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Estados Unidos

El reemplazo de los debates: Trump y Biden participaron de "Town Halls" en simultáneo, con preguntas del público

Luego de que se cancele el debate del 15 de octubre, los candidatos accedieron a participar de "Town Halls" en simultáneo. Mientras que para Trump se transformó en un debate con la conductora, para Biden fue un show ensayado y aburrido con todas las condiciones a su favor. 

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Luego de que la Comisión de Debates decidiera cancelar el segundo debate presidencial, programado para el jueves 15 de octubre, ambos candidatos accedieron a realizar Town Halls en simultáneo por diferentes canales. 

Los Town Halls son eventos televisados, realizados en Estados electoralmente claves, en donde cada candidato responde preguntas del público, con un formato más distendido, compuesto por una meticulosa selección de votantes partidarios, opositores e independientes. 

La periodista demócrata de la cadena anti-Trump NBC, Savannah Guthrie, fue designada como moderadora para el Town Hall de Trump. Por su parte, el ex-funcionario demócrata George Stephanopoulos, de la cadena ABC, fue el encargado del evento de Joe Biden.

Trump, conociendo a la periodista que designaron como moderadora, adelantó horas antes que el evento iba a estar sumamente sesgado en su contra y que iba a recibir un trato muy diferente al de Biden. 

Las comparaciones entre ratings no tardaron en llegar. Mientras en las visualizaciones por cable el Town Hall de Biden tuvo 13,9 millones de espectadores en vivo y el de Trump 13,1 millones, las visualizaciones por servicios de stream, como YouTube, Periscope y TikTok, le dieron una amplia victoria a Trump. Trump acumuló 4,5 millones espectadores online y Biden solo 2,8 millones.

En total, se estima que Trump venció con 17,6 millones de espectadores contra 16,7 millones de Biden.

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El Town Hall de Trump

Como era de esperarse, un evento cuya finalidad es que los votantes indecisos realicen preguntas genuinas hacia al Presidente se convirtió rápidamente en un debate entre la moderadora y Trump. La periodista se dedicó a atacar a su invitado con preguntas mal intencionadas, con el objetivo de arrinconarlo y herirlo políticamente. 

Guthrie se encargó de recitar punto por punto el guion de propaganda del Partido Demócrata y criticó al mandatario por su gestión en la pandemia y su supuesta afinidad con los grupos supremacistas blancos. 

Trump estuvo muy rápido y fino con sus respuestas, condenando simultáneamente el supremacismo blanco y el terrorismo de extrema izquierda del grupo Antifa
, como así también se dio el lujo de corregir a Guthrie en muchos puntos, principalmente en las datos relacionados a la pandemia del coronavirus. 

En total, la conductora tardó 20 minutos en dejar que Trump empiece a responder las primeras preguntas de los votantes. Las preguntas de los votantes, sin embargo, fueron justas y variadas, y el Presidente manejó el evento con un ánimo tranquilo y conciliador.

Savannah Guthrie de la cadena NBC fue la encargada de "moderar" el debate, pero con sus constantes interrupciones y ataques al Presidente, transformó el evento en un debate.

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El Town Hall de Biden

En un claro contraste, el Town Hall del ex-Vicepresidente, moderado por el ex funcionario del Partido Demócrata, George Stephanopoulos, de la cadena ABC, mantuvo un tono más calmado, que le permitió a Biden hacer campaña con respuestas largas pero aburridas, detallando las medidas que llevará a cabo en caso de ser elegido como Presidente y sus logros como Senador y Vicepresidente de la administración Obama. 

Biden tuvo vía libre para explayarse y responder las preguntas sin necesidad de estar limitado por el tiempo y ser sometido a un fact-check en vivo. Tal vez, lo más increíble fue que en ningún momento se le preguntara por el reciente escándalo de corrupción internacional reportado por el New York Post, que involucra de manera directa a él y a su hijo Hunter Biden. 

Por si fuera poco, el candidato demócrata volvió a evadir la pregunta sobre si está de acuerdo o no en intervenir a la Corte Suprema para aumentar el número de jueces integrantes de la misma en caso de llegar a la Casa Blanca, prometiendo que iba a clarificar su posición después de las elecciones. 

La única pregunta que realmente lo puso en apuros fue realizada por un joven votante afroamericano, que le pidió que brinde explicaciones acerca de una polémica entrevista virtual realizada en el mes de mayo, en donde Biden soltó la famosa frase discriminatoria "si no votas por mí, entonces no eres negro". 
El candidato optó por no responder directamente la pregunta y se le permitió evadirla, nombrando supuestos logros que la comunidad afroamericana conseguirá si es electo como Presidente. Stephanopoulos no permitió una re-pregunta.

Más tarde, se dio a conocer que no sólo el conductor del evento poseía un historial militante en el Partido Demócrata, sino que ABC permitió que dos asistentes de la campaña de Biden le realizaran preguntas identificándose como votantes independientes, cuando en realidad uno de ellos trabajaba como escritor de discursos para el ex presidente Obama y otro era la esposa de un ex Gobernador demócrata del Estado de Pensilvania.

George Stephanopoulos, ex Director de Comunicaciones del presidente demócrata Bill Clinton, insólitamente no le preguntó al candidato demócrata sobre el escándalo de su hijo Hunter, que lo involucra directamente. 

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Los momentos más destacados:

Trump, sobre su gestión en la pandemia del coronavirus y la cuarentena estricta que propone Biden y el establishment mediático: "la cura no puede ser peor que el problema, hicimos lo correcto. Se esperaba que perdieramos a 2.200.000 personas a causa del virus y tal vez más, y hoy estamos en 210.000. Una sola persona es demasiado, esto nunca tendría que haber pasado y la culpa es de China, hay que entender eso."


En otro momento, Trump corrigió a la moderadora demócrata cuando intentaba difundir datos falsos: "Tengo datos que muestran todo lo contrario a los que dices, porque sabía que ibas a hacer esto y te conozco muy bien. Los casos en el Reino Unido aumentaron un 2500%, en la Unión Europea un 722% y en Estados Unidos los casos disminuyeron en un 21%."


"Hice más por la comunidad afroamericana que cualquier otro Presidente con la excepción de Abraham Lincoln. La reforma del sistema judicial, la reforma del sistema carcelario, financiamos universidades históricamente afroamericanas por 10 años."


Trump responde una pregunta de un votante demócrata sobre por qué las negociaciones por un paquete de estímulo económico están estancadas: "Quiero un paquete de estímulo económico y los republicanos lo van a aprobar, el problema es que Nancy Pelosi [líder de los demócratas en el Congreso] no lo quiere aceptar porque piensa que es malo para su elección."


Al ser consultado sobre el supremacismo blanco, el mandatario expresó: "Yo condeno el supremacismo blanco hace años, a Joe Biden no le preguntaste si condena a Antifa".

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El momento en el que el votante afroamericano, auto-identificado como un progresista demócrata, le preguntó a Biden: "¿Además de tu frase si no votas por mí no sos negro, qué le podés decir a votantes jóvenes afroamericanos que ven votar por vos como simplemente seguir participando en un sistema que continuamente falla en protegerlos?"


Stephanopoulos presionó fallidamente por una respuesta sobre la Corte Suprema: "Hace un año dijiste que no expandirías el número de jueces de la Corte Suprema, eso no es lo que estás diciendo ahora. ¿Cambiaste tu opinión por la nominación de la jueza Barrett?"


El momento más polémico del evento de Biden: una madre, que asegura tener una hija de 8 años "transgénero", le pregunta a Biden qué hará en estos casos si es elegido como Presidente. El candidato le respondió que "cambiará radicalmente la ley" y ratificó que apoya un cambio de sexo, incluso para un niña de 8 años. 

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Estados Unidos

La Justicia de Arizona, controlada por los demócratas, imputó y busca arrestar a todo el equipo de asesores de Trump

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Los demócratas hacen otro ataque contra la oposición y ahora buscan poner tras las rejas a todo el equipo que trabaja asesorando al expresidente republicano en su campaña presidencial.

La Justicia de Arizona imputó este jueves a varios aliados importantes del expresidente Donald Trump, incluido el exabogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, la expresidente del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, y el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por denunciar que las elecciones del año 2020 fueron fraudulentas.

Junto con Ward, Meadows y Giuliani, la ex abogada de Trump Jenna Ellis y el ex asesor de campaña de Trump Boris Epshteyn, junto con varios miembros del Partido Republicano de Arizona, fueron imputados también, según publicó esta mañana el Washington Post .

Meadows, Giuliani, Ellis y Epshteyn fueron imputados por supuestamente intentar ayudar a Trump a recuperar los votos electorales de Arizona en las elecciones presidenciales de 2020, luego de que se comprobara que los demócratas habían robado votos por correo y la Legislatura votara que le darían los votos electorales a Trump si así la Justicia lo decidía.

Por su parte, Ward y los senadores del estado de Arizona, Jake Hoffman y Anthony Kern, también fueron acusados ​​de cargos por haber firmado documentos el 14 de diciembre de 2020, certificando que Trump era el ganador de las elecciones.

La acusación de varios aliados de Trump y miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 8 y el 15 de abril encontró que el presidente Joe Biden está detrás de Trump en varios estados clave como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte por seis o más puntos.

En Arizona, Trump lideró por siete puntos, recibiendo el 49 por ciento del apoyo de los votantes que indicaron que votarían por él, mientras que Biden recibió el 42 por ciento.

Los once republicanos de Arizona son:

  • Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano en Arizona, y su esposo, Michael Ward.
  • Senador del estado de Arizona Jake Hoffman
  • Senador del estado de Arizona Anthony Kern
  • Tyler Bowyer, director de operaciones de Turning Point USA
  • Nancy Cottle
  • James Lamon
  • Roberto Montgomery
  • Samuel Moorhead
  • Lorena Pellegrino
  • Gregorio Safsten

Los aliados de Trump que supuestamente fueron acusados ​​incluyen a Mark Meadows, Jenna Ellis, Rudy Giuliani, John Eastman, Christina Bobb, ex abogada de Trump, Boris Epshteyn y Mike Roman, ex asistente de campaña de Trump, según el Washington Post .

La decisión judicial fue en respuesta a un pedido directo del Fiscal General de Arizona, el ultra-demócrata Kris Mayes, y es la última de una serie de esfuerzos por utilizar el sistema legal para perseguir a los conservadores y republicanos aliados de Trump.

En julio de 2023, la fiscal general de Michigan, Dana Nesselacusó a 16 “falsos electores” de ocho delitos graves, entre ellos conspiración y falsificación de leyes electorales, por su presunto papel en el intento de disputar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

Meses después, en diciembre de 2023, la Justicia de Nevada imputó a varios miembros importantes del Partido Republicano del estado, acusados ​​de falsificar y presentar documentos falsos en relación con el complot de los “falsos electores”.

La acusación de varios de los principales aliados del expresidente y varios miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras Trump se encuentra actualmente en juicio y enfrenta 34 cargos de presunta falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con los pagos realizados a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016.

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Economía

Crisis fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un déficit por casi 2 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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Estados Unidos

Estudiantes de extrema izquierda tomaron la Universidad de Columbia en apoyo al terrorismo palestino

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Los adolescentes más ricos del mundo tomaron control del campus de la prestigiosa universidad neoyorquina en apoyo al terrorismo de Hamás.

La situación social en los Estados Unidos se torna cada vez más preocupante a medida que la izquierda destruye el tejido social con manifestaciones violentas que atentan contra los valores occidentales.

En los últimos días, esta situación mostró un nuevo punto crítico luego de que un grupo de alumnos activistas de extrema izquierda de la Universidad de Columbia en Nueva York tomaran el campus de la institución en apoyo a la causa palestina con consignas en defensa del terrorismo islámico y con un marcado antisemitismo.

Docenas de alumnos y activistas de izquierda ajenos a la universidad se instalaron de manera ilegal dentro de la prestigiosa institución en carpas para expresarse en contra de la operación militar especial que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza, en respuesta al ataque genocida del grupo terrorista palestino Hamás, donde más de 1.500 judíos fueron asesinados a sangre fría el 7 de octubre.

La toma fue impulsada por la asociación izquierdista "Students For Justice In Palestine" y contó con el apoyo de múltiples organizaciones universitarias, que agredieron a estudiantes de religión judía y a otros que no compartieran su visión acerca del conflicto en Medio Oriente.

Lo que hace aún más insólita la situación es que los estudiantes que participaron de la manifestación, lejos están de ser árabes o palestinos; por el contrario, son blancos de clase alta. Se trata de los hijos adolescentes de las familias más adineradas del planeta jugando a disfrazaese de terroristas.

Los manifestantes que confraternizan con el terrorismo islámico bloquearon el acceso a la prensa y aseguran que solo permitirán el acceso de periodistas "afines a la causa". Entre otros, rechazaron el acceso de periodistas judíos, por su religión.

Si bien las autoridades de la universidad habían mencionado que los protestantes serían desalojados en el transcurso de la primera noche de la ocupación, ningún tipo de acción fue llevada a cabo.

Los estudiantes judíos debieron abandonar el campus universitario y la zona quedó completamente en manos de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, que aprovecharon la ocasión para dar discursos violentos y cargados de odio contra la comunidad judía.

Recién el jueves, la policía de Nueva York se hizo presente y en un operativo arrestó alrededor de 110 personas participantes de la protesta, incluida la hija de la representante demócrata del estado de Minnesota Ilhan Omar, Isra Hirsi.

La intervención por parte de la policía de Nueva York se dio luego de que las autoridades de la universidad encabezadas por la presidente de la institución, Minouche Shakif, dieran aviso acerca de los ilícitos que se estaban cometiendo dentro de la institución sumado a la hostil recepción de los estudiantes contra las fuerzas policiales a las cuales llamaron "asesinos de bebés".

Los incidentes con los grupos pro-Palestina se originaron luego de que Shakif hablara frente al Comité de Educación del Congreso de los Estados Unidos acerca de los crecientes casos de antisemitismo en las universidades, por lo que los mencionados grupos de estudiantes comenzaron a acampar de forma ilegal en el campus y a tomar actitudes violentas y hostiles contra estudiantes de religión judía.

Uno de los factores determinantes para la escalada en el conflicto de las agrupaciones estudiantiles con la universidad, fue la prohibición de dos agrupaciones izquierdistas a fines del año pasado, las cuales se les imputó el incumplimiento con las políticas de la Universidad de Columbia respecto al código de conducta y abuso contra otros estudiantes.

De acuerdo a la presidente de Columbia, se autorizó a la Policía de Nueva York a desalojar el campamento establecido en el ala sur del campus, lo que provocó incidentes. En concordancia con las acciones legales que la dirigencia de la universidad tomó contra los alumnos, se les informó a su vez que a cualquier alumno que participe de cualquier manera en las protestas y ocupación del territorio universitario se encuentra suspendido.

A pesar de que docenas de revoltosos protestantes hayan sido arrestados durante el desalojo, el acampe por parte de las organizaciones pro-Palestina no ha podido ser desmantelado, sino que incluso se incrementó en tamaño luego de que quienes lideran la protesta declarasen que han "tomado" la universidad y la declaren como una "universidad popular’‘.

Ataques antisemitas y apoyo al terrorismo islámico

Uno de los factores distintivos que las protestas llevadas a cabo en los últimos días en la Universidad de Columbia, es el profundo sentimiento anti-Israel que profesan, el cual ha llevado a quienes participan del acampe a ser perpetradores de violentos ataques antisemitas contra aquellos estudiantes que profesan la religión judía, e incluso a aquellos que no defiendan sus reclamos.

Uno de los casos de marcado sentimiento anti-judío que se ha llevado a cabo en los últimos días han sido las graves agresiones perpetradas contra la estudiante judía Elisha Baker, de 21 años, quien denunció que un grupo de protestantes le expresó en repetidas ocasiones que "se mate a sí misma" y le causaron heridas de moderada gravedad tras patearla en varias ocasiones en el estómago durante el acampe.

Otro incidente de extrema gravedad se dio en el momento en el cual un participante de la protesta terrorista fue enfocado sujetando un cartel que decía "El próximo objetivo de las brigadas Al-Qasam" mientras apuntaba a un grupo de estudiantes judíos.

Las brigadas Al-Qasam son el brazo armado de la organización terrorista Hamás, la cual ha gobernado al territorio ocupado de Palestina en las últimas décadas y fue el responsable de los ataques terroristas contra distintos poblados israelíes el pasado 7 de octubre de 2023 donde miles de ciudadanos judíos fueron asesinados por Hamás.

Los preocupantes incidentes que tienen por objetivo el acoso y agresiones a los estudiantes judíos despertó la preocupación de empleados de la universidad que pertenecen a la colectividad.

El rabino ortodoxo Elie Buechler, quien se desempeña como profesor tanto en la Universidad de Columbia como en la Universidad Barnard, instó mediante un mensaje abierto de Whatsapp a los estudiantes judíos a abandonar el campus universitario e irse a sus hogares mientras dure el acampe debido a los crecientes ataques antisemitas.

Otro profesor de la universidad, Shai Davidai, mencionó que los estudiantes no lo dejan entrar a la facultad por ser judío y que las protestas llevadas a cabo por las agrupaciones estudiantiles habían cruzado un límite convirtiéndose en actos terroristas llevados a cabo por grupos terroristas.

En concordancia con el sentimiento anti-Israel que las protestas mantienen, además se encuentra presente una profunda adoración por los grupos terroristas islámicos como Hamás, con el cual los estudiantes participantes de los acampes se sienten identificados al punto de que mencionan frases como "Todos somos Hamás" e incluso celebraron el ataque del 7 de octubre, conocido por los palestinos como la "Inundación de Al-Aqsa".

Extensión a otras universidades

Si bien el foco principal de las protestas que se desarrollaron con intensidad en la última semana está puesta en la Universidad de Columbia, en las últimas horas la Universidad de Yale ha visto sucesos similares en sus instalaciones, además de que varios de sus estudiantes hayan irrumpido en el campus de Columbia para mostrar su apoyo para con los protestantes locales.

La situación descrita devuelve a la memoria aquellos incidentes en estados demócratas como Oregon y Washington unos años atrás cuando protestantes tomaban partes de las ciudades con la idea de convertirlas en un "espacio independiente" y de "liberación". Esta misma situación se repite en las universidades hoy en día luego de que el suceso inicial en Columbia de pie a estudiantes en la Universidad de Yale en Connecticut para tomar una porción del campus y proclamarlo como una "zona liberada".

Así como en Columbia, ataques contra alumnos judíos fueron reportados a lo largo de la protesta, pero un caso de extrema gravedad fue reportado en las últimas horas en el cual la estudiante judía de periodismo Sahar Tartak fuera apuñalada en el ojo con el asta de una bandera por parte de un protestante en el campus quien en todo momento se cubrió el rostro con un trapo musulmán.

De manera similar que en la universidad localizada en Nueva York, la policía irrumpió y trató de desalojar la protesta desarrollada en el campus localizado en New Haven, Connecticut, pero los estudiantes pertenecientes a las organizaciones terroristas pro-Palestina se mantienen en el lugar.

En paralelo a los distintos hechos que se están desarrollando tanto en Columbia como en Yale y otras universidades en cuyos campus grupos de estudiantes subversivos, la reacción por parte de todo el arco político se hizo presente, tanto en defensa de los estudiantes comunes como también en defensa de aquellas agrupaciones estudiantiles terroristas.

Por el lado de aquellos estudiantes que decidieron tomar la propiedad de las universidades y agredir alumnos por su pensamiento, las diputadas revoltosas Ilhan Omar (cuya hija fue arrestada en la redada en Columbia) y Rashida Tlaib de Michigan y Minnesota respectivamente se alzaron en defensa de las subversivas actitudes de aquellos grupos pro-Hamás que buscan esclavizar al sistema educativo.

En cambio, desde la Casa Blanca, condenaron eufóricamente las tomas de campus en las universidades y la agresión constante que los estudiantes de religión judía han sufrido en las instalaciones, de acuerdo al vice-secretario de prensa del órgano gubernamental Andrew Bates.

Desde el ámbito del Partido Republicano, quien se expresó de manera más rotunda fue la representante de Neuva York, Elise Stefanik, quien a su vez también instó a la presidente de la Universidad de Columbia Shafik a renunciar debido a la falta de acciones tomadas por la universidad para proteger a los estudiantes de religión judía.

La representante republicana de Carolina del Norte, Virginia Foxx quien a su vez preside el Comité de Asuntos Educativos, envió una carta a la Universidad de Columbia demandando que se tomen acciones concretas frente a la situación que se está desarrollando y se pueda otorgar un ambiente seguro a los estudiantes. Dentro de la carta que la diputada envió a la universidad señaló que ante la ausencia de medidas contra los estudiantes que mantienen cautiva a la universidad, el comité educativo del Congreso no dudaría en hacerlos responsables por dichos resultados.

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