Fachada de un edificio con grandes letras blancas que forman la palabra SUOEM
POLÍTICA

Passerini se rinde al Suoem y Córdoba suma más futuros ñoquis municipales

El gremio celebra el pase a contrato de becarios y monotributistas que engrosarán una planta ya desbordada e improductiva

El acuerdo alcanzado entre el Palacio 6 de Julio y el Suoem vuelve a engordar una estructura que ya resulta pesada para los cordobeses. El municipio cedió sin resistencia ante las presiones del gremio, que consiguió convertir becarios y monotributistas en contratados. Aunque aún no se conocen cifras oficiales, circuló un listado de 634 beneficiados.

Se trata de un nuevo avance del sindicato, que transforma un reclamo sectorial en una carga para todos los vecinos de la ciudad. El gremio festeja como un triunfo lo que en la práctica significa más empleados sin función clara. Lo cierto es que este pase abre el camino a la planta permanente.

El Suoem habla de conquistas, pero el verdadero resultado es una Municipalidad cada vez más abultada y menos eficiente. La ciudad no suma soluciones, sino sueldos a pagar de por vida. El intendente filokirchnerista Daniel Passerini dócil y servilmente eligió evitar el conflicto y convalidar el gasto inútil.

El listado elaborado por el gremio abarca áreas tan diversas como Higiene Urbano, Espacios Verdes, Deportes, Registro Civil y hasta CPC.  Esa amplitud confirma que no se trata de reforzar servicios esenciales, sino de sumar personal donde no hace falta. Córdoba termina cargando con empleados que poco aportarán a la gestión, pero que engrosarán la nómina y el gasto fijo de manera innecesaria.

Dos hombres mayores, uno vestido de traje y el otro con chaqueta gris, aparecen en diferentes escenarios, uno pensativo y el otro hablando por micrófono.
El intendente Daniel Passerini aceptó servilmente las exigencias del secretario General del Suoem, Rubén Daniele | La Derecha Diario

El costo de la docilidad oficial

Daniel Passerini repite la vieja receta de aceptar las presiones gremiales para conservar calma política. El costo lo pagan indefectiblemente los contribuyentes, que verán crecer los impuestos mientras la ciudad no mejora. El intendente priorizó, de esta manera servil, la paz sindical antes que la austeridad.

El sindicato, por su parte, se muestra eufórico por el pase de personal que nunca fue imprescindible. Los supuestos trabajadores ahora celebrados no tienen funciones reales y comprobables en áreas sensibles. Córdoba asume el riesgo de sumar legiones de empleados que difícilmente aporten algo al bienestar común.

El problema es estructural: cada pase a contrato abre la puerta a la planta permanente, donde los ingresos son intocables.  Así, lo que hoy se presenta como un logro gremial será mañana un peso muerto para la ciudad. Los vecinos recibirán más gasto, menos gestión y una administración sobredimensionada.

En lugar de optimizar recursos y modernizar la gestión, el municipio reparte contratos como si fueran favores políticos.Córdoba no obtiene eficiencia ni innovación, sólo más personal improductivo que agranda un Estado municipal ya sobredimensionado.

➡️ Córdoba ➡️ Política

Más noticias: