Lukashenko amenazó a la Unión Europea con enviar a miles de inmigrantes ilegales
El régimen bielorruso está utilizando una vez más a los inmigrantes ilegales como arma contra Europa.
El dictador de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, advirtió hace unos días que no intervendrá para proteger a los países occidentales de la llegada de inmigrantes ilegales, un tema que generó tensiones entre Minsk y la Unión Europea.
"Nos acusan de que fomentamos la inmigración. Siempre fui franco. No defenderemos a nadie de los inmigrantes. Especialmente a aquellos que adoptan sanciones económicas contra nosotros. ¿Por qué deberíamos defenderlos?", afirmó Lukashenko tras asistir a una misa navideña, según informó la agencia BELTA.
Lukashenko, quien ha sido señalado por usar a los inmigrantes ilegales como una herramienta en una guerra híbrida contra sus vecinos, reconoció que Bielorrusia es un punto clave en el tránsito de los indocumentados hacia Occidente.
Además, subrayó que entre los inmigrantes hay quienes huyen de conflictos bélicos, pero también quienes buscan empleo "y enviar algo de dinero a casa para alimentar a sus hijos". "Pero la inmigración descontrolada es una tragedia", señaló.
La Union Europea acusó durante años a Bielorrusia de facilitar la llegada de inmigrantes ilegales de Medio Oriente, Asia Central y el norte de África con el objetivo de desbordar las fronteras con sus vecinos, especialmente la de Polonia.
El régimen bielorruso está utilizando una vez más a los inmigrantes como arma contra Europa, algo que responde a sus intereses pero que al mismo tiempo muestra un total desprecio por las vidas humanas.
El pico de esta "guerra inmigratoria" ocurrió en noviembre de 2021, cuando cientos de inmigrantes ilegales se agruparon en la frontera polaca, desde el lado bielorruso, en un intento de ingresar ilegalmente al territorio de la Unión Europea, lo que Bruselas atribuyó directamente a Lukashenko.
Los miles de inmigrantes de África y Medio Oriente que intentaron cruzar a Polonia, a menudo recibieron la ayuda de las fuerzas de seguridad bielorrusas, que facilitaron la ruptura de vallas y los enfrentamientos con los guardias fronterizos polacos.
Por la misma razón, Finlandia, que se unió a la OTAN tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania, se vio obligada a cerrar casi todos sus puestos fronterizos con Rusia.
El año pasado, Polonia amplió considerablemente los poderes de los guardias fronterizos, los militares y los agentes de policía en la lucha contra la inmigración ilegal. Según una nueva ley, los agentes de las fuerzas del orden pueden utilizar munición real para impedir que los indocumentados intenten cruzar la frontera ilegalmente.
Lukashenko, en el poder desde 1994, buscará su reelección para un séptimo mandato en las elecciones presidenciales del 26 de enero. Occidente no reconoció su victoria en los comicios anteriores, los cuales desataron en agosto de 2020 las mayores protestas antigubernamentales en la historia de la antigua república soviética.
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