
El PAN criticó la estrategia de abrazos, no balazos del gobierno federal
El partido acusó al gobierno de permitir el empoderamiento del crimen organizado y exigió un cambio de rumbo
El Partido Acción Nacional (PAN) intensificó sus críticas hacia la estrategia de seguridad del gobierno federal, conocida como "abrazos, no balazos".
Líderes del PAN aseguraron que esta política fracasó, permitiendo el fortalecimiento del crimen organizado y sumiendo al país en una crisis de seguridad sin precedentes.

Críticas desde la dirigencia del PAN
Marko Cortés, presidente nacional del PAN, fue uno de los principales críticos de la estrategia gubernamental. Según Cortés, la política de "abrazos, no balazos" resultó en un rotundo fracaso, evidenciado por el incremento de la violencia en diversas regiones del país.
El dirigente panista señaló que, en lugar de combatir al crimen organizado, el gobierno optó por una postura permisiva que exacerbó la inseguridad.

Señalamientos de líderes parlamentarios
La vicecoordinadora del PAN en la Cámara de Diputados, Noemí Luna, acusó al gobierno de "abrazar a la delincuencia". Lo que llevó a México a enfrentar dos crisis simultáneas: una de seguridad y otra en las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos.
Luna sostuvo que la permisividad hacia el narcotráfico deterioró la imagen del país y afectó la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Repercusiones internacionales
La estrategia de seguridad mexicana también fue objeto de críticas a nivel internacional. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, manifestó que la política de "abrazos, no balazos" no funcionó. Y resaltó la necesidad de una colaboración más estrecha entre ambos países para combatir eficazmente al crimen organizado.
Propuestas del PAN para una nueva estrategia de seguridad
Ante lo que consideran un fracaso de la actual estrategia, el PAN presentó una serie de iniciativas en materia de seguridad.
El coordinador parlamentario del PAN. Jorge Romero, destacó la necesidad de fortalecer a las fuerzas de seguridad locales y devolver recursos a estados y municipios para enfrentar al crimen de manera más efectiva.
Romero subrayó que era imperativo abandonar la política de "abrazos, no balazos" y adoptar medidas más contundentes contra la delincuencia.
Impacto en la población y exigencias de cambio
La ciudadanía fue la más afectada por el incremento de la violencia. Diversos sectores de la sociedad civil exigieron al gobierno un cambio en la estrategia de seguridad que garantice la paz y la justicia. Las críticas del PAN reflejaron un sentir generalizado sobre la necesidad de replantear las políticas públicas en materia de seguridad.
Las críticas del PAN hacia la estrategia de "abrazos, no balazos" evidenciaron una creciente preocupación por la eficacia de las políticas de seguridad del gobierno federal.
La exigencia de un cambio de rumbo fue compartida por diversos actores políticos y sociales. Ya que remarn la necesidad de buscar soluciones efectivas para enfrentar la violencia que aqueja al país.
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