
Donald Trump acusó a Claudia Sheinbaum de permitir el paso de fentanilo a EEUU
El Presidente de EE.UU. impone aranceles y denuncia que México sigue siendo ruta libre para la droga china
Donald Trump lanzó una advertencia contundente contra México y Canadá por permitir el flujo constante de fentanilo hacia territorio estadounidense. “¡Más vale que pare ya!”, escribió en su red Truth Social, exigiendo resultados reales y no simulaciones diplomáticas. Señaló directamente a Claudia Sheinbaum por tolerar el paso de una droga que ha matado a más de 100 mil estadounidenses en los últimos años.
La respuesta de la presidente fue el silencio. Ni una estrategia, ni un deslinde, ni un solo operativo visible. Sheinbaum se limita a cuidar su imagen, mientras las rutas del crimen siguen activas y protegidas. Habla de “derechos” y de “soberanía”, pero en los hechos, el fentanilo cruza el país como si tuviera fuero.
No hay voluntad, ni capacidad, ni valor para enfrentar a los cárteles. El narco opera en paz, las autoridades fingen combate y el gobierno federal solo actúa cuando el escándalo ya es internacional. Sheinbaum no encabeza un Estado firme: encabeza un Estado rendido.
Estados Unidos impone orden ante la negligencia mexicana
Ante la pasividad mexicana, Trump impuso un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá. Además, sancionó productos chinos como presión directa para cortar el flujo del precursor químico. Estados Unidos exige acción, mientras México administra excusas.
Canadá respondió con firmeza: nombró un zar del fentanilo y designó a cinco cárteles como organizaciones terroristas. ¿Y México? Repite conferencias, militariza zonas sin control y llama “criminalización” al intento de hacer cumplir la ley.
La presidente de México no tiene plan ni intención de confrontar al crimen. Su única estrategia es proteger la narrativa de “transformación”, aunque el país se desangre en opioides.
Soberanía vacía, frontera abierta
Sheinbaum invoca la soberanía, pero solo cuando le conviene. Cuando Estados Unidos exige responsabilidad, se victimiza. Cuando el narco avanza, guarda silencio.
Porque en su gobierno, el verdadero poder no está en Palacio Nacional… está en Sinaloa.
Trump no necesita autorización para actuar. Y si México no frena el tráfico, lo hará Washington, con aranceles, operaciones o presión internacional. Cuando eso ocurra, no será un ataque a la soberanía: será el costo de haberla abandonado.
Claudia Sheinbaum prometió un gobierno de paz. Lo que entregó fue un país sin ley, sin orden y sin dignidad. Ahora que el fentanilo cruza la frontera… también lo hará la decisión estadounidense de poner límites por su cuenta.
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