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De película: Un empresario israelí dijo que tiene información que podría llevar al arresto de Biden y ahora está corriendo por su vida

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El testigo que iba a declarar contra Biden en el Congreso desapareció días antes de comparecer ante el Comité de Supervisión. Ahora, apareció con un video donde asegura estar prófugo de la policía de Biden.

Desde hace varias semanas que el Comité de Supervisión de la Cámara de Diputados, en manos del Partido Republicano, lanzó una investigación de corrupción contra el presidente Joe Biden, basándose en una serie de testigos que aceptaron declarar en contra del mandatario demócrata.

Quizás el más importante de todos era un testigo que, cuando debía comparecer ante el Congreso, no apareció. La sesión se pospuso para otro día a la espera de que aparezca, pero nuevamente, su ubicación no pudo ser determinada.

Esta semana, sin embargo, el misterio finalmente fue resuelto. Se trata del profesor israelí Dr. Gal Luft, fundador y director ejecutivo del Instituto para el Análisis de la Seguridad Global (IAGS), con sede en Washington D.C., quien ha presentado evidencia de un masivo esquema de sobornos que dirigía la familia Biden cuando Joe era vicepresidente.

En un video de 14 minutos, obtenido exclusivamente por The New York Post, el “testigo faltante” salió a la luz, y reveló que fue arrestado en Chipre el martes pasado para evitar que testificara ante el Comité de Supervisión.

Desde una locación no revelada, y asegurando que está prófugo actualmente luego de pagar una fianza en Chipre y escaparse antes de que Estados Unidos complete los trámites para extraditarlo, dijo que tiene evidencia que podría llevar al arresto de Biden.

Sentado en un sillón en lo que parece ser un cuarto de un hotel, Luft asegura que Biden y su familia recibieron pagos de personas vinculadas con la inteligencia militar china durante su vicepresidencia (2008-2016), para compartir secretos de Estado con el Partido Comunista Chino.

Esto lo sabe ya que trabajó entre 2015 y 2018 como asesor senior de la empresa CEFC-USA, la filial norteamericana del conglomerado energético chino CEFC China, donde vio en primera persona cómo la familia Biden recibía dinero a cambio de entregar información en reuniones supuestamente de negocios.

Además, reveló que tiene evidencia de un topo infiltrado en los altos mandos del FBI que también compartía información clasificada con empleados chinos de la CEFC. Cabe aclarar que todos los altos ejecutivos de esta empresa son a su vez miembros de alto rango del Partido Comunista Chino.

"En circunstancias normales, yo podría testificar libremente ante el Congreso y la Justicia sobre mi experiencia como empleado de la CEFC. Lamentablemente, cometí la decisión fatal en marzo del 2019, de compartir con funcionarios del gobierno lo que yo sabía de Biden y la CEFC", contó en un video que será presentado como evidencia por sus abogados en la causa.

Pensando que como estaba Donald Trump en la Casa Blanca en ese momento, los tiempos habían cambiado, y accedió a reunirse en Bruselas con cuatro funcionarios del FBI y dos fiscales del Departamento de Justicia en la Embajada norteamericana.

Sin embargo, los agentes a los que les compartió la información eran corruptos y todavía leales a la familia Biden, por lo que ocultaron su declaración y lanzaron una campaña para destruir su vida.

“Yo, que me ofrecí como voluntario para informar al gobierno de EE.UU. sobre una posible violación de la seguridad y sobre información comprometedora sobre un hombre que en ese momento competía para ser el próximo presidente, ahora estoy siendo perseguido por las mismas personas a las que informé, y es posible que tenga que vivir huyendo por el resto de mi vida…” 

“No soy republicano. No soy demócrata. No tengo ningún motivo o agenda política… Lo hice por la profunda preocupación de que si los Biden llegaban al poder, el país enfrentaría el mismo escándalo traumático de colusión con Rusia, solo que esta vez con China. Lamentablemente, debido al encubrimiento del Departamento de Justicia, esto es exactamente lo que sucedió…”.

Luft reveló durante la entrevista en Bruselas que la CEFC estaba pagando US$ 100.000 dólares por mes a Hunter Biden, el hijo de Joe Biden, y US$ 65.000 dólares a Jim Biden, hermano de Joe Biden, a cambio de información confidencial y el uso del apellido Biden para promover la iniciativa Belt and Road de China en todo el mundo.

Según el israelí, toda la evidencia la tiene de una minuta de una reunión a la que asistió en en el Hotel Four Seasons en Washington D.C. junto a una comitiva de funcionarios chinos de la CEFC, donde se reunieron personalmente con Hunter y Jim Biden, y donde hablaron abiertamente sobre todo esto.

Esto lo convierte a Luft en un testigo en primera persona de tal vez el caso de corrupción más grande de la historia de los Estados Unidos.

El relato de Luft de esa reunión está corroborado por otro testimonio que sí llegó al recinto del Congreso, dado por el ex testaferro de la familia Biden, Rob Walker, quien contó, de manera independiente, tener conocimiento de que Hunter Biden había asistido a una reunión con empresarios chinos en dicho hotel en la misma fecha.

El topo del FBI: La corrupción va más allá de los Biden

Le dije al Departamento de Justicia que Hunter estaba asociado con un funcionario retirado del FBI de muy alto nivel que le compartía a la CEFC todo tipo de secretos a cambio de dinero", siguió relatando Luft.

"Encima les dije que tenía una característica física muy distintiva: tenía un solo ojo”, dijo Luft. "Me dijeron que sería extremadamente sencillo encontrarlo si le faltaba un ojo, ya que no muchos agentes o ex agentes del FBI tienen esa característica", continuó. "Sin embargo, me estaban mintiendo, ya que incluso ellos trabajaban para él".

Se cree ampliamente que ese funcionario del FBI es nada más y nada menos que el ex director del FBI Louis Freeh, jerarca de la policía federal durante todo el gobierno del demócrata Bill Clinton, entre 1993 y el año 2001.

Freeh tiene además una relación personal muy cercana con los Biden, e incluso figura en registros públicos por haber donado US$ 100.000 dólares, supuestamente de su propio bolsillo, a un fideicomiso a nombre de los nietos del entonces vicepresidente Joe Biden en 2016, como un regalo.

Tras dejar la dirección del FBI en 2001, Freeh se dedicó a los negocios, y trabajó como consultor privado para empresas de todo el mundo, entre las cuales figura, obviamente, la china CEFC.

Louis Freeh.

Luft está siendo investigado por el FBI por tráfico de armas, en cargos que asegura que fueron fabricados en su contra para silenciarlo después de haber alertado a la agencia de que sabía de los esquemas de corrupción de los Biden.

Durante los últimos cuatro años, me siguieron a mí, a mi familia, a mis amigos, a mis socios. Todos fuimos acosados, intimidados y, finalmente, fui procesado”, relata Luft en el video que le envió al medio neoyorquino The New York Post a través de su abogado, Robert Henoch.

El israelí contó que, a pesar del acoso, envió a su abogado a reunirse con el entonces fiscal general adjunto interino Richard Donoghue en vísperas de las elecciones de 2020 “para asegurarme de que el FBI estuviera investigando la información que le había dado al Departamento de Justicia en Bruselas diecinueve meses antes, y también para advertirle que todavía podría haber un topo dentro del FBI”.

Según los informes, Donoghue se reunió con Henoch en un Starbucks cerca de la sede del Departamento de Justicia en Washington D.C. y mantuvo correspondencia con él en su correo electrónico privado, sin embargo, no hizo nada al respecto.

Cabe recordar que Donoghue era la mano derecha del fiscal general de Trump, Bill Barr, quien traicionó al ex presidente en medio de la elección del año 2020, cuando boicoteó sus denuncias de fraude y complotó con el entonces vicepresidente Mike Pence para invocar la Sección 4 de la 25ava Enmienda y remover a Trump de la presidencia. Por lo que se puede concluir que, una vez más, sus denunicas cayeron ante oídos cómplices.

El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, el republicano James Comer, que se estaba preparando para entrevistar a Luft antes de que Luft desapareciera, dijo que el israelí sigue siendo un “testigo fundamental” en la investigación contra la familia Biden, a pesar de su condición de fugitivo.

Actualmente, el fiscal ultra-demócrata de Nueva York, Daniel Richenthal, está tramitando su extradición a los Estados Unidos, donde se lo quiere juzgar por tráfico de armas, con una condena que podría llegar hasta los 100 años de prisión.

Sin embargo, Luft está prófugo y primero tendrán que encontrarlo. Queda por ver si este ciudadano israelí será el hombre que derribará a los Biden, pero lo que es claro es que no tiene intenciones de callarse.

Hay muchas especulaciones sobre cómo un simple profesor y consultor puede burlar a Interpol, el FBI y la policía de Chipre, y algunos periodistas norteamericanos han sugerido que podría estar siendo protegido por el Mossad, la agencia de inteligencia de Israel.

El gobierno de Israel actualmente está bajo control del derechista Benjamin Netanyahu, un íntimo amigo de Donald Trump, y quien tiene un gran enojo contra la Casa Blanca de Biden por haber desarmado los Acuerdos de Abraham y haber reabierto los canales de comunicación de Estados Unidos con la República Islámica de Irán, incluso negociando con ellos distintas cuestiones regionales.

Video de Gal Luft desde el exilio

Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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El Pentágono de Biden anunció el envío a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones

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El jefe del Pentágono afirmó que esta es la asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”, superando toda la ayuda que dio Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció este viernes que se enviará otro paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones para Ucrania, aumentando el acceso del gobierno de Kiev a misiles Patriot y drones que permitan responder a los avances rusos en el frente oriental.

Austin hizo este anuncio en una rueda de prensa al cierre de una reunión del grupo de Ramstein, en el que Estados Unidos confirmó que los primeros US$ 1.000 millones de nueva ayuda militar a Ucrania están en camino.

El jefe del Pentágono confirmó que Estados Unidos enviará con carácter de urgencia a Ucrania munición para baterías HIMARS, que permite atacar posiciones rusas lejos del frente, munición de artillería avanzada de 155 milímetros y sistemas de defensa aérea en vehículos blindados.

Estoy encantado de poder anunciar un compromiso adicional de USD 6.000 millones para la iniciativa de asistencia de seguridad de Ucrania. Eso nos va a permitir procurar nuevas capacidades para Ucrania por parte de la industria estadounidense”, dijo Austin, y aseguró que este es el paquete de asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”.

Esa nueva ayuda militar incluirá baterías de misiles Patriot y defensas tierra-aire, más sistema de defensa contra drones y “un monto significante de munición de artillería, municiones aire-tierra y apoyo de mantenimiento”, indicó Austin.

Según el jefe del Pentágono, la ayuda de los miembros del grupo de Ramstein “ha salvado incontables vidas ucranianas” con compromisos que rondan ya los US$ 95.000 millones y la coalición de estos 50 países se mantiene “fuerte” en su apoyo a Kiev.

Austin también dijo que el grupo trabaja en crear un Ejército ucraniano “autosuficiente” y capaz de contener a Rusia en el largo plazo.

El resultado en Ucrania determinará la trayectoria de nuestros días. Si (Vladimir) Putin permanece y gana en Ucrania las consecuencias serán graves y globales”, aseguró Austin.

Los anuncios hoy de nueva ayuda militar a Ucrania llegan después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmara esta semana un ley para dar progresivamente a Ucrania US$ 61.000 millones en asistencia militar y préstamos durante el año.

Estados Unidos ya proporcionó decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Kiev desde que Rusia anunció el inicio de su invasión a territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

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Estados Unidos

La Justicia de Arizona, controlada por los demócratas, imputó y busca arrestar a todo el equipo de asesores de Trump

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Los demócratas hacen otro ataque contra la oposición y ahora buscan poner tras las rejas a todo el equipo que trabaja asesorando al expresidente republicano en su campaña presidencial.

La Justicia de Arizona imputó este jueves a varios aliados importantes del expresidente Donald Trump, incluido el exabogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, la expresidente del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, y el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por denunciar que las elecciones del año 2020 fueron fraudulentas.

Junto con Ward, Meadows y Giuliani, la ex abogada de Trump Jenna Ellis y el ex asesor de campaña de Trump Boris Epshteyn, junto con varios miembros del Partido Republicano de Arizona, fueron imputados también, según publicó esta mañana el Washington Post .

Meadows, Giuliani, Ellis y Epshteyn fueron imputados por supuestamente intentar ayudar a Trump a recuperar los votos electorales de Arizona en las elecciones presidenciales de 2020, luego de que se comprobara que los demócratas habían robado votos por correo y la Legislatura votara que le darían los votos electorales a Trump si así la Justicia lo decidía.

Por su parte, Ward y los senadores del estado de Arizona, Jake Hoffman y Anthony Kern, también fueron acusados ​​de cargos por haber firmado documentos el 14 de diciembre de 2020, certificando que Trump era el ganador de las elecciones.

La acusación de varios aliados de Trump y miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 8 y el 15 de abril encontró que el presidente Joe Biden está detrás de Trump en varios estados clave como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte por seis o más puntos.

En Arizona, Trump lideró por siete puntos, recibiendo el 49 por ciento del apoyo de los votantes que indicaron que votarían por él, mientras que Biden recibió el 42 por ciento.

Los once republicanos de Arizona son:

  • Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano en Arizona, y su esposo, Michael Ward.
  • Senador del estado de Arizona Jake Hoffman
  • Senador del estado de Arizona Anthony Kern
  • Tyler Bowyer, director de operaciones de Turning Point USA
  • Nancy Cottle
  • James Lamon
  • Roberto Montgomery
  • Samuel Moorhead
  • Lorena Pellegrino
  • Gregorio Safsten

Los aliados de Trump que supuestamente fueron acusados ​​incluyen a Mark Meadows, Jenna Ellis, Rudy Giuliani, John Eastman, Christina Bobb, ex abogada de Trump, Boris Epshteyn y Mike Roman, ex asistente de campaña de Trump, según el Washington Post .

La decisión judicial fue en respuesta a un pedido directo del Fiscal General de Arizona, el ultra-demócrata Kris Mayes, y es la última de una serie de esfuerzos por utilizar el sistema legal para perseguir a los conservadores y republicanos aliados de Trump.

En julio de 2023, la fiscal general de Michigan, Dana Nesselacusó a 16 “falsos electores” de ocho delitos graves, entre ellos conspiración y falsificación de leyes electorales, por su presunto papel en el intento de disputar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

Meses después, en diciembre de 2023, la Justicia de Nevada imputó a varios miembros importantes del Partido Republicano del estado, acusados ​​de falsificar y presentar documentos falsos en relación con el complot de los “falsos electores”.

La acusación de varios de los principales aliados del expresidente y varios miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras Trump se encuentra actualmente en juicio y enfrenta 34 cargos de presunta falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con los pagos realizados a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016.

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