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Un hombre mayor con barba y traje oscuro hablando en un podio con un fondo de mármol verde.
POLÍTICA

El dictador Lula expuso en la ONU con un fuerte llamado a 'defender la democracia'

Además, el líder socialista se puso del lado del terrorismo islámico y criticó la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.

Este martes, el dictador socialista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue el primero en dirigirse a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Lula aprovechó el escenario para hacer un nuevo acto de populismo barato, mandando un mensaje sobre el "desafío global del cambio climático". Asimismo, el dictador hizo un llamado a "defender la democracia" y "combatir las desigualdades y el hambre en el mundo".

En su intervención inicial, el mandatario brasileño se puso del lado de su aliado, el terrorismo islámico, y se refirió a la guerra en Gaza, lanzando una dura crítica a la ofensiva de Israel, que, según sus palabras, se transformó en una "venganza" que dejó más de 40.000 muertos.

"Estamos presenciando una de las mayores crisis humanitarias recientes en Gaza y Cisjordania, que ahora amenaza con extenderse al Líbano. Lo que empezó como un ataque terrorista de extremistas contra civiles inocentes en Israel, ha derivado en el castigo colectivo del pueblo palestino", manifestó el dictador, quien pide un alto al fuego para salvar a Hamas.

El dirigente del Partido de los Trabajadores subrayó que "el derecho de defensa" que Israel tenía frente a los ataques de Hamas el pasado 7 de octubre "se ha convertido en un derecho a la venganza".

"Es necesario que la ONU cuente con los recursos adecuados para afrontar los rápidos cambios en el panorama internacional", advirtió el presidente brasileño.

Lula también destacó que "el multilateralismo es la única vía para enfrentar la crisis climática". Sin hacerse cargo de su negligencia, hizo mención a los devastadores incendios en la Amazonia y, según él, otros fenómenos climáticos extremos que "golpearon al planeta en los últimos años".

"Estamos viviendo momentos de creciente incertidumbre, tensiones, frustraciones y temor. Somos testigos de una peligrosa escalada en las disputas geopolíticas y rivalidades estratégicas", añadió el defensor del terrorismo.

Como era de esperarse, el tema central del discurso de Lula ante la ONU fue la "crisis climática". Denunció que "el mundo está lleno de acuerdos climáticos que no se cumplen" y exigió una recompensa económica a los países menos desarrollados que preservan sus selvas.

"El planeta está agotado de promesas incumplidas sobre la reducción de carbono y de ayudas a los países pobres que nunca llegan", subrayó, señalando, sin ninguna prueba, que 2024 podría ser el año "más caluroso" de la historia moderna, con "huracanes en el Caribe, tifones en Asia, sequías e inundaciones en África y tormentas en Europa", mientras que el mundo destina "cada vez más recursos a conflictos bélicos".

Lula también habló del impacto en Brasil, donde este año ocurrieron graves inundaciones en el sur, especialmente en el territorio de los gobernadores socialistas que no invirtieron en infraestructura para evitar la catástrofe.

A pesar de eso, reafirmó su compromiso de "reducir la deforestación ilegal", la cual no para de aumentar desde principios de año, con el objetivo de llevarla a "cero" para el año 2030. "No es posible hablar de las selvas sin escuchar a los pueblos originarios", recalcó el dictador.

En su intervención, Lula mencionó que América Latina experimentó, desde 2014, una "segunda década perdida", con un crecimiento económico promedio de apenas 0,9% anual, la mitad del crecimiento observado durante la "década perdida" de los años 80.

Por último, defendió a la dictadura comunista cubana, calificando como "injustificable" que Cuba permanezca en una lista unilateral de países que promueven el terrorismo, al tiempo que condenó las "sanciones ilegales" que afectan, según él, desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables.

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