Estas son las cuatro veces que intentaron matar a Trump desde que empezó la campaña
Estos hechos demuestran la creciente violencia, odio e intolerancia por parte de la extrema izquierda en Estados Unidos.
En medio de una campaña electoral cargada de tensión, el expresidente y actual candidato republicano, Donald Trump, fue víctima de múltiples intentos de asesinato, algo que generó preocupación no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.
Desde el inicio de su campaña presidencial, Trump sobrevivió a cuatro intentos de asesinato, protagonizados por individuos con conexiones políticas que muestran la creciente violencia por parte de la extrema izquierda en el país norteamericano.
El primer intento de asesinato
El primer ataque ocurrió el 13 de julio de 2024 en un acto de campaña en Butler, Pensilvania. Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, disparó con un fusil AR-15 desde el techo de una planta industrial cercana al evento, hiriendo gravemente a tres personas.
Una de ellas falleció debido a las heridas, mientras que las otras dos quedaron en estado crítico. Posteriormente, Crooks fue abatido por agentes del Servicio Secreto, quienes lograron contener la situación antes de que escalara aún más. Por su parte, Trump recibió un impacto de bala en su oreja, algo que estuvo muy cerca de terminar con su vida.
El atacante, con un historial de afiliación política a sectores de izquierda, había realizado una donación a ActBlue, una plataforma de financiamiento de campañas del Partido Demócrata, lo que generó preocupación por la creciente radicalización de los simpatizantes de esta corriente política.
Segundo intento de asesinato
Apenas dos meses después, el 15 de septiembre, otro intento de asesinato sacudió la campaña de Trump. Ryan Wesley Routh, un hombre de 58 años oriundo de Carolina del Norte, fue arrestado luego de ser encontrado escondido con un rifle de asalto AK-47 equipado con mira telescópica, a cientos de metros de la ubicación del expresidente.
Routh, quien había viajado previamente a Ucrania para apoyar la resistencia en la guerra contra Rusia, mostraba en redes sociales un odio abierto hacia Trump, al que culpaba de haber "arruinado el país". También había escrito un libro en el que abogaba abiertamente por el asesinato del expresidente.
Al igual que Crooks, Routh tenía vínculos con ActBlue, habiendo realizado donaciones periódicas a la plataforma. Su historial de apoyo a causas demócratas y su participación en las primarias de 2024 evidenciaron la conexión entre estos intentos de asesinato y los sectores de la izquierda política en el país.
Tercer intento de asesinato
El tercer incidente ocurrió en Long Island, Nueva York, donde la policía encontró explosivos en un vehículo cercano al lugar donde se iba a realizar un acto de campaña de Trump.
Un perro de la policía alertó sobre un posible artefacto explosivo, lo que llevó a una rápida evacuación de la zona y a una investigación exhaustiva. Aunque el conductor del vehículo logró huir hacia un área boscosa cercana, las autoridades continúan trabajando para identificarlo y esclarecer los detalles del fallido intento de asesinato.
Según se tenía establecido, el vehículo de Donald Trump hubiera pasado al lado del artefacto explosivo, algo que, en caso de no haberse descubierto, podría haber terminado con la vida del expresidente.
Cuarto intento de asesinato
El más reciente intento de asesinato tuvo lugar en Coachella, California, el 11 de octubre de 2024. El Departamento del Sheriff del Condado de Riverside detuvo a Vem Miller, un hombre de 49 años proveniente de Las Vegas, quien llevaba consigo una escopeta, una pistola cargada y un cargador de alta capacidad.
Miller había falsificado pases de prensa y VIP para infiltrarse en el evento de campaña de Trump, pero fue detenido antes de que pudiera actuar. El sheriff Chad Bianco elogió a los agentes que detectaron los pases falsos y evitaron lo que podría haber sido una tragedia mayor.
Estos cuatro intentos de asesinato en apenas tres meses evidencian la creciente radicalización de la izquierda en Estados Unidos y el peligro que enfrentan los candidatos republicanos, especialmente Donald Trump, en el actual clima de violencia.
A medida que la campaña del expresidente avanza, la preocupación por su seguridad y la de sus seguidores se volvió en un tema central, impulsando debates sobre la deficiente protección del candidato.
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