
Leonor, rumbo a Nueva York: el viaje final antes de su salto al Ejército del Aire
La heredera concluirá su travesía naval en EE.UU., se reencontrará con Sofía y se prepara para su próximo destino
Con su llegada a Nueva York, la princesa Leonor encara el cierre de su formación naval a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano,que durante cinco meses la llevó por el Atlántico. Este viaje, heredado del recorrido de su padre hace décadas, marcó una etapa clave en su preparación militar y personal.
Aunque aún no ha pisado suelo neoyorquino, la expectativa crece. Será el último puerto antes de regresar a España, donde su agenda sigue intensificándose.Felipe VI y Letizia, esta vez, no estarán presentes en la ceremonia de desembarco: mantienen compromisos oficiales para el 5 de junio, evitando así restarle protagonismo a su hija.
Una travesía sin protocolo, pero simbólica
A diferencia de su padre, cuyas escalas incluyeron reuniones diplomáticas de alto nivel y un simbólico encuentro con Ronald Reagan, el viaje de Leonor tuvo un carácter formativo y discreto. Sin funciones diplomáticas ni compromisos oficiales, la todavía guardamarina se centró en el aprendizaje a bordo.

Leonor tampoco contó con la cobertura institucional que tuvo Felipe durante su travesía. Su viaje buscó cumplir con un único objetivo: comprimir, en un solo año, toda la formación militar básica de quien está llamada a convertirse en la futura comandante suprema de las Fuerzas Armadas.
Tras su paso por Nueva York, volará de regreso a España, mientras sus compañeros completan el viaje en barco. Luego vivirá un reencuentro familiar y continuará su instrucción en alguna fragata de la clase Álvaro de Bazán, posiblemente a bordo de la que lleva el nombre de su bisabuelo, el Almirante Juan de Borbón.
El esperado reencuentro con Sofía
En el plano personal, el reencuentro más esperado será con su hermana, la infanta Sofía. La distancia marcó esta etapa: Leonor no pudo acompañarla ni en su 18º cumpleaños ni en su reciente graduación. Le envió un mensaje lleno de orgullo, prometiendo celebrarlo juntas.

Ambas hermanas han madurado en paralelo durante este tiempo. Leonor, como su padre en el pasado, comprobó que la inocencia mediática quedó atrás: fue blanco de paparazzi durante las escalas. Sofía, por su parte, está por definir su futuro universitario y el rol que asumirá dentro de la Casa Real, sin presiones visibles de sus padres.
El siguiente acto oficial en la agenda de Leonor es el 16 de julio, cuando se celebrará la ceremonia de graduación en la Escuela Naval de Marín. Allí recibirá el título de alférez de navío, probablemente de manos de su padre y ante la mirada de su madre y su hermana, como ya ocurrió con el Ejército de Tierra.
El futuro inmediato: del mar al cielo
Tras el verano, Leonor iniciará su formación en la Academia del Aire y del Espacio, en San Javier, Murcia. Será el último paso militar antes de alcanzar el rango de teniente en julio de 2026. Esta etapa incluirá formación en aeronáutica, logística, gestión, ingeniería y hasta psicología.
El nuevo plan de estudios, actualizado recientemente, incorpora formación espacial y una fuerte dimensión bilingüe, con énfasis en la comunicación clara dentro de organizaciones militares multinacionales.
Felipe VI visitó la academia en 2024 para conocer los avances en la formación y probar los simuladores donde entrenará su hija. Allí también se familiarizó con los modernos aviones PC-21, que simulan el funcionamiento de cazas reales y representan la etapa más emocionante del curso.
Leonor se prepara para un rol sin precedentes: será la primera mujer en liderar las Fuerzas Armadas cuando asuma la corona. Su formación ha sido diseñada al detalle para ese objetivo. Lo que vendrá después aún es incierto. La Casa Real no ha revelado cuál será el camino universitario de la princesa, aunque se espera que combine excelencia académica y proyección internacional.
Leonor avanza, firme y sin pausa, hacia un destino inédito para la monarquía española.
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