
Evo Morales criticó a Luis Arce por no aceptar que entre ambos destruyeron la economía
El exdictador reveló que Luis Arce también intervino en YPFB desde el año 2013 y conocía del mal manejo de la estatal.
Los masistas Evo Morales y Luis Arce continúan enfrentados, ahora con acusaciones mutuas sobre la crisis económica en el país. Morales, en sus redes sociales, afirmó que Arce "no tiene el valor moral y político de asumir su responsabilidad" en la actual situación del país. Enfatizó que el actual presidente repite el discurso de la derecha y lo acusó de formar parte de "los neoliberales, imperialistas, coloniales y vendepatrias".
Arce, en un encuentro con las mujeres campesinas "Bartolina Sisa", insistió en que la crisis económica se debe a la falta de previsión durante el gobierno de Morales. "No se cuidó la nacionalización y ese fue el problema que empezamos a atravesar como país a partir de 2016", explicó. También aclaró: "Yo era ministro de Economía, no de Hidrocarburos".
Morales refutó esta declaración asegurando que Arce estaba al tanto de la situación del gas y del petróleo. Reveló que, en 2008, nombró a Marcelo Montenegro como miembro del directorio de YPFB por recomendación de Arce. "Si su delegado estaba en YPFB, entonces sabía perfectamente lo que sucedía", declaró el exmandatario.
Según Morales, en junio de 2013, Arce asumió el cargo de Director Titular de YPFB Transporte, lo que probaría que tuvo información directa sobre la industria de hidrocarburos. "Estos documentos son la prueba de que Luis Arce conocía la situación y nunca presentó observaciones", agregó Morales.
El Ministerio de Economía respondió a las declaraciones de Morales mediante un comunicado. "La crisis en exploración de hidrocarburos comenzó tras la muerte de Carlos Villegas, cuando YPFB perdió el rumbo", señala el documento. También indicaron que la política energética era competencia exclusiva del Ministerio de Hidrocarburos.
¿Ambos masistas buscan señalar quien es más culpable?

El debate se intensificó con críticas desde sectores opositores, quienes responsabilizan tanto a Morales como a Arce por la situación actual. El falso opositor Jorge Tuto Quiroga calificó a Morales de "cínico" y lo señaló como el principal responsable de la crisis. "El 70% de la deuda se contrajo en sus tres gestiones, el resto en el gobierno actual", denunció.
Quiroga también apuntó que Morales dilapidó los recursos del gas sin invertir en exploración. "Critica la falta de combustible cuando él se farreó casi todo el gas sin reponer reservas", aseguró. Además, lo culpó por la escasez de dólares y la creciente inflación, atribuida al déficit fiscal financiado por el Banco Central de Bolivia.
Por otro lado, Stello Cochamanidis, presidente del Comité pro Santa Cruz, se sumó a las críticas. "El nombre correcto del presidente es Pilato Arce porque lo único que hace es lavarse las manos", declaró. Además, lo acusó de mentir al pueblo y de no solucionar el desabastecimiento de combustible y dólares.
Los conflictos internos dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) han quedado expuestos con estas acusaciones. Mientras Morales sostiene que su gobierno garantizó estabilidad económica, Arce intenta desligarse de las fallas del modelo que él mismo ayudó a construir. La pugna entre ambos amenaza con fracturar aún más el partido.

El país enfrenta una crisis marcada por la escasez de combustibles, la falta de dólares y una inflación creciente. Desde el gobierno, se defienden argumentando que han retomado la planificación en hidrocarburos y que la crisis es heredada. Desde la oposición, insisten en que el modelo económico implantado por Morales y continuado por Arce es el responsable del colapso.
Las protestas en el país también se han intensificado, en Santa Cruz, se anunció una marcha contra el gobierno exigiendo soluciones a la crisis. "No vamos a seguir aguantando las mentiras de este individuo", declaró Cochamanidis, refiriéndose a Arce. La presión social podría incrementar el desgaste del oficialismo.
Este cruce de acusaciones entre Evo Morales y Luis Arce evidencia una estrategia cínica de ambos para eludir su responsabilidad en la crisis económica. Ambos gobernaron concentrando el poder, persiguieron a opositores y controlaron instituciones a su conveniencia, pero ahora se presentan como víctimas de las decisiones del otro. Morales, quien gobernó con un estilo caudillista, y Arce, ha seguido su misma línea de imposición y censura, intentan desligarse del desastre que juntos provocaron.
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