
El Tribunal de Ética abrió un sumario contra el fiscal adjunto Pérez Moreno
El procedimiento puede terminar en una recomendación o derivarse a una instancia más severa.
A pocos días de la denuncia de Gavier y Klinger contra Pérez Moreno hubo un nuevo giro en la interna del Ministerio Público Fiscal cordobés. El Tribunal de Ética Judicial del TSJ inició un sumario para analizar si el fiscal adjunto incurrió en faltas al Código de Ética. La medida se toma tras las críticas del funcionario hacia el uso de la asociación ilícita por parte de sus colegas.
El organismo que preside Armando Andruet evaluará si Pérez Moreno vulneró principios éticos durante una exposición en la UNC, donde cuestionó decisiones judiciales. La causa se tramita por escrito y podría concluir con un simple reproche o escalar hasta ser remitida a la oficina de Sumarios Administrativos. Según fuentes judiciales, también es posible que se archive si no se detecta ninguna falta.
En paralelo los fiscales presentaron notas ante el Tribunal de Ética y Sumarios Administrativos para que se investigue al fiscal adjunto. También lo hicieron en la Fiscalía General, a cargo de Juan Manuel Delgado, quien públicamente respaldó a Gavier y Klinger. Las presentaciones apuntan a que Pérez Moreno incurrió en una grave intromisión funcional.
La disertación en la UNC fue el disparador. Allí, Pérez Moreno afirmó que se “desnaturalizó” el uso de la figura de asociación ilícita, calificándola de “absurda” en muchos casos. Además, señaló que “se utiliza muchas veces para coercionar a acusados”, generando un fuerte malestar entre los fiscales.

Tensión por la figura de la asociación ilícita
Los fiscales entienden que no fue una opinión académica más, sino una embestida contra su autonomía e independencia funcional. Gavier y Klinger subrayaron que los dichos del adjunto afectan la política de persecución penal del MPF y comprometen su imparcialidad. También remarcaron que sus antecedentes como defensor generan un conflicto de intereses.
En el escrito enviado al Tribunal de Ética, los denunciantes indicaron que Pérez Moreno había sido abogado de personas procesadas por asociación ilícita. Además, mencionaron que algunos de sus ex socios continúan ejerciendo la defensa de imputados en causas similares. Esta situación fue presentada como un factor que agrava el tenor de sus declaraciones.
Durante su intervención en la UNC, Pérez Moreno ironizó sobre el uso de esa figura penal, provocando el rechazo de varios fiscales. “Hemos llegado al absurdo de decir que 10 muchachitos son una asociación ilícita”, expresó. La frase, pronunciada en tono burlesco, fue interpretada como una deslegitimación de causas judiciales en curso.
Otros fiscales también manifestaron su preocupación por lo ocurrido. Consideraron que lo dicho por el adjunto no fue casual ni menor, sino que constituyó una injerencia institucional grave. Apuntaron que hay una directiva superior que orienta la persecución penal y que Pérez Moreno la desoyó públicamente.

Avanza el análisis y podría haber más consecuencias
El Tribunal de Ética tiene una función preventiva: no sanciona ni impone penas, pero puede dejar un antecedente negativo. Según se informó, se le dará vista a Pérez Moreno para que realice su descargo por escrito. Luego, se analizará si corresponde emitir una sugerencia, una advertencia o directamente archivar el expediente.
En paralelo, la oficina de Sumarios Administrativos del TSJ también recibió presentaciones contra el fiscal adjunto. Aunque se intentará evitar una doble investigación, no se descarta que esa área adopte medidas propias. La definición del Tribunal de Ética será clave para determinar si el caso escala a una instancia más compleja.
Por otra parte, la Asociación de Magistrados respaldó la postura de los fiscales y expresó su preocupación institucional. A su vez, la Asociación de Abogados Penalistas defendió la libertad de expresión del adjunto y avaló su derecho a disentir. Las reacciones evidencian una fuerte grieta dentro del ámbito judicial.
En declaraciones a La Voz, Pérez Moreno insistió en que fueron “opiniones personales, en abstracto”, y que no aludió a ninguna causa en particular. Agregó que su intención fue promover el debate académico y que piensa disculparse con los fiscales si se sintieron agraviados. Desde entonces, no hubo más expresiones públicas.

El trasfondo político de la interna judicial
Más allá de los aspectos éticos, el conflicto expone una lucha de poder entre fiscales de peso dentro del Ministerio Público. Las críticas de Pérez Moreno surgieron mientras Gavier gana respaldo institucional y avanza con causas penales de fuerte repercusión pública. Los dichos del adjunto fueron interpretados como un intento por deslegitimar ese modelo.
La tensión también se inscribe en la puja por el rumbo del MPF, donde coexisten visiones enfrentadas sobre cómo abordar el crimen organizado. Mientras algunos promueven un enfoque expansivo del uso de figuras penales como la asociación ilícita, otros advierten sobre los riesgos de su aplicación excesiva.
La interna se recrudece con denuncias cruzadas que ahora se analizan en diversas instancias del Poder Judicial. El curso de los sumarios definirá si todo queda en una advertencia o si se produce un desenlace institucional más fuerte. La expectativa está puesta en lo que resuelva el Tribunal de Ética, cuya palabra puede marcar un antecedente.
Sea cual sea el desenlace, el episodio ya dejó expuestas profundas fisuras dentro del sistema judicial cordobés. La exposición pública del conflicto deja en evidencia no solo diferencias técnicas, sino una disputa por el control del rumbo del Ministerio Público.
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