
La exministra progresista, Olga Sánchez Cordero, insistió en impulsar el aborto
La hoy diputada insiste en promover una agenda contraria a los valores de los mexicanos.
La ministra en retiro, la ultraizquierdista y progresista Olga Sánchez Cordero, declaró en una reciente entrevista que, a pesar de los avances logrados, las mujeres aún "enfrentan diversas formas de violencia y discriminación".
En la misma, subrayó la importancia de seguir trabajando en temas como la igualdad y los derechos reproductivos, en un acto de evidente autocensura para promover la ideología de género y el asesinato de seres inocentes en gestación.

Imposición de una agenda ideológica
La insistencia de Sánchez Cordero en legalizar el aborto refleja una agenda ideológica que amenaza con socavar valores fundamentales de la sociedad mexicana, como la defensa de la vida desde la concepción y la estructura tradicional de la familia.
Esta postura ignora la protección de los más vulnerables y atenta contra principios éticos y morales profundamente arraigados en la cultura de México.

El falso "techo de cristal"
La exministra también mencionó la aparente falta de representación femenina en puestos directivos empresariales, para externar su rechazo al denominado "techo de cristal", figura retórica para referirse a una supuesta falta de inclusión de mujeres en ámbitos laborales reservados para hombres.
Es de notar que Sánchez omitió hablar de que son los hombres en México los que trabajan en las condiciones más adversas, como trabajos insalubres y que ponen en riesgo su vida.
El mito de la violencia de género
En la misma entrevista, la progresista también se refirió al tema de la paridad y cómo ella impulsó una agenda para materializar las cuotas de género, socavando el principio de meritocracia que exige el desempeño de cualquier trabajo.

Insistió también en la idea de que las mujeres son violentadas por ser mujeres, enfatizando en la violencia de género, lo cual según diversos analistas políticos constituye un error al invisibilizar los problemas reales de violencia que aquejan a nuestra sociedad, como la presencia de adicciones y la desintegración familiar.
Una carrera al servicio del Globalismo
Sánchez Cordero, se desempeñó como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 1995 a 2015, nominada por el presidente Ernesto Zedillo. En 2018 llegó al Senado de la mano del partido izquierdista Morena, puesto que abandonó a los tres meses para incorporarse como Secretaria de Gobernación en el gabinete del expresidente López Obrador.
Hoy se desempeña como Diputada Federal. Durante su lamentable carrera, ha sido promotora de aberrantes ideologías, como el aborto, las infancias trans, el matrimonio homosexual, la legalización de las drogas y el feminismo radical.

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