
La Cámara Argentina de Comercio cruzó fuertemente a los legisladores por los vetos
El titular de la Cámara de Comercio apoyó al Gobierno y calificó de “un asquito” la postura del Congreso frente a los vetos presidenciales.
Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), abrió el Council de las Américas con un discurso cargado de definiciones políticas y económicas. En su intervención destacó que la carga impositiva en Argentina es “tremenda”, pero advirtió que no existen soluciones mágicas de un día para otro.
El dirigente empresarial respaldó de forma explícita a la gestión de Javier Milei y pidió mantener el rumbo actual. “Podemos optar por el bien o por el mal”, resumió, en alusión a la necesidad de elegir entre un modelo de expansión estatal o uno que libere al sector privado.
Críticas al Congreso y a la oposición
En relación con el debate legislativo sobre los vetos presidenciales, Grinman fue tajante: “El Congreso logró voltear un veto presidencial. No tengo memoria de algo así, pero considero un asquito la posición de los legisladores”.

El empresario señaló que los jubilados están históricamente mal pagos y cuestionó las iniciativas que amplían beneficios sin financiamiento genuino.
Elección de rumbo político y económico
Durante su discurso, Grinman enumeró los caminos posibles para el país:
- Persistir en el peso del Estado sobre el sector privado o liberar trabas al desarrollo.
- Apostar al proteccionismo aislacionista o insertarse en el mundo globalizado.
- Elegir entre prebendas o reglas claras.
- Alinearse con regímenes autocráticos o con democracias consolidadas.
También defendió un modelo de largo plazo basado en la ética y la transparencia, en contraposición a lo que calificó como “picardía criolla”.
Elogios a Milei y críticas al kirchnerismo
Grinman elogió la gestión de Javier Milei y diferenció la situación actual de la del kirchnerismo. Aseguró que “no hay presos políticos, sino políticos presos por corrupción”. Además, recordó la frase de Axel Kicillof durante la estatización de YPF en 2012, vinculando esa decisión con la millonaria deuda que enfrenta hoy el país.
“El país tiene dos caminos: sinceridad y sacrificio o la picardía criolla, que ya sabemos cómo termina”, concluyó.
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