El peronismo en el Senado está a punto de romperse: por qué mejoraría el apoyo a Milei
Un grupo de gobernadores está en negociaciones con el peronista de Catamarca, Raúl Jalil, quien es aliado de Milei.
La posibilidad de una ruptura en los bloques legislativos de Unión por la Patria (UP) se cierne cada vez más sobre el peronismo. Las señales de esta fractura son constantes y el malestar que emana del Congreso expone las divisiones internas que sacuden al principal espacio opositor. Su unidad política se muestra cada vez más debilitada.
Todas las miradas están puestas en el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, uno de los peronistas con mejor relación con el gobierno de Javier Milei, quien sostiene que es esencial mantener canales de diálogo abiertos para poder gobernar efectivamente. "Hay que ser pragmáticos para gobernar", es una frase que repite con frecuencia a sus allegados.
Desde hace tiempo, Jalil ha mostrado signos de descontento ante las críticas provenientes de los bloques legislativos por su disposición a apoyar iniciativas como la ley Bases, la firma del Pacto de Mayo y el regreso del impuesto a las Ganancias. La mayoría de estas críticas provienen del sector kirchnerista, que lo señala por no alinearse con la postura central del movimiento.
Además, el mandatario de Catamarca mantiene conversaciones regulares con otros gobernadores que no pertenecen a UP y que buscan colaborar en conjunto de cara al futuro. En este sentido, están trabajando en la formación de un bloque de senadores que constituya una oposición dialoguista con la gestión de Javier Milei, buscando un camino intermedio en el Senado.
Los gobernadores que cooperan con la administración de Javier Milei
Además de Jalil, los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta), Ignacio Torres (Chubut), Rolando Figueroa (Neuquén), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Alberto Weretilnek (Río Negro), Hugo Passalacqua (Misiones) y Leandro Zdero (Chaco) están también en contacto. Algunos participan con un perfil más alto, mientras que otros prefieren la discreción.
El diálogo fluye entre estos gobernadores que buscan una postura común para sobrevivir políticamente: ser una oposición dialoguista, sin oponerse completamente a LLA. Ni tan cercanos al gobierno como el ala dura del PRO, ni tan distantes como el kirchnerismo.
Este es un punto a tener en cuenta en el escenario político, sobre todo porque tanto Juntos por el Cambio como Unión por la Patria están en proceso de reacomodamiento. Ya no son lo que eran; tienen grietas y filtraciones. Estas fracturas son causadas por el gran triunfo de Milei y su forma de gobernar, además de los posicionamientos iniciales en relación con la colaboración o no para asegurar la gobernabilidad.
La mayoría de los gobernadores involucrados en las conversaciones políticas son líderes de fuerzas provinciales, un modelo territorial que Jalil ha estado analizando minuciosamente desde hace tiempo. No parece una coincidencia que esta estrategia esté rondando la mente del Gobernador, especialmente en un momento en el que su relación con la conducción de Unión por la Patria (UP) es tensa y difícil.
"Hay algunos legisladores que están dispuestos y con ganas de irse", adelantó uno de los gobernadores inmerso en estas redes de negociaciones subterráneas. Las miradas se dirigen hacia dos peronistas: la jujeña Carolina Moises y el catamarqueño Guillermo Andrada. Ambos forman parte del bloque de UP.
Crisis en el peronismo
Sin embargo, hay otros nombres que también están descontentos con la conducción kirchnerista, que se quejan de la faltade participación en las decisiones del bloque, y que, si las condiciones son propicias, podrían decidirse a cambiar de rumbo. Por ahora, se mantienen en silencio y esperan el momento adecuado para actuar. Esta nueva construcción beneficia tanto a los legisladores como al Gobierno, que busca debilitar el poder del peronismo en ambas cámaras del Congreso.
Estos movimientos están generando una nueva crisis dentro del peronismo, que lucha por encontrar un rumbo claro y por desarrollar una estrategia política que abarque todo el espacio. Esta es otra barrera que dificulta su cohesión, solidez y pragmatismo frente al poder.
La coalición opositora atraviesa días complicados debido al impacto negativo del escándalo de AlbertoFernández. Están en el centro de la escena por las controversias del pasado, no por sus propuestas actuales. Es un lugar del que les costará salir, y del que todos parecen querer escapar.
Más noticias: