las ventas de cervezas todas las semanas, aunque con casi 20 días de retraso.

La asombrosa caída en las ventas desde el vínculo con el influencer trans, que se hizo público en el 1ro de abril de este año, es un hecho sin precedentes, y dado que la cerveza es un producto cuya demanda no suele variar mucho, nunca se había registrado una caída de esta envergadura para las marcas de cerveza.

¿Quién es el controvertido Dylan Mulvaney?

La brutal caída en las ventas tiene una explicación, y es que el activista trans es una de las personas más detestadas en los Estados Unidos, especialmente por haberse involucrado tan fuertemente en la política con el Partido Demócrata y por haber promovido la castración en niños.

Originalmente un actor homosexual de obras de teatro en San Diego, tras quedarse sin trabajo durante la pandemia, Dylan Mulvaney empezó a documentar su cambio de género en Tik Tok, en videos que rápidamente se viralizaron pero que también produjeron un fuerte rechazo en la sociedad.

Mulvaney no solo se anunció como “mujer trans“, si no que empezó a hacer extraños videos donde ahondaba fuertemente en cuestiones políticas, pidiendo por cirugías gratuitas en niños para cambio de género, mayor inmigración en el país e incluso llegó a defender a las personas “con pensamientos pedófilos”.

El año pasado, el tik toker transexual visitó en la Casa Blanca al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en donde lo entrevistó sobre temáticas relacionadas con el aborto, los privilegios para las personas trans, el cambio climático e incluso la limitación de la posesión de armas de fuego.

Mulvaney anunció en abril a sus más de 10 millones de seguidores en Tik Tok que BudLight sortearía una suma de US$ 15.000 dólares por el evento deportivo “March Madness”, las fases finales del campeonato universitario de basket estadounidense, el cual representa un afluente de público sumamente importante, poseyendo incluso más público que las finales de la NBA. En ese video, Mulvaney anunció que sería la nueva cara de Bud Light, incluso mostrando latas de cerveza que habían sido impresas con su cara.

Estados Unidos

Gran triunfo para Trump en Texas: Se cayó la persecución contra el fiscal general Ken Paxton y fue absuelto de todos sus cargos

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Tras un largo proceso judicial, el fiscal general de Texas, la mano derecha de Trump en el estado, fue absuelto de cargos por corrupción y recibimiento de dádivas que inventaron los punteros demócratas.

El pasado sabado 16 de septiembre, el procurador general de Texas, Ken Paxton, el mayor aliado que tiene Trump en el estado, fue absuelto de una larga lista de cargos que fueron presentados por un grupo de legisladores del Partido Republicano afín a los intereses demócratas, que querían verlo removido de su cargo por haber “colaborado” con el ex presidente durante las denuncias de fraude electoral en las elecciones del año 2020.

Como resultado del proceso, el Senado estatal resolvió que los cargos por soborno, abuso de las funciones públicas, corrupción e incapacidad para ejercer funciones públicas (entre otros) no tenían lugar y fueron totalmente desestimados, en una votación que duró alrededor de cuatro horas.

Los 12 senadores demócratas, además de dos senadores republicanos, Robert Nichols y Kelly Hancock, votaron a favor de su destitución, pero fueron opacados por 16 senadores republicanos trumpistas que cerraron filas y evitaron que la izquierda se lleve una victoria.

La esposa de Ken Paxton, Angela Paxton, quien también es senadora de la Cámara Alta de la Legislatura de Texas, no participó en la votación debido a un claro conflicto de intereses, pero afortunadamente su voto no fue necesario, ya que los demás republicanos frenaron la persecución política.

En Texas, el Fiscal General, que vendría a cumplir simultáneamente los cargos de Procurador General y Ministro de Justicia, es un cargo que no designa el gobernador si no que se elige mediante voto popular en una elección separada.

En noviembre del año pasado, Paxton fue reelecto por un tercer mandato consecutivo, demostrando que su gestión tiene un amplio apoyo de la ciudadanía, aunque los demócratas, que son una minoría en Texas, quieran verlo desaparecer.

Paxton ha sido implacable contra la izquierda. En sus ya 8 años al frente de la fiscalía, ha impulsado juicios contra grupos demócratas que buscan socavar las leyes del estado, ha logrado litigar en contra de la Casa Blanca para asegurar las fronteras, logró derrumbar el voto por correo en los tribunales de Texas y ha echado a decenas de ONGs del estado por vías legales tras descubrirse que recibían dinero extranjero.

Paxton fue atacado con 48 denuncias que resultaron en 16 cargos presentados en su contra. El grueso de la denuncia correspondía a haber trabajado con Trump para derribar el fraude electoral en Texas, algo que los demócratas acusaron irónicamente de ser “antidemócratico”, pero incluyeron denuncias de todo tipo.

Por ejemplo, se lo acusó de que había incurrido en el intercambio de beneficios ilegales con el desarrollador inmobiliario Nate Paul cuando lo contrató para que realice una modernización de su casa. Paxton, a través de una entrevista brindada a Tucker Carlson en su programa en Twitter, dio detalles de cómo el Partido Demócrata logra hacer estas presentaciones ridículas a pesar de tener minoría en la Legislatura.

En primer lugar, a pesar de ser una clara minoría, ya que los demócratas mantienen tan solo 65 representantes frente a 150 republicanos, cuando votan en bloque deben elegir a un representante republicano que arrastre 10 votos con las intenciones de que dicho miembro del partido opositor sea designado presidente de la cámara.

Otro claro ejemplo del dominio que el Partido Demócrata ejerce dentro de la cámara baja es la relación de dependencia de 2 de los 4 abogados que investigaron a Paxton para con un Departamento de Justicia controlado por Biden.

El proceso judicial fue extremadamente pobre y estuvo teñido de poca transparencia. Por ejemplo, ni siquiera notificaron al propio Paxton de que estaba siendo investigado, quien se enteró cuando asistió a una reunión del Congreso para conmemorar a los veteranos en el mes de mayo, cuando la investigación había comenzado el primero de marzo.

Tras 3 meses de investigación encubierta, cuando finalmente se le dió aviso de su impeachment, no se le otorgó la posibilidad de presentar un caso, presentar testigos ni dar testimonio bajo juramento, lo cual es un requisito legal.

Luego de que se hiciera pública la existencia del proceso, se lo suspendió sin goce de sueldo por decisión del contralor del estado Glenn Hegar, y se le negó la posibilidad de defender su caso, incluso, se le puso una orden mordaza para que no pueda hablar del tema.

El fiscal general del estado de Texas fue notificado de su impeachment 3 meses luego de que una investigación a puertas cerradas sea realizada. A su vez, le implementaron una orden de silencio violando sus derechos otorgados por la primera enmienda.

No solo los esfuerzos por perseguir a Paxton provinieron de la administración Biden, sino que otros grupos como el ”Texans For Lawsuit Reform”, o (TLR), han comprado influencias dentro de ambas cámaras para establecer a su propia candidata, Eva Guzman, quien previamente compitió en contra de Paxton, pero perdió, aunque busca la revancha en 2027.

A su vez, la responde directamente al antiguo consejero principal del presidente George W. Bush, Karl Rove, quien a pesar de pertenecer al Partido Republicano es afín al gobierno de Biden y mediante sus artículos de opinión en el diario ”Wall Street Journal” ha difamado y realizado esfuerzos para dañar la reputación del fiscal general.

Rove, a través de la TLR, apoyó primero a George P. Bush, hijo de Jeb Bush y sobrino del ex-empleador de Rove, George W. Bush, en las primarias contra Paxton, y luego de perder las internas, giró su apoyo a Eva Guzman.

Otro de los grandes ideólogos de este intento de destitución contra Paxton fue el actual presidente republicano de la Cámara de Representantes texana, Dade Pheelan, quien había sido denunciado por Paxton un tiempo atrás por haber asistido y brindado un discurso en la cámara en estado de ebriedad.

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Estados Unidos

El alcalde demócrata de Dallas Eric Johnson anuncia su paso al Partido Republicano y apoya a Trump

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Por primera vez en la historia moderna, un alcalde demócrata se pasa al Partido Republicano, y por primera vez en décadas, los republicanos pasarán a gobernar una de las ciudades más importantes de Texas.

A pesar de controlar Texas por una amplia mayoría, el Partido Republicano no gobierna ninguna de las ciudades más importantes del estado; Dallas, Austin, Houston o San Antonio. Al menos, hasta ahora.

El alcalde de Dallas, el afroamericano Eric Johnson, un demócrata de toda la vida, anunció que se pasaba al Partido Republicano, algo completamente inusual en la actual política norteamericana, y lo que convierte a Dallas en la ciudad más grande del país con un alcalde republicano.

Hoy voy a cambiar mi afiliación partidaria“, escribió Johnson en un artículo de opinión publicado el viernes en The Wall Street Journal. “La próxima primavera votaré en las primarias republicanas. Cuando mi carrera en un cargo electo termine en 2027, con la toma de posesión de mi sucesor como alcalde, dejaré el cargo como republicano”.

Johnson fue diputado en la Legislatura de Texas durante nueve años como miembro del Partido Demócrata, incluso siendo líder del bloque demócrata antes de ser elegido alcalde de Dallas por primera vez en 2019, por el Partido Demócrata. Unos meses atrás, Johnson fue reelegido, nuevamente, como un demócrata, presentándose sin opositor.

De todos modos, el cambio de Johnson no sorprendió a los constituyentes de Dallas. Desde la campaña del 2019, Johnson había evitado insultar al entonces presidente Trump como hacían sus colegas, y ya como alcalde desde hace algún tiempo que era notoria su inclinación hacia el Partido Republicano.

De esta manera, Johnson se une al alcalde de Fort Worth, Mattie Parker, como uno de los dos alcaldes republicanos que encabezan una de las grandes ciudades de Texas. Si bien los republicanos gobiernan prácticamente la totalidad de los pueblos del interior del estado, hasta el momento solamente Parker había logrado ser electo en el último ciclo electoral.

En su artículo de opinión donde blanqueó el cambio, Johnson defendió cómo su visión de Dallas se alinea hoy más con la del Partido Republicano que con el demócrata, destacando su apoyo a la ley y el orden, a los bajos impuestos y el fomento de un entorno favorable a las empresas.

Durante su mandato como alcalde, Johnson respaldó con entusiasmo iniciativas contra el crimen y desarrolló un fuerte vínculo con el jefe de policía de Dallas, Eddie García, un proponente de la mano dura. 

Los alcaldes y otros funcionarios electos locales no han logrado hacer de la seguridad pública una prioridad ni han ejercido moderación fiscal”, escribió Johnson en el artículo de opinión. “La mayoría de estos líderes locales son demócratas orgullosos que ven las ciudades como laboratorios para el progresismo en lugar de paraísos para las oportunidades y la libre empresa“.

Ya había dado de qué hablar cuando, tras su reelección este año, Johnson invitó a dos senadores republicanos de Texas, John Cornyn Ted Cruz , a asistir a su toma de posesión, lo que, según algunos observadores, dio el primer indicio de que algo estaba pasando.

A principios de esta semana, Johnson, junto con otros cuatro miembros del consejo de Dallas, votaron en contra del presupuesto de la ciudad de US$ 5 mil millones de dólares, presentado por el Partido Demócrata, porque no reducía suficientemente la tasa del impuesto a la propiedad de la ciudad. Recortar los impuestos a la propiedad es una prioridad de los republicanos en la ciudad texana.

Con demasiada frecuencia, el dinero de los impuestos locales se gasta en políticas que exacerban la falta de vivienda, miman a los delincuentes y dificultan que la gente común se gane la vida”, escribió Johnson en el artículo de opinión. 

“Y demasiados demócratas locales insisten en señalar virtudes (proponiendo programas gubernamentales a medias que apuntan a resolver todos los males de la sociedad) y en encontrar nuevas formas de burlarse de los republicanos a nivel estatal o federal. Suficiente. Esto genera buenos titulares, pero no ciudades más seguras, más fuertes y más vibrantes”.

El cambio de partido de Eric Johnson lo convierte inmediatamente en el afroamericano más poderoso dentro del Partido Republicano, a la par del senador y candidato presidencial de Carolina del Sur, Tim Scott, y al fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron

Dallas, a diferencia de otras ciudades texanas, tiene una población negra extremadamente importante, y al votar en bloque todos por el Partido Demócrata, han evitado por años que el Partido Republicano gane la ciudad, a pesar de que ha estado creciendo su influencia desde la irrupción de Donald Trump.

El pase de Johnson es polémico, ya que Dallas es sólidamente demócrata, y si bien su figura mantiene niveles de popularidad altísimos, el condado de Dallas optó fuertemente por Joe Biden sobre Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020, poniendo a los demócratas más de 30 puntos arriba que los republicanos.

Además, la modificación de su afiliación partidaria pone a Dallas por primera vez en décadas en una situación en la que el alcalde no tiene mayoría propia en el Consejo de la ciudad, por lo que muchos especulan que tendrá dificultades en pasar sus propuestas de derecha.

Cal Jillson, profesor de ciencias políticas en la Universidad Metodista del Sur, Eric Johnson dio el cambio de bando para poder presentarse como candidato a diputado o senador federal en 2024. “Mientras es cierto que hay que ser demócrata para ganar en Dallas, hay que ser republicano para ganar una elección en el resto de Texas“, sentenció.

El pasado vierns, hablando para el medio Texas Tribune, Johnson destacó que quiere ver un enfoque más conservador sobre cómo Dallas gasta su dinero, argumentando que actualmente es ineficiente y que la ciudad podría recortar muchos programas de asistencia social que, en su opinión, sólo utiliza una cantidad minúscula de personas. Las encuestas muestran que la mayoría de los residentes de Dallas quieren impuestos más bajos, dijo.

Los republicanos de Texas se apresuraron a aceptar a Johnson como uno de los suyos. “Texas se está volviendo más rojo cada día“, escribió el gobernador Greg Abbott en Twitter. “Él está a favor de hacer cumplir la ley y no tolerará agendas izquierdistas“.

A mi amigo y ex colega, ¡bienvenido al Partido Republicano!”, escribió el presidente de la Cámara de Representantes de Texas, Dade Phelan, un republicano de Beaumont, y con quien compartieron actividad legislativa en el pasado. “El alcalde Johnson tiene toda la razón. Las políticas conservadoras son la clave para ciudades seguras, prósperas y exitosas. Su liderazgo es un brillante ejemplo de ello. Una gran noticia“.

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Estados Unidos

Trump promete que usará una ley firmada durante la Revolución Americana para deportar a todos los inmigrantes ilegales

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El candidato republicano prometió invocar una ley de tiempos de guerra para deportar a presuntos pandilleros y traficantes de drogas extranjeros que no sean ciudadanos de los Estados Unidos.

El ex presidente Donald Trump dijo este miércoles que, si es reelegido en las elecciones del año que viene, invocaría “inmediatamente” una ley federal que le otorga el poder unilateral de detener y deportar en Estados Unidos a inmigrantes indocumentados no ciudadanos mayores de 14 años.

Para esto, Trump prometió utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros, firmada junto a las Leyes de Extranjería y Sedición en 1798, durante las guerras de la Revolución Americana, con la intención originalmente de expulsar a los ingleses no ciudadanos tras la Declaración de Independencia.

Yo invocaré inmediatamente la Ley de Enemigos Extranjeros para eliminar a todos los pandilleros conocidos o sospechosos… los traficantes de drogas, los miembros de los cárteles de Estados Unidos, poniendo fin al flagelo de la violencia de las pandillas extranjeras ilegales de una vez por todas“, dijo Trump desde un escenario de campaña aquí frente a miles de seguidores en Iowa.

Trump lanzó su propuesta en un discurso enfocado a presentar a su política de inmigración para su segundo mandato, donde promete un mayor y más duro control del flujo migratorio.

A pesar de que durante su mandato, Estados Unidos tuvo los niveles de cruces ilegales más bajo en décadas, el muro que mandó a construir fue frenado a la mitad por Biden, y proliferaron las agrupaciones de narcotraficantes y traficantes de personas.

Junto a la propuesta para deportar masivamente a todos los indocumentados, Trump también agrega que va a enviar al Congreso una legislación para extender la pena de muerte a los condenados por trata de personas, tráfico sexual de niños y jefes narcos.

También dijo a la multitud que restablecería y “ampliaría” la “prohibición de viajar” que implementó durante su primer mandato en la Casa Blanca. La prohibición, que el presidente Biden puso fin en su primer día en el cargo, prohibía a las personas de países vinculados con el terrorismo, como Irán, Somalía y Siria, de ingresar a los Estados Unidos.

La Ley de Enemigos Extranjeros, destinada a ser una medida en tiempos de guerra, se utilizó extensamente durante la Segunda Guerra Mundial. Fue el presidente demócrata Franklin D. Roosevelt quien la invocó tras el bombardeo de Pearl Harbor para ordenar la detención de miles de ciudadanos japoneses, alemanes e italianos.

La ley, que está en vigencia y nunca fue derogada, faculta al presidente a ordenar que los no ciudadanos “sean detenidos, asegurados y expulsados ​​como enemigos extranjeros” bajo la premisa de que los indocumentados “intentan o amenazan una invasión o incursión depredadora contra el país“.

Las palabras utilizadas en dicha ley, permite que el presidente realice esta acción sin estar en guerra contra otra nación, y la amenaza de una invasión no tiene que ser de un país en particular, si no que de un grupo de personas, que pueden ser una ola de inmigrantes, como ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial.

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