Dos hombres conversan de cerca en un evento, uno de ellos susurra al oído del otro mientras gesticula con la mano.
POLÍTICA

Axel Kicillof vs La Cámpora: el peronismo corrupto al borde de la ruptura definitiva

La Cámpora acusa a Kicillof de operar contra Máximo Kirchner; El peronismo se desgasta y el relato se desmorona.

El peronismo bonaerense transita un momento de máxima tensión. Lejos de representar una fuerza homogénea, el espacio atraviesa un proceso de fragmentación interna  que pone en jaque su continuidad como opción de poder. En el centro del conflicto están Axel Kicillof y La Cámpora, agrupación liderada por Máximo Kirchner, hijo de la expresidente Cristina Fernández de Kirchner. La disputa, que ya no se oculta, escaló en las últimas horas con acusaciones cruzadas, declaraciones incendiarias y un abierto intento por responsabilizar al otro de una posible ruptura del espacio.

Desde  La Cámpora acusan al gobernador Kicillof de estar detrás de las duras críticas que Andrés “Cuervo” Larroque –ministro de desarrollo bonaerense y dirigente alineado con el mandatario– lanzó contra Máximo Kirchner y su entorno. “Axel manda al ‘Cuervo’ a hablar con el objetivo de provocar y romper. A nosotros nos costó mucho ganar la provincia. No vamos a rifar la unidad”, advirtió un importante dirigente camporista, visiblemente molesto por la embestida del oficialismo provincial.

Dos hombres de pie en la entrada de un edificio, uno con camiseta gris y el otro con chaqueta azul.
Facundo Tignanelli junto a Máximo Kirchner. | La Derecha Diario

La polémica se desató luego de que Larroque acusara directamente a La Cámpora de “extorsionar” al gobernador, al negarse a acompañar en la Legislatura una modificación de los plazos del calendario electoral.  “Subordinan el funcionamiento normal de las instituciones y la democracia de la provincia a una extorsión en función de una negociación de espacios de poder”, disparó sin rodeos. También calificó al grupo que rodea a Máximo como “un grupo de irresponsables” y, con nombre y apellido, apuntó contra Mayra Mendoza (intendenta de Quilmes), Facundo Tignanelli  (presidente del bloque de Diputados bonaerense), Emmanuel González Santalla (senador provincial) y  Martín Rodríguez  (diputado).

“Estamos discutiendo a la bandita de Máximo, ni siquiera a toda La Cámpora”, declaró Larroque en una frase que generó ira en la organización K, que respondió en tono defensivo: “Lo que están haciendo es provocar a un sector del peronismo para generar una ruptura. Llevan adelante una estrategia de victimización y quieren que nosotros pisemos el palito. No lo vamos a hacer”.

El círculo más cercano a Máximo Kirchner responsabilizó directamente a Kicillof, no solo por permitir que su ministro los atacara, sino por idear el contenido de sus mensajes. “Acá no hay lobos solitarios”, deslizaron en tono conspirativo. La Campora, víctima frecuente de su propio cinismo, ahora clama por juego limpio y acusa a Larroque de estigmatizarlos. “Está usando términos como ‘bandita’ y ‘extorsión’, sabiendo que a él mismo lo estigmatizaron en su momento”, replicaron.

Lejos de bajar el tono, desde el entorno de Larroque redoblaron la apuesta:  “Que se hagan cargo de lo que son”. Incluso citaron una frase de Juan Domingo Perón  para justificar su proceder: “Con la verdad no temo ni ofendo”.

Pero la grieta no es solo discursiva: se cristaliza en la falta de votos para modificar el calendario electoral. En la gobernación acusan a La Cámpora de actuar como una oposición interna. “Que se hagan cargo de que quieren romper y no pongan más excusas”, señalaron en el equipo de Kicillof, quien se mueve cada vez más lejos del núcleo duro del cristinismo.

Hombre de cabello canoso hablando en un micrófono con fondo azul.
Andrés "Cuervo" Larroque. | La Derecha Diario

En el relato camporista, CFK  habría dado una señal de unidad, pero fue el gobernador quien no correspondió. Para demostrar que no tienen una vocación rupturista, en La Cámpora destacan que en los concejos deliberantes de distritos clave como La Matanza, La Plata y Avellaneda, sus representantes se mantuvieron en el oficialismo, incluso cuando los intendentes locales responden al  Movimiento Derecho al Futuro  (MDF), estructura apadrinada por el gobernador.

“No somos nosotros los que queremos romper. En los lugares donde efectivamente se han quebrado los bloques es donde gobierna un compañero o compañera de La Cámpora, como en Lanús y Quilmes”, defendió Facundo Tignanelli.

El escenario es aún más complejo en el conurbano. La ruptura de bloques en distritos como Quilmes y Lanús  desató una nueva batalla entre las intendencias de  Mayra Mendoza y Julián Álvarez contra Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda  y figura central del esquema de Kicillof. Ferraresi, incluso, dejó trascender que si hay unidad con  Cristina y Kicillof, él no está dispuesto a militar una lista que incluya camporistas en la tercera sección electoral. En ese caso, optaría por presentar boleta corta.

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