
La CGT se encamina a tener la menor representación en el Congreso desde 1973
Varios dirigentes expresaron su malestar por la exclusión de referentes sindicales de las listas del peronismo.
Entre 1973 y 1976, el Congreso contaba con 39 diputados provenientes del sindicalismo. Sin embargo, a partir del próximo 10 de diciembre se estima que esa cifra caerá a menos de los 10 que actualmente ocupan una banca.
Este dato confirma una tendencia sostenida de pérdida de influencia del movimiento gremial, que no logra obtener espacios en las listas ni en la estrategia política y electoral del peronismo.
Esa conclusión volvió a quedar en evidencia el lunes pasado, durante una reunión ampliada de la conducción de la CGT, en la que varios dirigentes expresaron su malestar por la exclusión de referentes sindicales de las listas de candidatos para las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires.

Días antes, un grupo de representantes cegetistas había mantenido un encuentro con el gobernador ultra-kirchnerista Axel Kicillof en La Plata, del cual se retiraron con la promesa de que el frente Fuerza Patria, la nueva expresión electoral del peronismo bonaerense, garantizaría una “amplia y activa” participación sindical en el proceso.
Sin embargo, no solo fueron dejados fuera de las candidaturas, sino que tampoco fueron convocados a la mesa donde se definen las decisiones más relevantes de la campaña.
Una vez más, la dirigencia sindical quedó relegada por el propio Partido Justicialista, muy lejos de aquella época en los años 70, cuando bajo el liderazgo del dirigente metalúrgico Lorenzo Miguel, los gremios tenían fuerte presencia en los gobiernos peronistas, influían en sus políticas y ocupaban un tercio de los lugares en las listas.
Solo tres bancas para la CGT
Sin candidatos propios en las elecciones bonaerenses, la CGT y otros espacios sindicales apenas lograrán ubicar a tres representantes en las listas de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires de cara a los comicios del 26 de octubre. Según lo acordado en la conformación de la alianza electoral, Axel Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa designarán a un postulante sindical cada uno, quienes figurarán entre los primeros quince lugares de la nómina.

En este contexto, Kicillof baraja como opciones al actual cosecretario general de la CGT, Héctor Daer (Sanidad), o al abogado Hugo Antonio Moyano (Camioneros). Cristina Kirchner podría inclinarse por Sergio Palazzo (La Bancaria) o Abel Furlán (UOM), mientras que Massa analiza proponer a Omar Plaini (canillitas) o a Carlos Acuña hijo (estaciones de servicio), descendiente del líder gremial y actual cotitular cegetista.
No obstante, aun si esos tres referentes lograran acceder a una banca, el bloque sindical en la Cámara baja seguiría siendo igual o incluso menor al actual. De los 10 legisladores con origen gremial que hoy integran la Cámara de Diputados, sólo cinco tienen mandato vigente hasta 2027: Mario Manrique (SMATA), Carlos Cisneros (La Bancaria), Pablo Ansaloni (trabajadores rurales), Jorge Ávila (petroleros) y José Gómez (Luz y Fuerza).
El próximo 10 de diciembre finalizarán sus mandatos los otros cinco: Sergio Palazzo (La Bancaria), Vanesa Siley (judiciales), Hugo Yasky (CTA), Pablo Carro (docentes universitarios) y Alejandro Vilca (recolectores de residuos).
Esto implica que, en principio, desde esa fecha el número de diputados con raíces sindicales sería de ocho, a menos que logren sumar más representantes desde otras provincias. Aun así, alcanzar o superar las 10 bancas actuales no garantiza necesariamente una acción parlamentaria coordinada entre ellos.
En el Senado, la situación del sindicalismo es aún más crítica: de los 72 legisladores que lo integran, solo uno proviene del ámbito gremial. Se trata de Gerardo Montenegro, secretario general de UPCN en Santiago del Estero. Antes de él, el último referente sindical en la Cámara Alta fue Guillermo Pereyra, dirigente petrolero fallecido en 2023, quien representaba al Movimiento Popular Neuquino y no al peronismo.
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