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Bielorrusia

El dictador Lukashenko se reunió con opositores encarcelados por él mismo en un plan de pacificación controlada

Este sábado el dictador bielorruso Aleksandr Lukashenko se reunió con los principales opositores a su régimen que están encarcelados bajo falsos cargos para discutir el apoyo en un plebiscito de reforma constitucional.

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Este sábado el dictador comunista Aleksandr Lukashenko se reunió con opositores encarcelados que él mismo puso en prisión bajo falsos cargos. El objetivo de la reunión habría sido discutir la reforma constitucional que busca aprobar, pero no hay audio ni video sobre cómo se ha desarrollado el encuentro, más que algunas fotos.
En la reunión estuvieron presentes Lilia Vlasova, Vitali Shkliarov y Viktor Babariko, ex candidato presidencial y actual líder de la oposición, quien las encuestas daban como claro ganador en una hipotética elección libre, pero cuya candidatura fue denegada este año tras ser encarcelado por supuestas actividades financieras ilegales que no fueron probadas.
A su vez, el mismo día de la reunión, Lukahsenko permitió que, por primera vez, el esposo encarcelado de Svetlana Tijanovskaya llame a su esposa, quien se encuentra exiliada y es la principal opositora que el dictador no pudo encerrar.
Estos guiños de pluralismo y apertura sin precedentes forman parte de un plan de Lukashenko, que habría sido recomendado por Putin, para intentar recuperar la confianza de su pueblo y tratar de evitar sanciones por parte de la comunidad europea.
Manifestantes anti-Lukashenko, con las banderas de la Bielorrusia anti-comunista, contra las fuerzas represivas de la dictadura.

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La reforma constitucional 

Con motivo de calmar la crisis política desencadenada tras el fraude masivo y evidente en las últimas elecciones presidenciales entre Lukashenko y Tijanovskaya, el régimen totalitario presentó un plan de profundas reformas constitucionales que entrarían en vigencia recién en el año 2022. 
Las reformas buscarán una mayor participación de los partidos políticos, cambiar el sistema electoral y darle mayores responsabilidades al Parlamento, terminando con la hegemonía del Poder Ejecutivo.

Según el régimen, estas enmiendas serán puestas a referéndum para que el pueblo vote si aprobarlas o no. Aún así, se cree que mediante el fraude, Lukashenko busque que parezca que las medidas no son deseadas por el pueblo y el "NO" termine ganando, manteniendo así la hegemonía del modelo soviético, en la última dictadura de Europa.

Por su parte, el jefe de Estado ruso Putin pronunció su apoyo a esta reforma constitucional en septiembre, tras una reunión con Lukashenko en la ciudad rusa de Sochi. 

En este encuentro, los mandatarios pactaron un préstamo de parte de Rusia a Bielorrusia de 1.500 millones de dólares para re-financiar la deuda pública y darle un respiro al dictador entre tantas crisis. 

Lukashenko (izquierda) junto a Putin (derecha). Fuente: Belta.

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Siguen las protestas

Pese a la ausencia física de los principales líderes opositores -ya sea porque se encuentran en la cárcel o en el exilio-, desde el día en que se conocieron los resultados claramente fraudulentos de las últimas elecciones, gran parte del pueblo bielorruso sigue saliendo a las calles a modo de protesta todos los domingos. Cientos de ciudadanos son detenidos o heridos por la represión en estas manifestaciones.

A su vez, fueron reportadas torturas en celdas de aislamiento a los detenidos por manifestarse. La OSCE, Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, consideró los reportes creíbles y llamó a la Unión Europea a tomarse esta situación con seriedad. 

La BBC, medio de comunicación británico, logró entrevistar a manifestantes que aseguran haber sido torturados con golpizas, asfixias y humillaciones de todo tipo. 

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Bielorrusia

El Grupo Wagner confirma que dejará de pelear en Ucrania mientras la mayoría de sus mercenarios ingresan al Ejército Ruso

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El jefe del Grupo Wagner ha sido informado de que sus fuerzas ya no pelearán en Ucrania luego de que se negara a firmar contratos con el Ministerio de Defensa ruso.

Al jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, se le dijo que sus fuerzas mercenarias ya no lucharían en Ucrania, dijo el coronel general Andrei Kartapolov, quien preside la Cámara baja del Comité de Defensa del Parlamento ruso.

Además, Kartapolov añadió que el desencadenante del motín del sábado fue el desacuerdo entre Prigozhin y el Ministerio de Defensa frente a la demanda de este de que los efectivos del Grupo Wagner firmara contratos oficiales.

"Como saben, unos días antes del intento de motín, el Ministerio de Defensa dijo que todas las formaciones que realizan tareas de combate deben firmar contratos con el Ministerio de Defensa", confirmó Kartapolov.

"Todos comenzaron a implementar esta decisión … todos excepto Prigozhin", resaltó Kartapolov; y agregó que, después de la negativa de Prigozhin, se le había dicho que sus mercenarios ya no lucharían en Ucrania y, por lo tanto, no recibirían dinero estatal.

Al mismo momento, imágenes satelitales a unos 90 kilómetros al sureste de Minsk, capital bielorrusa, parecen mostrar nuevas instalaciones militares establecidas en los últimos días, lo que sugiere la rápida construcción de una base de operaciones destinada a Wagner.

Mientras tanto, el Kremlin se niega a responder preguntas sobre Sergey Surovikin, el general ruso supuestamente detenido después de la rebelión del fin de semana liderada por Prigozhin y sus efectivos.

Algunas fuentes afirman que el General Sergey Surovikin fue arrestado por el Servicio Federal de Seguridad ruso el 25 de junio bajo sospechas de que apoyó y ayudó en el intento de “golpe” de Yevgeny Prigozhin y del Grupo Wagner.

El General Sergey Surovikin

Según informó el Financial Times, Surovkin no ha aparecido públicamente desde los acontecimientos del pasado fin de semana. Además, según The Moscow Times, "dos fuentes cercanas al aparato del Ministerio de Defensa" afirman que Surovikin ha sido arrestado.

"Al parecer, él [Surovikin] eligió ponerse de su lado [de Prigozhin durante el motín] y le agarraron por las pelotas", dijo una segunda fuente citada por The Moscow Times. Con respecto al paradero del general, la fuente respondió que "esta información no se comenta ni siquiera a través de los canales internos".

Adicionalmente, desde el Kremlin anunciaron, luego de confirmar que no tenía información sobre el paradero de Yevgeny Prigozhin, que “Surovikin fue interrogado por fiscales militares durante varios días sobre sus vínculos con el líder de Wagner, Prigozhin. El general está recluido en un lugar, pero no está en prisión”.

En este contexto, los líderes de la Unión Europea se reunieron para discutir el abortado motín de Wagner y debatir su papel a largo plazo en el refuerzo de la seguridad de Ucrania.

"Tenemos que prepararnos para que esto pueda durar mucho tiempo", dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, a periodistas durante una cumbre en Bruselas. "Es importante que consultemos y digamos que estamos listos para aguantar a largo plazo, con el apoyo financiero y humanitario que es necesario para Ucrania, pero también cuando se trata de armas", agregó el líder alemán.

Adicionalmente, varios líderes europeos concordaron en que es necesario que se vigile de cerca a Bielorrusia, donde se ha exiliado el jefe del Grupo Wagner y donde los efectivos del mismo pareciera que serán recibidos como en su “hogar”.

Yevgueni Progizhin en camino hacia Bielorrusia

Otros líderes europeos también resaltaron que, si bien el motín había debilitado a Putin, Occidente no puede relajarse y dejar de apoyar a Ucrania. "Un Putin debilitado es un peligro mayor", dijo Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. "Una Rusia inestable se convierte también en un riesgo".

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Bielorrusia

Bielorrusia se ofrece para ser el nuevo hogar del Grupo Wagner y que pueda seguir en funcionamiento

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Alexander Lukashenko, que acabó con la disputa entre el Grupo Wagner y Rusia, confirmó que Yevgeny Prigozhin había llegado a Bielorrusia y que ofrecía “bases militares abandonadas” para los efectivos de Wagner.

El dictador bielorruso, Alexander Lukashenko, tras anunciar la llegada a su país del Yevgueni Progizhin, líder del Grupo Wagner, confirmó que está dispuesto a acomodar a las tropas de Wagner en bases militares abandonadas, según un informe de la agencia estatal de noticias Belta.

"Les ofrecimos una de las bases militares abandonadas. Por favor, tenemos una valla, tenemos todo", afirmó Lukashenko, refiriéndose a los combatientes exiliados de Wagner que han sido invitados a residir en Bielorrusia bajo el acuerdo negociado previamente.

Según información difundida por Verstka, las autoridades bielorrusas han comenzado a construir campamentos para 8.000 hombres de Wagner en los bosques de la región de Mogilev.

Se trata de una zona ubicada en la frontera con Rusia, solo 100 kilómetros al suroeste de la capital bielorrusa, Minsk, y 200 kilómetros al norte de la frontera con Ucrania.

Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, durante una reunión con los "militares y los agentes del orden que detuvieron la rebelión armada", según informa TASS, señaló que "el ejército y las fuerzas del orden rusas han detenido eficazmente una guerra civil”.

El ejército ruso se interpuso en el camino de la agitación en la hora de necesidad del país, cuyo resultado habría sido el caos”, resaltó Putín, quien también agregó que "el trabajo rápido y preciso de las fuerzas de seguridad durante la rebelión permitió evitar bajas entre los civiles".

Vladimir Putin, presidente de Rusia, junto con Aleksander Lukashenko, presidente de Bielorrusia

A pesar de la gravedad de la rebelión, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia anunció que había cerrado un caso penal contra los efectivos de Wagner que avanzaron hacia Moscú siguiendo las órdenes de Prigozhin.

Además, el armamento militar pesado en poder del Grupo Wagner será transferido a las tropas rusas, confirmó el Ministerio de Defensa ruso. "Los preparativos están en marcha para la transferencia de equipo militar pesado de la compañía militar privada Wagner a unidades de las fuerzas armadas rusas".

Por otro lado, Zolotov, jefe de la Guardia Nacional de Rusia, ha declarado que no descarta la participación de servicios de inteligencia occidentales en el intento de "rebelión". "Sabíamos que ganaríamos, los rebeldes no habrían tomado Moscú", añadió.

Mientras tanto, el líder de la compañía militar privada ha defendido el motín que llevó a cabo contra el liderazgo militar ruso en una declaración de audio de 11 minutos. Se trata de sus primeros comentarios públicos desde que puso fin a la rebelión y acordó retirar su ejército privado a campamentos en Bielorrusia.

Yevgeny Prigozhin dijo no solo que había actuado para "evitar la destrucción de la compañía militar privada Wagner", sino también que no tenía la intención de derrocar al gobierno con sede en Moscú.

Imagen de Yevgueni Prigozhin junto a combatientes del Grupo Wagner obtenida de un video

Resaltó que, Wagner habría dejado de existir el 1 de julio como resultado de "decisiones mal meditadas", particuarmente del intento de transferir a las fuerzas del Grupo Wagner al Ministerio de Defensa ruso. “Esto habría llevado a una pérdida completa de la capacidad de combate", dijo.

Según expresó, los combatientes y comandantes experimentados hubieran sido “aplastados y convertidos en carne”, puesto que no podrían usar su potencial y experiencia de combate.

A medida que todo esto ocurre, sin embargo, la contraofensiva ucraniana sigue adelante. En este sentido, la viceministra de Defensa de Ucrania, sobre la situación en Bakhmut, dijo que "nuestros defensores avanzan por los flancos todos los días. Poco a poco, pero seguro".

Además, añadió que "el área de Bakhmut y sus suburbios tiene un sistema desarrollado de fortificaciones de ingeniería y una extensa red de fortalezas. Todo esto fue preparado una vez por nuestras autoridades militares y locales para la defensa, lo que en realidad ayudó a mantenerlo durante tanto tiempo. Pero ahora, estas fortificaciones y fortalezas han sido ocupadas por el enemigo, por lo que liberar estas tierras requiere un poco más de esfuerzo y paciencia".

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Bielorrusia

El dictador de Bielorrusia sorprendió proponiendo declarar una tregua en Ucrania

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Alexander Lukashenko pidió negociaciones "sin condiciones previas" entre los gobiernos de Moscú y Kiev. La declaración viene en medio de rumores que Rusia quiere instalar bombas nucleares en territorio bielorruso.

El presidente devenido en dictador Alexander Lukashenko, ha propuesto este viernes declarar un alto el fuego en Ucrania y empezar las rondas de negociaciones para ponerle fin a la guerra. Una verdadera sorpresa especialmente debido a que muchos manifestantes han sido arrestados en Bielorrusia pedir por un alto el fuego.

"Tenemos que parar ahora, antes de que empiece la escalada. Me arriesgo a sugerir el cese de las hostilidades (…) para declarar una tregua", dijo Lukashenko, en el poder en Bielorrusia desde 1994, en un discurso público a la nación. "Todas las cuestiones territoriales, de reconstrucción, de seguridad y otras deben y pueden resolverse en la mesa de negociaciones, sin condiciones previas", añadió.

"Como resultado de los esfuerzos de Estados Unidos y de sus satélites, se ha desencadenado una guerra total" en Ucrania, lo que supone que "una tercera guerra mundial con incendios nucleares acecha en el horizonte", dijo en un discurso anual a la nación.

"Todos ustedes entienden y saben que solo hay una solución: ¡negociaciones! Negociaciones sin condiciones previas", insistió. "Trataré de correr el riesgo de ofrecer una tregua en Ucrania, pero sin la posibilidad de reagrupar y de mover equipamiento", señaló en un mensaje ante el Parlamento de Bielorrusia.

También indicó que una contraofensiva ucraniana "es lo peor que puede suceder ahora mismo". Así, remarcó que una acciones de contraofensiva "harían imposible iniciar negociación de paz en las condiciones actuales, un proceso que debe ser puesto en marcha lo antes posible".

Reunión entre el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y el líder ruso, Vladimir Putin

No obstante, aclaró que en Ucrania las partes "ya han comenzado a negociar" de forma extraoficial, según informaciones recogidas por la agencia de noticias BelTA. "La gente no quiere luchar", dijo, antes de criticar la postura del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como "ridícula".

Destacó, además, que "el Ejército ruso está operando ahora a su máxima capacidad". "Tenemos que detener esto ahora, antes de que vuelva a producirse un recrudecimiento de las hostilidades".

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, comentó que Rusia podría estudiar la semana que viene la tregua propuesta por el mandatario bielorruso. Además, aseguró que la propuesta de paz china no estaba en pausa, aunque algunas disposiciones del plan todavía están poco implementadas “debido a la imposibilidad de la parte ucraniana de desobedecer a sus comandantes”.

Además, ha acusado a las autoridades polacas de “redoblar” las capacidades de sus Fuerzas Armadas y preparar un ataque contra Bielorrusia. "Se están preparando para invadir nuestro territorio y destruir el país", puntualizó antes de señalar que el Ejército polaco recibirá pronto 366 tanques Abrams y otro tipo de armamento y vehículos pesados.

La semana pasada, Vladimir Putin anunció que Rusia desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia, lo cual remarca la tendencia que cada vez más armamento ruso está estacionado en territorio bielorruso.

Dmitry Peskox, portavoz del Kremlin

El mandatario ruso descartó que la decisión viole los acuerdos de no proliferación nuclear y comparó la medida con la instalación de armas nucleares estadounidenses en Europa. Además, indicó que fue el líder bielorruso el que planteó durante mucho tiempo la cuestión de acoger armas nucleares tácticas en su territorio.

Por ello, Lukashenko ha defendido que "la vuelta a las armas nucleares no se trata de intimidación o chantaje, sino de una oportunidad de garantizar la seguridad del Estado bielorruso y su población".

Asimismo, ha puntualizado que el estallido de una tercera guerra mundial nuclear "se acerca cada vez más y solo puede evitarse mediante negociaciones". "Hay que negociar sin precondiciones", manifestó.

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