Un hombre en una conferencia de prensa sostiene un documento mientras señala con el dedo, rodeado de micrófonos.
POLÍTICA

Rolando Cuellar pidió destitución de Monseñor Leigue por haber criticado el socialismo

El diputado masista solicitó que, a pesar de su delicada salud, el Papa Francisco atienda su pedido de destitución.

El diputado oficialista Rolando Cuéllar ha generado controversia tras solicitar la destitución del arzobispo de Santa Cruz, Monseñor René Leigue. En su petición, dirigida al Papa Francisco, Cuéllar argumentó que la Iglesia no debe involucrarse en política y acusó a Leigue de ser un portavoz de la oposición. El sacerdote le ha pedido en reiteradas ocasiones a la población, mayor criterio a la hora de elegir autoridades.

Según Cuéllar, el arzobispo ha utilizado sus homilías dominicales para emitir mensajes políticos en lugar de enfocarse en la fe. Destacó que la Iglesia debe limitarse a la predicación y al trabajo social, sin interferir en los asuntos políticos del país. Esto sucede en contexto generalizado de incertidumbre que vive la población del país en los últimos meses.

Cuellar señaló que la Iglesia no puede influir en la política, afirmó que Bolivia se encuentra en un sistema democrático y no en una guerra. Reprochó a Leigue por pronunciarse sobre temas electorales y económicos. Esto porque el régimen masista se estaría viendo comprometido por las declaraciones  del arzobispo. 

En sus declaraciones, Cuéllar reiteró que la Iglesia debe dedicarse a la ayuda social, visitando hospitales y apoyando a las personas necesitadas. Criticó que el arzobispo no esté enfocado en estas actividades y, en su criterio, esté desviando la misión eclesiástica.

Un obispo vestido con atuendo litúrgico verde y blanco, sosteniendo un báculo y levantando una mano en un gesto de bendición dentro de una iglesia.
El arzobispo René Leigue | La Derecha Diario

El pedido de Cuéllar surgió después de varias homilías en las que Monseñor Leigue ha llamado a la unidad de los candidatos de la oposición. En su último discurso, sugirió la conformación de dos frentes políticos para reducir costos de campaña.

El prelado también ha cuestionado la normalización de la mentira en la sociedad y que sean las autoridades quienes fomenten esto. También, ha expresado su preocupación por la crisis moral y económica que enfrenta Bolivia. Sus declaraciones han sido interpretadas por sectores del oficialismo como una postura política contraria al gobierno.

Desde la Iglesia Católica, no se ha emitido una respuesta oficial sobre la solicitud del diputado Cuéllar. La Conferencia Episcopal Boliviana y la Arquidiócesis de Santa Cruz han optado por el silencio ante la polémica.

¿El masismo es tan intolerante a la crítica?

Un obispo con mitra púrpura hablando en un micrófono durante una ceremonia religiosa.
El arzobispo le pidió mayor criterio a la población | La Derecha Diario

Analistas políticos consideran que el pedido de Cuéllar es una muestra del intento del oficialismo de acallar voces críticas. Señalan que la Iglesia ha jugado históricamente un rol mediador en conflictos políticos y sociales en Bolivia. Pero desde el oficialismo se ha buscado desacreditar constantemente las recomendaciones de la iglesia a sus feligreses.

Por otro lado, sectores de la oposición han manifestado su respaldo a Monseñor Leigue. Afirman que sus declaraciones responden a una preocupación legítima por la situación del país y no constituyen una interferencia política. Han señalado que desde el oficialismo no toleran este tipo de cuestionamientos totalmente válidos.

El Papa Francisco, a pesar de su estado de salud, ha sido puesto en el centro de esta controversia. La solicitud de Cuéllar requiere una respuesta del Vaticano, aunque expertos en derecho canónico sostienen que la destitución de un arzobispo es un proceso complejo.

La polémica en torno a Monseñor Leigue también pone en evidencia la creciente tensión entre el gobierno y la Iglesia Católica. En varias ocasiones, el oficialismo ha criticado sus posturas y ha intentado minimizar su influencia. Por ahora, la solicitud de Cuéllar sigue en espera de una respuesta del Vaticano. 

Este episodio evidencia la falta de tolerancia de algunos sectores del oficialismo hacia voces que no comparten su doctrina política. En una democracia que se precie de serlo, el debate y la pluralidad de opiniones deberían ser valores fundamentales. Pero, el intento de silenciar al arzobispo Leigue refleja una visión autoritaria que busca deslegitimar cualquier crítica.

Más allá de la posición de la Iglesia, la exigencia de Cuéllar de destituir a un líder religioso por expresar su perspectiva sobre la realidad del país plantea una preocupación mayor. Solo muestra la incapacidad de este tipo de actores políticos afines al masismo para aceptar el disenso y la diversidad de pensamiento.

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