La Fuerza Aérea Israelí mató a Muhammad Hussein Sarour, jefe de drones de Hezbolá

Este jueves, la Fuerza Aérea Israelí llevó a cabo un ataque en Beirut, con el objetivo de eliminar al comandante de la unidad aérea de Hezbolá. Este ataque es parte de una serie de operaciones militares que están enfocadas en exterminar a los líderes del grupo terrorista.

Según el ejército israelí, el comandante Mohamed Hussein Sarour, también conocido como Abu Saleh, fue abatido en el ataque. Hasta la tarde del jueves, Hezbolá no había emitido ninguna confirmación al respecto. El Ministerio de Salud del Líbano informó que dos personas perdieron la vida en el ataque, pero no reveló sus identidades.

El ataque aéreo alcanzó un edificio alto en una zona residencial del sur de Beirut, como lo muestran imágenes y videos del lugar. Este ataque ocurre menos de una semana después de otro bombardeo en Beirut que resultó en la muerte de varios altos mandos de Hezbolá.

Entre los comandantes muertos en ataques anteriores se encuentran Ahmed Wahbi, líder destacado de la fuerza élite Radwan del grupo, e Ibrahim Aqeel, un comandante buscado por Estados Unidos por su implicación en una serie de atentados en 1983 que dejaron cientos de estadounidenses muertos en Beirut. 

En su declaración sobre el ataque del jueves, el ejército israelí indicó que Sarour había supervisado la fabricación de drones para Hezbolá en el sur del Líbano, recopilado inteligencia y actuado como enlace en Yemen, donde terroristas hutíes respaldados por Irán también lanzaron ataques contra Israel.

"Dirigió y promovió múltiples ataques aéreos terroristas, incluyendo el uso de drones, misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados contra el pueblo israelí", señaló el comunicado.

El lunes pasado, Israel intentó acabar con la vida de Ali Karaki, un comandante de alto rango en el sur del Líbano. Hezbolá informó que Karaki sobrevivió al ataque y fue trasladado a un "lugar seguro" tras el intento.

Las operaciones militares de Israel

En los últimos días, Israel está llevando a cabo una gran campaña militar contra Hezbolá, el grupo terrorista del Líbano. En la primera fase, Israel eliminó a miles de enemigos mediante ataques sumamente precisos, con mínimos daños colaterales, posiblemente el mayor golpe contra la organización terrorista jamás registrado.

La segunda fase, que continúa en curso, consiste en una serie de bombardeos aéreos exitosos sobre la cadena de mando y las instalaciones de Hezbolá.

El martes de la semana pasada, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) presentaron información sobre el tamaño del arsenal de misiles que aún posee Hezbolá, según informó Israel Hayom.

Se estima que, antes de los ataques del 7 de octubre, Hezbolá contaba con un total de 40.000 cohetes de corto alcance, capaces de recorrer hasta 40 kilómetros, además de varios miles de cohetes de alcance medio.

A lo largo de los últimos 11 meses, Israel realizó ataques sistemáticos contra estos cohetes, enfocándose especialmente en los de corto alcance. En el ataque del 25 de agosto, llevado a cabo para prevenir un ataque contra el centro de Israel, las FDI lograron derribar cerca de 7.000 de estos cohetes.

Con la reciente intensificación de los ataques en el Líbano, las FDI calculan que aproximadamente la mitad de los cohetes de corto y mediano alcance de Hezbolá han sido destruidos.

La impresionante capacidad de alcanzar a Hezbolá y golpear su núcleo constituye una gran victoria para los servicios de inteligencia israelíes, además de un fuerte revés para Hezbolá, no solo en sus operaciones, sino también en su accionar a largo plazo.