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Economía

Mega-crisis Argentina: ante la pérdida de confianza en el peso, Guzmán anuncia nuevas medidas

El Ministro de Economía anunció una serie de medidas con el Banco Central, en un nuevo intento por rescatar la deteriorada confianza del peso. Se anunciaron cambios en las retenciones al campo, y se quiere exprimir un poco más al sector privado para aumentar la oferta de dólares.

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La pérdida de dólares por parte del Banco Central se torna un dolor de cabeza cada vez más profundo para un Gobierno que no encuentra soluciones. A pesar de que el país registra una situación comercial superavitaria, se intensifica la crisis de balanza de pagos, una situación que no debería ocurrir y es inédita en Argentina. 

El Ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció un paquete de medidas para intentar generar una mayor oferta de divisas, y brindar una suerte de colchón temporal para que el Banco Central pueda operar sin tantas limitaciones. 

El plan apunta a generar un impacto que llegaría en el último trimestre del año, y el Ministro asegura que esto estabilizará el tipo de cambio para lo que resta del 2020. Sin embargo, el mercado cambiario no registró ni una sola situación de estabilidad desde que Alberto Fernández se hizo cargo del gobierno.

El Gobierno apunta a generar más oferta de dólares mediante una tenue baja en las retenciones aplicadas al sector agropecuario, industrial, petrolero y minero. Además, el esquema de medidas contempla un aumento en los reintegros para cada actividad. 

Los derechos de exportación se reducirán de manera meramente transitoria. La alícuota para la exportación de granos se reducirá de 33% a 30% en el mes de octubre, para nuevamente volver a subir gradualmente y retomar el nivel actual en enero del año próximo.

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Se espera que, dentro de las exportaciones agropecuarias, la soja juegue un papel importante como respuesta a los incentivos planteados hoy. El gobierno anticipó que se liberarán recursos para fomentar a los pequeños productores y las cooperativas. 

Los derechos de exportación bajarán a 0% para productos industriales finales, y los insumos industriales serán gravados con un 3% de alícuota. La industria automotriz también gozará de 0% de derechos, cuando las exportaciones estén por fuera del Mercosur. 

Por fuera de los anuncios referidos a los derechos de exportación, el Ministro descartó cualquier tipo de cambio en el esquema del “super-cepo” para el campo, donde las restricciones son especialmente duras. 

El paquete estableció más beneficios en cuanto a los reintegros en la actividad industrial, adoptando un criterio que depende del valor agregado de la exportación. Se subirá el piso de reintegro para los bienes industriales finales a un 7%, mientras que será un 5% para los insumos elaborados por la industria

El sector minero tendría la garantía de que se reglamentará un tope de hasta el 8% en derechos de exportación, según lo estipulaba la “Ley de Solidaridad social y Reactivación productiva”, que ya había sido explicada por el ministro. 

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Por su parte, el ministro Kulfas explicó que se busca generar una suerte de sustitución de importaciones para el sector del gas, a partir de la elaboración de nuevas reglas de juego sobre la zona de Vaca Muerta. 

A pesar de esto, el temor que genera el gobierno continúa sembrando incertidumbre sobre el clima de inversiones, y el ministro no ha dado detalles sobre qué plantea hacer exactamente. 

El gobierno anunció que la construcción tendrá un lugar central dentro de la reactivación, en sintonía con lo dicho también por Matías Kulfas y por el ministro Gabriel Katopodis (desde la obra pública).

El anuncio comprende una serie de incentivos para la construcción privada, que incluyen rebajas impositivas temporales. Además, se anunció la exoneración impositiva para los activos financieros en el sector, por un plazo de tres años. 

Los incentivos tributarios comprenden también una modificación en el Impuesto a las Ganancias, permitiendo diferir el pago del impuesto a las transferencias de inmuebles hasta el momento en el que la obra de construcción se termina o se cobra. 

Se anunció la creación de un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción, apuntando específicamente al sector hipotecario, duramente golpeado por las medidas cambiarias. Este fondo sería administrado por la Agencia Hipotecaria Argentina, y sería de carácter autosustentable a partir de aportes de entidades financieras. 

Desde el Banco Central, se anunció un cambio en la política monetaria, principalmente destinado a atender la dinámica sobre los precios. Si bien muchos economistas oficialistas desestimaron los riesgos de la política monetaria actual, el presidente Pesce estimó conveniente un aumento de tasas

En diálogo con Ámbito financiero, el ministro Guzmán ya había anticipado la decisión del Banco Central, asegurando que la política monetaria anterior fue un fenómeno temporal y propio de la pandemia, y que ya llegó el momento de aplicar ciertos cambios. 

Estamos en otra etapa de la pandemia y se requiere afinar la política monetaria. Hay que generar confianza para generar ahorro en nuestra moneda”, aseguró Guzmán. 

Guzmán expresó la necedad de armonizar las tasas de interés y generar valores más realistas para los plazos fijos. En vista a las expectativas futuras, los economistas oficialistas aseguran que las tasas no están lejos de la realidad, pero el ritmo actual en el nivel de precios se impuso hasta ahora. Las tasas reales negativas son parte de la realidad cotidiana.

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Economía

Colapsa el déficit cuasi-fiscal: El Banco Central rebajó la tasa de política monetaria de los Pases del 60% al 50%, la más baja 

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La carga de intereses a cuenta de los pasivos remunerados es cada vez menor, después de la quinta reducción de tasas en lo que va de la presidencia de Javier Milei. La autoridad monetaria también tomó la decisión de incrementar nuevamente el encaje legal aplicado sobre las billeteras virtuales.

El Banco Central al frente del Presidente Santiago Bausili determinó una nueva reducción de la tasa de política monetaria de referencia, aquella a cuenta de los Pases, pasando del 60% al 50% nominal anual a partir del 2 de mayo. De esta forma, la tasa efectiva anual fue establecida en el 64,82% según informó el propio BCRA.

En otras palabras, los pasivos remunerados que emite el Banco Central pasan a abonar una tasa nominal equivalente al 4,2% por mes, a cuenta de los Pases que se renuevan cada día. 

La decisión oficial responde a la drástica caída de las expectativas de inflación para los próximos meses, un hecho que se refleja claramente en el informe de expectativas REM que elabora la autoridad monetaria. Las principales consultoras privadas del país también dan cuenta de esta situación, y proyectan un claro escenario de desinflación para 2024.

Las mediciones inflacionarias de alta frecuencia están reflejando el colapso de la variación de los precios minoristas en alimentos y bebidas. Para la consultora LCG, la variación semanal en este rubro fue negativa por más de 1 punto porcentual al término de la quinta semana de abril. 

Los sondeos de Alphacast también prevén una ligera caída de precios hacia la segunda mitad del mes pasado, considerando al rubro de los alimentos. En la misma dirección, el economista Alberto Cavallo (el hijo del exministro de Economía) anticipó mediante un índice diario de precios que la inflación ya está viajando al 5% mensual, descontando el efecto de las tarifas de los servicios públicos.

Entran en juego dos lógicas principales detrás de la rebaja de tasas. En primer lugar, la caída de la inflación efectiva y de la inflación esperada permiten una tasa de interés más baja, ya que de este modo se evita generar rendimientos excesivos medidos en dólares. Pero por otro lado, y más importante aún, la caída de la tasa de interés (en un contexto de cepo cambiario) permite sanear el balance del Banco Central y reducir la expansión monetaria a cuenta de los pasivos remunerados.

La carga de la deuda remunerada en pesos del BCRA es cada vez menor en relación al PBI, y lo mismo ocurre con el pago de sus respectivos intereses. Y desde el Gobierno nacional, el superávit fiscal concretado durante los primeros 3 meses del año permite anular cualquier tipo de financiación monetaria para el fisco.

El Banco Central de Bausili también tomó la decisión de elevar la tasa de encaje aplicado para billeteras virtuales del 10% al 15%, y de esta manera es altamente probable que disminuyan los rendimientos de alternativas como por ejemplo Mercado Pago, además del efecto que tuvo la reducción de tasas.

Se busca generar un marco de reglas de juego que genere incentivos para la compra de títulos públicos al Tesoro por parte del mercado. Esto responde a dos fines bien concretos: por un lado el rollover de la deuda interna en pesos a plazos más extensos, y en segundo lugar la retención de pesos para cancelar Adelantos Transitorios con el propio BCRA (una manera adicional para retirar pesos de la circulación).

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Economía

La reforma tributaria que propone Biden amenaza con destruir hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo para el año 2025

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Así lo sugiere un reciente informe de la Tax Foundation, estimando el efecto total de los aumentos impositivos que propone la campaña de Biden de cara a las elecciones. Se estima una reducción del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI en caso de aprobarse los cambios.

El Presidente Joe Biden lanzó una agenda económica completamente radicalizada hacia la izquierda, buscando contentar al ala más extremista de su partido (anteriormente representada por el excandidato Bernie Sanders en la contienda electoral del 2020).

En este sentido, el Presidente recuperó una profunda impronta favorable a subir generalizadamente los impuestos en Estados Unidos, tanto para empresas como para personas físicas y para productos importados. Se buscan gravar ingresos, patrimonios y bienes con tasas sustancialmente más elevadas que las actuales.

La Tax Foundation desarrolló un reciente informe estimando el impacto económico que podría desatar el plan fiscal de Biden para el año 2025. Se estima una reducción total del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI, una caída del 3,8% en el capital social potencial acumulado en las empresas, una reducción del 1,6% sobre la masa salarial promedio, y finalmente la destrucción de hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el sector privado, en relación a la cantidad que cabría esperar de no aprobarse las subas impositivas.

La agenda de los demócratas es, y por diferencia, la más ambiciosa y extremista desde la era de Franklin D. Roosevelt. El esquema tributario resultante de una eventual victoria de Biden en las próximas elecciones de noviembre queda resumido de la siguiente manera:

  • Aumento de la tasa del impuesto sobre la renta empresarial del 21 por ciento al 28 por ciento (a partir del año fiscal 2025)
  • Aumento del impuesto mínimo alternativo corporativo introducido en la Ley de Reducción de la Inflación del 15 por ciento al 21 por ciento (a partir de 2024)
  • Cuadruplicar el impuesto a la recompra de acciones implementado en la Ley de Reducción de la Inflación del 1 por ciento al 4 por ciento (a partir de 2024)
  • Hacer permanente la limitación de pérdidas comerciales excesivas para las empresas de paso
  • Limitar aún más la deducibilidad de la compensación de los empleados según la Sección 162
  • Aumento de la tasa impositiva global sobre ingresos intangibles de baja tributación (GILTI) del 10,5 por ciento al 21 por ciento, calcular el impuesto jurisdicción por jurisdicción y revisar las reglas relacionadas
  • Derogar la tasa impositiva reducida sobre los ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII)
  • Ampliar la base del impuesto sobre la renta neta de inversiones (NIIT) para incluir ingresos comerciales no pasivos y aumentar las tasas del NIIT y el impuesto adicional de Medicare para alcanzar el 5 por ciento sobre ingresos superiores a $400,000
  • Aumento del impuesto sobre la Renta individual al 39,6 por ciento sobre ingresos superiores a $400 000 para declarantes solteros y $450 000 para declarantes conjuntos (a partir de 2024)
  • Gravar las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados a las tasas ordinarias del impuesto sobre la renta para Ingreso imponible por encima de US$ 1 millón de dólares, y gravar las ganancias de capital no realizadas en caso de fallecimiento por encima de una exención de US$ 5 millones, revirtiendo parcialmente la reforma de George Bush (2001-2003)
  • Triplicar los aranceles de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, desatando una nueva guerra comercial con el gigante asiático

Pese a las subas impositivas, la administración Biden no propone un sendero sostenido de reducción del déficit fiscal, ya que la mayor parte del paquete tributario se vería acompañado por nuevas expansiones presupuestarias. 

Y a diferencia de la estrategia seguida por el expresidente Donald Trump, la guerra comercial con China que propone desatar Biden se produciría en un contexto de profunda caída en la competitividad fiscal de Estados Unidos, todo lo contrario a lo que ocurrió entre 2017 y 2020 (cuando las empresas estadounidenses disfrutaron de fuertes recortes impositivos).

Esto deja a Estados Unidos en una posición comparativamente difícil para forzar una nueva “tregua” con China en la cual se flexibilicen controles cambiarios o medidas arancelarias proteccionistas, como sí ocurrió tras el último acuerdo firmado en 2020.

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Economía

Con Milei, los bancos vuelven a cumplir su función fundamental: Prestarle dinero a familias y empresas y no al Estado

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Se redujo drásticamente la absorción de crédito a través del Estado nacional y el Banco Central, y se amplía la cantidad de recursos disponibles para ser prestados al sector privado productivo. La política económica del Gobierno produjo un punto de inflexión para el sistema financiero.

Desde la caída de la convertibilidad y el rebrote inflacionario en la Argentina, la proporción de crédito retenido deliberadamente por el sector público fue creciendo incesantemente en los últimos años.

El Estado se adueñó de una parte creciente en la cantidad de pesos disponibles generados por el ahorro del país, y en consecuencia se redujo la proporción canalizada por el sector privado (las familias y las empresas). Mientras que el crédito al sector privado superaba holgadamente el 20% del PBI durante el menemismo, al término del último experimento kirchnerista consiguió superar a duras penas el 7% del PBI en 2023

A partir de diciembre de 2023, la política económica ejecutada por el Presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo se propuso un giro drástico en la direccionalidad del crédito argentino. El superávit financiero del Sector Público Nacional (SPN) permitió liberar una gran masa de recursos para el sector privado, algo que hasta el momento parecía completamente imposible.

Por primera vez desde 2018 se produjo un rebrote de créditos hipotecarios, nuevamente atados a la unidad UVA más un cierto margen de rendimiento en términos reales. Estos créditos no solo permiten la reapertura del mercado de crédito inmobiliario, sino que además implican una fuerte presión para aliviar los aumentos sobre los precios de los alquileres.

A partir de la nueva política económica, los bancos privados debieron replantearse la canalización del crédito. El Gobierno nacional dejó de incurrir en amplias licitaciones por encima de sus posibilidades para financiar el déficit (las licitaciones actuales solo refinancian la deuda interna), y el Banco Central profundizó su agresiva política de rebajas en la tasa de interés que pagan los Pases (ahora hasta el 60% nominal anual).

Todo esto abrió la posibilidad de volver a financiar a las familias vía hipotecas, y a las empresas a través de diversos proyectos de inversión productiva. El Gobierno espera que este efecto, habitualmente llamado “crowding-in” o desplazamiento positivo, contribuya activamente a la reactivación de la actividad económica a partir del segundo semestre del año.

Dada la fuerte credibilidad en la política económica, el mayor ahorro del sector público (efecto recesivo) podría ser compensado por un repunte de la inversión del sector privado por la vía del crédito (efecto expansivo).

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