
Tensión en Petroquímica Río Tercero: denuncian ruptura de la conciliación y extorsión
El gremio denuncia que la empresa incumplió la conciliación y presiona con los sueldos para avanzar con despidos.
El gremio de los químicos de Río Tercero denunció que la empresa Petroquímica rompió la conciliación obligatoria vigente hasta el lunes. Según expresaron desde el sindicato, se mantienen en estado de asamblea dentro de la planta por la falta de pago de salarios. Afirman que la empresa condicionó un pago parcial a que ellos pidieran el fin de la conciliación.
Lucas Felici, representante sindical, explicó que la empresa ofreció abonar sólo el 50% de los sueldos de julio a cambio de un pedido gremial para levantar la conciliación. El dirigente sostuvo que se trata de una extorsión inaceptable que profundiza aún más el conflicto laboral en la planta. Por ahora, los obreros permanecen en sus puestos, pero la producción fue completamente paralizada.
Desde el gremio aclararon que no se trata de una toma de la fábrica, ya que no interrumpieron turnos ni tareas esenciales. Sin embargo, advirtieron que se quedarán en asamblea permanente mientras la situación no se resuelva. También exigieron la intervención urgente de la Secretaría de Trabajo para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales.

Denuncian tensión con la Policía y apuntan contra los directivos de la empresa
La noche del miércoles, los trabajadores denunciaron que la Policía bloqueó el acceso principal a la planta mientras regía la conciliación obligatoria. Ante esta situación, decidieron continuar dentro del predio en asamblea permanente, a la espera de una solución desde el Ministerio. “La policía local bloqueó el portón a los trabajadores en plena conciliación obligatoria”, expresaron desde el gremio.
En un comunicado, responsabilizaron a los tres niveles del Estado por la seguridad de los operarios y acusaron a la empresa de actuar con amenazas. “Nos extorsionaron al ofrecernos el 50 por ciento del salario a cambio que desconociéramos la conciliación”, aseguraron. También remarcaron que no van a permitir que los salarios y el futuro de sus familias sean usados como moneda de cambio.
“La empresa quiere llevar a la quiebra no sólo la fábrica sino nuestras vidas y nuestras convicciones”, advirtieron los delegados en el mismo comunicado. Convocaron a organizaciones sociales y gremios de la provincia a sumarse al reclamo para evitar que avance el proceso de vaciamiento. Reclamaron, además, una audiencia urgente con autoridades laborales para abordar la crisis.
En octubre pasado, Petroquímica cerró su planta de TDI, su principal unidad productiva, y desde entonces acumula 249 despidos. El último recorte fue el 14 de julio, con la cesantía de 124 empleados, varios de ellos en su sede porteña. La firma pidió en Buenos Aires abrir un proceso preventivo de crisis, con sólo 130 operarios activos frente a los 375 que tenía hace 9 meses.
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