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Reino Unido

Las violentas manifestaciones por la muerte de George Floyd llegaron al Reino Unido

Las calles de Londres fueron atacadas por violentas protestas de la izquierda que insólitamente reclaman por el asesinato de George Floyd, ocurrido en Estados Unidos. Se cree que estas movilizaciones en el Viejo Continente también están organizadas por Antifa.

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En un inesperado e insólito sucesos, las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd llegaron también a las calles de Londres durante este miércoles.

No sólo se copió el fenómeno manifestante de los Estados Unidos, sino que también se replicaron los mismos niveles de violencia hacia las autoridades policiales que intentaban cuidar el buen desempeño de la protesta, lo que habilita a pensar que éstas están siendo impulsadas por el Antifa de Europa.


Dos personas fueron arrestadas, en este sentido, por haber herido a policías arrojando objetos contundentes contra ellos. Incluso, los manifestantes bloquearon la calle que rodea al Hyde Park, el parque más grande de la ciudad, interrumpiendo el tránsito de más de 10 líneas de colectivos.

Como era de esperarse, muchos actores y artistas del mundo del espectáculo salieron a las calles con sus camaradas comunistas durante la protesta. Entre ellos se destacó el multimillonario actor negro, John Boyega, que participó en las últimas películas de Star Wars, con contratos exorbitantes que demuestran que el racismo, al menos como lo pinta la nueva izquierda, no existe más.

"Hoy se trata de las personas inocentes que fueron frenadas en la mitad de su proceso. No sabemos lo que George Floyd podría haber logrado, no sabemos lo que Sandra Bland podría haber logrado, pero hoy vamos a asegurarnos de que eso no sea una preocupación para el futuro de nuestros jóvenes", expresó el actor británico John Boyega.

Además, varios de los jóvenes manifestantes persuadieron a los policías londinenses para realizar el conocido acto de arrodillarse, que popularizó el grupo norteamericano terrorista Black Lives Matter para rendirle "homenaje" a las víctimas afroamericanas, aunque poco tenga que ver y poco sirva para solucionar el problema de la discriminación. 
"El Reino Unido no es inocente", repetían a coro los manifestantes con carteles en la mano repitiendo frases e imágenes vistas en las protestas de esta semana en los Estados Unidos. Pocas veces una causa tan arraigada a la cultura estadounidense llega tan fuerte al Reino Unido.

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Además, las protestas se acercaron a Downing Street, la residencia oficial de Boris Johnson y sede del ejecutivo británico y bloquearon las calles al grito de "finalicen con el racismo sistémico", para la sorpresa de muchos ya que si hay algo que destaca al Reino Unido es el bajo nivel de discriminación racial que vivencia.

La secretaria del Interior, Priti Patel, aseguró que "está asqueada con la muerte de George Floyd, pero las protestas deben ser pacíficas y de acuerdo a las reglas de distanciamiento social. El virus sigue siendo una amenaza para todos".
Por su parte, Boris Johnson se expresó en líneas similares a su gabinete:

"Mi mensaje para todas las personas en los Estados Unidos y el Reino Unido, es que el racismo y la violencia racista no tienen lugar en nuestra sociedad actual"

Además, aclaró que las personas tienen derecho a protestar, pero advirtió que "deben hacerlo de forma pacífica y distanciados, porque todas las vidas importan, y por eso debemos combatir el virus también".

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Francia no se quedó atrás de esta oleada de protestas, y si bien París sufre las protestas de los chalecos amarillos desde hace ya casi un año entero sin respiro, este miércoles más de 15.000 personas se reunieron frente al tribunal francés para protestar también por el #BlackLivesMatter, de vuelta un reclamo muy alejado de la realidad, ya que la discriminación racial en Francia es un problema social casi inexistente, al menos en comparación con la discriminación contra judíos que sí se vive en las calles francesas, especialmente desde la llega de cientos de miles de refugiados musulmanes.

Además del epicentro parisino, las ciudades de Marsella, Lyone y Lille fueron parte de estas protestas. Esta llama se avivó luego de que se conocieran nuevos detalles sobre la muerte de Adamá Traoré, un joven de 24 años que fue detenida en los suburbios de París y murió el 19 de julio de 2016 por el maltrato policial, según el reclamo. Ayer, una autopsia independiente aseguró que "la técnica de reducción realizada por la gendarmería causó su muerte".

Cabe destacar que Francia no experimenta un caso de discriminación racial contra la comunidad francoafricana de esta envergadura desde entonces, o sea que no hubo un solo caso relevante de racismo en 4 años y contando.

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Reino Unido

Un inmigrante ilegal que había marchado con un cartel de "los inmigrantes no somos criminales" fue arrestado por violar una niña de 15

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Un congolés que sobrevivió tres intentos de deportación y que se había hecho famoso protestando en contra de la política migratoria conservadora, se declaró culpable esta semana de violar a una niña de 15 años.

Anicet Mayela, un inmigrante ilegal que llegó en 2004 a Londres de la República del Congo, se viralizó unos años atrás cuando en una marcha en contra de las políticas migratorias del gobierno de Boris Johnson, protestó frente a un centro de deportaciones con un cartel que leía: "los inmigrantes no somos criminales".

El hombre, que estuvo en múltiples ocasiones a punto de ser deportado, logró esquivar todos los intentos de la Policía británica, y esta semana fue arrestado, no por su condición de inmigrante ilegal, sino por algo mucho peor: fue encontrado culpable de violar a una niña inglesa de 15 años.

El Tribunal de la Corona de Oxford se está encargando de su caso, y aseguró en el expediente que hubo un alto nivel de violencia durante el ataque sexual de Mayela contra la niña, según informa The Sun.

Tras su arribo al país en 2004, el Gobierno británico intentó deportarlo inmediatamente, pero la medida tuvo que ser suspendida después de que alegara que fue herido en una celda de aislamiento en el Centro de Deportación de Inmigrantes de Colnbrook, cerca del aeropuerto de Heathrow.

Poco después, las autoridades hicieron un segundo intento, donde incluso lograron subirlo a un avión de la línea Air France que viajaba al Congo. Sin embargo, la tripulación francesa del avión hizo una protesta para evitar su deportación, asegurando que se había convertido en la "cara visible" de la poco humana política migratoria del gobierno.

Los pilotos del avión que salían del aeropuerto de Southampton se negaron a despegar, y finalmente el gobierno de Tony Blair decidió suspender su deportación. Semanas más tarde, Mayela obtuvo permiso para quedarse en el país después de que sus abogados dijeran que los agentes encargados de subirlo al vuelo lo habían agredido y hasta le habían roto una mano.

Mayela quedó en una situación rarísima: no fue otorgado ciudadanía pero la Justicia decidió que no sería deportado, por lo que se le dio vía libre para quedarse en el Reino Unido. El diputado conservador Marco Longhi protestó en el Parlamento por este caso que fue paradigmático en aquel entonces, pero nada cambió su situación.

Casi 20 años después, el africano jamás se adaptó a la civilización inglesa, y unas semanas atrás fue arrestado luego de ser identificado como el principal culpable en la violación de una niña de 15 años en Oxford, ante lo cual confesó su culpabilidad.

Longhi, quien todavía es diputado, ha estado recorriendo los medios acusando al Gobierno de no ser lo suficientemente duro con la inmigración. “Mis electores seguramente estarán furiosos al descubrir que se quedó aquí con lo que parece ser una excusa endeble antes de cometer este horrible crimen”, dijo.

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Economía

La Comisión de Crecimiento del Reino Unido determinó que reducir la migración elevaría la renta per cápita del país a largo plazo

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Así lo determinó el organismo lanzado por la exprimer ministra Liz Truss, implementado para encontrar soluciones al anémico crecimiento de la economía británica. También se determinó que la reducción del impuesto a la herencia generaría un mayor impacto positivo que cualquier otro impuesto en el país.

Uno de los mayores problemas para el sostenimiento de las finanzas públicas del Reino Unido es la migración ilegal fuera de control, un fenómeno que encarece el costo de la salud pública en detrimento del grueso de los contribuyentes que deben pagar cada vez más para mantenerla pero que no reciben beneficios adicionales por tal esfuerzo.

La migración descontrolada parece incompatible con el llamado “Estado de bienestar”, y así lo deja ver un reciente estudio de la Comisión de Crecimiento del Reino Unido, un ente lanzado por la administración de Liz Truss para estudiar las razones detrás del estancamiento de la economía.

La Comisión encontró que reducir la migración neta anual de 350.000 personas a 150.000 en los próximos años, posibilitaría un aumento del nivel de ingreso promedio por habitante de hasta 1.100 libras al año. Esto se explica fundamentalmente por dos cuestiones: el menor costo presupuestario a cuenta de las redes de seguridad social del país, y por otra parte una mayor proporción de PBI distribuido entre menos personas.

El organismo señaló que la migración descontrolada también genera fuertes presiones sobre el mercado inmobiliario, ya que este fenómeno no se desarrolla de manera ecuánime en todo el territorio del Reino Unido, sino que se concentra principalmente en los grandes centros urbanos. 

La migración sin restricciones condujo al encarecimiento general del precio de las viviendas y de los alquileres en las grandes ciudades. Las jurisdicciones con menores regulaciones inmobiliarias pudieron adaptarse mejor al shock de demanda, mientras que otras (como por ejemplo Londres bajo el control del laborismo) sufrieron un alza significativa de los precios de la vivienda.

Douglas McWilliams, copresidente de la Comisión de Crecimiento, explicó que las regulaciones y la excesiva burocracia detrás de los permisos de construcción urbana impidieron una rápida adaptación del mercado inmobiliario a los sucesivos shocks migratorios. Remarcó la necesidad de reformar y desregular el sistema de planificación urbana para hacer más fácil la construcción de nuevas viviendas.

La Comisión también estudió las posibles rebajas tributarias que podrían estimular la inversión y el crecimiento de largo plazo de la economía. En este sentido, concluyó que cualquier rebaja (o incluso la eliminación) del Impuesto a la Herencia tendría un efecto positivo mayor a la de casi cualquier otro impuesto del país.

La eliminación del gravámen sobre las herencias generaría un repunte potencial del 1,4% sobre el PBI per cápita para el año 2044, alrededor de 865 libras adicionales cada año para los ciudadanos. Esto contemplaría una rebaja tributaria de 7,6 millones de libras para el período 2024-2025.

Si se aplicara una rebaja tributaria similar pero para el Impuesto de Sociedades, entonces el crecimiento de la renta por habitante se incrementaría en un 1,6% para 2044, mientras que la misma receta para el impuesto a las Ganancias de personas físicas daría como resultado un incremento de sólo el 0,3% respectivamente.

La principal razón explicativa detrás de estas cifras es el envejecimiento poblacional. Conforme se incrementa la participación de personas mayores como porcentaje de la población total, aumenta desmedidamente la recaudación por herencias y por lo tanto también su impacto negativo en el desarrollo de la economía.

“Con una población que envejece y con tantos otros países con tasas bajas o nulas de impuesto a la herencia, mantener este impuesto por razones puramente ideológicas parece ser un lujo que el Reino Unido no puede permitirse”, declaró McWilliams.

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Reino Unido

El Reino Unido intenta controlar el colapso social y endurece su política migratoria: Los inmigrantes ilegales serán deportados a Ruanda

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Una enmienda aprobada en la Cámara de los Comunes, que debe ratificarse, permitirá ignorar las órdenes globalistas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y proceder a la deportación de los inmigrantes ilegales en suelo británico a Ruanda.

El primer ministro británico Rishi Sunak se anotó una masiva victoria en su agenda anti inmigración que viene trabajando con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, al aprobar este jueves, con el apoyo de 320 diputados, una ley que permite deportar inmigrantes ilegales a Ruanda.

Si bien resta la aprobación de la Cámara de los Lores (lo que sería como la Cámara Alta de su sistema legislativo), se espera que sea homologada fácilmente y el Partido Conservador logra un importante éxito en un año electoral.

Los conservadores vienen de una serie de derrotas legislativas brutales, y se ve golpeado en las encuestas por dos aspectos centrales: una pésima gestión del COVID-19 y la explícita traición al Brexit que los británicos votaron, luego de que en 4 años tras su salida de la Unión Europea, solo se eliminaran 600 de las 4.000 regulaciones vigentes del bloque europeo.

Esta medida se trata de una de las promesas electorales de Sunak, quien había prometido frenar la llegada de indocumentados a través del Canal de la Mancha y llevar a la práctica el sistema de deportaciones que había empezado a negociar el ex primer ministro Boris Johnson.

La Corte Suprema británica había fallado previamente en contra de esta política, respaldándose en la falta de garantías de seguridad de esos migrantes una vez llegados a Ruanda y en un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero esta legislación aprobada sobrepasa la decisión del tribunal eurpeo que avala año a año el tráfico de personas indocumentadas.

El Reino Unido tiene un trabajo de largos años enfrentando una profunda crisis social y laboral provocada por la inmigración indiscriminada, especialmente la intromisión de células terroristas o ligadas al narcotráfico que llegan en estas embarcaciones.

Las cifras son alarmantes, ya que entre el 2022 y el 2023 llegaron al Reino Unido 75.000 embarcaciones cargadas de inmigrantes indocumentados, con un promedio de 500 personas por cada bote. La gran mayoría cruzando, desde Francia, a través del Canal de la Mancha.

El año pasado, el gobierno conservador logró llegar a un acuerdo con Turquía para el establecimiento de un nuevo centro operativo para abordar el crimen de inmigración organizado. En ese entonces, la ministra británica del Interior Suella Braverman aseguró que debían "hacer todo lo posible para acabar con las bandas de contrabandistas de personas y detener los barcos".

Este texto enfrentará esta semana el primer debate en la Cámara de los Lores que podría proponer algunas modificaciones, pero sin alterar el espíritu que plantea el proyecto. El Comité de Acuerdos Internacionales de la Cámara recomendó no aprobarlo hasta que los ministros no puedan demostrar que el acuerdo es seguro.

Los laboristas, encabezados por su líder Keir Starmer, han asegurado que la derogarán en caso de llegar al poder, además de prometer una fuerte suba de impuestos en una economía en recesión.

Todas las encuestas indican que, de no mejorar las cifras para el gobierno conservador, el laborismo británico estaría a las puertas de volver a gobernar el Reino Unido luego de 14 años marginado a la oposición. El panorama es muy distinto a lo ocurrido en la última elección, donde Boris Johnson arrasó con una mayoría histórica para los Conservadores.

Boris era polémico pero efectivo, y consiguió la mayor cantidad de votos de la historia para un candidato conservador en 2019. Sunak es todo lo contrario; con un perfil moderado y alejado de las polémicas, las encuestas muestran una intención de voto por el piso.

Por fuera de la discusión parlamentaria de la enmienda migratoria, durante esta semana Sunak deberá enfrentar la rebelión de más de 40 parlamentarios conservadores, que demandaron más fondos para sus consejos locales (los gobiernos territoriales de Reino Unido), ya que enfrentan la bancarrota ante el aumento de costos y los recortes producidos por el gobierno central en busca de mayor austeridad.

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