
Trump busca que haya unidad republicana para aprobar su plan económico
La agenda de Trump avanza en el Senado mientras republicanos y demócratas se preparan para una batalla legislativa.
Nuevamente, comenzamos a ver gigantes avances en la agenda legislativa del presidente Donald Trump. Se espera que hoy comience una maratónica sesión en la cámara alta, que se extenderá hasta el día sábado.
Los senadores republicanos liderados por John Thune (Dakota del Norte) darán pie inicial, como habían anunciado hace unas semanas, con la votación de un texto de reconciliación presupuestaria.
En el caso que la resolución sea aprobada en la cámara alta, el texto legislativo deberá volver a la cámara baja en donde se aprobaran o no los cambios propuestos por los republicanos del Senado.

El proceso que se llevará a cabo se denomina “de reconciliación”. El proceso de reconciliación en el Congreso de Estados Unidos es un mecanismo legislativo especial que permite aprobar ciertos proyectos de ley relacionados con el presupuesto federal con una mayoría simple en el Senado, evitando así caer en un filibuster.
Es esperable que el camino para la aprobación en el Senado no sea nada sencillo para la bancada republicana de Thune.
Los senadores demócratas intentarán hacer que este proceso sea lo más doloroso posible y el líder de la minoría, el demócrata Chuck Schumer (Nueva York) buscará aprovechar esta votación después de haber sido criticado por su propio partido por ayudar a los republicanos a evitar un cierre del gobierno hace pocas semanas.
Si bien el proceso de reconciliación, que permite a la mayoría republicana en el Senado eludir el obstruccionismo demócrata, también da a la minoría la oportunidad de forzar un número ilimitado de votaciones sobre enmiendas antes de la aprobación final.
Aunque las enmiendas que se aprueben serán eliminadas del texto definitivo, su objetivo es desgastar políticamente a los republicanos. Este será el arma de Schumer para obstruir a los republicanos.

Los republicanos aún no han llegado a un acuerdo sobre la magnitud de los recortes al gasto público. Las diferencias entre la Cámara de Representantes y el Senado ascienden a cientos de miles de millones de dólares.
Entre las opciones que manejan los líderes republicanos, se está considerando establecer un techo de gasto de 1,5 mil millones de dólares para los comités de Finanzas del Senado y de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.
Además, están evaluando una estrategia contable que eliminaría el impacto en el déficit de la extensión de los recortes de impuestos aprobados por Trump en 2017, cuyo costo real es de 3,8 mil millones de dólares.
El líder de la mayoría Thune sabe que hay una gran resistencia de los conservadores de la Cámara de Representantes e insiste a sus colegas del Senado que es esencial aprobar esta resolución cuanto antes para pasar a la siguiente fase legislativa, que sería el debate en la cámara baja de lo aprobado en la cámara alta entre hoy y mañana, sábado.

Para abordar las preocupaciones de los conservadores más radicales en la Cámara de Representantes, los republicanos del Senado diseñaron un texto que establece recortes mínimos de 4 mil millones de dólares en los comités del Senado y al menos 1.5 billones de dólares en la Cámara de Representantes.
Los republicanos del Senado sostienen que la cifra inicial de 4 mil millones es solo un punto de partida y que aumentará significativamente en las próximas semanas. Sin embargo, los conservadores de la Cámara de Representantes desconfían y buscan más profundidad en el ajuste al déficit.
El congresista republicano Jodey Arrington (Texas), presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, ha respaldado a sus colegas más duros, expresando su preocupación de que los conservadores no aceptarán el proyecto si el déficit sigue aumentando bajo este esquema.
"La versión del Senado esta muerta al llegar", escribió el congresista republicano Ralph Norman (Carolina del Sur), miembro del ala dura del House Freedom Caucus, en un mensaje de texto.

Unificar las distintas facciones del Partido Republicano no será una tarea fácil, especialmente debido a su escasa mayoría en la Cámara de Representantes. Con los demócratas oponiéndose en bloque, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, solo puede permitirse perder tres votos republicanos.
A pesar de estas tensiones, el Speaker Johnson sigue adelante con sus planes. "El Senado avanza con la resolución hoy, y nosotros la moveremos en la Cámara la próxima semana. Este es el puntapié inicial del gran partido", declaró el miércoles en referencia a la legislación de reconciliación presupuestaria.

Trump sigue siendo un factor impredecible en este debate, pero los líderes republicanos confían en que su apoyo ayude a unificar al partido. Esta semana, Trump respaldó públicamente el plan del Senado:
"Todos los republicanos, en la Cámara y en el Senado, deben UNIRSE. Necesitamos aprobarlo INMEDIATAMENTE" exclamó el presidente en Truth Social.
Lo cierto es que bajo un clima de incertidumbre la agenda de la Casa Blanca empieza a moverse rápidamente en el Congreso. El primer desafío será en el Senado, y todo está por verse.
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