Dos hombres de traje posan juntos en una oficina elegante decorada con objetos dorados y banderas, uno de ellos sonríe y hace un gesto de pulgar arriba.
INTERNACIONALES

Cómo se gestó la ofensiva israelí que destruyó el poder militar y nuclear de Irán

Donald Trump y Benjamin Netanyahu prepararon una impresionante estrategia para destruir el plan nuclear iraní.

En un punto de inflexión en el conflicto de larga data entre Israel e Irán, ayer 12 de junio, a las 21:00 horas de Argentina, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una ofensiva aérea masiva contra objetivos estratégicos en territorio iraní bajo el nombre de Operación Fuerza de un León.

Este ataque no solo destruyó instalaciones nucleares clave, sino que también eliminó parte de la cúpula militar y científica que sostenía el programa nuclear iraní.

La desastrosa gestión de Joe Biden

El conflicto que desencadenó el ataque israelí se intensificó tras años de tensiones acumuladas. Durante la administración demócrata del expresidente estadounidense Joe Biden, Irán aprovechó un escenario diplomático débil para reactivar y acelerar su programa nuclear, especialmente en las plantas de Natanz y Fordow.

Dos hombres de traje conversan de cerca al aire libre con un avión en el fondo y el cielo parcialmente nublado.
Donald Trump y Benjamín Netanyahu. | La Derecha Diario

La falta de presión efectiva por parte del Gobierno de Biden permitió al régimen de Teherán enriquecer uranio a niveles cercanos al grado militar, lo que generó creciente preocupación en Israel y entre varios sectores de inteligencia occidental.

La estrategia de Donald Trump

Sin embargo, desde su asunción como presidente de Estados Unidos, Donald Trump adoptó una postura frontal, con el objetivo explícito de desnuclearizar a Irán.

Fuentes allegadas indican que esta estrategia habría sido fuertemente impulsada por el Secretario de Estado, Marco Rubio. En una reunión clave en la Casa Blanca, el 7 de abril, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu propuso un ataque preventivo y coordinado para desmantelar el aparato nuclear y militar iraní. El Mossad, que llevaba años relevando objetivos críticos, fue pieza central en la planificación.

El 12 de abril, Trump dio inicio a una exitosa estrategia. Primero, públicamente condenó la posibilidad de un ataque israelí y buscó encaminar negociaciones diplomáticas con Irán, actuando como el “policía bueno” mientras Israel asumía el rol de “policía malo”.

No obstante, tras 60 días sin avances concretos, las negociaciones se dieron por terminadas y, aunque Trump se mantuvo formalmente al margen, dio luz verde al inicio de la ofensiva.

Edificio de apartamentos con graves daños en varios pisos y presencia de bomberos y camiones de emergencia trabajando en el lugar
El ataque israelí. | La Derecha Diario

El demoledor ataque israelí

La operación israelí fue impresionante. En cuatro olas de bombardeos, fueron destruidas las instalaciones de enriquecimiento de uranio en Natanz y Fordow, se eliminó el arsenal de misiles balísticos, y se abatieron altos mandos del régimen.

Entre los altos mandos eliminados se encuentran el jefe de la Guardia Revolucionaria (IRGC), el líder de las Fuerzas Quds, el Estado Mayor Conjunto, el principal científico nuclear iraní y hasta uno de los colaboradores más cercanos al Ayatolá.

Tres horas después del ataque, Donald Trump envió un mensaje a Teherán de que lo espera en la mesa de negociaciones el próximo domingo, pero advirtió que si Irán responde con represalias contra Israel, Estados Unidos defenderá a su aliado.

Este ataque marca un antes y un después en la geopolítica regional, desarticulando de manera precisa la estructura nuclear iraní y enviando un mensaje de fuerza disuasoria sin precedentes en la última década.

➡️ Medio Oriente ➡️ Internacionales

Más noticias: